Capitulo 101 (Cita Parte 3)
---Equipo distractor---
Ruby: (Emocionada, mirando desde un edificio la puesta de sol) Es bellísimo.
Leo: (Sonriendo al verla tan feliz) Si es muy precioso.
La joven de cabellos castaños, se sentía realmente libre. Con el viento suave del atardecer de esa ciudad tan concurrida, esa hora era la única en la que por unos breves momento se puede ver el cielo azul, aunque se divisara muy contaminado, los tenues rayos del sol que se despedía, parecían ser para ella en ese pequeño instante.
Sus cabellos tan solo un poco más largos por encima de la cintura le llegaba, su flequillo bailaba al son de la brisa que pronto se convertiría en nocturna.
Pero aun que se sintiera libre y feliz, no pidió inhalar por completo, pues el aire del lugar no era que digamos limpio. Así que solo se limitaba a ver todo ese espectáculo, sentada en ese tejado con la compañía del mutante de bandana azul.
Ruby: (Sonriendo a la puesta del sol) Leo...
Leo: (Girándose a verla) Dime.
Ruby: (su sonrisa se denotaba más radiante) ¿Siempre es así de hermoso?
Leo: (Sonriendo, mientras suspira profundamente) No sabría decirte... Muy pocas veces logro ver un atardecer tan lindo.
Ruby: (Sonríe con una mirada cálida) Ya veo... ¿Por qué? (Se gira a verlo)
La chica aun estando en un semblante tan romántico, no podía dejar de lado su naturaleza tan curiosa como lo era siempre. Así que empezar con cuestiones sería algo divertido.
Leo: (Se puso algo serio) Mmm... Veamos. Debe ser porque al ser un ninja, viviendo entre las sombras. (Se gira a verla con una sonrisa) Debemos de cuidar nuestra identidad, es nuestro mayor tesoro.
La pelicastaña, sonríe al chico mutante. Pero parecía que no le convencía esa respuesta y lo hizo notar.
Ruby: (Asiente con la cabeza) Es verdad, los ninjas deben hacer eso, es muy diferente a lo que hacen los cazadores.
Leo: (Asiente y sonríe) Exacto.
Ruby: (Lo encara, algo seria pero demostrado su sonrisa) Pero... Esa no es toda la razón.
Leo: (El mutante se sorprende tanto por esa afirmación de la joven, pero rápido vuelve su sonrisa) Te diste cuenta...
Ruby: (Se acerca un poco a él, estando sentada) Bueno... Soy una cazadora y podemos... (Se acerca al chico, respirando más fuerte, como olfateando) Y podemos oler las mentiras desde lejos.
Leo: (El chica deja escapar una risa, un poco sonora, ante las acciones de la cazadora) Jajajajajaja, que graciosa.
Ambos chicos siguieron riendo por unos instantes, mas dejando que la puesta de sol siguiera, y el viento suave los rodeara por completo.
Pero la castaña fue la que paro rápidamente las risas, solo dejado su bella sonrisa expuesta.
Ruby: (Sonriendo, mirándolo seria) ¿Entonces?
Leo: (suspira, mirando hacia el cielo, poniendo sus manos apoyadas en el techo) Bien... ¿No es obvio?
Ruby: (Mirándolo, negando con la cabeza y algo confundida) No, para mí no es obvio.
Leo: (Suspira, le dedica una sonrisa) Nuestra apariencia, es la que nos obliga a no poder salir tan fácilmente a la calle.
Ruby: (Abre los ojos algo impresionada) ¿Por qué?
Leo: (Suspira, entendía que la joven no le captaba por completo) No es lo mismo, ser una cazadora que parece y es humana y algo muy diferente es que tortugas, mutantes, ninjas y adolecente aparezcan de la nada. (Ríe un poco nervioso) Jajajaja Los pondría realmente aterrados.
Ruby: (Lo mira con unos ojos tristes) Lo siento mucho.
Leo: (La mira con una sonrisa) No tienes que disculparte por nada. Es la verdad y ya nos acostumbramos.
Ruby: (Su mirada se comienza a entristecer más y cabizbaja) Debe ser muy duro todo eso.
Leo: (Encoge los hombros, mirando a la chica) Pues... Si lo fue, pero está bien, ellos no deben vernos, pero los cuidamos por todo mal. Eso es bueno ¿No?
Ruby: (Triste, con una voz algo ligera) Aquí son el equivalente a los faunos, aunque... Allá no es tan grave como aquí. (Levanta la mirada, con algunas lágrimas) Como lo siento... Por preguntarte todo esto.
El mutante de bandana azul, se sorprende al verla con lágrimas en esos bellos ojos cafés, provocando que se estremezca más de lo que deseaba. Aun con la marca del dolor la veía tan linda y una necesidad de cuidar de ella, se volvió más poderoso.
Leo: (Tomándola de los hombros, preocupado) ¿Por qué lloras?
Ruby: (Las lágrimas comienza a salir demás de sus ojos) Porque... Lo que debiste haber pasado... (Su leve llanto volvió) Lo que todos debieron pasar, debió ser horrible.
Leo: (Preocupado, negando con la cabeza) No, claro que no... Las cosas no han sido tan terribles como piensas.
Ruby: (Abrazando al mutante, quedando su cabeza en el pecho de él) La gente siempre desprecia a lo que teme...
Leo: (Niega con la cabeza, firmemente) A veces solo es miedo... Y actúan por instinto. (Sonríe) Los seres humanos de aquí no son tan malos.
Ruby: (Su llanto se comienza a tranquilizar) ¿Por qué piensas tan bien de los humanos?
Leo: (Sonríe al verla más calmada) ¿Por qué no hacerlo? También son seres vivos como nosotros.
Ruby: (Sonríe ante el comentario) Me gusta mucho como piensas. Tan positivo. (Deja escapar una risa) Jajaja Me recuerdas a mí, que siempre hago eso y Yang se molesta.
Leo: (Ríe divertido, recordando) Igual a mí, a veces cuando trato de ser positivo en todo... Raph también se molesta.
Ambos de nueva cuenta, volvieron a tener su sonrisa de hace unos minutos, sintieron como su sombra se había ido, pues ahora el sol desapareció y dio lugar a una estala de luces nocturnas tanto celestiales como terrenales y una luna de color algo amarillenta, con una figura algo delgada, no era una muy normal para los enamorados, pero quien en esta pareja lo era.
La pelicastaña, sentía como su corazón estaba alborotado, latiendo tan rápido que sentía que se saldría de su caja toraxica, al ver las estrellas y luego ver al mutante a su lado, sentía que era el lugar donde debía estar siempre, pues una extraña sensación se apodero de ella. ¿Amor? ¿Tranquilidad? ¿Pertenencia? ¿Confusión? Todas esas emociones se comenzaron a remolinar en su interior.
Pronto vio al mutante que estaba tan emocionado por la estala que se podía ver desde ese lugar tan alto. Noto que el hecho de ser mutante, esa condición no hacía que el fuera menos atractivo, bueno al menos ante los ojos de la chica de capa roja. Sus mejillas se tiñeron, sus manos estaban temblando, y su ser por completo nerviosa.
Rápidamente trato de ocultarlo, poniéndose la capucha, evitando que el pudiera ver sus mejillas rojizas y sus nervios se dieran a florecer, lo trataría de evitar, pro el ninja es muy listo y habilidoso, y se puede dar cuenta de sus alrededores en algunos casos.
Y este no era la excepción.
Leo: (Mirando a la pelicastaña) ¿Te encuentras bien Ruby?
Ruby: (Nerviosa, con una leve voz apenas audible) Leo... Esto... Esto...
El chico, se acercó más a ella, para poder escucharla, la cercanía le daba una experiencia única, pudiendo olor la fragancia que despedía. ¿Sera acaso perfume o su propio aroma?
Ruby: (Traga algo de saliva, nerviosa, sin mirarlo) Es... Esto... Acaso... ¿Una cita?
Leo: (El mutante, se comenzó a sentir nervios, sus mejillas rojas y con los ojos bien abiertos) Yo... Bueno... (Pasa su mano detrás de su cabeza) Se podría decir que... Si.
Ruby: (Levanta su mirada, aun con la capucha, sorprendida y la boca abierta) ¿Es enserio? ¿De verdad?
El mutante suspira pesadamente, pero era por el hecho de que ahora no podía dudar, todo lo que había ocurrido en el día, había sido perfecto para preparar todo el escenario. Y ahora se presentó el momento indicado para hacerlo.
Leo: (Asiente con la cabeza, serio, tomándola de la mano, arrodillado como una reverencia se tratase) Enserio que lo es.
Ruby: (Sorprendida, por la postura del chico, mientras ella aún seguía sentada con las piernas colgando al vacío) ¿Por qué yo? ¿Por qué aquí? ¿Por qué ahora?
Leo: (Sonríe, aun nervioso, pero teniendo valor) ¿Por qué no hacerlo? (Traga saliva) Lo que quiero decir es que... Solo contigo podría tener una cita.
Ruby: (Sus ojos se abrieron más por la sorpresa y sus mejillas sonrojadas) ¿Así? ¿Por qué?
Leo: (Suspira, tomando un poco de aliento, sus mejillas rojas, pero sus ojos llenos de decisión) Porque yo... Estoy ¡¡¡COMPLETAMENTE ENAMORADO DE TI!!!
Aquella declaración hizo que la joven cazadora, se sorprendiera tanto que comenzó a respirar de forma agitada, llevando la única mano libre que tenía hacia su pecho, su corazón latía como loco, sus mejillas era del color de sus vestimentas casi, era como si no pudiera creer, todo lo que estaba pasando y fue cuando cayó en cuenta que de seguro todo era una plan súper elaborado por todos, para que existiera esta oportunidad, el día había sido perfecto de cabo a rabo, con cada lugar, cada acción, cada reacción.
Simplemente perfecto, hermoso, genial. Sus ojos comenzaron a llenarse de algunas lágrimas traicioneras de felicidad, sus labios demostraron la sonrisa más bella que jamás nadie tuvo la oportunidad de ver y sin embargo existía el dueño de esa sonrisa o más bien el motivo de esta.
Cerrando sus ojos, la joven comenzó a experimentar la primera declaración de su vida, a la edad de ahora 16 años, por los labios de un mutante de otra dimensión y era muy feliz por lo que estaba viviendo.
Ruby: (Asiente con la cabeza, con las mejilla coloradas) Yo... Yo... ¡¡¡TAMBIÉN TE AMO!!!
El mutante solo necesitaba eso, para sentir que su corazón había sido flechado por quien sabe cuántas veces en ese corto tiempo. Se sentía muy feliz, súper emocionado, determinado, capaz de hacer tantas cosas, porque la chica que amaba le estaba correspondiendo de verdad. No era solo una intuición o una suposición de él.
Era la dulce verdad, la realidad en sí. Y no sabía de la emoción, así que sonrió emocionado. Levanto la capucha de la joven haciendo que sus cabellos bailaran por el viento que se estaba haciendo. Toco sus mejillas algo humedecidas, haciendo que los ojos de la joven se abrieran por el contacto tan cálido de esas manos, tanto toscas como amables.
Este limpio sus mejillas con las manos de esa marca de agua salada que estaba haciendo acto de presencia en la cara de la cazadora.
Sus miradas estaban entrelazadas en un momento mágico, único e imperdible. Que solo les pertenecía a ambos y que era su mayor tesoro de esa relación. El corazón latía, las pupilas se contraían, sonrisas que se demostraban de gran amor. Ahora era real, ahora de verdad estaba pasando, no era un sueño, no era fantasía, no, era amor.
Su amor.
Leo: (Mirándola con una gran calidez) Te ves tan hermosa Ruby.
Ruby: (Sonríe tímidamente, mirándolo a los ojos) Tú te ves muy guapo. Me gustas como eres.
Leo: (Acercándose a la cazadora) Me enamora como eres en cada parte de tu ser.
La lejanía de ambos se estaba acortando cada momento más y más, sus caras estaban tan cerca que podían sentir la cálida respiración del otro, sus ojos se podría decir veían al ser amado reflejado en la otra pupila.
Por instinto se acercaba, estaban listos para dar un siguiente paso tan rápido, en esta relación que en si oficialmente aun no lo era.
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