Capitulo 83 (Despierta)
---Alcantarillas---
El padre de las tortugas se encontraba meditando en el dojo en el cual entrenaban todos ellos.
En su pose de loto, sereno y concentrando, tratando de despejar sus miedos e ideas, la preocupación de que sus hijos no pudieran llegar a tiempo para detener o salvar a esas cazadoras, de cómo esto afectaría a los jóvenes y que si realmente el parecido físico de Ruby con su difunta esposa Tang Shen sea realmente por alguna relación.
Cansándose de estar así, llevando ya un rato, abrió sus ojos con suavidad, clavo su mirada en el pequeño altar, pensando en mil y un ideas que le cruzaron la mente, se levantó con cuidado de su posición, camino con paso firme y lento hacia el lugar que lo estaba cautivando.
Se detuvo un instante, tomando entre sus manos la foto de su antigua pequeña familia, que estaba rota ahora. Observando el rostro de ella y de su hija.
Splinter: (Sosteniendo la foto y suspirando) Tang Shen... No entiendo por qué me invaden estas dudas. Antes de ver a esa jovencita de capa roja, estaba completamente seguro en mi corazón y mente que Karai era nuestra hija perdida, sin embargo... Ahora no estoy seguro de nada.
Dejo escapar un suspiro, pensando sobre todo ese tema. Las ideas iban aumentando.
-¿Y si Karai, en realidad es una joven que Oroku Sakí robo, para formular su plan retorcido?-
-¿Sera que realmente no es mi hija de sangre?-
-Pero el mismo me lo dijo-
-¿Acaso... Mintió de nuevo o dice la verdad?-
Las cuestiones iban en aumento cada instante, como había logrado soportar, casi dos meses así. Sentía que la locura pronto lo iba a dominar con cada pregunta sin respuesta que lo consumía.
Dejando el retrato en su lugar, posando su vista en aquel raro objeto tradicional japonés de color rojo y ovalado.
Lo sostuvo en sus manos al pequeño Daruma, observándolo con toda la atención del mundo, mirando el rostro de cara algo robusta y mal encarada, con ese bigote y babar extraños con un solo ojo pintado del lado izquierdo.
Su simbología, fue lo que le seguía trastocando hasta más no poder.
Splinter: (Suspiro, mirando con atención y como si entendiera que debía hacer) Creo que es tiempo de haber cumplido mi meta en la vida.
De pronto se escuchó un fuerte frenado de un tren o de un gran auto de trasporte, lo cual hizo que este dejara el Daruma en su lugar y saliera a ver que estaba pasando. En su pensar era que sus hijos volvieron, pero aun temía en su ser lo que hubiera ocurrido.
El mismo mientras iba al encuentro con esos jóvenes que crio, miro el reloj, marcaba las 6:04 de la mañana, toda la noche se había ido volando de una forma tan rápida, que ni el mismo se había dado cuenta.
Al llegar, vio como dos de sus hijos estaban descendiendo del tortumovil, a lo cual el recibió con gusto, no se veían heridos, mal o tristes... Bueno no por completo así que imaginaba que las cosas no habían salido tan mal como se pensaba.
Pero antes de poder decir alguna palabra, vio como ellos, bajaban con cuidado a una mujer joven del tortumovil y el otro a una chica de cabellos morados, a lo que dejo al hombre sumamente confundido.
Splinter: (Acercándose a ellos) Hijos míos... Me alegra que volvieran con bien... Pero me podrían explicar ¿Quiénes son ellas?
Leo: (Cargando a Irma por la espalda) ¡¡¡SENSEI!!! (Sorprendiéndose en gran medida) Bueno... Ellas son, fueron prisioneras de los Krang.
Splinter: (Observando a la chica y de igual forma a la mujer) ¿Cómo que fueron prisioneras del Krang? ¡¡¡¿USTEDES SE ATREVIERON A PASAR A LA DIMENSIÓN X?!!! (Hizo esta última pregunta con un tono de enfado).
Raph: (Cargando a la mujer al estilo princesa) No teníamos otra opción sensei... Debíamos ir por ellas o... Debíamos intentarlo, para que nos escucharan.
Splinter: (Abriendo los ojos un poco, demostrando sorpresa y tranquilidad) Eso quiere decir que las lograron encontrar a tiempo.
Otra tortuga bajo del tortumovil, cargando a una joven de cabellos blancos, entre sus brazos, la cual se denotaba muy mal herida y agotada, se le notaba su semblante mal pero estable.
Donnie: (Caminando con cuidado) Tenemos que llevarlas al laboratorio lo antes posible.
Mikey, saliendo del tortumovil, con su carita de preocupación a más no poder y con lágrimas en sus ojos azules que caían, estaba asustado y temía cualquier noticia mala, para la joven azabache que llevaba con él.
Acatando la orden que dio el más inteligente del grupo, se dirigió de inmediato al lugar antes dicho, para que se pudiera atender a Blake.
Cabe mencionar que él no llevaba su bandana puesta, pues durante el camino, la había envuelto en las orejas de gato que la joven cazadora poseía. No pensaba bien la razón del por qué ocultar algo tan adorable según él, ella lucia. Mas el respetaba su decisión y cuidaría de ella, para que así fuera, hasta que se sintiera lista de dejar ese habito.
Los cuatro se dirigieron hacia el laboratorio con rapidez y cuidado, detrás de ellos bajaron los otros tres jóvenes humanos que habían ido con ellos, pero veía que la peli naranja se encontraba en un estado muy mal, llevando lágrimas en sus ojos, estos demostraban tristeza, pero su boca mostraba una débil sonrisa que confundía la situación.
Casey: (Dándole un suave abrazo de apoyo de lado) ¿Te encuentras bien pelirroja?
Karai: (Le pone la mano sobre el hombro a la otra chica) No te alteres tanto O'Neil.
Abril: (Bajando la mirada) ¿Cómo no quieres que me altere? (Alza la vista) ¡¡¡SI AHORA DESCUBRO QUE MI MEJOR AMIGA ESTABA ATRAPADA EN LA DIMENSIÓN KRANG O QUE PUEDE SER UNA IMPOSTORA Y MI MADRE ESTUVO EN ESE LUGAR TODOS ESTOS AÑOS...!!!
Splinter: (Acercándose a la joven de cinta amarilla) Abril... ¿Qué es lo que has dicho?
La chica se giró en su propio eje, a ver al hombre rata que se encontraba enfrente de ella. Sin duda se estaba sintiendo muy confundida, su madre y mejor amiga habían sido secuestradas en la dimensión X, le provocaba un gran malestar en el estómago, pues sentía que gran parte de su vida, si no es que es todo, el Krang siempre había estado allí para arruinarle la vida de una u otra forma. Demasiado para procesar en estos momentos.
Comenzó a sentir como su cabeza daba vueltas y sentía nauseas recorrer su cuerpo, solo atino en apoyarse en la figura paterna de sus amigos mutantes y que por alguna extraña razón, lo había sido para ella, principalmente como mentor, en las artes de ninja, permitiéndose llorar un poco más, antes de estar completamente bien por su madre que la veía de nuevo.
Un ruido de un motor apagándose, se escuchó en ese instante, provocando que se girara la vista, estos muchachos, viendo como las dos cazadoras que aún se encontraba intactas o en pie, por el momento, bajaban con cuidado de la motocicleta.
Ruby: (Caminando hacia los cuatro allí presentes) ¿Las llevaron al laboratorio de Donnie?
Casey: (El chico algo nervioso) Si... Ellos las llevaron inmediatamente.
Ruby: (Suspira con un alivio que no sentía hace mucho) Estas bien (Tocando su pecho).
Yang: (Seria, con un semblante aun de preocupación) Sera mejor que vallamos Ruby.
Ruby: (Asiente con su cabeza) Con su permiso señor Splinter.
Ambas jóvenes fueron a la dirección que debían seguir, tratando de ocultar su verdadera fatiga, no estaban por completo a gusto de mostrar debilidad en esos momentos, sentía que era su turno de ser fuertes, principalmente al estar de nueva cuenta en ese lugar donde prometieron no volver, por la "traición" que ellas sintieron de parte de ellos.
Splinter se quedó mirando serio a ambas chicas, entendía que las cosas no podrían volver a ser como antes, ya que se denotaba la molesta en las caras de las chicas, bueno solo en la rubia, ya que en la más joven se mostraba una gran discreción, mas sin embargo en este momento, había tomado una decisión importante.
Karai: (Seria suspira un poco, fingiendo preocupación) Las cosas han empeorado padre...
Splinter: (Girándose hacia la chica kunoichi) Ellas siguen molestas es una verdad indudable por lo visto.
Casey: (Cruzándose de brazos) Si me lo preguntan. Si tienen razón en molestarse, pero creo que ya están exagerando, (Mirando a las dos jóvenes) Digo, no es para tanto.
Abril: (Suspira, negando con la cabeza) Casey... No lo entiendes ¿Verdad?
Casey: (Confundido) ¿Entender qué?
Abril: (Baja la mirada) Ellas, se deben sentir traicionadas, es algo muy obvio y más porque tienen sentimientos por ellos, por lo cual se les hace más doloroso.
Casey: (Encarando a la chica) Por la misma razón que has dicho es que creo que exageran, si de verdad sienten algo por ellos, deberían intentar de comprenderlos.
Abril: (Niega con la cabeza) No es tan sencillo, son varias cosas que se deben explicar, pero si ellas no dejan, no se podrá hacer mucho.
Karai: (Cruzada de brazos, recargada en un pilar de cemento) A mi ver, creo que ellas solo esperaran a que despierten las otras dos y se irán en cualquier instante.
Abril: (Traga saliva algo nerviosa) Entonces... Yo debería ser la que hable con ellas.
Karai: (Confundida, cuestionándola con la mirada) ¿Por qué tendrías que hacerlo tú?
Abril: (Suspira profundamente) Fue mi culpa, que ellos se metieran en este aprieto con las chicas que quiere, si bien les dije que no digieran nada de mí y la relación de los Krang conmigo, antes de conocerlas. Al saber su misión, se debió haber dicho. (Baja la mirada) Mas sin embargó, decidí que era mejor olvidar el asunto y quedarme callada, por lo tanto ellos como buenos amigos lo hicieron igual y al final todo se volvió peor.
Casey: (Preocupado) No es tu culpa, ni nada... Ellas para que están de mironas en cosas que no les incumben.
Splinter: (Mira a la joven peli naranja) ¿Estas segura de esto Abril? En sí, todo esto no es completamente tu culpa... (Suspira) Mis hijos también debieron tomar la decisión de confiar en ellas o no.
Abril: (Niega con la cabeza) Es mi obligación decirles la verdad, una explicación y si después... Si desean irse de esta dimensión si más... No hare nada más para detenerlas.
Dicho esto, los cuatro se quedaron en completo silencio, solo con una joven sumamente deicida en tratar de solucionar el problema.
---Laboratorio de Donnie---
Los cuatros chicos se encontraban en ese lugar, tratando de ayudar al dueño del lugar en sanar a las heridas en ese lugar.
Primero a Blake, que era la de peor aspecto mostraba, por su falta de oxígeno en un tiempo considerablemente largo. Se le suministro un conector del elemento vital, para que pudiera respirar con normalidad, mientras se le suministraba un antibiótico y des inflamatorio, por cualquier consecuencia en los pulmones, por haber respirado ese aire envenenado.
Se denotaba que aun batallaba para respirar, pero con esto sin duda se establecería, su ritmo cardiaco, de forma rápida.
Las siguientes fueron, la señora O'Neil e Irma, ambas como presentaban pérdida de conciencia, una por la impresión que se había llevado al encontrarse en la dimensión Krang y respirar de igual forma el aire toxico, se le administro de igual forma oxígeno en una mascarilla, para restablecerla. Además de que ella no mostraba signos de heridas o combates, su salud se encontraba en mejor estado que las dos cazadoras.
La mujer mayor, igual administrar oxígeno, era lo único que se podría hacer y más pues a lo que se sabía había estado en un hipersueño desde hace sepa cuánto tiempo, debían irse con cuidado con ella, pues cualquier mal cálculo, se podría entrar alguna inestabilidad de salud.
Ruby: (Entra algo preocupada) ¿Cómo están?
Leo: (Girándose a ver a la joven) Están estables por el momento. (Sonriendo) Creo que lo más grave son las heridas en sus piernas y brazos, pero... Nada de qué preocuparse.
Ruby: (Suspirando y tocando su pecho) Que alivio... De verdad estaba muy asustada.
La joven chica de la capa roja, mostraba su alegría de que sus amigas estuvieran sanas y salvas, de que todo quedara en un susto. Su emoción fue grande ya que ni siquiera se había percatada de sus propias heridas, que se denotaban algo profundas y aun sangrantes pero de forma más leve que antes.
Ni siquiera recordaba el dolor, pues ella solo se preocupaba más por los demás que por sí misma. Sus ropas estaban mal trechas, pero eso le daba igual, quería a sus amigas bien y también a esas dos que habían traído consigo.
Mas sin embargo el mutante quien amaba la joven, se percató en cada instante de su estado físico, por lo tanto sabía que debía, limpiar, sanar y cubrir esas heridas, para que no exista la posibilidad de alguna infección.
Leo: (Acercándose con un poco de alcohol, vendas y gasas) Ruby... Deberías tratar las heridas en tu cuerpo...
Ruby: (Mirándolo, con cierta curiosidad y sonrojo) ¿Tú crees? Bueno... Creo que si tienes razón (Le dedica una sonrisa leve, bajando la mirada).
Leo: (Sonrojado) Si gustas yo... Podría... Ayudarte a...
Yang: (Interponiéndose entre el chico y su hermana) Si gustas yo mejor la ayudo ¿Ok? (Dedicándole una sonrisa sorna al joven).
Leo: (Observando a la joven rubia) No habría ningún problema si las ayudamos en limpiar sus heridas ¿No crees?
Yang: (Suspira con los brazos cruzados) Mira Leonardo, puede que no exista en si un "Problema" Pero, aun así nos ocuparemos de ese sentido, ya que... Si mal no recuerdo la última vez yo fui quien limpio las heridas de mis amigas, porque no los dejaría verlas en ese estado ¿Me entiendes? (Sonriendo pícaramente).
Leo: (Nervioso) Yo no me refería a eso, si no a las de sus piernas o brazos solo eso...
Yang: (Extiende sus manos para recibir los suministros de primeros auxilios) Con mayor razón, yo les ayudo en eso y Ruby igual. Ya hacen suficiente con atenderlas a ellas.
El joven mutante, entendía que le sería muy difícil por no decir casi imposible, ganarle en esa discusión a la joven rubia, pues se entendía que no solo por eso hacia dicho acción de ayudar a sanitizar las heridas en los cuerpos de sus compañeros y en sí misma, si no para no deber más favores de lo que estaban agregado a la lista ahora mismo.
Termino cediendo y dándole los objetos para curación a la muchacha rubia, la cual prosiguió a cuidar de su hermana menor, para que sus heridas fueran tratadas, aunque lo trato de hacer aun estando vestida por completo, utilizando las rasgaduras de su vestimenta como un método, para no dejar nada al descubierto.
Mientras la menor, miraba como aquel mutante por el cual su corazón aun latía, se alejaba para asistir a sus demás hermanos a cualquier circunstancia, se sentía triste, enojada, y confundida. Se había sonrojado por el acercamiento de ese joven a su persona, se culpaba por eso, debía estar molesta, pero no lo estaba del todo.
Sintió tristeza de que su propia hermana mayor lo alejara ahora, pues antes la animaba a que viera el amor que existía entre ambos y ahora todo eso estaba perdido.
Pero entendía que no era culpa de la mayor, quien le estaba limpiando con una gaza las heridas de sus piernas con un poco de alcohol sobre estas, el ardor que comenzó, le dolía un poco, pero combinado con todo lo que sentía en su interior, esa impotencia de no poder hacer algo para ser feliz con él, como su orgullo y enfado se lo impedían.
sin contar las ideas y palabras que habían dicho tanto la joven a su lado como su mejor amiga aquella peliblanca, de que eran unos traidores y unos mentirosos, tantos insultos hacia ellos se venían a su mente, que le provocaban dolor, pues no creía en todo eso, su corazón no lo quería aceptar, pero su mente si quería hacerlo. Una situación confusa.
Aprovechando esa sensación dolorosa, dejo escapar algunas lágrimas de sus ahora orbes cafés, lo hacía sin darse cuenta en sí, pues aun miraba al joven y estas resbalaron de sus suaves mejillas con rasguños, provocando un tanto de molestia en estas por la salinidad del agua.
Rodando hasta la orilla de su rostro, cayendo en sus muslos que eran tratados por su hermana mayor, la cual vio la marca de agua en la zona a tratar, girando su mirada hacia arriba, a lo cual se topó con la vista de su hermana, derramando esas lágrimas y mirando atenta hacia Leonardo.
La joven quería decir algo, tratar de dar unas palabras de aliento a la chica, pero no se le ocurría nada que decir, solo suspiro pesadamente y volvió a su labor.
Entendía por que su hermanita lloraba, porque lo hacía. Le dolía el no poder estar cerca de él. De alejarse de ellos, no lograr los sueños y expectativas que habían colocado en ese lugar en ellas y en esos jóvenes. Todo se había arruinado, por una simple estupidez de parte de esa dimensión.
Ella misma, tenía una pelea interna, con su corazón, de igual forma compendia que quería arreglara las cosas, pero era demasiado terca como para dar su brazo a torcer, prefería que las coas se quedaron a si, se lo repetía mil veces, hasta que fuera necesario para creérselo.
Raph: (Mirando los ojos tristes de su hermano) Veo que Yang no te permitió acercarte de nuevo a Ruby.
Leo: (Suspirando, acercándose al material de curación) La verdad... La entiendo un poco.
Raph: (Mirándolo con incredulidad) ¿Así? ¿Por Que lo dices?
Leo: (Girándose a verlas con tristeza) Para ella, nosotros somos los malos que hemos dañado el corazón de sus amigas y también el de sí misma. No confía en nosotros y veo que eso influye en las demás o por lo menos en Ruby.
Raph: (Suspira desanimado) Lo se hermano... La quiere cuidar de ti, pero nosotros no hicimos nada grave o por lo menos nada de verdad malo.
Leo: (Cabizbaja, asistiendo a Donnie, en verificar la cantidad de oxígeno en la mascarilla de Irma) Ocultamos información importante para ellas... Ellas lo ven como una traición o falta de confianza... Creo que eso para ellas es malo.
Raph: (Cruzándose de brazos) Entonces hay que hacerles ver que no es así. Debe explicarles lo que realmente ocurrió, escucharnos de alguna forma y que no entiendan.
Mikey: (Acercándose a sus hermanos) Y ¿Creen que sea fácil?
Leo: (Dejando de hacer la actividad) Eso me temo que será muy complicado de realizar.
Raph: (Mirando a sus hermanos) Pero debemos intentarlo, pero les diré que no estoy dispuesto a perder a esa rubia terca y necia, y más por algo de ese tipo.
El de banana roja, decía las cosas claras y concisas, no estaba dispuesto y no se permitiría perderla de nueva cuenta, trataría de hacer lo necesario para recuperarla, aunque tuviera que ser solo como amiga, no estaba dispuesto a perderla, al igual que los otros dos o mejor dichos tres., aunque en esos momentos el chico de ojos rojizos, estaba más concentrado en Weiss
A la cual recostaron en una camilla, el chico listo, estaba a punto de suministrarle un poco de adrenalina, ya que pensaba que eso le haría mayor efecto para recuperar la conciencia, después de haberse desmayado por el agotamiento que presentaba.
Weiss: (Moviéndose un poco, abriendo los ojos con dificultades) ¿Donnie?
Donnie: (Sosteniendo la aguja cerca de ella y mirándola con atención) ¡¡¡Despertaste!!!
Estando tan cerca de ella, sonriendo, mostrando su dentadura que denotaba un diente faltante, ella comenzó a sentirse nerviosa y sonrojada, pero al no querer sentirse así, la rabia y el enojo comenzó a invadirla y de repente un golpe en seco se escuchó, haciendo que todos los allí presentes, voltearan de inmediato hacia donde procedía.
La joven le dio una cachetada al chico.
Weiss: (Seria, con los ojos demostrando enojo y quitando su mano) Uuy, perdona se me resbalo la mano.
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