Debbie Bryant es la antagonista hipotética de una secuela de Oliver y su pandilla siendo una peleadora de perros profesional que capturaría a los hijos caninos de la pandilla para que peleen como venganza por la muerte de su socio en el crimen Sykes.

Pero en la versión de descendientes sabemos que logró salvarlo con el precio de que quedó postrado en una silla de ruedas y abandonado él y su hija por Cruella, ella tomó el toro por los cuernos y los ayudó a salir adelante de su amarga experiencia volviéndose la madre de Booby y Delancey.