Capítulo 12. La ToMan se separó

















—¿Lo escucharon?

—Si, dicen que arrestaron a uno de nuestro instituto.

—Dicen que pertenecía a la ToMan.

—Y que apuñaló a una persona.

—Bueno, se lo merece... después de todo es un delincuente.

—Si, ¿Quien lo manda a ser parte de una pandilla? Todos sabemos que nada bueno sale de eso.

—De alguna manera se lo buscó.

—¡Cá-Cállense! ¡N-No, no saben de lo-lo q-que ha-hablan!— gritó molesto Asui por los cuchicheos de parte de sus compañeros, estando en el receso dentro del aula.— ¡Na-Nadie bu-busca ir-ir a a la car-cárcel!

Hubo un silencio de tres segundos para luego estallar en carcajadas, burlándose del castaño que se hizo chiquito en su pupitre al verlos reírse de él.

—Eres patético Togata.

—Defendiendo delincuentes.— se burló otro.— ¡¿Eh?! ¡¿Que de-demonios?!—  chilló sorprendido el muchacho al sentir un escalofrío por su espalda y más un soplido acariciar su nuca, que miró sobre su hombro encontrándose con una mirada rojiza aterradora.— ¡Ahh!

—¿Eh? ¿Por qué gritas?— preguntó burlón el pelirrojo, sonriéndole angelicalmente.— ¿Acaso te asusté?

—¡Tú!— bramó indignado alejándose del pelirrojo que ni siquiera había sentido su presencia.— ¡Por supuesto que no!

—Ese gritito dice lo contrario.— se burló Kenji sentándose sobre el pupitre de al lado de su pequeño amigo.

—Tsk, tú no asustas Akabane.— masculló molesto ante las risitas de sus compañeros.— solo eres... un niño rico jugando a ser un chico malo, jugando a ser un estúpido delincuente.

—¿Y?— sonrió burlón, apoyando sus manos detrás suyo en el borde de la mesa.— ¿Y a ti en qué te afecta que sea así?

》Es decir... es mi vida, yo decido como vivirla. ¿Que problema hay que este en una pandilla? ¿Que sea un delincuente?《

El chico se burló y dijo.

—Me voy a reír de ti al verte en la televisión cuando cometas un delito por ser un ladrón.— respondió con  una sonrisa ladina.— o peor, sabré que tuve la razón cuando te arresten por asesinato.

—Oh... woow... así que ves el futuro.— respondió divertido el pelirrojo, dando un pequeño salto y rápidamente se acercó al chico sorprendiéndole la cercanía que su cuerpo chocó contra otro pupitre no pudiendo alejarse del de orbes rojizos.— Dime Tokoyata... ¿Cómo es que te mato?

El chico tembló del miedo al escuchar aquel susurro y esos orbes rojizos volverse oscuro, con una gran cantidad de sed de sangre, intención asesina sobre él. Ni siquiera pudo hablar al sentir sus piernas temblando y su nuca sudar del terror cuando el retumbar del timbre causó que saltara del susto provocado que sus algunos de sus compañeros se rieran y otros frunciera el ceño al ver lo pálido que estaba el pelinegro y el no saber que fue lo que le dijo para haberlo dejado pálido como un muerto.

—¿Que está pasando aquí?

—¡Kashi!— saludó contento el pelirrojo aún acorralando al pelinegro, pero clavando sus orbes rojizos en el pelilila que estaba tenso y con una mirada molesta.— Solo estábamos intercambiando pensamientos sobre la delincuencia y asesinatos... nada importante.

Mitsuya estaba a punto de hablar acercándose a esos dos, no comprendiendo el porqué el pelirrojo estaba tan cerca de su compañero cuando una tercera voz, interrumpió.

—Siéntense.— ordenó la profesora al entrar al salón.— seguiremos con la clase.

Kenji volvió a sonreír angelicalmente hacia el pelilila para luego dirigirse hacia el pelinegro y se alejó de éste para sentarse detrás de su pequeño amigo Asui que le sonrió sonrojado y en un bajo susurro le dijo.

—Gracias.

—Siempre defiendo a mis amigos.

Fue la respuesta en un murmullo de Akabane para luego mirar a la profesora y tratar de prestar atención a la clase aunque los cuchicheos de lo que había pasado hace dos días detrás del instituto lo tenía algo preocupado y tenso.

Necesitaba más información de lo que había pasado.









😈😈😈















—¿Sucede algo Kenji-kun?— preguntó el castaño al ver al pelirrojo apoyado en el pupitre de enfrente con la mirada perdida.— Te noto distraído.

—Estoy pensando.— respondió el pelirrojo volviendo su atención a su pequeño amigo que ya había guardado sus cosas.— Nunca te agradecí a ti ni a Yasuda por no haber hablado de lo que pasó aquel día con Moebius.

—A-Ah... ¡N-No te preocupes!— respondió colocando su mochila en su hombro.— N-No se muy-muy bien que fue lo que, lo que pasó pe-pero... ¡Les pateaste el trasero!— chilló emocionado.— Y al ente-enterarnos que lo-lograron escapar, decidimos que-quedarnos ca-callados por tu seguridad.

》Además de es-estar la ToMan aquí, tam-también pu-puede haber amigos o fa-familiares de esa pandilla que pueden tra-trabajar como informantes... por tu se-seguridad, nos quedamos ca-callados... y también porque tu- tu nos lo lo pediste, eres mi amigo... mi mi primer amigo y qui-quiero protegerte como tú siempre siempre me proteges.《

—Aww... ¡Eres tan adorable!— chilló emocionado Akabane, abalanzándose sobre el castaño para abrazarlo con fuerzas.— siempre te voy a proteger, eres mi súper y adorable amigo.

—¡Ken-Kenji-kun!— chilló nervioso y rojo hasta las orejas.— ¡N-No pu-puedo res-respirar!

—Togata-san, Taka-chan ya nos está... ¿Que están haciendo?

Asui y Kenji se separaron y miraron hacia la entrada del salón, encontrándose con una mirada azulada enojona y con el ceño fruncido.

—¡Shi-Shiba-san!— chilló nervioso y sonrojado el castaño mientras que Kenji sonrió ladinamente y abrazó por los hombros a su amigo.— ¡Y-Ya voy! ¡S-Solo solo es-estaba hablando con con Kenji-kun!

—Akabane no retrases a Togata.— reclamó el peliazul.—Taka-chan se adelantó para poder terminar con sus cosas y poder ayudar con tus muestras Togata, no tenemos toda la tarde.

—A-Ah, si-si perdón.

—Oye, tranquilo Shiba.— habló Akabane, aún abrazando a su amigo pero esta vez los dos caminando hacia el peliazul, quedando en frente de el.— fue mi culpa, no te enojes con mi amigo.

》Relájate un poco, se nota a miles de kilómetros lo tenso y molesto que estas.《

—Lo siento.— se disculpó avergonzado el peliazul mirando a esos dos.—es que la situación en la ToMan... me pone nervioso, ansioso y de mal humor.

—¿Que fue lo que pasó?— preguntó el pelirrojo.— Kashi también esta igual que tu.

》Apenas me mira y me saluda.《

Refufuñó con un puchero el pelirrojo separándose de su amigo para cruzarse de brazos, dejándose notar mejor su berrinche.

—Siento escuchar eso Akabane pero...— aplanó los labios, los tres comenzando a caminar hacia el club.— Taka-chan esta en un gran conflicto, tanto mental como sentimental.

—¿Y eso?

—La ToMan... se separó.

—¡¿Eh?!— gritaron los dos sorprendidos mirando al peliazul que al notar la mirada de tristeza se dieron cuenta que era verdad.

—No es posible.— comentó el pelirrojo confundido.— Mikey y Draken jamás permitirían separar la pandilla.

—Ese es el problema.— respondió Shiba.— Esos dos están peleados.

—¡¿Que?!— volvieron a gritar los dos, el castaño por inercia.

—Si... ambos pelearon fuertemente y no dan su brazo a torcer.— explicó, los tres llegando a la entrada del club.— cada uno cree tener la razón, provocando que cada escuadrón se pusiera del lado de que ellos creían correcto.

》Algunos están con Mikey y otros están del lado de Draken.《

—Ya veo.— susurró el pelirrojo, mirando hacia el interior del club viendo al pelilila ayudar a sus compañeras.— ¿Y Kashi?

—Taka-chan no lo sabe, el no quiere elegir.— susurró como respuesta.— los dos son sus amigos, y la razón de la pelea también le afectó gravemente.

》De cierta forma... se siente un poco culpable de haber llevado a Peh y a Pah aquel lugar con Mikey y Draken... Si el nos los hubiera llevado ahí, por ahí no habría pasado lo que pasó.《

—¿Que fue lo que realmente sucedió?

Hakkai miró sobre su hombro al pelirrojo y al castaño que se había mantenido callado escuchando con atención.

—Fueron emboscados por Moebius.— respondió con pesar, provocando que el castaño se tensara y se asustara mientras que Akabane mantuvo su expresión neutral.— Y en consecuencia, Pah apuñaló al líder de la pandilla... a Osanai como venganza.

—Ya veo.— susurró el pelirrojo bajando su mirada al suelo.— Será mejor que entren ya al club.

》Yo ya debo irme.《

—S-Si... nos vemos Kenji-kun.— saludó tímidamente el castaño, entrando al club quedando solo el peliazul y el pelirrojo.

—Nos dimos cuenta con Taka-chan que eres cercano a nuestro comandante y a nuestro sub-comandante.— habló Hakkai luego de un silencio a su alrededor.— nosotros... todos los capitanes intentamos hablar con esos dos pero... no ha funcionado.

》Tu... ¿Podrías hablar con ellos? Tu y ese chico rubio... Hanagaki.《

—Tranquilo, trataré hablar con ellos.























😈😈😈















Kenji andaba por las calles con su patineta en búsqueda de llegar a la casa de su pequeño amigo rubio chillón. Gracias a la información de Hakkai y de Ritsu, que le pidió investigar más lo que había pasado, se enteró que su pequeño amigo había ido al encuentro de Draken, Mikey, Peh y Pah en ese galpón detrás de su instituto y que de alguna manera, pero que no le sorprendía, había terminado en el hospital.

Estaba molesto.

Enojado.

Por eso, ahora con más razón iba a verlo y darle unas buenas cachetadas para que reaccionara. Sus pies reaccionaron e hizo un movimiento para frenar haciendo un truco en el aire para luego agarrar su patineta y colocarlo debajo de su brazo. Sus orbes rojizos se clavaron en la casa blanca en frente suyo, que la dirección le había pasado su linda y tierna vecina, Hina.

Tocó el timbre y esperó pacientemente a que alguien abriera, siendo ni nada más ni nada menos el rubio chillón.

—¿Eh?— se sorprendió Hanagaki.— ¿Kenji-kun? ¿Que haces aquí?

—Hola Takemichi, yo estoy bien vine a verte.— respondió con su sonrisa angelical.— ¿Me dejarás pasar? ¿O nos quedaremos acá haciendo fotosíntesis?

—A-Ah ¡Per-Perdón!— tartamudeó nervioso, corriéndose a un lado, dejando entrar al pelirrojo.— sube por las escaleras y la primer puerta a la derecha es mi cuarto. ¿Quieres agua Kenji-kun?

—Si, gracias Michi.

El pelirrojo entró a la habitación y observó con curiosidad a su alrededor hasta cruzar con su mirada un rompe cabezas ya terminado. Se arrodilló en frente de ésta y miró con curiosidad el buen trabajo y paciencia para completar un rompe cabezas de 2500 piezas.

—Aquí tienes Kenji-kun.— volvió a llamar el rubio, entregándole un vaso con agua y se sentó en frente de este, queriendo terminar con su trabajo.— gracias por venir a visitarme.

—Eres mi amigo.— respondió angelicalmente para luego darle un sorbo.— y soy tu guardespalda.

》Por eso... ¿Por que fuiste allí solo?— se levantó rápidamente y le tironeó las mejillas con fuerzas al rubio que chillaba adolorido.—Mikey, ni Draken te dijeron de ese lugar. Yo fui el que te lo dijo y me siento terrible al habértelo dicho.《

—¡Per-Perdón Ken-Kenji-kun!

—Estuviste muy mal Michi, debiste avisarme que irías allí, asi te habría defendido.— siguió más enojado que antes, tironeando con más fuerza las mejillas del rubio que lloraba del dolor.— ¡Deja de querer hacerte el héroe!

—¡Pe-Pero!

—¡Nada de peros! ¡Soy tu senpai!— le volvió a regañar, soltando sus mejillas para golpearle en la frente con su dedo índice.— Me debes hacer caso.

—¡No podía permitir que pelearan!

—¿Hablas de la pelea de Draken y Mikey?

—No.— respondió con dudas.— ellos... ¿Realmente se pelearon?

—Según Shiba-san... fue una pelea muy fuerte.— contestó frunciendo el ceño.— ¿De qué pelea estas hablando?

—A-Ah... y-yo...

—No te atrevas a mentirme.

Takemichi tembló ante la mirada fulminante de su amigo y suspiró de resignación.

—Yo... hablaba de la pelea contra Moebius.

—¿No querías que la ToMan peleara contra Moebius?— cuestionó que al ver el asentimiento de cabeza por parte de su pequeño amigo,  insistió.— ¿Por qué?— entrecerró sus ojos, sospechando.— ¿Que es lo que sabes?

—Y-Yo...

Y el rubio no pudo continuar al haber sido interrumpido por la presencia de cuatro personas, resultando ser los amigos del novio de su vecina.

Salvado por la campana.— pensó aliviado el Hanagaki.

—¿Eh? ¿Y tú qué haces aquí?

Kenji alzó una ceja ante el tono algo... despectivo por parte del de cabellos morados y copete hacia arriba.

—Akkun.— regañó el castaño casi rubio para sonreír suavemente hacia el pelirrojo.— Hola Akabane-senpai.

—¡Akabane-senpai!— chillaron los otros dos emocionados al ver de vuelta al pelirrojo.— ¡Estamos felices de verte aquí!

—Si, ya lo notamos.— refufuñó Akkun cruzados de brazos.

Kenji soltó una risita y se sentó al lado de Takemichi para dejar lugar a los mejores amigos del rubio chillón.

—A mi también me da gusto verlos, chicos.

—Es increíble que te hayan dado rápidamente el alta.— habló el de anteojos ahora mirando a su amigo, Hanagaki.

—Y yo que quería ver a las enfermeras.

—¿Seguro que estas bien?— le preguntó esta vez, Akkun a su amigo.— ¿No deberías estar descansando en la cama?

—Me siento mucho mejor... además, no me siento cómodo estando acostado con ustedes presentes.

—Woow... mira cuantas piezas...— habló el de anteojos.— ¿Lo hiciste tú Akabane-senpai?

—¿Eh? ¿Yo?— sonrió divertido, señalándose.— ¿En qué momento lo haría?

》Todo esto lo hizo Michi.《

—No lo creo.

—¿Que pasará si toco esta pi..?

—¡No te atrevas a tocarlo!— bramó asustado el rubio.—¡Tarde tres días en hacerlo!

—Vaya... si que estabas aburrido.

—¿Que querían que hiciera? Debía descansar y desaburrirme con algo.— se quejó el rubio, para luego ponerse serio.— ¿Saben algo de... Mikey y Draken?

—Las cosas están muy mal.— volvió a hablar el de anteojos, ya cada uno sentándose en su espacio.

—¿Eh? ¿En serio es tan grave?

—Puede que ya no tenga arreglo.

—La ruptura de la ToMan iba a ocurrir tarde o temprano.

—No, si nosotros lo impedimos.

—¿Eh? ¿Kenji-kun?

—Que hable el maestro.— hablaron a la vez el pelinegro y el castaño inclinándose al pelirrojo, provocando que el rubio de ojos celestes se le resbalara una gotita detras de su cabeza.

—Nosotros debemos hablar con ellos.— comentó Kenji, apoyando su espalda en la cama, mirando a cada uno de los amigos de Takemichi.— Debemos hacerlos entrar en razón.

—¡¿Nosotros?!

—Sip.— sonrió angelicalmente.

—Tu no conoces la palabra peligro.— habló el pelinegro.

—¡Nos matarán si hablamos con ellos sobre el tema!

—¿Quien va a matar a quien?

—¡Dra-Draken!— chillaron los amigos de Takemichi incluido éste.

—Hola Draken.— saludo con una sonrisa y moviendo su mano de un lado a otro.

—Hola Kenji.— saludó con una sonrisa el del tatuaje.— hola Takemichi, vine a ver como estabas.

》Les traje una sandía.《

—¡Sandía!— chilló emocionado y feliz el pelirrojo, sorprendiendo a todos allí.— ¡Yo quiero!

—Bueno... ¡Vamos a comer!

—¡Si!

—Cómo mínimo... Pah pasará  un año tras las rejas.— habló con pesar el de trenza, mientras que Kenji disfrutaba de su sandía.

—¿Como esta Osanai? ¿El de Moebius?

—Con vida.— bufó.— sino Pah no saldría hasta que fuera un adulto.

—¿Y el demonio rojo? ¿Apareció?— preguntó uno de los amigos del dueño de casa.

Silencio.

—Draken, ¿Te lo vas a comer?— preguntó Kenji señalando al último pedazo de sandía en frente del rubio que éste negó con la cabeza.— ¡Yei! ¡Gracias Draken!

Y Kenji siguió comiendo como si no notara la tensión en el ambiente e ignorando la conversación cuando la realidad es que estaba prestando atención a ambas.

—No, no apareció.— respondió después de otro silencio el del tatuaje.— no lo vimos pero...

—¿Pero?

—Osanai parecía estar buscando a alguien...— continuó.— si los rumores son ciertos,  parece ser que realmente ese Demonio Rojo no pertenece a Moebius.

—Entonces... supongo que se cambia los planes, no van a querer matarlo.— habló Takemichi confundido, recordando que en el futuro Osanai nunca les dijo sobre el demonio rojo, nunca les mencionó la identidad de esa persona.— ¿Que van a hacer con el?

—Ahora nada.— habló Draken.— ya no interesa.

—¿No les interesa saber quién es?

—No, Moebius ya pagó, el líder está internado... y ese chico... si no pertenecía en aquella pandilla... es innecesario seguir buscándolo.

—Oh ya veo...— susurró el rubio de orbes celestes cuando soltó una risita nerviosa.— ¿Y qué piensa Mikey de todo esto?

—¡No me hables de ese maldito infeliz!— exclamó furioso Draken para mirar confundido al pelirrojo.— ¿Por qué me agarras el brazo?

Kenji masticando tranquilamente, sosteniendo con una de sus manos la última parte de la sandía y con la otra el brazo del rubio, le respondió después de tragar.

—Vas a arruinar el trabajo de Michi.

—¿Eh?

—Respira Takemichi, respira.

Draken vio el rompe cabezas para luego mirar la mano del pelirrojo sobre su muñeca para luego mirar a los amigos de Takemichi dándole aire y zamarreandolo de un lado a otro para que volviera en sí.

—Ya veo.— susurró algo aturdido el del tatuaje al notar la rapidez y la fuerza del pelirrojo en su mano.— buenos reflejos.

—Gracias.— respondió soltándolo, para luego darle un último mordisco y levantarse de su lugar, estirándose como un gato, mirando hacia la ventana de la habitación que tenía su amigo.

—En fin...— respondió Draken levantándose de su lugar.— voy a cortar lazos con Mikey.

》La ToMan se acabó.《

—¡¿Eh?!

—¿Cómo que se acabó?— preguntó Takemichi mientras que el pelirrojo volvía hacia la mesa y agarraba un pañuelito para limpiarse sus labios.—Es broma... ¿No?

—Siento las molestias.

Takemichi no sabia que hacer al ver a Draken irse así como si nada.

Instintivamente miró al pelirrojo que rápidamente recordó las palabras de Akabane, sobre hablar con el. Kenji al notar la mirada celeste sobre el, le sonrió y asintió con la cabeza causando que Takemichi corriera detrás de Draken.

Mientras tanto... Kenji observaría desde la ventana el espectáculo que ocurriría en frente de sus ojos.

Mikey estaba afuera.


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¡Hoy es su segundo cumple mes! Y solamente les puedo traer un solo capítulo </3

Trataré para el jueves traerle uno nuevo.

¿Que les pareció?

¿Les gustó?

¡Espero que !

¡Voten y comenten!

Muchisimas gracias por las 16 mil lecturas, dos meses y ya llegamos a esa cantidad, muchas gracias por su apoyo.

Cuídense.

Besitos.

~M.

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