---Guarida de Destructor—

Karai: (Enojada, golpeando la mesa) ¡¡¡DATE PRISA BAXTER STOCKMAN!!!

Baxter: (Nervios, inyectando una aguja en la vena de Ruby) Lo hago lo más rápido que puedo... Esto debe hacerse con calma.

Karai: (Molesta, frunciendo el ceño) Si, como digas... No te pongas cuidadoso con ella, si tienes que lastimarla solo hazlo.

Baxter: (Miro a la chica inocente) Si, lo sé.

Baxter Stockman es un mutante, es bastante delegado, tiene peinado afro, viste una camisa con un suéter rosa por encima, jeans y mocasines con calcetines azules con rombos. Ahora tiene una gran cabeza de insecto, con enormes ojos color verde, su mano derecha es desmesuradamente más grande y termina en una pinza, su piel ahora es más viscosa pero conserva su porte moreno. Posee alas de insecto para volar.

La chica solo miraba atentamente a lo que hacía el supuesto doctor o lo que fuera, para ella no importaba mucho realmente, se encontraba muy feliz, porque esa chica estuviera en ese estado, sin poder hacer nada para detenerlos.

Una muestra de su sangre podría revelar un gran secreto que alguien había querido ocultar por mucho tiempo, era el momento de saberlo y ella lo aprovecharía en su contra.

Sabía que la única persona que la había visto llevársela era Ruby, peor no despertaría, la droga que se le inyecto la dejo inconsciente por un largo tiempo así pasara, además de que el pobre de Leo, no alcanzo a verla... Posiblemente él no se dé cuenta de nada.

Podría deshacerse de Ruby, para poder conseguir el amor de Leo de cualquier forma posible, seguí siendo la hija de Splinter y volver como una heroína que trato de salvar a la pelicastaña, pero fue demasiado tarde. Ese plan era completamente diferente al que había planeado con Destructor, pero debía ver por sus intereses.

No le importaba traicionar a ese hombre, por lo que quisiera.

Además que con la muerte de Ruby, no solo obtendría una victoria, si no que si todo resultaba verdad, mataría dos pájaros de un solo tiro y le fascinaba ese concepto.

Al sacar la sangre de la jovencita, la coloco en un recipiente que estaba en un aparato de centrifuga, la cual comenzó a dar vueltas y mientras tecleaba en su computador.

Baxter: (Algo nervioso y cabizbajo) Esto tardara un momento... En un instante tendré los resultados.

Karai: (Lanza una risita, mientras se aparta de su lugar y camina hacia la camilla en donde se encontraba prisionera la chica) Muy bien, regresare en un rato. (Ríe) Jejeje... Cuida bien de mí querida amiga Baxter.

Al dirigirse a la chica, le apretó un poco el cuello, tratando de que esta dejara de respirar, pero pronto la soltó, sonriendo demencialmente, te hare sufrir como no tienes una idea.

La kunoichi se retira del laboratorio, dejando a solas al hombre mutado en mosca y a la pelicastaña inconsciente.

Baxter: (Mirado a la joven atada) ¿Qué fue lo que les hiciste para terminar así?

El mutante al servicio del Destructor, no parecía ser un mal tipo del todo, pues parecía que sentía una cierta simpatía por la joven que estaba allí. Pero no haría nada, su temor hacia aquel clan era mayor que cualquier cosa que pensara en ayudar a quien fuera.

Pasaron algunos minutos y de aquella maquina salió un sonido algo chillón, volviéndose molesto con el paso del tiempo, el resultado ya estaba, así que lo trascribió a sí mismo a una hoja de papel que se volvió físico en unos instante saliendo de la impresora, siendo arrancada por el científico loco.

Al mirar aquellos resultados, se sorprendió mucho por lo que mostraba, ya que sin duda alguna no se lo había esperado.

A lo cual voltio a ver a la jovencita pelicastaña, con los ojos bien abiertos.

Baxter: (Temblando un poco) ¿Quién es esta niña?

Un fuerte golpe se escuchó en la entrada, se dio la vuelta con pánico, pues quien menos quería ver, resulto está allí mirándolo.

Destructor: (Con una voz más gruesa de lo normal) ¡¡¡BAXTER!!! ¡¡¡¿TIENES LOS RESULTADOS?!!!

Baxter: (Nervioso, encogiéndose de hombros) S-Si... Aquí tiene... Señor...

Este le extendió el papel al sujeto de gran tamaño, el cual se lo arrebata sin más, provocando que el científico, haga un ademan de cubrirse su cuerpo con los brazos de mosca que tenía.

Destructor: (Mirando la hoja de papel) Veamos...

Karai: (Acercándose a él con suma atención) Esto será divertido.

Destructor: (Suelta una leve carcajada, arrugando el papel) Tiene un 99% de compatibilidad con el ADN de Splinter y una compatibilidad contigo del 84%. Sin duda ella es Miwa.

Karai: (Con los brazos cruzados, mirando a la pelicastaña) Así es que todo eso es verdad... Hola, querida prima, deberíamos ponernos de acuerdo para recuperar el tiempo perdido. (Ríe mostrando sus dientes).

Destructor: (Camina para fuera del laboratorio) Muy bien, guardemos este papel, para que Splinter vea quien es su verdadera hija y... (Se dirige al hombre mosca) Baxter mátala.

Baxter: (Se sorprende el hombre mosca, retrocediendo un poco) ¿Qué? Pero... Señor Destructor... Yo... No puedo.

Karai: (Encarando al mutante) ¿Acaso estas desobedeciendo lo que te ordena Destructor?

El pobre hombre, temblando ante la presencia del hombre de armadura, no pudo decir más, y solo asentir con la cabeza de forma solemne, acatando la orden de este y las de la hija que tenía.

Había hecho mucho daño a los demás, pero asesinar era algo que nunca creyó tener que cruzar esa línea, ahora tenía que hacerlo con alguien que no había conocido nunca y que ahora sabía que tenía una relación con la hija de ese maldito hombre.

Karai: (Sacando una kunai, caminad hacia la pelicastaña) Te voy a ayudar un poco...

Alzo el kunai, sobre la chica inconsciente, encajándolo en el abdomen de la chica, con una leve profundidad.

Karai: (Sonriendo por lo que había hecho) Ahora te dejo el resto a ti, divertirte Baxter.

La kunoichi salió del laboratorio, dejando al hombre mosca, con una gran angustia, por las órdenes que debía acatar y viendo como la sangre de la joven salía a borbotones de la herida que se le había hecho.

Suspiro pesadamente, no sería tan cruel como torturarla, así que se puso a combinar algunos químicos.

Baxter: (Mirando a la chica, mientras agitaba un tubo de ensaño) Pobre chiquilla. Tu muerte será indolora, lo prometo.