Capitulo 81 (Te Esperare)

El chico de banana naranja sale de todo esas preocupaciones y se incorpora cuidadosamente, para no lastimar a la chica pelinegra de su espalda.

Se sienta con las piernas cruzadas enfrente de él, haciendo como un hueco en medio donde se cruzan estas y ahí es donde deposita a la joven, apoyando su cabeza en su pierna derecha con cuidado, despejo las vías respiratorias, del pedazo de tela, tratando de que ella pudiera respirar el mayor aire puro y fresco que podría ofrecer la gran urbe.

Mikey: (Comenzando de nueva cuenta a llorar) Por favor... Por favor... Blake... No me dejes.

Su semblante que había sido serio y algo frio, se desvaneció cuando su amada, se encontraba en un lugar a salvo, pero su preocupación y tristeza se comenzó a intensificar, al darse cuenta de que ella no estaba reaccionando rápidamente como él deseaba.

Su llanto se hizo más enfático y su rostro de preocupación genuina.

Abril: (Apoyando su mano en el hombro del chico) Mikey... ¿Qué paso?

Casey: (Acerándose del lado contrario de la chica peli naranja) Tranquilo Mikey... Dinos que pasa y te podremos ayudar.

El joven de pecas, los miro con atención, haciendo su rostro de puchero y desesperación se fuera relajando solo un poco, dejando que su voz pudiera pronunciar alguna palabra, ya que la situación le estaba formando un nudo en la garganta.

Mikey: (Observando a su pelinegra amada) Ella... Respiro el aire de los Krang y... Le ha hecho mucho mal... No reacciona y no sé qué más deba hacer y...

Karai: (Asombrada y señalando con su dedo anular) Por todos los cielos... Tiene orejas de gato.

Los otros dos chicos, no se habían dado cuenta de ese pequeño detalle que coronaba la cabeza de la joven.

Casey: (Sorprendido con los ojos abiertos y la boca igual) ¡¡¡¿QUÉ?!!!

Abril: (Mirando con cuidado las orejas de la chica) Esto... ¿Debe ser algún efecto de respirar el aire Krang? O es que... Blake... ¿Entro en contacto con el mutageno?

Karai: (Cruzando de brazos) No creo que fuera eso O'Neil... Eso explicaría su moño que nunca se lo quitaba. (Mirando a la chica con algo de molestia).

El mutante se dio cuenta de ese comentario con que índole iba dirigido, la sangre le comenzó a hervir, estando a punto de contestar algo poco típico de él, cuando sintió como la chica comenzó a respirar profundamente, poco a poco normalizando su ritmo cardiaco, sintiendo como se movía un poco.

Sumergiendo al chico en unas sensaciones de bienestar y alivio en su corazón, parecía que el alma le volvía al cuerpo.

Aunque aún no pudiera recobrar la conciencia, sabía que ahora que estaba en esa dimensión y respirando de forma constante, estaba a salvo, algo dentro de él se lo decía y le volvía la calma. Más eso solo fue por poco tiempo, pues recordó que dentro de la dimensión Krang, aun había algo que se perdió.

Mirando con suma atención el portal, sabía que debía volver a apoyar a sus hermanos y amigas, se lo había prometido a Blake, antes del desmayo así que debía hacerlo.

---Dimensión Krang---

Ruby: (Llorando desconsolada abrazada de su hermana, ambas tumbadas de rodillas en el suelo) No... Weiss... No... No...

Yang: (Abrazando a la menor de ambas) Lo siento mucho... (Llorando de forma tenue) Ruby... Debes ser fuerte... Y...

El chico tortuga de bandana roja, se acercó a las dos jóvenes y sin previo aviso, toco el hombro de la chica rubia, apretándolo un poco, haciendo que esta volteara por inercia al sentir el contacto, fijando las hermosas amatistas que poseía, en las esmeraldas del mutante que la observaba con sumo cariño y comprensión.

Lo cual provoco un sentimiento en la chica de verdadera paz o confort, que la comenzaba a desarmar, en vez de demostrar su semblante serio, que le trataba de trasmitir a su hermana que ella sería su pilar, por la muerte de una de sus compañeras y amiga.

Se comenzaba a sentir con la necesidad de desahogarse, sabía que debía hacerlo, entendía que lo necesitaba, pero siendo tan cabeza dura, como lo hacía siempre, se lo negaba para que otros lo pudieran experimentar antes que ella. Poniéndose siempre en último lugar después de su hermana Ruby, sin embargo esta vez, Raph estaba logrando que ella fuera capaz de sentirse protegida para hacerlo, para poder derramar esas lágrimas.

Las lágrimas comenzaron a salir de forma desbordante de sus cuencas, apretando la mandíbula y cayendo las gotas saladas sobre la cabeza de su hermanita. Abrazándola con mayor fuerza, consolándola y sintiendo como esa mano lo hacía a ella.

Por otra parte Donnie, se encontraba de rodillas, con las pupilas sumamente dilatadas, mirando hacia el fuego, como se expandía poco a poco y consumía todo a su paso sin importarle nada, sus ojos derramaban lagrimas que tenían una hilera siguiendo el mismo trayecto una y otra vez, los brazos de forma laterales, la boca semi abierta, su expresión se encontraba completamente congelada.

Sin duda él se encontraba en una estado catatónico, congelado en el tiempo y espacio, con su mente completamente en shock, nada importaba ya en ese momento, solo quería mirar el lugar que le había quitado a la chica que amaba, de la cual se había enamorado, aunque no fuera la primera vez de esos tiernos sentimientos, le era importante.

Leo: (Con algunas lágrimas en los ojos, mirando a su hermano) Donnie... Lo lamento mucho... (Le dio un fuerte abrazo de frente).

Ese contacto, el otro chico parecía que no le sintiera en lo absoluto.

Las llamas se parecían acerca cada vez más y más. Era un peligro inminente pues se suponía que esa era su función.

Yang: (Divisando el panorama) Debemos salir de este lugar. La explosión se está expandiendo, pronto nos alcanzara.

Raph: (Observando de igual forma el horizonte) Tienes razón... tenemos que irnos de aquí.

Yang: (Mirando a su hermanita en sus brazos) Ruby... Vamos anda... Tenemos que salir de aquí.

La chica pelirroja, se quedó callada, tratando de controlar sus sollozos, sabía que Yang tenía toda la razón del mundo, pero no quería irse de ese lugar, no quería dejar a su mejor amiga sola, encerrada en un lugar en una dimensión como esa, quería tan solo llevársela consigo misma, pero... Sería inútil y lo sabía.

Ruby: (Llorando amargamente) Ok...

Ambas hermanas se levantaban con cuidado de donde estaban, mas sin embargo la pelirroja, se encontraba un poco agotada, su caminar se notaba torpe, no se encontraba bien emocional ni físicamente hablando.

Raph: (Acercándose a la rubia) Deja te ayudo... Puedo...

Yang: (Mostrando su frialdad de nueva cuenta) Raphael... Sera mejor que cuides de tu hermano Donnie, en este momento él te necesita más de lo que crees. ¿Si?

Por un momento, por solo un microsegundo, Raph se dio cuenta de que ella le dedico una leve sonrisa, siendo la más sincera y triste de todas. Se veía cargada de amargura y depresión una combinación realmente cruel para todos.

La pelirroja se apoyó del hombro de su hermana mayor, siendo está rodeada por la cintura de la más alta, cuidando de ella. Mas sin embargo, esta no se encontraba tampoco bien físicamente, su caída de hace unos momentos le había ocasionado que algunas heridas del tobillo se volvieran a presentar y caminara de forma errante. Provocando que de ella salieran algunos quejidos, apenas perceptibles para su hermana.

Ruby: (Volteándola a ver con preocupación) Yang... ¿Estas bien?

Yang: (Sin verla) Estoy bien, solo es un leve dolor, no es nada.

Ruby: (Bajando la mirada) Es tu tobillo de nuevo ¿No es cierto?

Yang: (Empezando a caminar con firmeza) No pasa nada, podremos Salí adelante. Ya lo veras.

Ruby: (Se detiene junto a su hermana) En este momento, perdimos a alguien muy importante y lo se... Perdimos a una gran amiga y compañera, una fabulosa cazadora... Sé que debo ser fuerte como líder, pero... Ella fue mi primera mejor amiga que alguna vez tuve... Me siento muy mal... Pero (Gira su cabeza hacia donde estaban las tortugas, tratando de levantar al de banana morada) Sé que no soy la única en sufrir este dolor... Incluso el sentimiento que el tiene es muy fuerte más que el mío...

Yang: (Suspira, dejando escapar algunas lágrimas) Ruby... No creo que sea...

La pelirroja no dejo terminar a su hermana sus palabras, cuando ella misma se apartó de esta y se acercó al chico que no podía pronunciar palabra alguna, que parecía perdido en su totalidad, solo las lágrimas eran su marca evidente de dolor profundo.

Ruby: (Mirando al chico con lágrimas en sus ojos aun saliendo) Lo siento tanto Donnie... Sé que tú la amabas mucho... (Dándole un abrazo, apoyando su mentor en el hombro de este).

Ambos chicos tortugas, se quedaron algo sorprendidos, al ver ese contactó con cazadora y mutante en ese momento. De igual forma Yang se quedó perpleja al ver todo lo que ocurría.

Podrá ser la más joven de todos los allí presentes, pero entendía mejor que nadie, que en ese preciso momento no debían estar las rencillas más presentes, no debía existir odio, rencor o dolor, solo debía existir una gran comprensión, el dolor mutuo los estaba juntando de nueva cuenta, así tenía que ser, un apoyo entre todos, en donde algo que los estaba matando a todos, los unía otra vez.

Pero aun después de esto, el joven listo del grupo, no salía de su perplejidad, solo se mantenía quieto llorando, era un espectáculo muy doloroso, para todos los que lo apreciaban.

La chica se apartó del chico, después de demostrarle una muestra de comprensión y afecto, para el otro, dejando escapar mucho su llanto.

El chico de banana azul, se acercó a la joven pelirroja, observándola con sumo detalle, y con su mano derecha, toco la mejilla de esta, limpiando el agua amarga que la había marcado.

Ella, al sentir el tacto del chico en ella, no pudo contenerse más y se abrazó de él. Quería sentir como el la confortaba, solo quería sentirlo a él, por este momento. No quería llorar más, pero sus ojos la traicionaban. Él le devolvió el abrazo con firmeza protegiéndola de todo lo que le rodeaba, pero se odiaba a sí mismo, de no poder cuidarla de sus sentimientos que la lastimaban.

Raph y Yang, miraban la tierna escena de sus dos hermanos, era como si la situación anterior, que había provocado la separación de ambos bandos, no hubiera existido nunca. Para ambos se sentían algo aliviados de que ellos estuvieran juntos, sabían del amor de ambos y quería que fueran felices, pero la chica aun sentía el resentimiento de todo lo pasado y no sedería tan fácilmente, pero esta vez...

Raph: (Serio) Debemos movernos de inmediato... El fuego se está acercando.

Yang: (Mirando su pergamino, algo dañando por el impacto) La dimensión X, pronto desaparecerá, no nos queda mucho tiempo.

Leo: (Mirando a ambos jóvenes) Tiene razón... (Mirando a la chica en sus brazos, dudando lo que debía hacer).

Yang: (La rubia, dio la espalda a el rojo y azul) Solo por este instante, debes cuidar de mi hermana Leonardo. ¿Ok?

Leo: (Sorprendido de la actitud de la mayor) Ruby... Vámonos de aquí.

Ruby: (Abrazando, limpiándose sus lágrimas en el pecho del chico) Si...

Ambos empezaron a caminar adelantándose hacia el portal.

El chico de banana roja, se acercó a su hermano menor y, pasando el brazo de este por sombre su hombro, para hacerlo caminar poco a poco.

Sin embargó una mano amiga, lo comenzó a ayudar.

La rubia colocándose de lado derecho de Donnie, apoyándolo en su hombro, rodeando la cintura del otro lado del joven tortuga. Sin mirar al chico de banana roja, que se quedó sorprendido al verla ayudándolo, conmovido por lo que estaba haciendo, sus ojos abiertos de par en par, observando cada detalle del rostro de la joven, tratando de ser inexpresivo.

Raph: (Sonriendo levemente) Yang... Gra...

Yang: (Seria, suspirando y mirad hacia adelante) Solo lo hago, porque tu hermano, ya ayuda a la mía y el... No se mueve ni un solo centímetro.

Raph: (Sonriendo con más convicción) Aun así... Me estas ayudando, así que gracias Yang.

Yang: (Sin mirarlo, su ceño fruncido y sus mejillas algo colorada) Mira... Mejor cállate.

Y así comenzaron su partida de regreso al su dimensión, ayudándose mutuamente uno a los otros, tratando de unirse, trabajando juntos por honor a una de ellas.

Algunos con lágrimas en sus ojos, que no acabarían tan rápidamente, otros tan solo pensando en seguir adelante y demás sin poder procesar el dolor recibido.

Donnie: (Con la voz temblorosa y suavemente) Weiss...

Los dos chicos que lo ayudaban a caminar, se percataron del sonido que provino de los labios del mutante, mirando hacia él, sumamente atentos, sin dejar de caminar.

El llanto fue lo que comenzó primero, ahora se estaba dando el permiso de llorar amargamente esa pérdida de su ser amado, de la chica que aún estaba amando, que le había dolido tanto su desprecio, después de su estupidez. Su peor temor se hizo cruelmente realidad.

Solo quería que estuviera bien que nada malo le pasara, pero su peor temor se hizo realidad, ella ya no estaba en este mundo con ellos, en su pensar es lo que estaba pesando. El dolor se comenzaba a intensificar, imaginando como debió haber sufrido ella entre las llamas tragándose su cuerpo.

Como sentir la impotencia de no haber podido salvarla, de estar tan cerca de ella, de tan solo si no hubiera ocultado el secreto de Abril, si no hubiera actuado de esa forma tan estúpida, unas semanas atrás, tan solo hubiera sido valiente, para decirle de forma correcta sus sentimientos, de haberle confesado lo que sentía, tal vez nada de esto tendría cabida en la realidad.

Pero sabía que todo eso que l estaba atormentando de golpe, que no estaba haciendo llorar a torrenciales, que no lo dejaba estar en paz con su mente, no servía de nada, no va a cambiar en lo más mínimo lo que realmente pasaba.

Al ser un chico de ciencia, obviamente tenía el sumo conocimiento de que el pasado no se puede cambiar en ello mas mínimo, las cosas como tal suceden y deben aceptarse, pero ¿Cómo aceptar algo que te acaba de destruir por completo el alma? ¿Algo que te hace flaquear?

Se hacía más fuerte el llanto y el lamento que el chico hacia a la joven peliblanca, de las cuales su figura era lo único que podía ver en su mente, su sonrisa tan angelical, sus palabras, sus hábitos que había observado.

Donnie: (Llorando fuertemente, sin dejar de caminar obligado por los otros dos) Esto no puede ser verdad... Ella no puede estar muerta... Weiss (Girándose hacia atrás) Tengo que ir con ella... Por favor suéltenme...

Raph: (Sujetándolo con fuerza, levantándole la voz) ¡¡¡¿QUÉ ESTÁS LOCO?!!! No puedes ir allí.

Donnie: (Enojado con lágrimas en los ojos) Y ¿Tú serás el que me detenga? (Girándose a verlo).

Yang: (Tomando el brazo derecho con la fuerza que le quedaba) ¡¡¡BASTA!!! Donatello... Tenemos que salir, si no todos moriremos.

Donnie: (Mirándola ferozmente, con esos ojos rojizos sin brillo que portaba) ¡¡¡NO ME IRÉ SIN ELLA!!!

Raph: (Gritando de igual forma que él, ya molesto) ¡¡¡¿ACASO TE QUIERES MORIR?!!! ¡¡¡HALLA SOLO HAY FUEGO!!! ¡¡¡USA TU CEREBRO Y VÁMONOS!!!

Donnie: (Encarándolo, con sus ojos enojas, las mejillas empapadas) ¡¡¡NO ME IMPORTA MORIR!!! ¡¡¡SI CON ELLO... PUEDO ESTAR CON ELLA AUNQUE FUERA EN OTRO MUNDO!!!

Raph: (Molesto, dándole un puñetazo en la mejilla) ¡¡¡ERES UN IDIOTA POR DECIR ESO!!! ¡¡¡¿CÓMO PIENSAS QUE TE DEJAREMOS AQUÍ, SOLO PARA TU MUERTE!!!

Yang: (Interponiéndose en ambos, sujetando la mano del mutante más bajo) Tranquilízate por un segundo Raph.

Donnie: (Mirando a ambos chicos que trataban de detenerlo) Raph... Si Yang, fuera la que estuviera en esas llamas... ¿No tratarías de hacer lo mismo? De aunque fuera... (Baja la cabeza con las lágrimas resalando a torrenciales) Tratar de protegerla más allá de la muerte... Aunque en vida... No lo pudiste hacer.

Raph: (Quedándose mudo antes las palabras del menor) Donnie... Aun así...

Donnie: (Sonriendo de forma forzada y con lágrimas corriendo por las mejillas) Por favor... Déjenme estar con ella... Quiero quedarme a su lado en esta dimensión... Prefiero no salir, para acompañarla.

Yang: (Seria, con lágrimas escapando de sus ojos) Weiss... No querría que murieras por ella.

Donnie: (Confundido, mirándola con atención) ¿He?

Yang: (Seria observando al mutante de banana morada) Sé que ella, preferiría mil veces, que salvaras tu vida, que siguieras adelante en vez de condenarte a la muerte, solo para estar con ella.

Donnie: (Mirándola con molestia) ¿Cómo puedes estar tan segura?

Yang: (Mirando hacia otra dirección, sin soltarlo del brazo para detenerlo) Porque... Sé que es lo que pensaría, al igual que tú sabes lo que Raph haría si estuviera en tu lugar...

Raph: (Observando a la joven rubia con atención, sintiendo como su corazón vuelve a palpitar) Yang...

Donnie: (Cerrando los ojos, dejando escapar más lagrimas) Aun así... No puedo dejarla sola... Yo debo...

Unos fuertes sonidos de pasos muy pesados, que parecían acercarse a gran velocidad, hacia donde se encontraban, parecían pequeños temblores, aunque no hubiera un territorio conectado, para sentirlo de esa forma, pero si se denotaban como las pequeñas lunas o territorios flotantes, de movían, como vibrando.

Leo: (Sonriendo, girándose hacia atrás) ¿Qué es eso?

Ruby: (Girando su cabeza hacia la dirección del mutante junto a ella) Es muy grande y blanco... ¿Podría ser? (Mirando al chico de bandana azul.

Yang: (Tratando de guardar el equilibrio) ¿Qué está pasando?

Raph: (Mirando por todos lados, molesto, tomando con fuerza las muñecas de ambos junto a él) No es hora de estar parados como idiotas y esperar a que venga lo que sea que viniera. ¡¡¡VÁMONOS!!!

Comenzó a correr con la mayor rapidez que le pudiera dar sus piernas algo cansadas.

La rubia, entendió que debía irse y tomo su propio ritmo, sin dejar de sujetar el brazo del otro mutante que se resistía a irse.

Tratando de alejarse lo más que pudieran de esos fuertes golpes que se escuchaban detrás de ellos. Poco a poco, se iban encontrando a los dos líderes que se encontraba ya cerca del portal, mirando con atención hacia sus espaldas, con algo de asombro y ánimo.

A lo cual... Ellos, se detuvieron y giraron su vista, lo que divisaron a lo lejos, fue la imagen de un caballero gigante, con una armadura blanca tan pura como la nieva y que aprecia venir envuelto con una neblina, que les dificultarla verlo con nitidez.

Yang: (Sorprendida) Eso es...

Donnie: (Abriendo los ojos de par en par) ¿Weiss...?

Aquel espectro de brillante armadura, dando fuertes pasos hacia ellos, poco a poco comenzó a ralentizar su caminar, hasta estar a unos metros de ese pequeño grupo de tres, quedando estático.

Los jóvenes retrocedieron unos pasos, era algo surreal ver un ser de esta forma, de armadura blanca, una neblina cubriéndolo, como si de un fantasma se tratase el que estuviera debajo de toda esa protección.

Comenzó a inclinarse, pisando una de sus rodillas en ese suelo rocoso y la otra solo doblada al frente, llevaba una mano en puño, todo este momento, posicionando dicha extremidad enfrente de estos.

Pronto se pudo divisar en esta mano al posarla en el suelo, como el sello de la familia Schnee, se deslumbraba debajo de este, confirmando lo que se ilusionaban.

Donnie: (Caminando hacia ese gigante) Weiss... Consiguió hacer su invocación.

Poco a poco, aquella silueta, se comenzó a desvanecer, como si de polvo de nieve se tratase que es llevada por el viento, dejando que el caballero se escapara de la realidad, dejando solo su extremidad superior derecha, sobre el suelo, que de igual forma se despidió de este mundo.

Mostrando a una joven de cabellos blancos, desarreglados y ropa de igual forma desgastada, de rodillas apoyada en su sable con todas las fuerzas que le quedaban, respiración agitada y varias partes de ella sangrantes, con uno de sus brazos, sosteniendo a la joven mujer rubia que llevaba consigo. Su cabeza inclinada hacia abajo, denotaba el cansancio que presentaba.

El mutante de banana morada, no salía de su felicidad y asombro, al ver a la chica que amaba, enfrente de él, de nueva cuenta, de haber pensado que la había perdido para siempre. Nunca antes se sintió tan afortunado de estar equivocado en su vida.

Ella estaba viva, esta enfrenté de él, estaba bien en lo que cabía, su corazón estaba latiendo con fuerza, parecía que estaba a punto de sufrir una taquicardia arrítmica, por la impresión que le devolvió el alma al cuerpo.

Mirándola con atención, viendo cada parte de ella, como se encontraba, su nombre, era lo único que se le ocurría decir, quería que fuera verdad, si ella respondía a su llamado, seria verdad no una ilusión mala pasada de su propio cerebro.

Donnie: (Con lágrimas en los ojos y una sonrisa en sus labios) ¿Weiss?

La chica que se encontraba agitada y temblando un poco, se detuvo en seco, reconociendo de a poco ese tono de voz que muchas veces le había encantado y que últimamente le molestaba tanto y dolía.

No entendía por qué lo estaba escuchando ahora, no había podido ver nada al estar en el puño de su invocación y contando que sus ojos cerrados para concentrarse no le habían ayudado mucho ver a su alrededor, tratando de levantar su cabeza lentamente, pues ya solo se movía en automático, las fuerzas ya le habían abandonado hace rato.

Weiss: (Observando con unos ojos agotados y su rostro con raspones, moretones, manchas de fuego en el) ¿Donnie?

Al confirmar lo que tanto esperaba, ver su rostro suave ante él, saber que era, ella su apariencia, su voz y que su corazón seguía latiendo.

No se detuvo a pensar o a cuestionarse si lo que hacía estaba bien o mal, solo se dejó llevar por sus impulsos.

Se arrodilló ante ella y le dio un abrazo con fuerza, atrayéndola hacia él, rodeándola con sus brazos todo su ser, acariciando su cabeza con suavidad, posándola en su hombro, proporcionándole descanso por fin, su cabeza sobre la de ella, y dejando escapar lagrimas torrenciales por la alegría de tenerla de nuevo con él.

Donnie: (Sonriendo y llorando) No sabes cuánto le agradezco a cualquier ser que te devolviera de vuelta, no sé si fue un milagro o no... No sé lo que digo... pero enserio soy tan feliz de que estés aquí, de nuevo con vida, Weiss... Por favor... No te vuelvas a aparta de mí o te arriesgues de esta forma.

Weiss: (Con sus ojos cansados, apoyándose donde el hombro del mutante) Donnie...

La chica, se encontraba en el borde de su límite, ya no tenía fuerzas para articular palabra alguna, se sentía con mucho dolor en su cuerpo, se sentía más fría de lo normal y su cabeza le estaba dando tantas vueltas, pero aun así fuera de todo esto, podía dedicar solo una palabra de sus labios y era el nombre de este mutante, que de alguna forma le había dado fuerzas para continuar aparte del recuerdo de su hermana mayor.

Se sentía por fin a salvo, se encontraba entre los brazos de ese joven, que la hacían sentir bien, que ya no tenía que sobre esforzarse por ese momento, ya que de aluna forma su corazón le hacía entender que el la cuidaría, sin duda su cerebro ya estaba agotado de pensar y sus sentimientos estaban dejando rienda suelta a todo.

Estaba cerrando los ojos de a poco, después de escuchar las palabras del chico que la abrazaba. Sentía que podía dormir por un largo tiempo, descansar y dejar su cuerpo en sus brazos.

Weiss: (Cerrando sus ojos) Donnie... Ella... Es la mamá de Abril... Sal...va...la...

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top