Capitulo 7 (Los Dos Lados De La Moneda)
El escenario cambia por completo, el de una lluvia muy fuerte y las cuatro chicas sentadas en el piso a la orilla de un pequeño refugio, y donde el agua no les llegara tanto.
Blake, seguía leyendo el libro que había llevado a la misión, lo estaba empezando era nuevo y quería leerlo, llamado "La princesa que creía en cuentos de hadas". La lluvia le gustaba para relajarse y leer y estar al lado de sus amigas le reconfortaba. Yang, estaba recargada en la pared en la cual usaban de refugio, trataba de relajarse más y pensaba en cómo serían los Krang en persona y si serían tan fuertes como dicen, eso le ponía muy feliz. Ruby, estaba feliz limpiando su Crescent Rose, reparándola para el nuevo ataque de mañana, sin duda ella estaba decidida a guiar a la victoria a su equipo y volverse poco a poco a la heroína que siempre ha soñado ser. Weiss, estaba molesta por el cambio de clima y que podría ensuciar su blanca vestimenta y de por si la lluvia la ponía algo melancólica, pero seguía pensando en por que los humanos estaban alterando el mutageno y que necesitarían un poder muy grande para al momento de destruir toda esa sustancia y regresara a los Krang a su dimensión, también debía hacerlo todo el mutageno que aún no allá sido usado para mutar a nadie, pensar un hechizo que ella podría utilizar con su polvo, era algo importante y se dio cuenta.
Y así se pasó la noche y la lluvia no ceso hasta entrado el amanecer, las cuatro chicas se turnaron para hacer guardia y poder dormir.
Al tocar los primeros rayos del sol ese lugar, ellas se prepararon para ir a la torre TCRI.
Yang: (se pone sus armas para el combate) vamos a destruir a esas cosas viscosas, vamos a ganar y realizar esta misión.
Ruby: (saltando) iniciaremos este día con un bang.
Yang: (sonriendo, con su pulgar señalándose y con un ojo cerrado) yo siempre inicio mi día con un Yang ¿eeee? ¿Qué tal? ¿Chicas?
Las tres chicas se le quedaron mirando con muecas de que ese fue un pésimo chiste y la ignoraron. Pero una de ellas interrumpió para hacer un comentario algo sensato.
Weiss: (con sus típicos gestos de chica de aristocracia) creo que nos hemos entusiasmado mucho con esta información de esa torre, que estamos pensando en atacar a plena luz del día, díganme... ¿Eso es correcto?
Yang: (sonriendo confiada) claro que sí, siempre atacamos así en nuestra dimensión.
Weiss: (cruzada de brazos) como dices, en nuestra dimensión, pero esta no es la nuestra.
Ruby: (seria) creo que Weiss, tiene razón... No podemos darnos a conocer a pleno sol, es mejor guardar el modo sorpresa y esperar a la protección de la noche.
Blake: (mirando la ciudad) podemos ir a buscar ese edificio y espera a la noche.
Ruby: (parándose a la orilla) me parece mejor.
Weiss: (sonriendo con aires de superioridad) por mi perfecto.
Yang: (cabizbaja) yo quería conocer a los Krang y quebrara sus cabezas. (Hace pucheros) tendré que esperar a la noche. (Mira a la peliblanca) gracias, princesita.
Weiss: (gira sus ojos) eres demasiado cabeza dura, para entenderlo.
Las cuatro chicas fueron por todos los techos de esa ciudad, el aire contaminado del lugar, hacía que el cielo se viera gris siempre y sus silueta no eran tan reveladas por el poco sol que apenas si se divisaba.
---En las alcantarillas de la ciudad de Nueva York---
Se encontraba una tortuga de bandana azul, recostado en su cama, mirando el techo y recordando lo que ayer paso, pensando en la joven chica de cabellera castaña y de arma singular.
Había guardado un pétalo de rosas que ella dejaba como rastro de donde pasaba. Le hacía pensar tanto y sentir muy extraño en su interior. Al sentirse de ese modo, prefirió sacudir su cabeza, haciendo que esos pensamientos se alejaran y yendo a donde su familia estaba.
Al salir, una figura femenina estaba en la puerta de su habitación.
Karai: (sonriendo y algo sonrojada) hola, vine por ti. Ya debemos desayunar.
Leo: (sonriéndole) ho gracias.
Karai: (mira por el hombro de la tortuga) ¿Qué hacías? ¿Aún dormido a esta hora?
Leo: (recuerda lo que estaba haciendo y su cara se pone roja) no, nada Karai... (Cierra la puerta detrás suyo) nada en especial... vamos a comer... (La sujeta del brazo para llevársela).
La chica que en ese momento, llevaba unas ropas más normales, no de combate como estaba acostumbrada a usar. Una playera ligera y unos pantalones cortos, todo de color negro. Se puso algo sonrojada, por como ese mutante la llevaba.
Al estar en la cocina, comenzaron con su desayuno, pero una idea duda surcaba las mentes de tres seres allí, pero una fue la que se atrevió hablar.
Karai: (dejando sus cubiertos en la mesa) me gustaría saber el nombre de la chica que me ayudo... (Pensativa) se lo debo, me ha salvado.
Los seres que estaban allí, eran todos mutantes con excepción de la jovencita que había sido antes salvada por la cazadora.
Splinter, una rata mutante de una altura de dos metros, de pelaje café oscuro y unas partes de color blanco, llevaba una bata tradicional japonesa, de color rojo pálido y con unas flores en la parte inferior. Él es el padre de Karai y de los demás seres.
Leonardo, es la tortuga de la bandana azul, el segundo más alto, delgado, de buena complexión, y es el líder de su equipo, es el mayor también.
Raphael, es el segundo mayor, usa una bandana roja, es algo bajo, y su musculatura es un poco más notable que en los demás, tiene su blastor algo roto de la parte izquierda superior, lo que denota que fue hecho en una pelea, y el combatía de forma muy ruda y descuidada. Sin duda él era el rudo del grupo
Dónatelo, el más alto y delgado de sus hermanos, con su bandana de color purpura, es el más inteligentes de su equipo.
Miguel Ángel, el más joven del grupo, de apariencia infantil, con su bandana de color naranja, de una estatura más baja que el resto y tiene unas pecas adorables en sus mejillas.
Splinter: (tomando un poco de te) querer agradecer un acto de ayuda es un gran honor que das a tu familia, hija mía.
Leo: (sonriendo) así es Karai, es un buen gesto que quieras agradecerle.
Raph: (con una actitud sarcástica) ¿Desde cuando la princesa del mal agradece?
Karai: (sonriendo con aires de superioridad) desde que tengo algo que agradecer hermanito.
Mikey: (feliz) yo te ayudo, hermana. Podrías hacerle algo rico, como ofrenda de gratitud.
Karai: (mirándolo no muy convencida, por la propuesta) ¿cocinar? no soy buena para eso... cada que he intentado cocinar, hago una pequeña explosión.
Raph: (ríe a carcajadas) no me sorprende en lo absoluto.
Karai: (mirándolo algo seria) lo arreglaremos en el entrenamiento este asunto, Raphita.
Mikey: (riendo a todo lo que dan sus pulmones) Raphita... que lindo. Jajajajajaja
Raph: (jalando la bandana del menor) tú para de llamarme así, ¡¡¡MIKEY!!!
Karai: (ríe delicadamente) este es un desayuno muy divertido.
Leo: (la mira) ¿eres feliz aquí?
Karai: (lo mira atenta y sonríe) estoy muy cómoda aquí, me siento contenta, por estar con mi verdadero padre, mis hermanos y contigo... (Sonríe algo sonrojada).
Leo: (la mira y se sonroja mucho) yo... también estoy encantado de que estés aquí.
Fueron interrumpidos, por Splinter que ordenaba la hora del entrenamiento.
El día paso, para las tortugas, muy normal y tranquilo. Sin nada alarmante, un buen día de entrenamiento.
Para las chicas cazadoras el día paso, muy aburrido, siendo desesperante. La noche ya pronto estaba llegando y el combate sería muy bueno. La desesperada Yang, solo daba vueltas en la azotea que estaban y refunfuñaba por ya entrar en el combate. Las demás, solo esperaban pacientes, tenían más tolerancia que Yang, de eso no había duda.
Al llegar la noche, las tortugas tuvieron una visita muy agradable de sus amigos humanos.
Una, era una chica peli naranja, con una diadema amarilla y su cabello atado en una coleta de caballo, delgada, algo alta, con una camiseta amarilla, con el número 6 en la parte delantera de esta, arriba de una blusa manga larga, de color negro, usando un short de mezclilla corto y con unas medias negras debajo de este, unas calcetas de rayas blancas y azules, con un calzado tipo bota corta negra. Respondía al nombre de Abril O 'Niel.
Y un chico de apariencia física algo flacucha, pero en buena forma, tenía una sonrisa algo peculiar por falta de varios dientes por sus tonterías que hacía, sus ropas son una playera negra rasgada de las mangas cortas, abajo una camiseta color gris de media manga y lleva una playera negra debajo de manga larga pegada al cuerpo, con un pantalón de mezclilla, ya un poco desgastado y tenis tipos conver's, igual ya maltratados por el tiempo y las actividades, su cabello alborotado negro y con una bandana doblada de colores negros y grises en la cabeza. Su nombre es Casey Jones.
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