Capitulo 110 (Shen Y Amaya)
Karai: (Baja la cabeza) Al volver se a encontrar, las cosas fueron bien, para ambas un tiempo, tenían tanto en común y a la vez cosas tan diferentes, que les causaba gracia y miedo a veces. En la mente de Ryoko, pensaba que había encontrado a alguien de su familia que no la había abandonado, pero... Que acertada y errada estaba.
---Flash back inicio (La historia de Shen y Ryoko) ---
En esta parte se va contara la historia más abiertamente de ambas, el pasado lo que ocurrió de verdad y cada parte de ello en primera persona, o sea que ellas misma lo contaran de forma narrativa.
Shen: (Sonriendo, mientras caminaba a lado de la joven similar a ella) ¡¡¡¿NO CREES QUE ES MARAVILLOSO QUE NOS CONOCIÉRAMOS?!!!
Ryoko: (Suspirando, mientras caminaba con un paso temeroso) No lo sé... Bueno, si es verdad, es maravilloso que nos conociéramos pero... Es algo extraño para mí... (Ríe algo nervosa).
Shen: (Confundida, mirándola) ¿Por qué es extraño? (Sonríe) Yo opino que es algo bonito, conocer a alguien parecido a mí.
Ryoko: (Suspira, algo melancólica) Es que... Solo creo que es muy extraño. Mi abuela siempre me ha dicho que si conoces a alguien muy parecido a ti, es un muy mal augurio y que una de esas personas morirá para complementar a la otra.
Shen: (Mirándola intrigada) Eso es... Muy aterrador, pero no quiere decir que sea así, es solo un viejo cuento Yokai para asustar a los niños. (La abraza por los hombros) No creas eso... (Abre los ojos emocionada) ¡¡¡¿VIVES CON TU ABUELITA?!!!
Ryoko: (La mira sorprendida, por los gestos y acciones que realizaba) Heee... Si, ella fue quien me crio...
Shen: (Sonríe emocionada y algo melancólica) Que bonito debe ser tener a tu abuelita... (Suspira) Yo nunca conocí a ninguno de ellos.
Ryoko: (La mira extrañada) ¿Enserio? Bueno... (Baja su mirada, arreglándose el cabello detrás de las orejas) Yo solo tengo a mi abuela... Nunca conocí a mis padres...
Shen: (Baja la mirada algo triste) Hooo... Lo siento, Debió ser difícil para ti.
Ryoko: (Le sonríe tenuemente) No te apures, son cosas que pasa.
Shen: (Asiente con la cabeza) Es verdad... (Cambiando de semblante, por uno as alegre) Por cierto ¿Dónde vives?
Ryoko: (Mira para el frente) Cerca del bosque Miyanoshita, a las afueras de la ciudad.
Shen: (Asombrada) Que bonito lugar... Nunca he podido visitar ese bosque, me dicen que hay habitan seres que quieren dañar a los Tan, por eso nunca me han dejado ir.
Ryoko: (Ríe tenuemente) Jajajaja, ¿Qué no habías dicho que esos son cuentos para asustar a los niños? Además, yo he vivido allí siempre y nunca he visto ningún ser malvado, salvo por unos mapaches que siempre dispersan la basura, pero todo bien.
Shen: (Suspira) Lo se... Pero así son las cosas, de hecho siempre estoy siendo protegida por los demás, así que estar aquí fue como una escapadita que me di.
Ryoko: (Confundida) ¿Por qué te tendrías que escapar? (Se sorprende) Espera... ¿Dijiste hace unos momentos ser de la familia Tan?
Shen: (Asiente) Así es... Ser la hija única de ellos, es muy cansado y difícil... Pero bueno alguien tiene que hacerlo.
Ryoko: (Asiente con la cabeza) Eso es verdad, además debes agradecer que tienes a tu familia contigo... Yo quiera eso.
Shen: (Parada junto a ella) Pero tienes a tu abuelita y esa es tu familia sea como sea todo.
Ambas chicas, rieron por las lindas palabras que cada una se dedicaba, sin duda parecían como si, aquella conversación arreglaba algo que estuviera roto en su interior y lo más extraño era que solo la voz de la otra podía lograr tal hazaña.
Parecía ser tan raro todo ello, pero no le dieron importancia a esta situación para nada, solo siguieron adelante, al atardecer se despedía y así pasaba cada vez que podían encontrarse para verse como las buenas amigas que se estaban convirtiendo.
Por obvias razones Ryoko no le conto nada a su abuela, de la joven Tan y heredera que había conocido y era ahora su amiga.
De igual manera la heredera, no dijo nunca nada tampoco, pues a ¿Quién podía contarle tales cosas? Si apenas sus padres le hacían caso en la cena y los sirvientes no eran para nada conversadores con ella.
Salvo por algunas amistades de la escuela, que eran con quien hablaba, pero no de esto, pues sabía que muchos solo estaban junto a ella, por si posición de esa familia tan poderosa en esa ciudad, casi se podría decir del poder nacional que poseía.
El tiempo pasó, sin más ellas se convirtieron en mejores amigas, conociéndose a fondo cada cosa que les gustaba y disgustaba, les daba curiosidad, que ambas amaban las fresas, pero eran terriblemente alérgicas a la piña. Si una fruta de la cual la tasa de alergias es muy baja, pero ellas lo eran.
Amaban leer, una le encantaba historias de universos paralelos o cosas fantásticas y a la otra lecturas más serias y de época medieval del romance y conflictos políticos.
Pequeñas cosas que las unía y a la vez las dividía, era tan divertido y confuso para ambas.
Con el pasar de los años, Ryoko, se comenzó a preguntar en constantes ocasiones si es que Shen, tenía algo que ver con ella, si es que ambas eran parte de la misma familia o si es que por alguna loca razón estaban relacionadas por la sangre.
Para la otra eso no era posible, simplemente no pensaba que pudiera ser verdad, pues siempre creyó que era hija única y el parecido con su nueva mejor amiga, era solo una coincidencia, alguna vez leyó que existían siete personas similares a ti en el mundo, solo pensó en ello.
Ya tenían veintidós años, cuatro de su amistad... siempre tan unidas, y aunque fueron a escuelas diferentes, se siguieron viendo y hablando.
Incluso se contaron sus romances que tenían, a quienes amaban. Incluso ya una tenía planes de casarse con su novio, siendo el hijo de una familia de ninjas importantes del país, Los Hamato.
Su amiga sonrió, estaba realmente feliz por esa noticia y también le había dicho que de igual forma ella se había enamorado de un chico, que tenía una apariencia aterradora, pero le había cautivado esa misma mirada.
Reían cada vez más, por sus ocurrencias y cosas hermosas que pensaban.
Hasta que un día, la abuela de Ryoko, enfermo de gravedad. Al ser algo pobres, aunque esta trabajaba hasta a veces doble turno, no les alcanzaba para todo.
En cuanto Shen, se enteró de aquella situación, no dudo ni un instante en ir con su amiga, aun en contra de la voluntad de su familia que le prohibía ir a ese lugar.
En cuanto se presentó en la casa de su amiga, esta se quedó impresionada, nunca antes la había invitado, pero logro dar con su vivienda.
Ryoko: (Con la mirada cansada y ojerosa) ¿Qué haces aquí Shen? ¿Cómo lograste hallarme?
Shen: (Sonríe) Solo seguí la orilla del bosque y recordé lo que me decías que había cerca... ¿Cómo está tu abuelita?
Ryoko: (Preocupada) Esta... Muy grave... (Las lágrimas comenzaron a surcar sus ojos) No tengo como comprarle las medicinas... El doctor me dice que si no se las doy... Ella podría morir... Snif snif... No sé qué hacer Shen...
Shen: (La toma de los hombros) No te apures... Dime... ¿Qué medicamentos necesitas? Y yo te los consigo... ¿Esta bien?
Ryoko: (Niega con la cabeza) No, no podría pedirte que hagas eso... Son muy caras y...
Shen: (Le sonríe) Eso no importa ahora... Eres mi mejor amiga y... Posiblemente la única que tengo, si puedo ayudarte en lo que sea, lo hare... (La toma de las manos) Tú me ayudaste a que pudiera estar con Yoshi... Así que yo te ayudare en esta ocasión (Le sonríe, con los ojos cerrados) ¿Si?
Ryoko: (Comienza a llorar enternecida por el acto de su amiga) Está bien... (Le extiende un papel) Estos son los medicamentos que necesita... Yo...
La joven los toma y se va rápidamente, sin despedirse, para comprar aquellas medicinas que se necesitaban con urgencia, parecía que ella hubiera ido en un tipo de auto volador, pues regreso tan rápido que apenas se podría creer.
Esta vez, la puerta estaba abierta para que ella entrara sin inoportunos y entrar de inmediato a la habitación de la abuela de su amiga.
Shen: (Entrando con una bolsa de medicamentos) Aquí tienes todo lo necesario Ryoko.
Ryoko: (Se gira, mientras le ponía un paño frio a su abuela en la frente) Muchas gracias Shen... (Toma los medicamentos rápidamente) Aquí tienes abuelita...
Levantando la cabeza de la mujer en cama, con sumo cuidado, poniéndole las pastillas una por una en la boca y hacerla beber agua, para pasárselas.
Ambas se quedaron un rato, en aquella habitación cuidando de la mujer mayor que estaba en la cama, una por cada lado de la cama, Shen ocupaba la única silla que había allí, mientras Ryoko estaba sentada en la orilla de la cama, velando el sueño de su abuela.
De vez en cuando volteaba a ver a su mejor amiga, dedicándole unas sonrisas alegres.
Al pasar el tiempo, la mujer de cabellos canosos despertó, parecía tener un mejor color y aspecto, aunque aún se veía mejor sin dudarlo.
Pero el color se le fue de inmediato, cuando al despertar pudo divisar el hermoso rostro de su nieta Ryoko, pero al ver el de la otra chica, que de igual forma era su nieta, se sorprendió tanto, que se incorporó en su cama. Temblando y mirando a ambas, tocándolas con las manos en sus rostros. Sacando de onda a ambas jóvenes mujeres.
Ryoko: (Preocupada, tomándola de la mano) ¿Qué pasa abuela? ¿Qué tienes? ¿Cómo te encuentras?
Hashimoto: (Sorprendida) ¿Quién eres tú? (Dirigiéndose a la joven heredera).
Shen: (Sorprendida) Me llamo Tan Shen, señora Hashimoto... (Sonríe, emocionada) Es un gusto.
Hashimoto: (Sonríe, dejando escapar una lagrimas) Mis niñas... ¿Hace cuánto que se conocen?
Ambas jóvenes se quedaron completamente confundidas, porque la mujer les llamara "Mis niñas" No lograban entender lo que pasaba en sí.
Ryoko: (Confundida) Abuela... ¿Te sientes bien? ¿Por qué dices eso?
Hashimoto: (Mira a su nieta) Mi pequeña... No sabía que habías encontrado a tu hermana... Me siento muy feliz por ti... Pero ten cuidado.
Ryoko: (Mira a su amiga) ¡¡¡¿HERMANA?!!! ¡¡¡¿QUÉ?!!!
La mujer suspiro algo cansada, estaba así de ocultar ese secreto y les comenzó a contar todo a ambas chicas, lo cual hizo que tuvieran reacciones muy extremas, pues al conocer la verdad lo que había ocurrido en sus pocos días de nacimiento, las impacto ha gran medida que al principio no lo creían.
Shen: (Mirando confundida a la mujer mayor) Debe estar... Confundida señora... Yo soy hija única, yo...
Hashimoto: (Sonríe tenuemente) Eres la única heredera de la familia Tan... (Asiente con la cabeza) Si lose... Yo... Soy... La madre de su madre.
Shen: (Abriendo los ojos de par en par) ¿Cómo lo supo?
Ryoko: (Niega con la cabeza) Abuela... Estas delirando por la fiebre, debes estar tranquila. Todo estará bien, ya duerme...
Hashimoto: (Sonríe tenuemente, con los ojos cristalizados) Sé que no me creen y piensan que ya enloquecí, pero... (Levanta la mano y señala su armario) Ryoko... Por favor, ve al ropero y tráeme una caja de madera color rojo, que está allí abajo.
La joven, miro a aquella mujer, y se dispuso hacer lo que le pidió, tragando saliva, por lo confundida y nerviosa que se encontraba, al divisar la caja, no se atrevió a abrirla, hasta llegar con ella y depositarla entre sus manos.
La anciana, solo sonrió gentilmente, por ese caja volverla a tener y la abrió con delicadeza, adentro estaba algo que ambas no podían creer o más bien Shen, no le daba crédito a ello.
Había fotos, cartas, ya muy antiguas por las manchas amarillas el paso del tiempo en todo se denota. Y su impresión fue tan grande, cuando vio a sus padres, vestidos tradicionalmente para una boda y a esa mujer de lado de su madre y sus otros abuelos de lado de su padre... Sin duda para ella era la mejor prueba de ello, que esa mujer era familiar. Pero también revelaba una horrible verdad, que una chica sufrió.
Shen: (Tomo esa foto y la sostuvo entre sus manos) ¿Esto es real?
La mujer de cabellos blancos, asintió, esa siendo la mejor contestación para cualquiera.
Ryoko: (Mira la foto atenta) Pero... ¿Qué?
Shen: (Se gira hacia su igual) Ellos... Son mis padres, (Le muestra la foto y los señala a ellos) Ella es mamá y el papá, además de que ellos dos son mis abuelos paternos.
Ryoko: (Se gira a su abuela) Eso... Quiere decir que...
Hashimoto: (Asiente con algo de tristeza) Así es, ella es tu hermana Ryoko, pero no solo eso, son gemelas...
Shen: (Se voltea a ver a la anciana) Pero, mi madre me dijo que la abuelita había muerto, poco tiempo después de que yo nací, por causas naturales. ¿Cómo es posible todo esto?
Hashimoto: (Suspira con tristeza y nostalgia) La familia Tan, siempre se han reconocido, por su poder y orgullo, además de que en el linaje, siempre tiene que haber solo un heredero, ósea el primogénito, un segundo hijo sería impensable. Pero... (Las mira con lágrimas) Al nacer ustedes, gemelas, era un mal augurio, para su familia, así que tomaron la decisión de acabar con la menor, antes de que creciera... (Mira a su nieta menor) Esa bebe que debía morir, eras tú mi querida Ryoko... (El llanto de apodero de la anciana).
Ryoko: (Sorprendida, cayendo de rodillas al suelo, con los ojos bien abiertos) ¿Qué?...
Shen: (Agitada, respirando con dificultad por el asombro) Pero... ¿Por qué?...
Hashimoto: (Suspira cabizbaja) Al haber dos hijos de esa familia, el primogénito debía heredera, pero, ha habido casos en los cuales los segundos hijos, quieren ese poder y son capaces de hacer cualquier cosa por hacerlo, así que una tradición era, que un segundo hijo, debía ser eliminado por cualquier motivo. Al ser gemelas esa posibilidad de aumento.
Shen: (Mira a la joven de cabellos cortos, aun en el suelo) Eso es terrible...
Hashimoto: (Baja la cabeza) Yo... No podía dejar que le hicieran daño a mi nieta... Así que propuse un trato a la familia Tan.
Shen: (Abrazando a su hermana en el suelo) ¿Cuál fue ese trato?
Hashimoto: (Las mira a ambas) Alejarla de todo lo que tuviera que ver con los Tan, de la familia, la herencia, la tradición y sobre todo de ti mi pequeña... Por eso la crie, le cambie el nombre y asi ella podría vivir.
Ryoko: (Levanta su mirada, asustada y enojada) Pero... ¡¡¡¿ERAN CAPACES DE MATAR A SU PROPIA HIJA...?!!! ¡¡¡¿SOLO POR SER LA SEGUNDA EN NACER?!!!
Shen: (Frunciendo el ceño) ¿Cómo pudieron hacer esto? ¿Acaso a mis padres no les dolió separarse de su hija? Por qué... (Mira a la joven) Al fin de cuentas es mi hermana (Serie) Sabes... Estoy muy feliz de haberte conocido y que no te pasara nada.
Hashimoto: (Comienza a toser un poco, agitándose) Cof, cof, cof... Me da gusto que se conocieran por fin... Así me iré ms tranquila cuando deba marcharme.
Ryoko: (Se asustada y levanta de donde estaba) ¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡NO TE PUEDES IR ABUELA!!! ¡¡¡ERES LO ÚNICO QUE TENGO EN LA VIDA!!!
Shen: (Se acerca a ambas) Por favor... Te acabó de conocer... No me digas que...
Hashimoto: (Niega con la cabeza) Tranquilas niñas... No pienso aun morir, pero al menos un peso de encima Cof, cof, cof Se me ha quitado. Además de que ahora lo saben... Las cocas serán más complicadas.
Shen: (Frunciendo el ceño) ¡¡¡MIS PADRES NOS DEBEN UNA EXPLICACIÓN!!! ¡¡¡¿CÓMO PUDIERON HACER ALGO ASÍ?!!! ¡¡¡NO ME IMPORTA SI ES LA TRADICIÓN!!! ¡¡¡ELLOS DEBEN DE SABER QUE ESO ESTÁ MAL!!!
Hashimoto: (La toma de la mano) No mi pequeña... No hagas eso, si lo haces, la mataran.
Ryoko: (Baja la mirada, decaída) Nunca me van a querer ver... Lo entiendo... Si ellos me quisieron matar desde un principio. (Mira a la joven de cabellos largos) Por favor... Shen, déjalo así, no me interesa nada de la familia o herencia...
Shen: (La mira consternada) ¡¡¡¿POR QUÉ NO?!!! ¡¡¡ESTO NO SE DEBE QUEDAR ASÍ!!!
Ryoko: (Le dedica una sonrisa forzada) Mi abuela, ha sido mi única familia durante toda mi vida, y ahora sé que eres mi familia, de verdad, de forma sanguínea, son feliz con ello... (Baja la mirada) Pero... Creo que sería peligroso, si se enteraran.
Shen: (prieta los puños, muy enojada) Te juro en cuanto sea la heredera oficial de la familia, yo hare que esa estúpida tradición sea destruida y puedas regresar a casa.
Hashimoto: (Sonríe, al ver a ambas jovencitas juntas) me alegra mi viejo corazón, verlas de nuevo unidas, como cuando llegaron al mundo. Eran tan pequeñas y hermosas.
Ambas chicas, voltearon a ver a su ahora abuela de ambas, querían escuchar la verdad de cómo habían nacido, pues siempre hubo una mentira respecto a ese hecho y ahora querían saber todo y más de la boca de quien las amaba a las dos por igual.
Hashimoto: (Sonrió enternecida) Mi gritoncita Shen, quien llego al mundo primero, gritando a todo pulmón, mostrando ser una bebe fuerte y saludable, con una pequeña marquita en su estómago de lado derecho de forma de una flor de loto apenas visible...
Shen: (Asiente con la cabeza) La marca Tan...
Hashimoto: (Sonríe, suspirando) Luego nació, mi pequeña Amaya... (Mira a la susodicha) Ese es tu verdadero nombre... (Sonríe) Por fin te lo pudo decir.
Ryoko: (Se sorprende y mira hacia el suelo) ¿Amaya?
Shen: (Sonríe a verla) Es muy bonito.
Ryoko: (Sonríe tenuemente) Gracias.
Hashimoto: (Le pone a cada una la mano sobre las suyas) Tu naciste, como una bebe muy tranquila, llorando apenas audible, con un puño cerrado, se me hacia lo más adorable del mundo.
Las dos escucharon esa platica por todo el tiempo que fuera necesario, era realmente hermoso saber su origen.
Así que al final de todo, las tres acordaron que por el bien de la ahora renombrada Amaya, no se debía saber esto jamás, aunque la heredera oficial, juraba que lo haría en cuanto fuera la líder, ella aboliría todo esto y restituirá a su hermana gemela a la familia de alguna forma.
El tiempo pasó, una se casó y la otra decidió vivir en una unión libre con el hombre que amaba.
Durante ese tiempo, no pudieron verse como siempre lo hacían, pues cada quien estaba ocupada en sus asuntos, pero más aparte de que debían guardar el secreto de que ambas eran familia o se conocían.
Formaron sus familias, a veces Shen, escapaba para ir a ver a su abuelita, la cual ahora vivía sola ya que Amaya, tenía una familia pero también visitaba a su abuela los mismos días que su hermana gemela, y eso los hacia muy feliz.
A la edad de veinticinco años, Amaya dio a luz a una hermosa y fuerte bebe, siendo la adoración de la madre y el orgullo de su padre, pues esa niña, sería su heredera del clan que había formado de nueva cuenta.
Pero él nunca quiso tampoco contarle nada a su mujer, sobre el odio que sentía por una clan en específico.
Shen, siempre que visitaba a su abuela, se alegraba a ver a la pequeña Karai, su sobrina que le llenaba de ganas de tener pronto un bebe, pero por algunas complicaciones no podía quedar embarazada rápido y eso la mortificaba mucho. Pues quería darle un hijo a su ahora marido Yoshi.
Su hermana, siempre le daba apoyo y le decía, que algún día ella tendrá una bebe muy linda y fuerte y ambas primas jugarían y compartirán cosas hermosas una con la otra y serían las mejores amigas, como ellas lo han sido siempre desde ese glorioso día que se conocieron.
Pero, las cosas no siempre pueden ser como se quiere.
Después de que Shen, por fin lograra quedar embarazada, estaba tan feliz, que fue a contarles a sus familiares ocultos, pero al llegar a esa vivienda, encontró el peor escenario de la vida, estaba en llamas, su abuelita apenas sosteniéndose con el bastón, recargada en un árbol muy lastimada.
La mujer de cabellos largos, se acercó a ella, asustada y muy preocupada.
Shen: (Tomando a la mujer entre sus brazos) ¡¡¡ABUELITA!!! ¡¡¡¿QUÉ PASA?!!! ¡¡¡¿QUÉ FUE LO QUE OCURRIÓ?!!!
Hashimoto: (Tosiendo, el humo que se le había colado a sus pulmones) Amaya... Se la llevaron...
Shen: (Preocupada) ¡¡¡¿QUIÉNES?!!!
Hashimoto: (Con los ojos cansados, parecía que la vida se iba) Los Tan...
La mujer, poco a poco se fue apagando, hasta que su vida se fue de entre sus manos, muriendo entre los brazos de su nieta. Dejando a la mujer completamente confundida y asustada, pero debía tranquilizarse por la vida que estaba creciendo en su interior.
No sabía qué hacer, así que rápidamente se fue a su casa, contándole lo ocurrido a su ahora esposo...
No hubo mucho que hacer después... Pues cuando supo todo, al día siguiente, se enteró de la muerte de su hermana gemela, le dolió en el alma, pero no se logró hacer nada, incluso encarar a sus padres era algo que no podría hacer... Más aparte de que pronto se volvería madre, así que debía cuidar de su pequeña en cuanto naciera.
Se separó de la familia Tan, yendo a la familia de su esposo, quedándose dentro del clan de este los Hamato, pero temía por su vida, tanto por su familia anterior, como por los constantes acosos de Oroku Sakí, que por alguna razón se habían intensificado, desde que su hermana se había ido, pero nunca los relaciono.
Luego ocurrió el ventó ya conocido, y ahora la actualidad es otra.
---Fin Flas Back---
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