Capitulo 62 (Despedida)
---En las alcantarillas---
Ruby: (Entrando al hogar temporal con inmensa alegría) ¡¡¡YA LLEGUE!!! (Sonriendo emocionada) Espero que Yang haiga podido arreglar las cosas con Raphael.
La chica siguió caminando hasta llegar a la sala, donde encontró a sus compañeras sentadas con un aspecto demasiado pesimista.
Ruby: (Caminando hacia ellas, con una sonrisa) Hola, ¿Dónde están... (Las observa y sus aspectos la dejan algo mal) ¿Qué les sucede?
Weiss: (Con la mirada baja) Ruby... Hemos sido engañadas todo este tiempo.
Ruby: (Confundida se acerca a la peliblanca) ¿De qué hablas? ¿Quién nos ha engañado?
Yang: (Molesta con la vista baja, apretando los puños) Todos, las tortugas, sus amigos... Nos han visto la cara.
Ruby: (Impactada con los ojos muy abiertos y sus pupilas dilatadas) ¡¡¡¿QUÉ?!!! Eso no puede ser verdad. Ellos, no creo que pudieran hacer eso (Mira hacia Blake como suplicando una aliada).
Blake: (Se gira mirándola a la cara) Yo tampoco lo creía Ruby pero... Existen pruebas de sus mentiras o la forma en que nos han ocultados cosas muy importantes.
Ruby: (Confundida, estando algo agitada) ¿De qué pruebas están hablando? Explíquense.
Weiss: (Levantándose de su asiento, caminando firmemente hacia su líder con un aparato en manos) Míralo tú misma.
Ruby: (Sosteniendo aquel aparato que le permitía ver lo que contenía la memoria, mirándolo fijamente a la pantalla) ¿Qué es esto? (Comenzaba a leer cada palabra que había allí) Tienen a un chico mutado en el laboratorio (Observa a las demás para buscar respuestas).
Weiss: (Suspira asintiendo con la cabeza) Así es... Yo lo vi (Desvía la mirada, mientras cruza los brazos) Fue un espectáculo realmente terrible.
Blake: (Se gira a las chicas, con la mirada triste) Pero eso no fue culpa de ellos.
Yang: (Se acerca con furia en sus ojos) Aunque no lo sea. Nos han ocultado eso y más cosas ¿Crees que eso se le hace a los aliados? ¿A los amigos? ¿He? Respóndeme Blake.
Aquella pelinegra, no contesto solo se limitó a desviar la mirada y quedarse callada.
Ruby: (Seguía leyendo todo lo que había en esa memoria portátil) Aquí dice que el señor O 'Neil fue secuestrado por ellos junto a Abril (Se gira a sus amigas con suma preocupación e su mirar) Pero eso si lo sabíamos.
Weiss: (Frunciendo el ceño) Lo que no sabíamos es que ella es inmune al mutageno.
Ruby: (Sorprendiéndose de nueva cuenta haciendo que su pupila se hiciera más pequeña) ¿Cómo que es inmune?
Yang: (Cruzada de brazos) Sigue leyendo.
Dicho eso, ella siguió la lectura, poco a poco se dio cuenta de lo que estaban diciendo, lo cual provoco que se quedara completamente helada, con la mirada clavada en cada una de esas frases, parecía que se hubiera teletrasportador a un lugar que estaba completamente oscuro, que lo único que alumbraba era la luz de es pantalla que le estaba revelando aquello que les estaban ocultando, y esas verdades se convirtieron en serpientes que la estaba oprimiendo por completo el pecho, sin darse suficiente cuenta sus ojos comenzaron a gotear, y algunas lágrimas cayeron en la pantalla.
Yang: (Tomándole del hombro) Sé que te debe haber dejado completamente sorprendida y te duele, pero necesitamos a nuestra líder ¿Qué debemos hacer ahora?
Ruby: (Cuando fue tocada por su hermana, parecía que volvía a la realidad, reaccionando) ¿Así que... Abril, es la clave para los Krang? Si no confiaron en nosotras para decirnos algo así, entonces... Creo que debemos proceder a un plan diferente para detenerlos.
La pelinegra, al escuchar esas palabras se dio cuenta de que aquella pelicastaña, también estaba ahora en contra de las tortugas y los demás, pues las prueban eran obvias, en su escuela de cazadores, se les había enseñado que cualquier persona que guarde información preciada se le considera traidor y no tendría perdón jamás. Lo sabía perfectamente, pero no podía creer que Mickey fuera en verdad un maldito traicionero, que las palabras que le dedico muchas veces fueran solo vacías o mentiras para mantenerlas a raya. Quería conocer la razón por la que realizaron esa promesa y ocultar todo, sin embargo no podía decir nada de lo que pensaba.
Ruby: (Girándose a la peliblanca) ¿Qué propones Weiss?
Weiss: (Seria cruzando los brazos) El mejor plan seria, que termináramos con todo esto lo antes posible e irnos. Llevémonos el teletrasportador Krang que Blake encontró aquella vez y vallamos acabar con ellos desde su dimensión.
Blake: (Girándose a ella) ¿No crees que es una idea suicida?
Yang: (La mira con unos ojos furiosos) ¿Tienes una mejor idea?
La pelinegra solo suspira pesadamente, negando con la cabeza y girándose para otro lado.
Ruby: (Suspira pesadamente con un gran nudo en la garganta) Entonces... Tomemos nuestras cosas y dejemos este lugar.
Yang y Weiss: (Mirándola de forma seria) Entendido.
En cambio la chica del moño negro solo asintió de forma solemne y tranquila, cada quien recogiendo sus pertenencias, preparadas para irse de ese lugar que habían estado viviendo por un mes y medio, junto a seres que creían amigos, pero siendo todo una verdadera mentira.
Por una parte el hogar de las tortugas estaba completamente en soledad, pues estos hermanos se habían ido a hacer su patrullaje nocturno, y sabían que a veces las cazadoras los acompañaban, así que salían por su cuenta cada quien, los humanos amigos, uno ayudando al de bandana roja y la otra chica al de bandana morada, pues ambos tenían predicamentos en el departamento del amor.
Splinter se encontraba en las alcantarillas, pero él se encontraba hundido en sus propias preocupaciones, y formando ideales de cómo ayudar a sus hijos a enfrentar lo que sea que llegara a suceder.
Sin embargo, la chica kunoichi de la familia Hamato, no se había notado su presencia desde el entrenamiento de mediodía, ya que había salido del lugar para deambular por la ciudad, en completa soledad, pensando en mil maneras en recuperar el amor del mutante que según ella se lo había arrebatado.
Volviendo de nuevo a las cuatro chicas, cada quien estaba llevándose sus cosas, para salir de las alcantarillas lo más rápido posible, cada una sumergida en sus propios pensamientos y sentimientos.
Ruby: (Metiendo en una pequeña mochila unas prendas) Estoy muy furiosa con todos ellos... (Suspira bajando la mirada algo triste) Pensaba que me tenías un poco más de confianza. No lo entiendo Leo, ¿Por qué guardarnos secretos? Peleamos en el mismo bando y... (Se sonroja) Te quería mucho, pensaba que correspondías. (Aprieta los labios y cierra los ojos con fuerza) Pero me equivoque (Frunce el ceño y termina metiendo con fuerza lo que le faltaba a la mochila).
Weiss, buscaba por su cuenta algunos trozos de polvo que se habían desperdigado hace unos momentos al cerrar su pequeña bolsita que siempre llevaba en la cintura, uno llego hasta el laboratorio del chico tortuga, tan solo hasta la entrada, lo tomo y dio un simple vistazo adentro, los momentos que estuvo con ese joven en ese lugar, la comenzaron a inundar, pero de igual forma recordando aquello que los alejaron, haciendo que ella suspirara con firmeza, no pronunciara palabra alguna, negando con la cabeza, tomo con fuerza el Dust y lo apretó contra ella misma.
Ya no tenía palabras que decir, todo se veía por sí mismo, solo quería salir de ese lugar, se hacia la fuerte, pero las lágrimas querían hacerse presentes, solo quería dejar de sentir este dolor que la atormentaba.
Por otra parte la rubia del grupo, tenía una mezcla de sentimientos encontrados en su ser, estaba con su moto, haciéndole unas pequeñas reparaciones, pues con el derrapó que había sufrido hace unas cuantos horas atrás, sin duda daño la cadena, siempre precavida por alguna ocasión de esa índole, llevaba consigo lagunas piezas extras, para cualquier circunstancia, mientras lo hacía murmuraba enojada.
Yang: (Apretando un tornillo con una pinza perico, con mucha fuerza) Eres un estúpido de grandes proporciones Raphael, mira qué no decirme nada de que Abril podría ser un hibrido de Krang, Ja... Que buena la hicieron al reírse de nosotras. (Colocando la cadena nueva en su lugar) Sé que te dije cosas horribles, pero tú también tienes cola que te pisen, no creí que fueras el tipo de chicos que hacen cosas así. (La cadena se zafa de su lugar y la hace enfurecer más, pero de la frustración una sola lágrima sale de sus ojos) Porque es tan difícil... ¿Por qué ahora no puedo enojarme con él? Sera que me lo merezco... (Se apoyó en su moto confundida) No puedo... Quedarme para averiguarlo y saber que paso, no puedo... (Suspira) Sera lo mejor para todos.
La pelinegra había tomado sus pertenencias, pero no podía irse así como así, sentía que no era lo correcto o bueno ya no lo era. Estaba cansada de siempre tener de huir cuando las cosas se ponían difíciles.
Tratando de ser sigilosa para que sus amigas, no se dieran cuenta hacia donde iba, dirigiéndose a la habitación de Mikey, teniendo algo entre las manos, entrando al cuarto, caminando despacio observando cada cosa del lugar, siendo para ella a lo que pensaba la última vez que podría ver todos aquellos adornos y cosas tan infantiles pero que le resultaban muy tiernas, pues era la completa personalidad de ese mutante que robo su corazón, y ella no deseaba recuperarlo.
Suspirando, mientras apretaba sus ojos, reteniendo algunas lágrimas en sus ojos, camino hacia la cama, se inclinó un poco y coloco el papel blanco doblado en tres partes, incorporándose de nuevo, unas pequeñas lagrimas escaparon de sus bellos ojos ámbar, sin secarlas llevo sus manos hacia donde estaba su moño y lo deshizo, tomándolo con su mano izquierda, mirándolo con sumo cuidado le dio un suave beso, posicionando sobre lo que acaba de dejar.
Blake: (Suspirando con pesadez) Adiós... Mikey. Nunca te olvidare.
Se escuchó un suave ladrido, que la saco de sus pensamientos con brusquedad.
Blake: (Girándose hacia la derecha, mirando quien era) Zwei... (Retrocedió un poco, tendía a tener una aversión hacia los canes) Por favor no te me acerques.
El pequeño cachorro, se quedó allí en su lugar a unos pocos metros de distancia de la joven, sentado, con la lengua de afuera mirándola con cierta inquietud.
Blake: (Trago saliva) Esto es ridículo... No me gustan los perros y el único que me acompaña en estos momentos, es uno. (Se gira a mirarlo, el can se había acostado de panza arriba, sin dejar de mirarla) No te voy a acariciar, pero eres... Una buena compañía aunque sea.
Este se levantó y dirigió su andar a la cama de Mikey, subiéndose con un solo salto, olfateando lo que acaba de dejar la chica.
Blake: (Confundida, pero alejándose de la cama) ¿Qué haces?
El perrito, olfateo la carta y luego el listón negro de la joven, este al darse cuenta del olor que despedía, lo tomo con su hocico con sumo cuidado de no morderlo y se lo ofreció a la chica, sabía que le pertenecía.
Blake: (Se sorprendió un poco, mirándolo con algo de tristeza) Zwei... Deja eso.
El pequeño canino, seguía ofreciéndoselo con unos leves gemidos.
Blake: (Desvía la mirada) No... Ya no es mío, es un regalo para él. Por favor (Lo mira a los ojos) Solo déjalo allí, Mikey lo encontrara. (Baja la cabeza, cubriendo parte de su rostro con el flequillo, y dejado escapar las lágrimas contenidas).
El cachorro, entendía que le dolía algo, pero no sabía que era, no olía sangre en la atmosfera, pero en su pequeña cabeza comprendió que el tomar ese listón le hacía mal, así que lo dejo descansar en la cama donde estaba antes.
Blake: (Caminando lentamente hacia la salida de la habitación con las lágrimas corriendo) Tenemos que irnos... Sal de allí Zwei.
Este obedeció, bajándose de la cama y adelantando a la pelinegra, pasando un poco cerca de ella y saliendo de la habitación, dirigiéndose de inmediato hacia donde estaban sus dueños.
La chica al salir solo dio una rápida mirada hacia el interior y cerró la puerta, dejando escapar suspiros, limpiándose las lágrimas que habían invadido su bello rostro. Busco rápidamente en su bolsillo y encontró lo que buscaba era un listón de igual color que el anterior, pero no con el mismo significado, se lo coloco de nueva cuenta en su moño normal, se dirigió hacia donde la sala, para estar con las demás.
Todo lo que les había llevado estar listas para salir de ese lugar y nunca volver, fueron tan solo diez minutos, sin duda eran rápidas y más pues no querían encontrarse de frente con todo esos chicos que les habían ocultado cosas y solo por una razón encubrir a la peli naranja.
Cada chica se encontraba en la sala listas para irse, el pequeño canino estando en los brazos de la pelicastaña, incluso el sentía una inquietud.
Yang: (Girándose a todas) ¿Ya estamos listas?
Ruby: (Asiente con la cabeza) Ya (Dirigiendo su mirada a la pelinegra) Blake ¿Tomaste el Teletrasportador?
Este solo asiente con la cabeza, mostrando el aparato en cuestión.
Ruby: (Suspira) Bien, creo que es momento de irnos.
Yang: (Con una mano en la cadera) Si todo sale bien... Posiblemente mañana estemos en Remnant y... (Baja la mirada) Todo esto parecerá un mal sueño.
Weiss: (Comienza a caminar hacia la salida) Bueno, pongámonos en marcha
Las otras jóvenes asienten y de igual forma que la peliblanca lo hizo ellas también se van aleando de ese lugar, que tan solo habían estado allí un mes y medio, pero había sido muy divertido para cada quien, recordando esos momentos pero que fueron solo una mentira y con qué propósito, no lo entendían, pero no estaban dispuestas a quedarse allí para averiguarlo, ni siquiera darles la oportunidad a los chicos en explicarse, solo tomar una decisión drástica e irse, sin despedirse.
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