Capitulo 6
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Debí suponer que mi primo estaba involucrado en todo esto—soltó Sasuke, al momento de acercarse a casa de Ino y enfocar a Shisui recargado en su auto.
—¿Eh?—la joven volteó a mirar hacia Sasuke tras escuchar lo que dijo, no obstante, el azabache no dejó de mirar a su primo y a la rubia que acababa de salir a verlo. El auto estacionó, atrayendo la atención de la pareja. Tanto Ino, como Shisui, se quedaron perplejos al ver a Sasuke con Hinata. Hasta donde ellos recordaban, ese malhumorado no soportaba estar cerca de la joven.
—¡Tsuki!—la Yamanaka se apresuró llegando a ella—¿Que pasa? ¿Porqué estas con él?—la ojiluna estaba por explicar, pero Sasuke se adelantó.
—Porque me uniré a la salida con ustedes—lo dijo con tanta naturalidad, que cualquiera hubiera pensado que era lo mas lógico, o que uno de ellos lo había invitado, no obstante, el azabache no titubeó al afirmarlo.
—¿Que rayos te sucede? Además ¿quien te invitó?—Shisui no sabía a que estaba jugando su primo, pero no dejaría que les echara perder la noche.
—Tranquilo, no interferiré en tus asuntos—las chicas aún se hallaban atónitas con la declaración de Sasuke.
—No solo se trata de mi—en ese momento, un taxi arribó dejando a Tenten—¿lo puedes ver? No quiero que incomodes a las amigas de mi novia—Ino se sonrojó y sintió retumbar su pecho. Shisui le había robado el corazón y a esas alturas, estaba perdidamente enamorada de él. Sasuke mostró una sonrisa ladina, al percatarse de lo apegado que se había vuelto el mujeriego de su primo hacía esa chiquilla.
—Bien, eso tiene remedio—el menor de los azabaches se giró enfocando a la Hyuga—¿les molesta que los acompañe? ¿Se sienten mal con mi presencia?—a pesar de no mostrar emociones, sonrió mentalmente, sabiendo que Tsuki no podría negarse, a pesar de no sentirse cómoda a su lado—¿Y bien?—esta vez se enfocó en la castaña, ya que también a ella necesitaba persuadirla.
—Por mi no hay problema ¿tú que dices Tsuki?—la morena palideció, su amiga le estaba dejando a ella la decisión.
—Yo, bueno, lo que quiero decir...—la joven fue interrumpida.
—Lo estás escuchando tú mismo, ellas no tienen objeción, así que los acompañaré—Shisui negó con la cabeza y ya no tuvo argumentos para negarse. Sólo esperaba que su presencia no arruinara la primera salida de Tsuki, de lo contrario, Itachi le daría una lección a su hermano menor. Sonrió al imaginarlo y después pensó que quizás sería muy agradable ver esa escena.
—Por favor, dime que Shion-san no se unirá a nosotros—soltó Ino, atrayendo la atención de todos hacia ella, especialmente la del Uchiha—Lo digo por la cercanía que existe entre ustedes—Sasuke no esperaba escuchar algo relacionado a Shion y de inmediato miró como Tsuki bajó la cabeza evitando que la mirara.
—Hmph—el azabache no pudo refutar la acusación de la Yamanaka, pero tampoco podía dejar que Tsuki pensara que Shion era alguien importante en su vida—ella y yo, sólo somos amigos, no hay sentimientos románticos entre nosotros y si la encontramos durante la noche, no es por mi—Hinata suspiro desanimada, definitivamente, hubiera preferido no enconarse con Sasuke ese día. Sus emociones y sentimientos estaban descontrolados y sabía que de continuar cerca de él, todo empeoraría.
Habiendo terminado con los desacuerdos, Sasuke volvió a tomar la mano de la ojiluna con la intención de ir a su auto, no obstante, Shisui frustró sus intenciones.
—Tú—la atención de las chicas se dirigió hacia el mayor de los primos—puedes seguirnos si así lo deseas, pero ellas vienen conmigo... no pienso defraudar la confianza de tú madre, ni de tú hermano—el azabache menor chasqueó la lengua con molestia y no tuvo mas remedio que acceder.
...
—Ahora si nos explicarás que está sucediendo entre ese amargado y tú ¿porque llegaste con él? ¿Acaso se golpeó la cabeza y se olvidó que siempre se ha portado como un bastardo contigo?—Shisui sintió ganas de detener el auto para besar a su preciosa novia. Le fascinaba su personalidad, no obstante, también él tenía curiosidad por saber que se traía su primo entre manos.
—Confieso que aún estoy sorprendida, además ¿que es eso de querer acompañarnos?
—De hecho, no exactamente a nosotras dos—la Hyuga se sonrojó ante la sonrisa que mostraba Ino, la cual era dirigida a ella.
—Como les conte antes, por petición de Mikoto-san, estuve esperando fuera de su apartamento a que llegara un paquete y cuando finalmente me lo entregaron, abri la puerta para dejarlo adentro—la joven les relató lo ocurrido y como él se empeñó en agradecer por su tiempo. Lo único que tampoco ella logró comprender, fue la auto invitación, como tampoco, el repentino interés en permanecer cerca de ella.
Apenas arribaron al lugar, se encontraron con Sasuke y fue él, quien se encargó de pagar las entradas, como la mesa que ocuparían.
—¡Wow!—Tenten se emocionó al ver el lugar y giro tratando de captar la mayor cantidad de imágenes. Las personas bailando en la pista, las luces neón y las exóticas bebidas de colores, capturaron toda su atención, al igual que sucedió con sus dos amigas—Esto es mejor de lo que imaginaba—quizás la ojiluna hubiera dado su opinión al respecto, sin embargo, apenas podía concentrarse. La presencia de Sasuke tan cerca de ella, la tenía con las emociones a flor de piel.
—Esperen aquí, les traeré algo de beber... no tardó mi amor—el mayor de los azabaches le dio un beso a Ino antes de dirigirse a la barra de bebidas.
Sasuke estaba a punto de romper el incómodo silencio, cuando alguien más lo hizo—¡Chicas!—las tres amigas se giraron en dirección a la voz, encontrándose con Konan—Que sorpresa, nunca me imaginé encontrarlas aquí—las tres adolescentes sonrieron felices, mientras que el azabache sólo puso los ojos en blanco—¡Oh!—finalmente se percató de la presencia del Uchiha y no pudo evitar sorprenderse—¿Cómo estás Sasuke?—a pesar de se muy amiga de Itachi, ni Konan, ni sus amigos, socializaban a menudo con su apático hermano menor.
—Hmph—el chico sólo asintió con la cabeza en forma de saludo y en ese momento, se escuchó a Shisui hablando con dos varones a quienes él conocía muy bien.
—Miren a quienes me encontré—se acercó sonriendo—que coincidencia ¿no creen?—Shisui llegó acompañado de dos varones y sin más, se acera la mesa, dejando una cerveza para Sasuke y las llamativas bebidas de las chicas.
—Aquí tienes cariño—Yahiko se acercó a Konan y le entregó una copa, luego se enfocó en las personas con quienes conversaba su novia—Buenas noches señoritas... Sasuke—al Uchiha no le quedó otro remedio que ponerse de pie para saludar. Tenten miró con desánimo como Yahiko le plantaba un beso a la hermosa jefa de Tsuki, mientras que la ojiluna se sonrojaba tras la penetrante mirada del apuesto pelirrojo, quien no había dicho nada desde que se acercó.
—Así es, toda una coincidencia—soltó Sasuke, con sarcasmo y un poco irritado, tras notar la manera en que Nagato veía a Tsuki.
—Al parecer, estaremos muy cerca, así que los presentaré—la mesa de Konan estaba muy cerca de ellos y Shisui notó la incomodidad en las menores—esta hermosa señorita, es Ino, mi novia, así que nadie se le debe acercar—sabiendo como era Shisui, ellos sólo sonrieron divertidos—y ellas dos, son Tenten y Tsuki-chan... a pesar de no ser mis novias, también cuidó de ellas ¿de acuerdo?—de nuevo hubo sonrisas por parte de los mayores, sin embargo, el Uchiha no estaba mintiendo.
—Nagato Uzumaki, encantado de conocerlas—primero estrechó la mano de Tenten y le sonrió—Itachi, me ha hablado mucho de ustedes, especialmente de usted—lo dijo dirigiéndose hacia Hinata, quien al escuchar el nombre del azabache, sonrió genuinamente, mientras estrechaba la mano del atractivo pelirrojo.
—Y hablando de él ¿porque no está aquí con ustedes?—cuestionó Konan, tras notar la molestia de Sasuke. Era evidente que no le gustaba la cercanía de Nagato con Tsuki y eso le causó gracia, ya que hasta donde sabía, él no apreciaba a la chica.
—Está fuera de la cuidad arreglando asuntos importantes—respondió Shisui, abrazando la cintura de la rubia.
—Ya veo... bueno, nos retiramos a nuestra mesa, nos veremos mas tarde—luego de hacer una reverencia, los tres se dirigieron a su mesa y pronto llegaron mas compañeros uniéndose a ellos.
Como era de esperarse, Ino y Shisui se fueron a bailar, mientras que Tenten percibía la tensión con la presencia del Uchiha. A pesar de no decirlo, ellas sabían que Tsuki estaba enamorada de él, por lo tanto, sentían pena al verla siendo rechazada cada vez que se encontraban, incluso, la llegada de Shion, sólo aumentaba la carga emocional de su amiga y ahora, él deliberadamente se acercaba a ella, como si nunca hubiera pasado nada, lo cuál las confundió de sobremanera.
—¿Le gustaría bailar conmigo?—Sasuke fulminó con la mirada a Nagato, al verlo parado frente a Tsuki.
—¿Eh? Yo, bueno—Hinata estaba a punto de aceptar, no obstante, sintió el agarre sobre su brazo.
—Será en otra ocasión—el Uchiha se puso de pie sin soltar el brazo de la ojiluna—ya la invité yo y es conmigo con quien bailará esta noche—la morena no logró decir nada, ya que prácticamente fue arrastrada por Sasuke hacia la pista.
—Parece que alguien está celoso—soltó Nagato, tendiendo la mano hacia la castaña—y aunque se que esto no es apropiado, la invito a bailar, después de todo, la dejaron sola—Tenten asintió sin dudarlo y tras bailar un par de piezas, se dirigió hacia la mesa donde se hallaban Konan y sus amigos, con quienes también bailó durante la noche. Realmente se había divertido con ellos, sobre todo, cuando se reían del posesivo comportamiento del hermano menor de Itachi.
Mientras tanto, Hinata se sintió muy confundida, Sasuke no se apartó de ella durante toda la noche y hasta se negó a compartir la misma mesa donde estaba Nagato.
—¿Que le pasa a tú primo?—cuestionó Ino—¿Desde cuando le salió el interés por Tsuki-chan?—la rubia también estaba dudosa del azabache y francamente, no le gustaba su repentina cercanía con su amiga.
—Dedo decir, que tampoco yo tengo idea de lo que pasa por su cabeza—Shisui no tenía dudas, era obvio que Sasuke estaba muy interesado en la niña, sin embargo, prefirió omitirlo para no preocupar a su sobre protectora novia.
—Si te soy sincera, no me gusta su cercanía con ella, yo en lo personal, prefirió a Hidan-san, pero con su partida, los buitres comienzan a sobrevolar sobre Tsuki y ya debes haber notado que ella es demasiado buena para personas como tú primo—Shisui no pudo refutar, pues también él pensaba lo mismo—En fin, sólo espero que no la dañe, o se las verá con nosotras—el varón sonrió y le planto un tierno beso en la frente.
—Y no olvides a mis tíos, a Itachi y por supuesto, a mi—ambos sonrieron—entre todos, le daríamos su merecido si la hace sufrir—Ino pensó que bromeaba y continuó sonriendo, sin embargo, el muchacho hablaba en serio, estaba seguro que sus familiares, no perdonarían a Sasuke si dañaba a Tsuki, especialmente Mikoto e Itachi, quienes la cuidaban como a un preciado tesoro.
...
Cerca de media noche, Sasuke ya no pudo mantenerse indiferente ante las lujuriosas miradas que los tipos le lanzaban a Tsuki. No es que ella estuviera vestida de manera seductora, sin embargo, con las perfectas proporciones de su cuerpo, la chica lucía encantadora e irresistible—Vamos, es hora de regresar a casa—le ordenó luego de terminar de bailar. Hinata sabía que debía regresar temprano, dado que su padre así se lo pidió, pero sus amigas aún no parecían tener intención de regresar y no deseaba arruinarles la noche.
—Y-yo, regresaré con mis amigas en cuanto ellas lo dispongan—la Hyuga se reprendió por tartamudear frente a él—hasta luego Uchiha-san—estaba por ir hacia la mesa donde estaba Konan, dejando al azabache desconcertado.
—De ninguna manera dejaré que te quedes aquí con esos imbeciles queriendo desnudarte—soltó mordaz.
—¿Que?—la Hyuga se confundió.
—¿Ahora me vas a decir que no sabes lo que ocasionas vistiéndote de esa manera?—ella se sorprendió aún más y lo miró en busca de una explicación—Mira a tu alrededor y niégalo—tomándola de la cintura, la giró para que comprobara por ella misma a lo que se refería. La ojiluna quedó sorprendida al percibir las distintas miradas dirigidas a ella y sólo agachó la cabeza. No estaba acostumbrada a obtener esa clase de atención y obviamente, no le resultó agradable—Te lo dije... ahora vamos, yo mismo le avisaré a Shisui—Hinata miró en dirección a las chicas y comprobó que había muchas mas personas con ellas, especialmente varones, por lo tanto, siguió a Sasuke hasta su auto.
El trayecto fue en completo silencio, sin embargo, el azabache no dejó de robarle miradas a la linda y nerviosa chica. Ella parecía alerta, con miedo a que en cualquier momento él se detuviera y la hiciera bajar, tal como lo hizo en el pasado. Aún le incomodaba y lo hacía sentir miserable recordar esa mañana.
—Gracias por traerme Uchiha-san—apenas llegaron a la mansión de la familia Uchiha, ella se desabrochó el cinturón y salió del vehículo que había estacionado junto al auto de Itachi.
—Espera—Sasuke se apresuró a darle alcance—parece que quieres huir de mí ¿te sientes incómoda con mi presencia? ¿Te desagrada mi cercanía?—cuestionó, acercándose peligrosamente al rostro de la chica, la cual trató de retroceder sin lograrlo—Responde a mis preguntas.
—Con todo respeto Uchiha-san ¿que es exactamente lo que desea? Ambos sabemos que usted nunca ha tolerado mi presencia y no entiendo su comportamiento hacia mi—espetó la chica lo que había estado dandole vueltas en su cabeza desde que se acercó a ella esa tarde.
—Si te dijera que estoy arrepentido de mi comportamiento hacia ti ¿me creerías?—no necesitaba una respuesta, dado que la expresión incrédula en el hermoso rostro de la joven se lo dejó muy en claro, sin embargo, no pensaba rendirse. Él había construido esa barrera que ahora no lograba atravesar y él mismo, se encargaría de derrumbarla hasta acceder a ella.
—Es tarde y debo llamar a mi padre para avisarle que estoy bien... de nuevo gracias por traerme—su intención era alejarse, no obstante, Sasuke no se movió de donde la tenia aprisionada entre el auto y su robusta anatomía.
—Mientras estabas en el antro no pensabas que ya era tarde ¿porque repentinamente quieres alejarte?—sabia que estaba portándose como un idiota, pero en realidad no le importaba, sobre todo, al estar tan cerca de ella, donde podía inhalar el encantador aroma que despedía. Sus sentidos estaban dislocados y no lograba pensar con claridad, lo único que tenía seguro, era que no quería alejarse de su reconfortante calidez.
—Debe ser que no mire la hora—respondió Hinata sin querer verlo al rostro—Ahora le pido que me permita marcharme—evaluando sus alternativas, la ojiluna buscaba un plan de escape, lamentablemente, las opciones eran nulas.
—Despídete de mí, como si lo hicieras de mi hermano—no sabía de donde había sacado esa petición, misma que pidió sin pensarla y ahora esperaba que ella cumpliera.
—P-pero...—ella se quedó pasmada ¿que mosca le había picado a Sasuke para pedirle tal cosa? Él no era Itachi y no iba poder comportarse de la misma manera.
—Se hace mas tarde y si continúas negándote, solo preocuparas a tu padre—vacilante, la ojiluna se acercó a él y lo abrazó antes de darle un ligero beso en la mejilla, sin embargo, Sasuke le tomó la cintura y volteó el rostro rozando sus labios con los de ella. La electricidad que ambos experimentaron lo dejó en silencio durante unos segundos, hasta que Hinata logró liberarse y se fue casi corriendo a la seguridad de su habitación, ubicada en el patio trasero. Su corazón latía con irregularidad y su rostro se tornó rojo. Mientras que Sasuke sonrió genuinamente, al mismo tiempo que acariciaba sus labios.
[...]
Taizo sonrió satisfecho al terminar la llamada con su mejor amigo. Tal como lo pensó, los hermanos Otsutsuki, opinaron lo mismo sobre la información que les envió acerca de esa linda chica y ahora se propuso a envolver en una bolsa plástica, los palillos de ramen que acababa de desechar la joven de cabello azulado. Eso era todo lo que tenía que hacer, pues con las pruebas de ambas, pronto comprobarían si una de ellas llevaba sangre Otsutsuki, o si por el contrario, se habían vuelto a equivocar.
Sus planes eran volver a donde estaban los hermanos Otsutsuki, sin embargo, el mismo Ashura, le pidió seguir vigilando, puesto que de tener buena suerte en las pruebas sanguíneas, no querían volver a perderla de vista, ademas, los hermanos le aseguraron que próximamente estarían visitando Konoha.
Llevaba días vigilando los movimientos de ambas chicas y al ser un observador, pudo apreciar varias cosas que quizás pasarían desapercibidas para otros. Una de ellas, era la insistencia de Shion en estar cerca de Tsuki y la otra que lo dejó algo sorprendido, fue la cercanía del menor de los Uchiha, también con la joven de cabello azulado. Hasta donde había averiguado, ese hombre era amante de Shion, quien visitaba constantemente su apartamento y en los últimos días, él parecía aparecer en los mismos sitios que frecuentaba Tsuki y sus amigas.
¿Se trataría de un triángulo amoroso? Se preguntó al ver a Sasuke sentado en la cafetería dónde trabajaba Tsuki, sin quitarle los ojos de encima.
Taizo se perdió tanto en sus pensamientos, que no fue consiente del momento exacto en que alguien lo llamó—Buenas noches ¿está listo para ordenar?—el varón trago su propia saliva, al encontrarse frente a frente con la joven que investigaba y al tenerla tan cerca escuchando su voz, se sintió mas abrumado. Esa chica prácticamente era el clon de Hikari—¿Se encuentra bien?—Hinata se preocupó al ver al hombre tan conmocionado.
—Si, si, lo siento—Taizo sonrió sintiendo como su falso bigote le hacía cosquillas—Quiero el especial y una taza de té por favor.
—En seguida—la chica le hizo una respetuosa reverencia, dejándolo cada vez mas convencido de su verdadera identidad. Minutos después, ella le entregó el pedido y antes de alejarse, le sonrió con dulzura.
Mientras disfrutaba la cena, se dedicó a observar el intercambio de miradas que Tsuki compartía con el Uchiha y cuando pensó que no podía impresionarse más, sonó la campana de la puerta, obligándolo a voltear para ver de quien se trataba. Decir que estaba sorprendido era quedarse corto, Taizo no lo podía creer, a pesar de las oscuras orbes, posiblemente ocultando las perladas, tenía la certeza de estar viendo a Ko Hyuga, el mismo hombre que estudio durante largo tiempo en aquellas fotografías proporcionadas por los hermanos Otsutsuki. Sin llamar la atención de los involucrados, tomó su celular y grabó el momento exacto en el que la joven corría entusiasmada a los brazos del hombre mayor, a quien llamó padre. No cabía duda, eran ellos, los había encontrado.
[...]
Ko llegó apresuradamente a la cafetería dónde trabajaba Hinata. A simple vista, todo era parte de su rutina diaria, sin embargo, desde la noche que su princesa salió con sus amigas, algo dentro de su pecho le gritaba que las cosas no estaban bien. El Hyuga buscaba señales de peligro en todos lados y no logró encontrar algo que le diera luz a ese miedo que sentía.
Realizaba sus labores tal como lo había hecho los últimos años viviendo en Konoha, pero sus instintos le decían que debían huir. No quería parecer paranoico, pero cada vez que sintió la misma ansiedad, era porque el peligro estaba muy cerca de ellos.
Y como si las cosas no pudieran estar mas complicadas, ahora el hijo menor del matrimonio Uchiha, parecía empeñado en atraer la atención de su hija... muy irónico, dado que ella siempre estuvo queriendo ser notada por él y repentinamente, despertó su interés. No confiaba en ese muchacho y a pesar de estar en deuda con la familia Uchiha, su corazón rechazaba a Sasuke. No podían culparlo, pues ver innumerables lágrimas de su niña, no fue una sensación agradable y siempre fueron causadas por ese arrogante chico.
Suspiro tratando de alejarse de los malos pensamientos y apenas abrió la puerta de la cafetería, sus orbes captaron la figura del menor de los Uchiha ¿cómo podía estar tranquilo si ese muchacho parecía un lobo acechando a su presa?
—Papá—toda la amargura que estuvo sintiendo durante el día, se esfumó, apenas escuchó ese llamado y acto seguido, su princesa se arrojó a sus brazos. La ojiluna estaba muy nerviosa por la insistencia de Sasuke en acercarse a ella, incluso se había estado presentando en la mansión Uchiha, encontrando cualquier pretexto para coincidir con ella.
—¿Estas lista mi niña?—la chica asintió y como ya se había hecho costumbre, uno de los cocineros les entregó una bolsa con la cena para ambos. Salieron en busca de un taxi, ya que Ko optó por no conducir y antes de lograr acercarse a la acera para hacer la señal, Hinata se distrajo y sin querer, chocó de frente con alguien perdiendo el equilibrio. Se preparó mentalmente para la caída, no obstante, lo único que sintió, fue el calor corporal de unos fuertes brazos.
—Lo lamentó—se sonrojó de sobremanera al verse aún sostenida por el desconocido. Avergonzada, levantó el rostro para ver a la persona que no parecía tener intención de soltarla y al hacerlo, la joven se quedó perpleja. El apuesto hombre se asemejaba a una estatua, no se movía y su mirada pareció atravesarla por dentro.
—¿Que pasa cariño?—Ko se percató de que su hija no estaba justo a él y al voltear, sólo logró ver la ancha espalda de un varón, mismo que sostenía el frágil cuerpo de su hija. Intrigado, retrocedió y se colocó frente al tipo.
—No se preocupe señorita, yo también estaba distraído—las orbes del desconocido, se posaron en Ko y tras sonreír, lentamente aflojó el agarre de Hinata. Su mirada volvió hacia ella y al verlo sonreír, Ko palideció, algo en ese hombre le recordó a Kaguya.
—¡Oye tú! ¿Que te pasa...? Suéltala—los Hyuga reaccionaron ante la furiosa orden. Sasuke tomó el brazo de Hinata y la colocó tras él, para enfrentar al sujeto que parecía divertido mientras los veía, cosa que logró irritarlo mas de lo que ya estaba. El azabache se quedó pagando la cuenta y refunfuñó molestó al no poder acceder a la joven que se había apoderado de todos sus pensamientos y cuando se disponía a salir, apreció lo sucedido con ella y el desconocido. Sin detenerse a pensarlo, salió enfurecido y la alejó para que ya no fuera visible.
—Tranquilo, sólo le ayude a la señorita—replicó el extraño sin dejar de mirar a las tres personas frente a él.
—Hmph—el Uchiha le devolvió la mirada arrogante.
—¡Papá!—la chica gritó asustada al ver a su padre a punto de colapsar. Sasuke reaccionó y ayudó a sostenerlo.
—Vamos, lo llevaremos al hospital para que lo revisen—sin esperar respuesta, el azabache los condujo hasta su auto y sin volver a mirar al extraño, se marchó a toda prisa.
—Aguanta papá, estamos cerca del hospital—Hinata sostenía a Ko y pronto aparecieron sus lágrimas.
—No—Ko de inmediato sacudió la cabeza y se recompuso—Estoy bien cariño, sólo me dio un mareo sin importancia—como era de esperarse, le pidió al azabache que no fueran al hospital y a pesar de las protestas de Hinata, Sasuke obedeció el pedido del castaño.
—¿Estás seguro que te sientes bien?—el mayor asintió y le limpió las mejillas a la niña—Eres todo lo que tengo y no quiero que nada malo te pase—el corazón del Hyuga se derritió ante esa declaración, sin embargo, no fue sólo el corazón del castaño el que se vio afectado. Sasuke se estremeció tras escucharla, mientras la veía ocasionalmente por el espejo retrovisor. La chica se veía tan asustada, tan frágil ante el miedo de perder a su única familia, que incluso dolía. Sus pensamientos se fusionaron en uno solo... quería protegerla, mantenerla tranquila y feliz a su lado.
—No temas—le besó la frente con cariño—papá estará siempre a tu lado para mantenerte a salvo ¿de acuerdo?—le pregunto, olvidando que había alguien mas escuchando.
—¿Lo prometes?—a Hinata le ocurrió lo mismo, ya que después de ver el estado de su padre, sólo pudo pensar en él.
—Lo prometo—luego de esa afirmación, todo quedó en completo silencio.
Sasuke insistió en dejar a Ko en su casa, pero él se negó, pues su intención era asegurarse de dejar a su hija sana y salva, dentro de la protección de los terrenos Uchiha. El pálpito en su pecho no podía ser sólo una coincidencia, él sabía que algo malo estaba por suceder y la presencia de ese extraño hombre frente a la cafetería, aumentaba su miedo. Tenía ahorros suficientes para huir de Konoha y comenzar una nueva vida en otra ciudad. El único problema era su Hinata, ella estaba por graduarse y no iba ser fácil pedirle que se mudaran, por lo tanto, necesitaba encargarse de preparar todo antes de decírselo. Por otro lado, aún no quería decirle nada a los Uchiha, ya que estaba seguro que tratarían de persuadirlo para que no se fueran.
—Gracias por traernos Uchiha-san—Sasuke respondió la reverencia del castaño y miró hacia la chica—Te espero en tú habitación—Ko se alejó para que los jóvenes se despidieran.
—¿Estas mas tranquila?—el chico se acercó a ella y le colocó un mechón de cabello tras la oreja, haciéndola sonrojarse.
—En realidad, me asusté mucho—declaró dando un suspiro—papá siempre ha sido mi héroe, él es todo lo que tengo en este mundo y esta es la primera vez que lo veo así—sin pensarlo, Sasuke se acercó y la atrajo hacia su pecho. No sabía que le estaba pasando, pero le dolía verla tan vulnerable. Hinata se tensó, pero poco a poco, se dejó envolver por la calidez del azabache.
—A partir de mañana, seré yo quien te recoja en la cafetería—el rostro de la joven dejó el cálido pecho masculino y se dedicó a mirarlo ¿que había dicho él? ¿Acaso escuchó bien?—dile a tu padre que no se preocupe y déjalo descansar.
—Pero—ella trató de argumentar, ya que no estaba segura de aceptar, sin embargo, tampoco quería que su padre estuviera despierto hasta esa hora sólo por ir a recogerla.
—Sin peros, esto facilitará las cosas y tú padre se sentirá mas tranquilo—antes de despedirse, Sasuke hizo lo mismo que la última vez que estuvieron juntos, la única diferencia, era que en esta ocasión, se permitió apegar mas sus labios a los de ella. La chica cerró los ojos mientras las mariposas hacían acto de presencia en su interior—Anda, ve a descansar—la chica se alejó en busca de tranquilizar los frenéticos latidos de su corazón.
[...]
Los días pasaron rápidamente, hasta convertirse en semanas. Ko se había estado ausentando de Konoha, constantemente, con la intención de buscar un lugar seguro para refugiarse con su hija. No había vuelto a encontrarse con ese tipo extraño, ademas, el menor de los Uchiha se empeñó en ser el responsable de recoger a Hinata y eso le daba una leve sensación de tranquilidad, sin embargo, la opresión en su pecho no lograba desaparecer. Se sentía observando y por mas que trataba de encontrar el responsable, no obtuvo resultados.
Afortunadamente, logró conseguir una pequeña casa en Ame, la cual contaba con espacio suficiente para montar un restaurante. Tras estar preguntando a los residentes, supo que la cuidad era muy unida y casi no contaba con turismo, lo cuál logró convencerlo.
Durante las visitas que había estado dando, se encargó de ir amueblando la casa, especialmente, la recámara de su princesa.
No se quejaba del cansancio al realizar dos trabajos, ni de dormir por apenas tres o cuatro horas, pues en su mente, necesitaba ahorrar tanto como fuera posible. El objetivo principal, era radicar definitivamente en Los Estados Unidos, en ese país, sería mas fácil pasar desapercibidos y de esa manera, su hija lograría tener una vida normal. Sólo faltaban unos meses para que su hija graduara y dos semanas después, se mudarían
[...]
—¡Cíelos!—Indra suspiró y dejó caer su espalda contra la silla de su oficina.
—¿Entonces?—Ashura entró sin ceremonias y se paró frente a su hermano en espera de una respuesta. Apenas se enteró que los resultados del laboratorio habían llegado, salió corriendo para saber las noticias—¿Que dicen los resultados sobre esa chica, Shion? ¿Es ella? ¿Se trata de nuestra niña?
—Míralo tú mismo—sin más, el mayor le arrojó los resultados.
—Negativo... no hay duda, ella no es Hinata—Ashura sonrió complacido, pues después de ver el vídeo que envió Taizo donde aparecía un hombre muy similar a Ko, ya no tenía dudas sobre la verdadera identidad de la chica llamada Tsuki.
—Así es, pero no te emociones antes de tiempo... recuerda que debemos esperar por los resultados que nos lo confirmen. A pesar de sentirme muy optimista, no daré nada por sentado hasta que nos lleguen sus resultados.
...
—¿Y cuando crees que estén listos los análisis?—cuestionó Ashura días después de haber comprobado que Shion no tenía parentesco con ellos. el ya estaba desesperado, necesitaba saber. Se sentía tan ansioso, que incluso temía que al comprobar lo que ya intuía, ellos volverían a desaparecer. De pronto escucharon a la secretaria de Indra, avisando que alguien quería verlos.
—¿Tiene cita?—el mayor no estaba de humor para ver a nadie, por lo tanto, si no tenía cita acordada, no recibiría a nadie.
—No, pero insiste en verlos, a usted y a su hermano—ambos fruncieron el ceño—dice que es algo importante y que no tiene nada que ver con negocios.
—Bien, dile que pase—los dos varones dirigieron sus orbes hacia la puerta. Indra era quien mas irritado se mostraba, mientras que Ashura, demostraba curiosidad.
—Buenas tardes, disculpen mi intromisión—con la misma seriedad que Indra, entro el visitante.
—¡Neji-san!—ambos se sorprendieron al ver el muchacho frente a ellos, pues no habían quedado de reunirse y mucho menos viviendo en diferentes países. Los tres se saludaron y le pidieron a la secretaria, traer un té para el Hyuga.
—Como ya les dije, lamento mucho venir sin avisar, pero estoy aquí para cerrar un negocio y quise aprovechar para preguntarles sobre esa chica de nombre Shion—el muchacho tenia todas sus esperanzas puestas en esa joven y ya no veía la hora de conocerla para llevarla con su familia. Los Otsutsuki se miraron entre si y sintieron pena por lo que dirían.
—No hay problema, tu no necesitas avisar que vendrás aquí—aseguro Ashura, con nerviosismo. Indra negó con la cabeza ante el comportamiento de su hermano, quien prefería darle vueltas al asunto, en lugar de enfrentarlo directamente. En su opinión, eso a pesar de ser duro y quizás cruel, era mejor que dar falsas esperanzas.
—Un par de días atrás recibimos los resultados—Neji miro a Indra con suma ansiedad.
—¿Es ella? ¿Es Hinata?—no era su costumbre anticiparse, sin embargo, ya no podía esperar mas. El mayor de los hermanos abrió un cajon del escritorio y sin mas preámbulos, le entregó los resultados al Hyuga—Negativo—Neji se dejó caer en la silla y se llevó una mano a la cabeza. Ese no era el resultado que esperaba ¿ahora que haría? No tenía mas pistas y su tío, se veía cada vez mas decaído. Hiashi parecía estar perdiendo las esperanzas de algún día poder encontrar a su hija y ese hecho, los tenía muy preocupados.
—Toma esto—Ashura le entregó el té que trajo la secretaria—entendemos tu frustración, pero no debemos darnos por vencidos.
—¿Y como no hacerlo?—cuestionó desanimado—Esa chica era lo único con lo que contaba y por ende, la única esperanza de que mi tío...—ya no hizo falta decir nada, pues ellos entendieron lo que quería decir. Lamentablemente, prefirieron guardar silencio sobre Tsuki, podía verse como algo cruel, sin embargo, sería mas cruel volver a darle falsas esperanzas.
—Nosotros tenemos una promesa que cumplir y mientras tengamos un soplo de vida, ten por seguro que jamás nos rendiremos... en esta ocasión no resultó, pero eso nos hará desistir y estoy seguro que compartes el mismo sentimiento ¿no es cierto?—ahora fue Indra quien tomó la palabra y Neji asintió, sin embargo, quedó claro cuán derrotado se sentía.
[...]
—Esto tiene que ser una maldita broma—Shion estaba histérica y sin poder evitarlo, las lagrimas hicieron acto de presencia.
—¿Que te sucede? ¿Acaso estás loca?—Kimimaru salió de la habitación de invitados, ubicada en el apartamento de la chica y tras escuchar los gritos, salió para ver que nuevo berrinche estaba haciendo esa tonta mujer.
La chica lo encaro y se mostró mas furiosa de lo que ya estaba—Maldigo la hora en que me dejé convencer para colaborar contigo—el varón sonrío con malicia—Por dejarme envolver en tu juego, perdí al único hombre que he amado... ¡mi Naruto-kun!—sollozo arrojando los jarrones y demás objetos que estuvieron a su alcance y acto seguido, se derrumbó sobre el piso sin dejar de llorar.
El varón dejó la patética escena y ordenó comida de un restaurante cercano, después de todo, ella no era buena cocinando.
Mas tarde, Shion se puso de pie con la mirada perdida, sin embargo, se veía decidida, al momento de desbloquear el celular para realizar una llamada—¿Tienes hambre? Ordene para ambos—le dijo el con indiferencia, tal como si nunca la hubiese visto llorando, no obstante, la fémina lo ignoró dirigiéndose a su habitación y alrededor de media hora, salió arreglada, mostrando la misma mirada vacía—¿A donde crees que iras?—la paciencia del varón se terminó y le tomó el brazo con brusquedad.
—Ya lo escuchaste, me encargaré de resolver este problema—molesta, se deshizo del agarre y volvió a intentar marcharse.
—No harás nada ¿me escuchaste?—Shion se molestó.
—¿Que demonios te pasa? ¿Quien te crees que eres para decidir por mi?
—Alguien que paga por tus servicios—respondió despreocupado.
—Esto no tiene nada que ver con nuestros negocios—replicó la chica.
—Quizás no estaba inicialmente en los planes, pero si lo piensas bien, esto puede ser muy beneficioso para mis propósitos.
—Eso no me importa y...—ella no terminó la protesta, pues se vio confinada contra la pared. Kimimaru se veía furioso y por primera vez desde que lo conoció, Shion sintió temor.
—Tu harás lo que yo diga—le levantó el mentón con brusquedad y la obligó a mirarlo—recuerda que todo me lo debes a mi, incluso tu propia libertad—sin mas, la beso con brusquedad y cuando se sintió satisfecho, la arrojó sobre el sofá—Ahora prepara la mesa—limpiándose las lágrimas, Shion obedeció la orden del varón. Naruto cada vez estaba más lejos de ella y ese hecho, le dolía en lo mas profundo.
[...]
—¿Pasa algo cariño?—Mikoto se acercó a su hijo mayor, quien veía por la ventana hacia las dos personas que hablaban cerca del patio trasero.
—Desde que Tsuki le recogió los documentos a Sasuke, ellos se han estado viendo a diario—la fémina se acercó y sonrió con ternura al ver a su hijo menor abrazando a Hinata.
—Si, ya lo he notado y no sabes lo feliz que me hace verlos tan unidos... quizás se cumplan mis deseos y ellos terminen casándose—Chiyo le contó a la azabache, que incluso los vio besándose en varias ocasiones.
—Quisiera tener tu mismo optimismo, pero no estoy seguro de las verdaderas intenciones de mi hermano.
—¿Que quieres decir? ¿Piensas que quiera burlarse de ella?—la fémina tembló con la idea—He visto el cambio de Sasuke y estoy segura que es por ella—la Uchiha, podía asegurar que había amor en los ojos de su hijo menor y agradeció que no fuera hacia esa joven de nombre Shion, misma que no acababa de gustarle. Había algo en ella que le hacia estar alerta y lo mismo le ocurría a Chiyo.
—Temo que lo este haciendo por ganarme—así era, Itachi temía que para Sasuke, solo se tratara de una competencia. Mikoto negó con la cabeza y se alteró—Tranquila—se apresuró a aclarar las cosas, antes que ella lo mal interpretara—no estoy enamorado de Tsuki, pero Sasuke si lo cree y eso es lo que me preocupa.
—Tu hermano no seria capaz de...—la azabache se llevó las manos a la boca y fue en ese momento, en que Itachi observó el miedo en sus orbes.
—No nos adelantemos madre, quizás sólo estamos preocupándonos antes de tiempo—lo dijo para calmar a Mikoto, ya que él siguió con las sospechas. Sin lugar a dudas, iba tener una sería conversación con su hermano.
[...]
Por otro lado, Hinata aun se encontraba desconcertada. Shion se le acercó durante las clases y le animó a aceptar a Sasuke. La ojiluna estuvo muy preocupada los últimos días, pues creyó que Shion se lo iba tomar mal, sin embargo, resultó que ya lo sabía e incluso, la animó.
Cuando le preguntó sobre su relación anterior con Sasuke, Shion se miró desinteresada y aseguró que lo que hubo en el pasado, ya no tenía importancia, no obstante, había algunos comentarios que lograban herirla, sobre todo, los referentes a los gustos del Uchiha y su comportamiento durante su relación.
Ino y Tenten, le pidieron estar alerta, era evidente que no confiaban en Shion. Todo lo sucedido, la tenía muy confundida, sin embargo, apenas llegaba Sasuke y la abrazaba, ella se olvidaba de todos sus miedos e inseguridades. Él le aseguró que cuando graduara de la escuela, anunciarían su noviazgo a todos sus familiares y ella estuvo de acuerdo, por lo tanto, ya contaba los días para que eso sucediera. Necesitaba contárselo a las personas que amaba, su padre, Itachi y Mikoto, pues sus amigas ya lo sabían.
—¿En que piensas princesa?—la ojiluna se sonrojó, al ver a Sasuke vistiendo ajustados vaqueros, con una camiseta sin mangas. El la convenció de ir a su apartamento, luego de salir a cenar y ahora, no estaba segura de que hubiera sido una buena idea aceptar, sobre todo, al mirar la decoración colocada tal como se la detalló Shion. Si bien es cierto que ella ya había estado ahí, no prestó mucha atención a los pequeños detalles y ahora que se la describieron, sentía que el corazón le latía dolorosamente.
—En que no le avise a nadie que estaría aquí—respondió con parte de la verdad.
—Dijiste que tu padre salió de la ciudad y mi madre, cree que estás con tus amigos—se sentó junto a ella y la abrazó—No te preocupes por nada, este momento es solo nuestro—la joven soltó un jadeo al ser sentada sobre el regazo del azabache—Bésame—le ordenó con la voz ronca y ella ya no se pudo resistir. Estaba perdidamente enamorada de él, que incluso se olvidaba de todo y solo se dedicaba a cumplir sus deseos.
Continuara.
Lamento mucho la demora, pero aquí está otro capítulo. En el próximo, se vienen fuertes acontecimientos, trataré de relatarlos en uno o dos capítulos, para avanzar hacia el Izuhina.
Lamento los posibles errores de ortografía que seguramente se me quedaron sin que los notara, apenas los encontré y los iré corrigiendo. La imagen no es de Kimimaru, solo busque a alguien que se le pareciera, tampoco me pertenece y los créditos son para su creador.
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