Capitulo 4

Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.

Indra se frustró, por más que intentó recaudar información sobre el pasado de esa chica, no logró encontrar nada. La niñez de ella parecía estar bien escondida hasta la adolescencia.

El Otsutsuki tenía sentimientos encontrados, por un lado, deseaba poner fin a la búsqueda de su sobrina y así, darle paz a la memoria de Hikari, pero si esa joven en verdad resultaba ser Hinata... Se palpó las cienes con frustración, por lo que logró averiguar, esa joven resultó ser todo menos recatada y confiable. Aparentemente, se dedicaba a vivir de los hombres y los últimos eran Naruto Namikaze y Sasuke Uchiha, quienes luego de ser mejores amigos, se convirtieron en enemigos por causa de ella. Seguramente, Hikari estaría muy triste de ver en lo que se convirtió su preciada niña, sin embargo, tampoco podía culparla. Nadie sabía que tanto tuvo que pasar esa chica para sobrevivir, sobre todo, huyendo de un lugar a otro.

—¿Pasa algo? Te miras frustrado—Ashura entró a la oficina de su hermano y miró la gran cantidad de documentos esparcidos sobre el escritorio.

—No logró saber nada sobre esta chica, es como si alguien se hubiera tomado el tiempo de borrar su pasado y cuando digo borrarlo, me refiero a edad, fecha y lugar de nacimiento, nombre de sus padres, familiares cercanos... no hay nada sobre ella—Ashura frunció el ceño y tomó los documentos mas cercanos para ver a lo que se refería Indra.

—Tienes razón, es extraño—Ashura sostuvo una de las fotografías y se enfocó en la joven que aparecía en ella—¿y crees que ella sea nuestra sobrina? ¿Se tratara de Hinata?

—No lo se, es difícil estar seguros sin realizar pruebas sanguíneas de Hiashi-san con las de ella, además, en los datos que conseguí, no se menciona al acompañante del Hyuga, a quien cuidó de Hikari-chan y quien escapó con la bebé.

—¿Crees que lo hayan asesinado? Quizás a eso se deba la falta de información sobre esa joven.

—Esa es una probabilidad, sin embargo—se quedó callado por unos momentos y suspiró antes de volver a iniciar lo que le oprimía el pecho—no lo se, tal vez se traté de mi imaginación, pero no siento nada al mirar estas fotos.

—¿Que quieres decir?—Ashura se enfocó en las otras fotografías queriendo entender a su hermano.

—Quizás al conocerla personalmente esto cambié, pero no siento a lo que comúnmente le nombran, el llamado de la sangre—repuso sintiéndose culpable, pues tal vez le ocurría eso por saber sobre el deplorable comportamiento que tenía esa chica, de ser así, nadie podría negar que heredó la personalidad egoísta de Kaguya, incluso su cabello se asemejaba al de la Otsutsuki mayor.

—No puedo objetar sobre ese punto, sobre todo, sabiendo que tú casi nunca te equivocas—era cierto, Indra era muy intuitivo y cuando alguien no le daba buena vibra, raramente se equivocaba, a eso se debía la advertencia que le dio a Hiashi cuando se dedicó a cortejar a Hikari y terminó creyendo en las personas equivocadas.

—En esta ocasión, no se si prefiero continuar buscando a Hinata, negándome a que alguien con ese historial sea hija de nuestra Hikari, o quiero que sea ella y así terminar de una vez por todas con esta tortura que hemos vivido desde que ella murió, de ser así, lograríamos también darle paz a los Hyuga, especialmente a Hiashi-san, quien ha sufrido tanto la pérdida de su amor y también de su primogénita.

—Bueno, estoy en un dilema y lo único que se me ocurre, es mandar a seguir a esta joven. Digo, si ella es Hinata, no tardará mucho en mencionar a Ko-san, después de todo, él se haría pasar por su propio padre y como tal, debe haber dejado indicios de su existencia—Indra estaba de acuerdo con su hermano y optó por no adelantarse a los hechos, después de todo, él se fijó en esa joven por sugerencia de Neji y como se los dijo el castaño, sólo la investigarían sin adelantar nada. En un caso tan imponente como ese, no se da nada por sentado hasta no obtener el cien por ciento de todas las pruebas y estás incluían los análisis de ADN, esa clase de pruebas no dejaban lugar a las dudas.

—Quizás nos brinquemos algunas reglas y nos adelantemos directamente a los análisis—sugirió Indra—me parece mas efectivo y rápido, ademas, sólo necesitamos cosas muy simples como cabello y saliva.

—En ese caso, tengo a la persona perfecta para encargarse de seguir sus pasos hasta que logre obtener una lata de refresco, goma de mascar, o un cabello perteneciente a esa joven—Ashura señaló la fotografía mostrando a Shion.

—¿A quien te refieres?—Indra sintió curiosidad por la persona que sugería su hermano menor.

—Taizo ¿quien más?—el Otsutsuki mayor puso los ojos en blanco y negó con la cabeza. Su hermano debía haberse vuelto loco.

—Él es el menos indicado para esto... el muy tonto sale corriendo a la primer señal de peligro ¿como puede realizar una investigación seria?

—Justo a eso me refiero... piénsalo ¿quien sospecharía de Taizo? Además, casi nadie sabe que es mi mejor amigo, por lo tanto, le resultara fácil mezclarse con las personas cercanas a la chica—aseguró con entusiasmo y con plena seguridad del éxito.

—Quizás tengas razón—Indra se llevó los dedos a la barbilla pensando en la idea de Ashura.

—Claro que la tengo, de lo contrario no lo sugeriría—habló con suficiencia, pero sin dejar de sonreír, lo cual Indra ignoró por completo, ya que su cerebro pensaba en distintas posibilidades.

—Bien, ocúpate de contactar a Taizo y cuando lo hagas, hablaré personalmente con él—Ashura asintió y volvió a sonreír. En poco tiempo sabrían si la niña de Hikari era esa chica, o sólo se trataba de otro callejón sin salida y de ser así, tendrían que comenzar desde cero, como en las ocasiones anteriores.

[...]

—No lo sé, yo nunca antes me he subido a esos juegos—argumentó Hinata ante las insistencias de sus amigos por subir a la montaña rusa que se hallaba en el carnaval. Le daba un poco de pena, sobre todo al notar lo mucho que Kiba deseaba hacerlo acompañado de todos.

—¡Vamos Tsuki-chan! Siempre hay una primera vez—la animó Ino, quien al igual que Kiba, se veía ansiosa por hacerlo.

—Haremos esto—Tenten tomó la palabra—si tú no subes, nadie lo hará—Hinata se sintió acorralada y enfocó sus orbes hacia la atracción, misma que ante sus ojos se veía aterradora.

—Así es, estoy de acuerdo con Tenten—repuso Ino, mientras que Shino sólo negaba con la cabeza, dado que no quería presionarla.

—Está bien... lo haré—Ino y Kiba saltaron emocionados y arrastraron a sus amigos a la fila.

—Te divertirás y estoy segura que antes de irnos, querrás volver a subir—la animo Tenten, con la única intención de que no pensara demasiado.

—Siguientes—los llamó el sujeto encargado de subir a las personas en cada asiento—suban de dos en dos.

—Yo iré contigo para que te sientas mas tranquila—le sugirió Kiba a la ojiluna y ella asintió.

—Supongo que me tocará ir a solas—sonrió Ino, animando a Shino para subir con Tenten.

—¿Te molestaría compartir el asiento conmigo?—la rubia sintió que las piernas se le aflojaron y lo único que atinó a hacer, fue a negar con la cabeza—¿No quieres que suba contigo?—cuestionó fingiendo estar triste.

—No, no, yo quiero decir... bueno, si, si puedes subir conmigo Shisui-san—la sonrisa del Uchiha hipnotizó a la chica y antes de continuar sintiéndose a punto de colapsar, se apresuró a subir siendo seguida del azabache. Hinata y Tenten se sorprendieron con la inesperada llegada de Shisui, sin embargo, disfrutaron mucho la expresión de la siempre segura Yamanaka.

—¿Listos?—la sonrisa de Hinata desapareció al escuchar al chico de seguridad y con un si, como respuesta, comenzó lentamente el recorrido.

—No pienses en nada, Tsuki, sólo déjate llevar—la animó Kiba y en segundos se empezaron a escuchar los clásicos gritos de dichos recorridos. A diferencia de lo que imaginaba, Hinata terminó disfrutando mucho de la experiencia y se permitió sonreír. Era la primera vez que hacía algo como eso y pensó en el rostro de su padre si también él lo hiciera.

—Parece que al fin de cuentas, nosotros teníamos razón y disfrutaste mucho del paseo ¿no es cierto Tsuki-chan?—Tenten se relajó y sonrió sinceramente al ver la reacción de su amiga, pues por momentos creyó que Tsuki se desmayaría antes de iniciar.

—Debo admitir que si, ustedes tenían razón—les dijo cuando salían por la puerta contraria a la que entraron.

—No te preocupes Tsuki-chan, todos pasamos por lo mismo la primera vez, o al menos casi todos, porque el amargado de Sasuke nunca demostró sentir temor—añadió Shisui, sonriendo hacia la Hyuga, para luego enfocarse en los dos jovenes que acompañaban a las tres chicas—¿y donde están mis modales? Soy Shisui Uchiha, encantado de conocerlos.

—Shino Aburame, para servirle Uchiha-san.

—Y yo soy Kiba Inuzuka—al igual que Shino, Kiba también lo llamó con formalidad, lo cuál hizo que el azabache negara con la cabeza en desaprobación.

—Bien, pero sólo llámenme Shisui, después de todo y si me lo permiten, pienso unirme a ustedes el resto de la noche—lo último lo dijo mirando directamente a Ino.

—Por mi no hay ningún inconveniente y estoy segura que mis amigos piensan lo mismo ¿verdad chicos?—todos asintieron a la pregunta de Tenten, solamente Ino se quedó callada y de no ser por el codazo que recibió de Kiba, no tenía idea de cuanto tiempo se hubiera quedado hipnotizada mirando al Uchiha.

—En ese caso, vamos a las otras atracciones—sugirió Kiba y todos lo siguieron.

[...]

—¿Y a donde se fue Shisui-kun? Creí que cenaría con nosotros—cuestionó Mikoto al momento de reunirse con Fugaku y sus dos hijos en el comedor de la mansión Uchiha.

—Lo miré salir muy apresurado y sólo dijo que tenía algo importante que hacer—respondió Fugaku.

—¿Que puede tener de impotente ese atolondrado?—se preguntó Sasuke.

—No lo puedo creer—la voz de Itachi, hizo que las miradas se dirigieran a él.

—¿Que pasa hijo? ¿Sabes algo que nosotros no sepamos?—Mikoto se veía preocupada y temió que su sobrino estuviera metido en problemas.

—Desde que presente a las amigas de Tsuki-chan con Shisui, él no quitó los ojos de encima de Ino Yamanaka y estoy seguro que se fue al carnaval para unirse a ellas—Sasuke frunció el ceño y apretó los puños sin ser consiente—Le exigí alejarse de ellas, pero ya lo conocen y saben tan bien cómo yo, que cuando algo se le mete en la cabeza, nadie lo persuade de lo contrario.

—Bueno, reconozco que es un poco mayor que ellas, pero si de verdad está interesado en esa joven, no hay nada de malo en cortejarla... ahí tienen el caso de Hidan-san, quien se ve muy apegado en Tsuki-chan—soltó Fugaku, atrayendo la atención de su familia, dado que él, casi nunca opinaba en ese tipo de cosas.

—¿Pero que dices? Es como si Itachi pretendiera a Tsuki—repuso Mikoto con preocupación por la rubia, pues Shisui era un mujeriego y temía que jugara con esa niña.

—¿Y que habría de malo en eso?—cuestionó Fugaku, mirando de reojo las reacciones que mostraba su hijo menor.

—De hecho nada, pero saben que mi amor por ella es como el de un hermano mayor y cómo tal, la protegeré de cualquiera que intente dañarla—sin proponérselo, sus acusadoras orbes se posaron en Sasuke y este a su vez, le sostuvo la mirada.

—Eres un caballero y me siento muy orgullosa de ti—Mikoto rompió el duelo de miradas entre sus dos hijos y elogió el comportamiento del mayor, ya que su educación había dado frutos.

—Esperemos que Shisui no haga nada imprudente—repuso Fugaku, al mismo tiempo que levantó las comisuras de sus labios, mostrando una casi invisible sonrisa. Acababa de comprobar que su hijo menor no era indiferente a la ojiperla, aunque no creía que él ya se hubiese dado cuenta.

—¡Madre!—la nombró Itachi sonriendo—La cena estuvo deliciosa... definitivamente, tu sazón y la de Tsuki-chan, son las mejores que he probado.

—Si te escucha Chiyo-san, estarás en grabes aprietos—advirtió el patriarca.

—Lo se y esperó que nunca haga—la cena continuó tranquila y sólo Sasuke se mantenía en silencio. No es que le molestara la conversación de su familia, era sólo que sus pensamientos no lograban abandonar a Tsuki. Le molestó mucho escuchar que Hidan estaba muy interesado en ella, sin contar lo que agregó su padre en cuanto a sugerir que Itachi y ella también podían tener una relación mas allá de hermanos.

—¿Te sucede algo cariño?—cuestionó Mikoto al notarlo ausente—¿No te gusto la cena?—Sasuke de inmediato le intentó dar una sonrisa tranquilizadora.

—Todo bien, sólo me distraje un poco pensando en asuntos relacionados con la empresa—respondió volviendo a comer.

Mas tardé, los cuatro pasaron a la sala de estar y Chiyo se unió a ellos llevando con ella el té. El reloj daba las nueve de la noche y suponiendo la hora en la que el hijo menor había llegado, su familia pensó que se marcharía apenas terminara la cena, no obstante, él todavía no tenía intención de marcharse y ese hecho llamó la atención de Itachi.

—Dime algo Sasuke ¿porque aún sigues aquí? Me refiero a que es algo tardé y casi nunca te quedas por tanto tiempo.

—¿Acaso me estás corriendo?—lanzó otra pregunta y no se molestó en responder la que le hizo su hermano.

—Por supuesto que no, de hecho, está también es tu casa y si no fueras tan amargando todavía vivirías con nuestros padres, tal como lo hago yo.

—No me mudé por amargado, lo hice por mi trabajo—replicó molesto.

—Si claro, como tú digas—se burló Itachi antes que la matriarca se viera obligada a intervenir.

—Bueno, no importa el motivo, ya que estoy feliz de tenerlos a ambos aquí y ciertamente, extraño mucho nuestras cenas en familia—la declaración de Mikoto logró tranquilizar los ánimos de ambos hermanos.

—¿Les gustaría algo más?—les preguntó Chiyo antes de llevarse las tazas vacías. Todos negaron y cuando la dama Uchiha miró la hora, le dio las gracias y le pidió ir a dormir, después de todo, ella podía encargarse de cualquier cosa que necesitaran—Entonces me despido—la anciana recibió un beso de ambos chicos y se marchó.

—Yo también me despido—Fugaku se levantó temprano esa mañana y ya no contenía el sueño—¿no vienes?—le ofreció a su esposa y ella pareció pensarlo.

—Quería asegurarme que Tsuki-chan llegue a casa—respondió un poco preocupada.

—Yo la esperó, ustedes vayan a descansar—se ofreció Itachi—de todos modos tengo que realizar unas llamadas y las haré desde afuera.

—Te lo agradezco mucho—la fémina besó la frente del mayor y abrazó a Sasuke despidiéndose de él—se que no es muy tarde, pero es la primera vez que Tsuki-chan sale de noche y viendo lo linda que se veía, no puedo evitar preocuparme por ella.

—Entiendo perfectamente y conociendo a su padre como lo conozco, lo mas probable es que también este muy preocupado.

—No—respondió Mikoto dejando que sus pensamientos se fueran a la difícil situación que habían vivido esas dos personas—para él es como perder el aire cuando no la tiene cerca, incluso, creo que pierde un poco de su vida cada vez que se despiden—ambos chicos fruncieron el ceño.

—Así somos todos los padres—Fugaku se vio obligado a intervenir y fue entonces que la azabache se percató de su error.

—Claro... es así como fuimos nosotros en sus primeras salidas—sin decir más, se retiraron a su habitación, dejando a los hermanos confundidos, al menos a uno de ellos.

—¿Que querría decir mamá con lo que afirmo sobre el jardinero?—Itachi salió de la mansión y Sasuke lo siguió aún sintiéndose confundido por lo que escuchó. Si bien es cierto que los padres se preocupen mucho por sus hijos, lo que escuchó le pareció exagerado.

—Si te soy sincero, estoy mas intrigado contigo, me refiero a que pareces renuente a marcharte, como si también estuvieras esperando algo—el azabache menor no comprendía que era lo que lo hacía querer permanecer ahí, aunque en su interior, sabía que quería volver a mirar a esa chica—¿No me digas que ahora también te preocupas por Tsuki-chan?

—No digas tonterías—respondió a la defensiva.

—Entonces no comprendo tu proceder y...—antes de continuar hablando, se escucharon risas y voces, antes de abrirse el portón por donde entraban los autos. De pronto, el vehículo de Shisui entró y el muchacho bajó con rapidez sin prestarles atención a sus primos. Shisui volvió a salir caminando y las voces se volvieron a escuchar.

—Como les había dicho antes, yo hubiera podido traer a Tsuki-chan, pero parece que aún desconfían de mi—declaró el azabache fingiendo estar triste.

—No es eso, lo que pasa es que Mikoto-san, nos encargó que la trajéramos nosotras y no podíamos decepcionarla—aclaró Tenten. Kiba y Shino ya se habían marchado y ellas tres viajaron en el auto de Ino, por lo tanto, el azabache no insistió mucho, ya que de ese modo, podía tener mas tiempo con esa hermosa rubia, con quien paso toda la tarde y parte de la noche.

—Bien, es una buena razón, pero aún creo que desconfían de mi—se acercó a la rubia y ella sonrió con timidez, dado que aún después de estar cerca durante la estadía en el carnaval, todavía la ponía muy nerviosa—pero si tu aceptas ir a comer conmigo mañana, quedaré convencido—Hinata y Tenten miraron a su amiga y no pudieron evitar reírse mentalmente de lo nerviosa que estaba, incluso movía las manos aferrándolas a su blusa.

—Yo, bueno—Ino se perdió en esas oscuras orbes y después en la deslumbrante sonrisa del azabache y terminó asintiendo repetidamente, haciendo que él sonriera aún más—está bien, aceptó.

—Perfecto... ahora sí debemos intercambiar nuestros números de celular—ella se lo dio sin pensar y se olvidó por completo de que toda la tarde, el Uchiha se lo estuvo pidiendo y ella se negó a dárselo. Sasuke e Itachi, salieron y el mayor sólo negó con la cabeza. Su primo no iba a desistir en conquistar a esa joven y nada de lo que le dijeran lo haría cambiar de opinión.

—¿Se divirtieron?—Hinata sonrió al escuchar la voz de Itachi y cuando se acercó a él, miró que Sasuke todavía estaba allí.

—Como no tienes idea—respondió Shisui sin importarle los reproches de su primo.

—Ya veo—le dijo con seriedad y se volvió a enfocar en la ojiluna—¿y ustedes?—miró también a Tenten y a Ino.

—Fue increíble Itachi nii-san, yo nunca había ido a un carnaval—el Uchiha de coleta baja, sonrió con ternura y la abrazó. Era cierto, ella nunca tuvo la oportunidad de hacer muchas de las cosas que harían niñas de su edad y todo se debía a su situación, misma que él descubrió al escuchar accidentalmente una conversación entre sus progenitores, días antes de que ella entrara a la nueva escuela. Su madre le decía a su padre, que temía por la seguridad de Tsuki y remarcó la importancia de que ella lograra mantener su verdadera identidad oculta. Esa conversación, sólo le aclaró sus ya existentes sospechas sobre el misterio que rodeaba a Tsuki y a su padre.

Siendo un chico prodigio, a Itachi raramente se le escapaba algo y se dispuso a averiguar porqué los mayores tenían ese temor. No le fue fácil obtener lo que quería, puesto que sus padres , al igual que el padre de la niña, se encargaron de mantener todo celosamente oculto durante años, sin embargo, él era Itachi Uchiha y no se rindió ante los obstáculos. Se dedicó por largo tiempo a observar a la joven, hasta que finalmente cometió un descuido. Pensando que nadie la veía, Tsuki se removió los contactos que ocultaban el verdadero color de sus orbes. El Uchiha ya tenía una idea acerca de su verdadera identidad, dado que sus rasgos físicos le recordaban mucho a alguien a quien llegó a tenerle mucho aprecio y esa noche, comprobó que no se equivocaba. Ese color luna lo conocía desde su niñez y pronto las piezas comenzaron a encajar. Tsuki, o mas bien, Hinata, era hija de Hikari, la amable joven que conocieron años atrás y que después de morir, se hallaba enterrada en el cementerio de Konoha. Recordó vagamente que Hikari no era querida por su familia y pronto averiguó el motivo por el cual se ocultó antes de dar a luz.

A pesar de la muerte de Kaguya, aún quedaban sus nietos, Indra y Ashura Otsutsuki, quienes seguramente también querían desaparecerla, por lo tanto, se aseguró de no bajar la guardia en ningún momento.

A pesar de su esfuerzo por averiguar mucho sobre la joven a quien consideraba su hermana, Itachi no había logrado saber que en realidad, el hombre al que ella amaba como a un verdadero padre, no lo era, por lo tanto, él no hurgó en esa dirección. De todos modos, no tuvo motivos para creer que no lo fuera, mas aún, viendo el inmenso amor que ese hombre tenía por ella, pues para él, Tsuki era todo su mundo. El azabache dedujo, que al no tener suficiente capital, él no podía contra los poderosos Otsutsuki y a eso se debía que se mantuvieran bajo las sombras, huyendo de ellos y sobre protegiendo a su niña.

—Vamos Tsuki-chan, cuéntale lo mucho que te negaste a subir en la montaña rusa y al final, subió una segunda vez.

—Es cierto, ella pensó que sería aterrador y le resultó muy emocionante—añadió Tenten, dejando claro que Shisui no mentía—y bueno, creó que ya debemos irnos—Ino reaccionó y al igual que la castaña, se despidió de la Hyuga, luego hizo una reverencia a los tres Uchiha.

—Tengan cuidado y no olviden llamarme cuando lleguen—las chicas sonrieron ante el comportamiento de la ojiluna, ya que a pesar de ser tan joven, se portaba como una mujer adulta y madura.

—Para que estes mas tranquila enviaré al chofer y él las seguirá hasta que lleguen a sus hogares ¿te parece bien?—Hinata estaba por responder a Itachi, cuando las chicas comenzaron a negarse.

—No te preocupes Tsuki-chan, yo mismo me encargaré de escoltarlas—Shisui no iba perder la oportunidad de saber donde vivía Ino, por lo tanto, le pareció perfecta la exagerada preocupación de la joven.

—Pero...

—Sin peros—Shisui silencio a la Yamanaka y les abrió la puerta a ambas, acto seguido, se dirigió con rapidez a su auto para seguirlas.

—Gracias Shisui-san—Hinata no quería causar inconvenientes, pero se acostumbró a la forma en que casi todos a su alrededor la cuidaban y pensó que eso era normal, por lo tanto, temía que Ino condujera tan tarde, ya que entre la plática, se pasó el tiempo muy rápido y ya eran mas de las once, por lo que podía ser peligroso.

—Al contrario, soy yo quien te agradece pequeña—ella no entendió bien a que se refería y el sonido del celular de Itachi hizo que el chico se alejara un poco para responder. Una vez que el auto de Shisui se marchó, sólo quedaron Hinata y Sasuke. La tensión invadió a la ojiperla y optó por retirarse.

—¡Buenas noches Uchiha-san!—le hizo una respetuosa reverencia y evitó verlo a los ojos. A él le molestó que no lo hubiera mirado en ningún momento y aún cabreado por el abrazo que le dio Itachi, no pudo evitar ser mordaz, como lo era siempre con ella.

—Eres consiente de lo que acabas de hacer ¿no es cierto?—ella se detuvo y finalmente lo encaró, encontrándose con los penetrantes ojos negros que siempre la intimidaban.

—No se a que se refiere—le respondió sin tartamudear, cosa que se elogió mentalmente.

—Acabas de ponerle a tu amiga, en charola de plata a mi primo... ahora él sabrá su dirección y todo gracias a ti—Hinata se sorprendió y volteó en dirección a donde se fue el auto de Shisui, pero luego recordó que Ino había aceptado comer con él, el día siguiente, por lo tanto, tardé o temprano averiguaría prácticamente todo acerca de la rubia. Sasuke ni siquiera se preocupaba por Ino y lo dicho fue lo primero que se le ocurrió para que se quedara mas tiempo.

—En ese caso, asumiré las consecuencias que causen mis errores—le respondió, tratando de mantenerse tranquila, aunque por dentro, temblaba como una hoja debido a su cercanía—y ahora si me disculpa, debo retirarme... con su permiso—la indiferencia que ella le mostró, había dejado confundido al azabache y peor aún, también lo dejó molesto.

—Espera—la chica frunció el ceño y suspiró frustrada, cosa que no pasó desapercibida por el azabache, ya que esa noche en particular y por primera vez desde que la conoció, se había estado dedicando a observarla en su totalidad—¿no piensas avisarle a mi madre que ya estás aquí? Ella estaba muy preocupada—de nuevo se sintió como un tonto al soltar esa pregunta.

—Ella ya debe estar durmiendo y no quiero molestarla, así que Itachi nii-san, se encargará de decírselo—ella volteó en dirección al azabache mayor y él le puso cara de molestia al teléfono, al mismo tiempo que simulaba querer vomitar debido a la persona que lo llamaba. Hinata sonrió contagiada por Itachi, pues no era la primera vez que hacía gestos mientras hablaba. Sin que ella lo notara, Sasuke quedó deslumbrado por su sonrisa y se volvió a cuestionar por enésima vez durante ese día ¿porque nunca antes notó lo hermosa que era?

—Esto fue muy tedioso—Itachi finalmente terminó la llamada telefónica y se acercó lo mas rápido que pudo. Estaba seguro que su tonto hermano menor, molestaba a Tsuki y como siempre lo hacía, fue a su rescate—Ve a descansar pequeña, yo le avisaré a mamá que ya estás aquí—ella asintió y volvió a sonreírle, luego se marchó sin volver a ver a Sasuke—¿De que hablabas con ella?—Itachi tenía el ceño fruncido y una idea comenzó a darle vueltas. Él, al igual que su padre, notó el extraño cambio que mostró su hermano hacia Tsuki, sin embargo, se convenció de que eso era imposible, pero ahora ya no estaba tan seguro.

—De nada en especial... sólo le hice ver el error que cometió por su falta de carácter—el mayor lo miró confundido y sin tener que hablar, dejaba claro que exigía una explicación—Me refiero a sus inseguridades, mismas que Shisui supo aprovechar a la perfección. Ahora ese zopenco sabrá todo sobre Ino-san.

—Tu observación es algo retrógrada ¿no crees?—Itachi quería reírse de la ironía. Su hermano se estaba comportando muy diferente y el cambio se debía a la joven que se encargó de despreciar durante los últimos años—Sobre todo, cuando hablamos de Shisui, mismo que no demorara en saber hasta el número de ropa que usa la chica en cuestión.

—Como sea—Sasuke se quedó sin argumentos, tal como le solía ocurrir con su hermano—de todos modos...—su celular comenzó a vibrar de nueva cuenta y optó por responder, después de todo, eso era mejor que continuar discutiendo con Itachi—Te veré después—se despidió de él y respondió la llamada de Suigetsu.

[...]

—Tsuki-chan—Hinata caminaba por los pasillos del colegio para ir a la cafetería, cuando escuchó que alguien la llamaba. Se giró encontrándose con Shion—Te llamé ayer y Mikoto-san me dijo que saliste con tus amigas—Hinata se sintió culpable al escucharla.

—Si, fue algo de última hora que se le ocurrió a Kiba-kun—respondió con la verdad.

—Prométeme que en la siguiente salida también me invitaran a mi—la ojiperla asintió—recuerda que desde mi llegada, sólo te tengo a ti como mi amiga—la culpa de Hinata aumentó con su declaración.

—Claro que si, aunque como ya lo dije, está salida fue algo repentino—la Hyuga se distrajo mirando en dirección a Shion y no se percató de su error hasta que chocó contra alguien—¡Oh! Lo siento tanto, disculpe mi error—avergonzada, se disculpo repetidamente haciendo reverencias.

—No pasó nada, ademas, también yo estaba distraído—la ojiperla levantó el rostro y se encontró con un apuesto pelirrojo de hipnotizantes orbes. Él vestía una bata médica, tal como Naruto, quien se encontraba a unos metros atrás, mientras hablaba con un grupo de estudiantes—Soy Sabaku No Gaara, el nuevo médico que reemplazará a mi compañero Naruto—Gaara llevaba poco tiempo de haberse mudado a Konoha. Él conoció a Naruto en uno de los semestres durante sus años en la universidad y desde entonces, se hicieron muy amigos. El pelirrojo y sus hermanos vivían en Hong Kong, donde conoció a Neji y también a Shikamaru, ellos dos eran sus mejores amigos, pues prácticamente pasaron juntos la niñez, seguida de la adolescencia, por lo tanto, conocían a la familia Hyuga, como al dolor que los embargaba. Cuando aceptó la propuesta de trabajo en el hospital de Konoha, se mudó junto a sus hermanos y Shikamaru no tardó en seguirlos, puesto que era el prometido de Temari, su hermana mayor y por ende, el Nara se unió a Temari para abrir un bufete de abogados, pues ambos eran muy buenos en el oficio y al ser unos años mayores a Neji y a él, la pareja llevaba mas tiempo laborando. Kankuro, su otro hermano mayor, también se unió a la pareja, encargándose de realizar las investigaciones necesarias siendo un excelente investigador privado.

Una tarde mientras laboraba en el hospital, Naruto llegó y le pidió reemplazarlo en el colegio donde prestaba tutoría a los interesados en la medicina. Al ser un hombre muy reservado, Gaara optó por no hacer ningún cuestionamiento y sólo aceptó, después de todo, su amigo debía tener razones de peso para hacer esa petición.

Tal como lo pensó, Naruto si tenía razones para hacerle el pedido y lo supo el primer día que fue al colegio. Él sabía que el rubio había tenido un fracaso amoroso, sin embargo, no conoció a la mujer que lo engañó y cuando lo hizo, se quedó muy sorprendido ante las sutiles similitudes con la hija desaparecida de los Hyuga. Para estar más seguro, le pidió a Shikamaru acompañarlo, con el propósito de evaluar su reacción y tal como le sucedió a él, Shikamaru también  se emocionó ante la probabilidad de haber encontrado a la prima de Neji. Ambos llamaron al castaño y le enviaron fotografías de la chica, no obstante, con los días que siguieron, también debieron incluir la historia contada por Naruto y lo que logró averiguar Kankuro sobre el pasado de la joven.

—Tsuki Ikeda para servirle, Sabaku-san—Gaara dio un paso atrás y miró detalladamente a la joven frente a él, luego se enfocó en Shion y quedó muy confundido. Su intención era vigilar a Shion para saber más sobre ella, sin embargo, esa linda chica de nombre Tsuki, tenía grandes similitudes con la fotografía que les mostró Neji, incluso se asemejaba a Hanabi. Lo único diferente con la mujer de la fotografía eran sus orbes oscuras.

—¿Porque Naruto-kun ya no vendrá aquí?—Gaara salió de sus pensamientos cuando escuchó los cuestionamientos de Shion. A decir verdad, él tenía sentimientos encontrados por esa chica. Por un lado, sentía desprecio por jugar con Naruto y por el otro, pensaba que quizás la vida y las circunstancias, la obligaron a aprovechar todo lo que se le ponía enfrente, sin importarle a quien hiriera en el proceso.

—La verdad no lo sé, eso es algo que sólo él, puede responder—sin pensarlo, Shion se escabulló con el corazón estrujado en busca de Naruto. No quería llorar, pero el hecho de querer dejar su puesto, demostraba que era para evitarla.

—Shion-san... ¿está todo bien?—la mencionada asintió desde la distancia, dejándola muy confundida, incluso pensó en si debería seguirla para asegurarse que de verdad estaba bien.

—Aquí estás... te estuvimos buscando—Tenten se acercó hasta ella y la rubia venía un poco más atrás—¿Y quien es él?—la mirada de Tenten se dirigió a Gaara, quien no se había movido del mismo lugar. Su cerebro aún se hallaba confundido por esa joven.

—Por lo menos se marchó esa pesada—declaró Ino, mirando con reproche a la Hyuga por ser tan considerada con quienes no lo merecían—¿Y usted es?—la rubia arqueó una ceja y cuestionó a Gaara sin inmutarse. El pelirrojo parpadeó y se paró de manera educada.

—Mi nombre es Sabaku No Gaara y desde mañana, seré quien remplace a Naruto en las tutorías que imparte en este colegio—Ino se sorprendió, al igual que Tenten.

—¿Eso quiere decir que Naruto sempai ya no vendrá?—la rubia asistía a las tutorías y se sintió mal por la ausencia del amable rubio.

—Así es... él tiene otras ocupaciones que le impedirán volver y me pidió que lo sustituyera yo. Espero que puedan darme la oportunidad de compartir mis conocimientos con quienes los recibían de Naruto—Ino era la única de las tres que asistía a dichas reuniones y sólo asintió—Díganme ¿alguna de ustedes tiene interés en la medicina?—Gaara no acostumbraba ser tan directo, pero tenía la esperanza tener a esa joven en su clase, de ese modo le sería mas fácil evaluarla.

—En ese caso, sea usted bienvenido Sabaku-sempai—Ino fue la primera en tomar la palabra, después de todo, pronto compartiría tiempo con él—yo soy la única de mis amigas interesada en esa rama.

—Entonces esperó verla desde mañana—Gaara se quedó en espera del nombre de la chica, hasta que finalmente Ino entendió.

—¡Oh! Disculpe nuestros modales, mi nombre es Ino y ellas son Tsuki—se dirigió a la Hyuga, quien asistió—y ella es Tenten—Gaara volvió en enfocarse en la linda castaña que no había vuelto a hablar.

—Gaara-san, lo esperan en la oficina directiva—informó uno de los profesores y él asintió.

—Me dio gusto conocerlas señoritas y si necesitaban algo, no duden en hacérmelo saber—se despidió con una educada reverencia y se alejó por los pasillos llenos de estudiantes. Las tres chicas veían como las otras estudiantes suspiraban fascinadas por el porte del nuevo médico.

—No parece tan divertido como Naruto sempai, pero creo que será muy bueno ayudándonos—declaró Ino, volviendo la atención a sus amigas—¿Y a ti que te pasa? ¿Porque no has dicho nada?—la Yamanaka miró detenidamente a la castaña y de pronto sonrió divertida—¡No lo creó!

—¿Que pasa? ¿Te sientes bien Tenten-chan?—Hinata se preocupó y se giró para evaluar a su amiga.

—No, claro que no lo está—declaró la rubia—acaban de flecharle el corazón y la dejaron atontada—las risas de Ino hicieron eco en los pasillos.

—No digas tonterías, él sólo me pareció atractivo, pero eso no quiere decir que me haya enamorado a primera vista—Hinata entendió y miró con curiosidad a Tenten. La joven se veía nerviosa y sobre todo, mostraba un ligero sonrojo en las mejillas.

—Bueno, él parece muy educado, además, no tiene nada de malo que te pareciera atractivo—añadió Hinata, instándolas a caminar hasta la cafetería. La castaña sonrió sin proponérselo.

—Claro, sólo esperemos que no sea casado, o bien, que quizás le gusten los hombres—soltó Ino despreocupada.

—Con mi suerte, seguramente ya tiene más de un hijo y de no ser así, probablemente sea un candidato a ser monje y así mantener su castidad durante toda su vida mundana—las tres comenzaron a reír—Ni hablar, si intento violarlo, seré castigada por los dioses—la ojiperla se ahogó con el agua que bebía y las risas aumentaron.

—¿Esta todo bien Tsuki-chan?—las risas cesaron repentinamente y tanto Ino, como Tenten, rodaron los ojos ante la llegada de Shion. La Hyuga asintió—Y de que hablaban ¿eh?

—Nada en especial Shion-san, sólo tonterías—respondió Tenten, sin ser consiente de la persona que las observaba desde el área cercana a la cafetería. Taizo había logrado infiltrarse en el colegio de Konoha, tomando el puesto de conserje. Ashura lo llamó la semana anterior para que se reuniera con él y también con Indra, cosa que era aterradora, dado que el hermano mayor de su mejor amigo podía ser muy intimidante. La petición de los Otsutsuki lo dejó desconcertado y cuando Ashura le explicó los detalles, no tuvo mas remedio que aceptar. Él conoció a Hikari y también deseaba encontrar a su hija.

Desde que llegó a Konoha, comenzó su labor y se enfocó en Shion, sin embargo, a diferencia de las fotografías, en persona no se parecía tanto a Hikari, no obstante, continuó su tarea y pronto la miró acercarse a tres hermosas chicas. Aparentemente, no había nada extraño en lo que hacía, pero mirando detenidamente los rasgos de una de ellas, lo hizo estremecerse. La oteó sin reservas y entre más lo hacía, más se sorprendía... sus movimientos al comer, como al hablar y sobre todo, esa sonrisa que les dedicó a los chicos que aparecieron frente a ellas, lo dejaron muy consternado. Sin perder tiempo, encendió su cámara escondida en la bolsa de la camisa y se acercó a las mesas continuas a ella. No sabía con exactitud que quería captar, pero definitivamente, debía poner esas imágenes frente a los Otsutsuki.

Continuara.

Lamento mucho la falta de actualizaciones, pero he estado algo ocupada estos días. Se que he demorado mucho y aunque no prometo ser mas rápida, si les aseguro que ninguna de las historias quedará inconclusa, sólo les pido tenerme paciencia. Esta historia ha ido lento, pero tal como aparecieron Gaara y ya se cuenta con Shikamaru, también aparecerán otros personajes, entre ellos Izuna.

Lamento los posibles errores de ortografía que seguramente se me quedaron sin que los notara, apenas los encuentre y los iré corrigiendo 😊💕

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