° Primera cita:

Están volviendo de su primera cita, fueron al cine para ver una película de terror; el peliazul quiso aplicar la típica técnica de asustar a la chica para después reconfortarla.

Pero no solo la película fue malísima, sino que ella es una amante del terror, es su género de comedia favorito.

Ahora mismo están sentados dentro de un autobús, está atardeciendo, y ella comenzó a sentir un poco de sueño. Cerró poco a poco sus ojos y sin pensarlo dos veces, recostó su cabeza en el hombro de él, quedándose dormida.

—«Holy shit»—Piensa él algo nervioso—«Cálmate, no es la gran cosa».

Mentira, lleva enamorado de ella desde hace tiempo; el tenerla aquí dormida, estando tan cerca acelera su corazón. Desde aquí puede oler su perfume de vainilla.

—Mmh...—Gimotea ella—Que suavecito…

El corazón del peliazul se inquieta todavía más, está usando un suéter rosa dado que hace un poco de frío, y si, es suave. Ella acomoda su cabeza, pegando más su cuerpo.

—«Que linda...»—Piensa él—«Esta es nuestra primera cita como pareja, no puedo creer que en verdad esté pasando».

Ella levanta la mirada, abraza con cuidado el brazo del chico.

—¿Qué te gusta de mí?—Pregunta ella en un tono suave—Digo, ¿qué te atrajo?

—Eres espectacular.

—¿Y qué significa eso?

—Contigo puedo ser honesto, y tienes ese sentido de humor, y eres cariñosa, puedo hablar contigo de todo además de tu optimismo.

—¿Soy todo eso? Creí que lo mejor que tenía era ser una cara bonita.

—Eres muchísimo más que eso.

—Je, eres el único chico que piensa eso de mí—Desvía la mirada—Incluso yo he llegado a pensar que no tengo mucho que ofrecer.

Él acaricia su mejilla, provocando que sus miradas vuelvan a encontrarse.

—Seré directo—Dice él—Eres la chica más hermosa, graciosa, valiente y perfecta que he conocido jamás,

—Je...quizás, pero si eso soy para tí...—La chica vuelve a recostar su cabeza en el hombro de su novio, cerrando sus ojos—Entonces me siento bien con eso.

El chico también sonríe, dará lo mejor de sí por esta relación, porque por primera vez, siente que alguien lo comprende a la perfección.

—Que bonito es el amor—Dice el conductor del autobús que había oído todo—Chingada madre, que viva el amor.

La pareja suelta un par de risa. Ser sutiles no es su fuerte.

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