Capitulo 82 (No Lo Permitiré)

El chico voltio la cabeza hacia donde estaba la mujer, notándola de inmediato y viendo un cierto parecido con su amiga peli naranja, sorprendido, teniendo varias preguntas y dudas que deseaba respuesta, pero se dio cuenta que por el momento no las tendría.

La joven de cabellos blancos, se quedó inconsciente en le hombro del chico mutante, después de decir esas palabras, sabía que su misión se había completado que todo estaba bien, así que podía descansar por fin.

Yang: (Acercándose a su compañera) Su semblanza agoto demasiado. Pero con descanso se recuperara (Sonriendo aliviada con unas pequeñas lágrimas en sus ojos).

El joven mutante, no dijo nada, solo se limitó a abrazar a su amada. Tenerla entre sus brazos le daba confort en cierta forma, solo quería protegerla y cuidar de que nada malo le llegara a pasar a costa de su vida. Se sentía agradecido con la vida por tenerla con el de nueva cuenta. No se sabía explicar, pero sentí gratitud por lo que hubiera ayudado a que estuviera a salvo.

Raph: (Acercándose a esa dulce escena) Oigan... No quiero ser aguafiestas ni nada, pero les recuerdo que debemos salir de aquí.

Yang: (Saliendo de su alegría inicial) Si es cierto... Debemos irnos de inmediato.

El chico de banana morada, solo se limitó a levantarse y cargar a la joven entre sus brazos. Acercando su rostro al de ella, dándole un suave beso en la frente.

Donnie: (Sonriendo con las lágrimas apenas saliendo) Espero que no me odies... Por cargarte, pero no dejare que nadie más lo haga.

Raph: (Mirando a la mujer rubia, algo sorprendido) ¿Quién es ella?

Donnie: (Reaccionando teniendo cargada a la peliblanca al estilo princesa) Ella es la mamá de Abril... Según lo que me ha dicho Weiss.

Ambos jóvenes rudos de los equipos, se quedaron sorprendidos, por aquella respuesta. La madre de la joven O'Neil, se supone había muerto hace años, o al menos es lo que la chiquilla les había dicho, ¿Cómo era posible que ahora estuviera viva, frente a ellos y en la dimensión Krang?

Provocando esto, de nuevo la cólera de la rubia, pues confirmaba que esa joven tenía algo que ver con el Krang y llegarían al fondo de ellos, sin importar nada, pero entendía que no era el momento, solo dedico una mirada de enfado al chico de bandana roja, que era el que más dolor y enfado le causaba por el momento.

Ruby: (Cerca del portal gritando a todo pulmón) Oigan... Dense prisa, la explosión se acerca de forma extrema.

Leo: (Gritando de igual forma) Corran de inmediato, es tiempo de irnos, si no todos quedaremos hecho polvo.

Yang: (Habiendo escuchado a ambos chicos, comenzó a tomar una postura más autoritaria) Ok, entendido... Donnie, adelántate con Weiss, salgan rápidamente.

El chico listo dele quipo TMNT, solo asintió la orden y comenzó a dirigirse hacia la entrada de portal donde estaba Ruby y Leo, esperándolos.

Yang: (Girándose hacia el de banana roja) Tu encárgate de la madre de O'Neil y yo me llevare el sable de la reina helada.

Raph: (Mirándola de mala gana, cargando a la joven mujer en su espalda) Oye, no me des ordenes ¿Quieres?

Yang: (Cargando el sable en sus manos) O bueno, si quieres yo me llevo a la señora O'Neil (Riéndose entre dientes) Si es que es demasiado peso para ti.

Raph: (Bufando de molestia, mientras corre hacia la entrada) No me estés tratando de cambiar de tema.

Yang: (Gira los ojos de forma desesperada) Y tú no me digas como hacer mi trabajo. ¿Acaso enserio quieres discutir conmigo en este momento? (Frunciendo el ceño, mientras corre a gran velocidad).

Raph: (Se gira molesto con cierto sonrojo en sus mejillas) No... Por ahora no.

Yang: (Sonriendo triunfante) En ese caso, yo gano y tu cállate jajajajaja.

Raph: (Molesto, casi llegando al portal) ¡¡¡OYE!!!

Ruby: (Acercándose a Donnie, corriendo con paso algo torpe) Entonces está bien... (Sonríe con cierto sonrojo y una lagrima de felicidad) Me alegre que volvieras Weiss... (Se gira viendo al joven mutante) Cuida bien de ella por favor.

Donnie: (Mirando el rostro de la joven cazadora) Claro que cuidare de ella... Con mi vida si es necesario. (Gira hacia el frente) Esta vez no permitiré que nada malo le pase. (La sujeta con mayor firmeza contra su pecho).

Leo: (Tomándola de la mano a la cazadora de cabellos rojizos) Cuidado... Aun tu cuerpo esta muy débil, no te sobre esfuerces.

Ruby: (Sonrojada al tacto de la mano del chico) Pero está bien... Mira al frente está el portal.

Los demás jóvenes se giran al ver el portal a corta distancia, sin duda un sentir de alivio los termino inundado, pues sabían que estarían a salvo del abrazador fuego, además que ahora existía un peligro menos en la tierra o por lo menos el origen de esa gran desgracia está sucumbiendo, ante el poder de esas cazadoras atrevidas.

Yang: (Sonríe aliviada) Por fin podre descansar de este caos.

Raph: (Ríe un poco) Valla, eso quiere decir que ya estas vieja, si no aguantas un combate.

Yang: (Con una mirada fulminante lo observa) ¡¡¡CIERRA TU GRAN BOCAZA!!!

Al llegar a dicho portal, se giraron para ver como había quedado aquella dimensión propiedad de los Krang, sin duda el fuego lo consumió a gran velocidad, sin duda las condiciones eran perfectas para una expansión tan grande del siniestro, debían ya salir de allí, si no se volverían parte de los escombros y ceniza que dejaba a su paso.

Leo y Ruby: (Girándose a los demás) Primero pasen ustedes, yo al final (Señalándose cada uno con el pulgar).

Mirándose extrañados, por las mismas instrucciones dictadas a su equipo. Sin dudarlo era un signo de que pensaban de igual forma.

Ambos de sonrojaron un instante, sin duda al estar enamorado no se percataban de que están en peligro, pero siempre haba personas dispuestas a recordárselo de inmediato.

Yang: (Suspira de mala gana) Ay mira que lindos, si ya terminaron del coqueteo, me gustaría irme de una vez.

Ambos jóvenes se dieron cuenta que Donnie ya no se encontraba en esa dimensión y mucho menos su preciosa carga en brazos, habían cruzado el portal de forma inmediata.

Raph, de igual forma se encontraba dando un paso hacia el portal, con la mujer cargada en su espalda, sujetando la mano de la rubia joven que de alguna manera posible, no se encontraba molesta, sino más bien distraída, para no prestar atención a ello. Más bien tratando de llamar a los dos jóvenes que se habían quedado algo distraídos por lo de hace poco.

Yang: (Sujetando a su hermana de la mano) ¿Nos vamos de una vez chicos?

La joven de cabello rojo, solo sonrió y asintió con la cabeza a la pregunta de su hermana mayor, pero de igual forma ella sostuvo la mano del mutante dueño de su corazón, que se encontraba cargando en su espalda a la chica de lentes, para de esta forma algo dulce y ridícula, pasaran de uno a uno por el portal, sellando el destino de este lugar por la eternidad.

Una última vista, fue lo que pudieron ver los jóvenes últimos, al adentrarse solo se vio oscuridad, luego se escuchó un fuerte golpe, que fue sentido por todos y después encontrándose en las calles de Nueva York o mejor dicho en ese callejón, la cuestión seria que todos los que habían vuelto se encontraban en el suelo uno sobre otro de una manera bastante peculiar.

Raph: (Estando debajo de los tres últimos) Donnie... ¿Por qué estoy en el suelo?

Donnie: (Cuidando con su cuerpo a la chica de cabellos blancos) Lo mismo me estoy cuestionando.

El chico de bandana azul, al ser el último en llegar a esa dimensión, cayó sobre la pelirroja, acto seguido después de darse cuenta, se levantó de inmediato, con cuidado para no lastimar a la chica en su espalda, dándole la mano a la joven, para levantarse.

Leo: (Mirándola a los ojos al ayudarla) Disculpa, por caer encima tuyo.

Ruby: (Sonriendo levemente) Descuida, no hay problema.

Leo: (Sorprendido) Tu cabello... Y ojos, vuelven a ser cafés.

Ruby: (Confundida) ¿Qué? (Se agarra un mechón de cabello) Es verdad... ¿Por qué pasa esto?

Leo: (Le acaricia la cabeza) A mí me gusta con cualquier color. (Le sonríe con ternura).

Ruby: (Se sonroja en extremo, quedando su rostro del mismo color que su antiguo cabello) ¿Cómo?

El chico de bandana azul, estaba decidido en esta ocasión de darle un suave beso en los labios rosas que poseía la chica y más por haber sentido esa emoción de casi perderla, no permitiría ni un segundo más que se le fuera sin expresarle sus verdaderos sentimientos.

Estando a escasos centímetros de ella, parecía que esta vez nadie los interrumpiría, pero sucedió algo que desconcertó al joven y fue que.

La pelicastaña ahora, poso sus ojos por encima del hombro del chico y vio una pequeña figura peluda, que reposaba sobre la motocicleta de su hermana mayor, moviendo la cola y sacando la lengua de una manera bastante adorable.

Ruby: (Sonriendo, corriendo hacia su mascota) ¡¡¡ZWEI!!!

La chica corrió hacia su pequeño cachorrito, cargándolo en sus brazos, abrazándolo con suavidad para no lastimarlo, mostrando su alegría inmensa y unas cuantas lagrimas escaparon de sus ojos.

Casey: (Negando con la cabeza, acercándose al chico tortuga y tomando su hombro) Casi amigo, casi Jejeje.

El mutante solo soltó un suspiro, pesado, mirando a la joven cazadora, observando como ella se encontraba radiante al estar junto al pequeño animal, acariciándolo, abrazándolo y soltando unas lágrimas, sin duda para él, era el símbolo de la felicidad, tenerla de nueva cuenta cerca de él, le tranquilizaba su corazón, sonriendo y ruborizándose.

Sin embargo noto las heridas en las piernas de la joven, brazos y rostro que por el calor de la situación en aquella dimensión, no había prestado la atención adecuada, para notarlo, salvo por las heridas más visibles en sus piernas y rostro.

Por otra parte una chica de cabello corto y bicolor, se encontraba observando todo, con furia y enojo, en verdad estaba harta de esta situación, quería en ese mismo momento, ir hacia donde estaba el mutante de las katanas y darle un beso profundo enfrente de la cazadora, así demostrarle que él era suyo y que ni se atreviera a acercársele, dejándoselo bien en claro, según en su mente.

Pero al tratar de hacerlo, se contuvo, cerrando sus ojos con fuerza y suspirando con pesadez, sabía que de esa forma el plan que tenía que llevar a cabo, se vendría abajo, debía esperar solo un poco más, no costaba tanto esperar uno o dos días más. Así que solo se mantuvo a la raya de todo, por el momento.

La pelicastaña, se volvió mirando al mutante unos cuantos segundos, cerro sus ojos y le dio la espalda, tratando de verse lo más disimuladamente posible, y solo alcanzo a decir a sus adentros –Perdóname Leo-.

Abril: (Mirando a la chica de cabellos morados, aun en la espalda de su amigo) Leo... ¿Por qué cargas a Irma?

Leo, se percata que por estar en su ensañamiento con la pelicastaña, no había bajado a la joven, la cual se encontraba en su espalda todavía.

Leo: (La baja con cuidado, apoyando su espalda en la pared) La traían consigo ellas, cuando volvían de la sede Krang.

Abril: (Confundida) ¿Qué? ¿Por qué se habrían llevado a Irma?

Leo: (Suspira con pesadez, mirando a la joven en el suelo) Pregúntales a ellas, de seguro te dirán lo que paso. Aún no hemos hablado bien.

La chica de cabellos naranjas, se giró hacia la chica de la capa roja, la cual se encontraba emocionada con su fiel cachorro, que no deseaba interrumpir esa dulce demostración de afecto, miro hacia donde estaban las personas caídas y se acercó para ayudar a cierta rubia.

Abril: (Tendiéndole la mano a Yang) Yo te ayudo (Le dedico una sonrisa).

Para la chica rubia, esa acción lo sentía como una burla descarada de parte de la joven, a la cual solo le aparto la mano y se levantó por su propia cuenta, ignorándola por completo, dedicándole una mirada fulminante.

La peli naranja, solo se quedó sorprendida por la forma de actuar de la chica, pero pronto recordó el motivo de que hicieron su misión de forma suicida y solo se limitó a mirar hacia abajo algo decaída.

Abril: (Algo culpable) Lo siento... Escucha lo que...

Yang: (Cruzada de brazos, con el ceño fruncido) No me interesan las explicación para nada. No valen la pena ahora.

Abril: (Insistiendo en aclarar las cosas) Pero si lo valen, fue mi responsabilidad, yo... Yo...

Yang: (Girándose, para darle la espalda a la joven chica) Mejor ayuda a Raph, que él tiene algo importante para ti.

Abril: (Mirando la espalda del mutante amigo confundida) ¿Qué dices?

La chica de inmediato diviso que en donde debía ver capazón como tal del mutante, se encontraba una mujer de cabellos rubio cenizo y una ropas de una tonalidad lila, que le parecía extrañamente familiar esa silueta, pero no la distingue del todo bien. Tal vez por que dicha figura la había visto hasta los siete años y ya había pasado tempo de eso.

El chico de cabellos azabache, se acercó a Raph, que se encontraba aun sobre Donnie, después de sentir el peso de la rubia alejarse.

Casey: (Ayudándole a levantar a la mujer que tenía en la espalda) ¿Quién es ella Raph?

Raph: (Levantándose con pesadez) Gracias Casey... Ella es... (Gira a ver a la chica peli naranja, que se encontraba con los ojos abiertos y la boca igual al ver el rostro de la mujer) Es la madre de Abril.

La joven antes mencionada, palideció, al escuchar la verdad, al darse cuenta de quién era esa mujer, recordó su rostro, la imagen de aquella foto que siempre veía en su hogar, de su familia cuando aún estaban unidos los tres, sintió como sus piernas le comenzaron a flaquear y sus mejillas se empapaban por la impresión, parecía que fuera solo un sueño que tanto había tenido antes de niña y que en ocasiones los recordaba, volver a verla. Darse cuenta que aún se encontraba a su lado y ahora lo estaba.

Se acercó lentamente a la mujer que se encontraba apoyada en el chico de bandana negra en su cabeza, tocando su rostro con delicadeza, mirándola con atención, observando el parecido que encontraba en ella, cerciorándose que no era un cruel sueño del cual despertaría en cualquier momento.

Abrazándola con fuerza al sentir que era verdad, que era seguro que todo esto era realidad y no una fantasía dorada.

Abril: (Se gira al chico amigo suyo) ¿Cómo fue que...?

Raph: (Niega con la cabeza de forma seria) Yo no fui... La salvo Weiss.

La chica peli naranja, movió su cabeza en busca de la joven antes mencionada, pero no la logro divisar rápidamente.

El mutante de banana morada, se comenzó a levantar con cuidado, decidió que la mejor forma de hacerlo, era primero sentándose, para cerciorarse de que la chica que llevaba no se lastimará de alguna forma.

Karai: (Mirando a ese joven levantándose) Valla, han aplastado a Mikey.

Este se giró a ver al suelo, observando como su hermano menor estaba contra el pavimentó aplastado por el peso que tuvo que soportar de todos ellos sobre él.

Donnie: (Preocupado por su hermano) Pero ¿Qué hace allí?

Karai: (Cruzada de brazos) Después de traer a Blake, él se devolvió al portal para ayudarlos, pero veo que lo encontraron en el camino. (Riendo, ayudándolo a levantarse) Jajajaja, vamos ya a levantarse.

Mikey: (Escupiendo un poco de tierra y piedritas que se habían incrustado en su boca) Me alegra que todos se encuentren bien (Sonríe levemente con su rostro manchado de suciedad).

Abril: (Con los ojos llorosos y una sonrisa) Donnie... Mi madre... Fue salvada por Weiss ¿Verdad?

Donnie: (Estando de cuclillas, sosteniéndose en puntas con su peso y el de Weiss en brazo) Si, así es (Sonriendo débilmente) Ella fue quien la rescato del Krang.

Abril: (Sonriendo, con una mueca de agradecimiento) ¿Se encuentra bien?

Donnie: (Observa a la joven peliblanca en sus brazos) Solo está agotada, según Yang, agoto su semblanza y energía vital. Debe descansar.

Abril: (Cerrando los ojos, con dulzura y sonriendo) Entonces... Cuidare de ella, para darle las gracias en cuanto despierte por haberme traído a mi madre.

Yang: (Caminando con paso firme y una voz autoritaria) Creo que eso no se podrá.

Donnie: (Asustado por aquellas palabras) ¿Por qué no se podrá?

Ruby: (Estando en la moto de la mayor, junto a la pelinegra, Zwei y una mirada triste, pero tratando de ser firme) Por que nos tenemos que ir.

Los chicos mutantes al escuchar eso, se quedaron sorprendidos, cada uno diciendo un poderoso -¡¡¡¿QUÉ?!!!- Sin entender ahora que pasaba.

Los otros humanos allí presentes se quedan sorprendidos, expectantes de lo que estaba ocurriendo, bueno más bien solo dos estaban ene se estado, una de ellos se encontraba con cierto regocijo en su interior, por lo que eso significaba.

La rubia, no se inmuto por la cuestión de los mutantes y simplemente se limitó a pasar de largo a todos, hasta llegar hacia su objetivo que era Weiss.

Yang: (Mirando de forma desafiante a Donnie) Yo me ocupare de ella ahora.

Donnie: (Observándola de forma sorprendió) ¿Qué? No, espera... Ella debe descansar y...

Yang: (Sin quitarle la mirada y con los brazos extendidos) Weiss descansará, lo hará con nosotras en nuestra dimensión, nos volvemos a Remnant.

Raph: (Se acerca rápidamente a la joven y la sujeta de la mano haciendo que se vieron a la cara) ¡¡¡ESPERA!!! ¡¡¡¿QUÉ TONTERÍAS ESTAS DICIENDO?!!! No pueden irse.

Yang: (Molesta, encarándolo y zafándose de su agarre) ¡¡¡¿QUÉ NO PODEMOS?!!! Tan solo observa.

La chica de cabellos rubio, activa su guantelete, y lo coloca enfrente del mutante que cargaba a su compañera y amiga.

Yang: (Seria, observando al chico con sus ojos rojos) Ahora, devuélveme a Weiss o te juro que te disparo en este instante.

Ahora con mayor razón, se encontraban todos los allí presente consternados, por la acción de la joven, sin duda estaba hablando enserio, al amenazar a alguien con dispararle si no hacia lo que le decía.

Ruby: (Seria desde la moto) Yang, no hay necesidad de tanta violencia, solo llévate a Weiss... Y vámonos.

Leo: (Se gira hacia ella) Ruby, ¿Tú también quieres irte?

La chica no dijo nada, incluso trato de ignorar al chico, sin siquiera voltearlo a ver en lo más mínimo.

Yang: (Mirándolo esperando la respuesta del chico) Y ¿Qué dices lo hacemos de la manera sencilla o de la difícil? Tú escoges.

Donnie: (Niega con la cabeza, tomando toda la valentía que tenía) No dejare que te la lleves así, no puedo, debo hablar con ella y debe descansar un viaje interdimensional podría lastimarla o...

Yang: (Suspira con los ojos cerrados) Muy bien tú lo pediste.

La chica toma fuerza, lanzando su codo derecho hacia atrás, preparándose para darle el golpe más fuerte que pueda al chico enfrente de ella.

Al momento de soltar el golpe, tanto una voz como una mano la detuvo de forma inmediata, ante el rostro resignado del chico, que no importaba nada, aceptaría el golpe sin moverse, con tal de proteger a la chica que amaba.

Weiss: (Aun en su inconciencia, con una voz débil) Donnie... No es verdad... Lo que... Por favor... Explícamelo

Esto sorprendió a ambos que se encontraban atentos a lo que el acababa de decir, para de nueva cuenta se devolviera a sumergir en los brazos de Morfeo.

Raph: (Sosteniendo la muñeca de la joven) Por favor Yang, cálmate las cosas no pueden terminar así.

La chica rubia, completamente consternada, miro a su compañera que mostraba un rostro de preocupación y vio como una lagrima traicionera cayera de sus ojos cerrados, notando que si actuaba de forma impulsiva, podría traer dolor de nueva cuenta a no solo a ella, si no a sus camperas.

No se había dado cuenta del todo hasta ahora que se encontraba fuera de peligro, su enojo y deseo de venganza, la había cegado. Pues entendía que una explicación podría ayudar a restablecer o romper lo que sea que fueran esos sentimientos que todas ellas tenían.

Raph: (La miro con extrañes) ¿Yang?

El chico logro sacarla de sus pensamientos, haciendo que lo observara y luego se girara a los demás, dejando escapar un fuerte suspiro, cerrando los ojos, volviéndose hacia donde está su hermana menor.

Ruby: (Cruzada de brazos, extrañada del comportamiento de esta) Yang ¿Qué piensas?

Yang: (Cruzando sus brazos) Pensé mejor las cosas y tiene razón en cierta forma... Sera mejor que por el momento dejemos que ellas despierten y se recuperen un poco.

Mikey: (Sonriendo) ¿Enserio? Gracias por cambiar de opinión... Yo quisiera que nos escucharan de...

Yang: (Mirándolos de forma fría) Y después nos regresaremos a Remnant, al fin de cuentas ese es y siempre ha sido el plan inicial.

La pelicastaña, observo a su compañera como desvió la mirada, para no encararlos. Entendiendo que ella debía terminar ese discurso improvisado.

Ruby: (Suspira, dirigiéndose a ellos) Así es, de hecho es verdad... Nuestra misión ha acabado, así que pronto nos marcharemos, no queremos causar más molestias, solo que ellas se recuperen, y emprenderemos la marcha hacia nuestra dimensión.

Leo: (Se intentó acercar a la joven pelicastaña) No es ninguna molestia, pero... Antes de que se valla solo queremos que...

Ruby: (Desvió la mirada de este, observando al de bandana naranja) Mikey... ¿Podrías llevarte a Blake contigo...?

El chico de pecas, solo asintió de manera tímida, acercándose hacia donde estaba la chica de cabellos azabaches, sosteniéndola entre sus brazos, mirando como ambas chicas que aun lastimadas y cansadas, parecían unos firmes pilares, tratando de cuidar de sus compañeras de alguna forma.

Ruby: (Seria, con una voz algo forzada) Ustedes llévenlas en su tortumovil, hacia las alcantarillas, para tratar sus heridas, nosotras los seguiremos en la moto de Yang ¿Ok?

Leo: (Estando enfrente de la pelicastaña) Pueden ir con nosotros por favor...

Abril: (Tomando el hombro del chico) Leo... No... No es el momento.

Y de esa forma, muy agridulce triunfo y rescate, se terminó este capítulo de la misión de las cuatro cazadoras, que ahora se enfrentarían a una situación que dolería para todos, no solo ellas, mas sin embargo se debía una buena explicación de parte de todos esos jóvenes allí presentes.

Cada uno de ellos, con excepción de ellas dos, subieron al tortumovil, encendiéndolo, parecía todo ir en un silencio sepulcral, pues lo ocurrido hace poco era tan solo la verdad y una muestra muy horrible de lo que pasaría dentro de poco, la despedida debía estar cerca no, de hecho ya estaba allí, en cualquier momento culminaría y no se haría nada al respecto, pues no se podría.

Las dos jóvenes, se subieron a la moto de la mayor, poniéndose cada una un casco, por seguridad vial, el cachorro iba firmemente sujeto dentro de la mochila de la pelicastaña, comenzando a arrancar en cuanto el transporte de los oriundos de la dimensión se movió.

Yendo a una velocidad algo acelerada, pues se debía tratar a las cuatro allí inconscientes, no se podía evitar las lágrimas traicioneras de los jóvenes allí presentes y sin contar que en su propio trasporte, las dos cazadoras dejaron escapar lágrimas, que gracias al casco que las cubría el rostro no se percatarían una de la otra.

Pero su fiel canino, si se daba cuenta del dolor que se percibía en el lugar, sin duda era el olor a tristeza y desesperación que se demostraba en forma de gotas salinas. 

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