Capitulo 3
Los personajes de Naruto, no me pertenecen, yo solo los uso para escribir esta historia sin fines de lucro.
—Si no hubiera visto por mi misma, la forma en que Shion-san se come con la mirada a Naruto sempai, pensaría que tú le gustas a ella, Tsuki-chan—soltó Ino mientras abría un paquete de galletas con chispas de chocolate. Hinata se sonrojó y una vez que mencionaron al varón, no pudo evitar pensar en el apuesto médico rubio de ojos azules , que había llegado a Konoha y ahora se encargaba de ir dos veces a la semana al colegio para ofrecer tutorías a quienes tenían aspiraciones en la rama médica. Ino y Sakura querían ser médicas, por lo tanto, se reunían con él, mientras que Tenten, aspiraba a ser diseñadora y ella... Hinata soñaba con ser arquitecta, pero sabía que la carrera era muy costosa y su padre no podría costearla. Estaba segura que la familia Uchiha no hubiera dudado en mandarla a la mejor universidad, pero ella no podía aceptarlo y optó por guardar sus sueños sólo para ella. Cuando le preguntaban sobre lo que haría terminando el colegio, respondía que entre ella y su padre, pondrían un restaurante—y lamentablemente para ella, Naruto sempai ni siquiera le presta atención, incluso, parece tener algo en su contra, ya que apenas se le acerca, él cambia completamente su expresión feliz, a una de molestia.
—Ella es extraña... y algo en su forma de ser no termina de gustarme. Su manera de mirarte cuando cree que nadie le pone atención, me deja innumerables dudas... para mí, no es algo parecido al amor lo que siente por ti—añadió Tenten robándole dos galletas a la Yamanaka—además, Hidan sempai dice que es una puta—si, definitivamente, Hinata no tuvo dudas de que en realidad, Hidan había hecho ese comentario.
—A Chiyo-san tampoco le gusta y me dice que debo tener cuidado con ella, pero hasta ahora no ha hecho nada para que yo piense mal... Shion-san, siempre está dispuesta ayudarme—les dijo a ambas jóvenes luego de servirles el té y ofrecer mas dangos. La ojiperla obtuvo un trabajo como mesera en un elegante restaurante ubicado entre el centro de la ciudad y cerca del colegio. Su padre intentó de mil maneras hacerla desistir, argumentando que con su sueldo podía continuar manteniendo sus gastos, pero ella se negó, después de todo, sus clases estaban muy bien y ya era hora de ayudarlo a él, dejando de ser una carga. Mikoto fue otra que casi le ruega desistir, sin embargo, fue Itachi quien los hizo entrar en razón y quien se encargó de conseguirle el trabajo. El restaurante pertenecía a una hermosa mujer de nombre Konan y ella era muy amiga de Itachi.
—Lo ven, a eso me refiero—añadió Ino, mirando con dolor que Tenten se había llevado las galletas con mas chispas—esa chica es extraña y creo que oculta algo—la puerta del local anunció a posibles clientes y la sonrisa de Hinata llamó la atención de sus amigas, mismas que también giraron hacia la entrada.
—¡Itachi nii-san!—el azabache sonrió con ternura y avanzó hacia ella. El joven se encontraba con otras personas. La ojiluna ya había visto a dos de ellos el día anterior y aparentemente, eran también amigos de la dueña, ya que entraron a la oficina que se encontraba en la parte trasera del restaurante, sin embargo, al otro joven no logró identificarlo, a pesar de parecerle muy familiar.
—¡Tsuki-chan!—la llamó antes de darle un cariñoso abrazo. Ellos no se habían visto desde la semana pasada, ya que el azabache había salido de la cuidad junto a su padre—¿Como te está tratando Konan-chan—Ino y Tenten, se quedaron pasmadas al ver de cerca al imponente Uchiha y ni que decir de su acompañante, quien al verlas sonrió abiertamente, dejándolas con el cuerpo flácido como gelatina.
—Ella ha sido muy amable conmigo y me tiene mucha paciencia—respondió entusiasmada y feliz de volver a verlo, luego se percató del escrutinio de sus amigas y optó por realizar la presentación. A pesar de lo unidas que eran con ella, sus amigas no conocían a Itachi, mas que de lejos—Mira, te presentaré a dos de mis amigas... ella es Ino-chan—señaló a la rubia, quien recibió un codazo, cortesía de Tenten, dado que aún no recuperaba la compostura luego de ver a Itachi junto a su acompañante—y ella es Tenten-chan—la castaña trató de parecer normal frente a ellos, aunque estuvo lejos de lograrlo.
—Itachi Uchiha, encantado de por fin conocerlas, Tsuki-chan, me ha hablado mucho de ustedes—Hinata quería reírse de lo sonrojadas que se pusieron ambas chicas tras la amable sonrisa que les dedicó Itachi.
—Y aprovechando las presentaciones, permítanme presentarme a mí mismo—el sonriente acompañante de Itachi tomó la palabra—Shisui Uchiha, amigo y también primo de Itachi-kun—Hinata se sonrojó al igual que sus amigas ante la presencia del apuesto Uchiha—y a decir verdad, creí que me encontraría con una niña, Tsuki-chan, pero mírate, eres una encantadora señorita, al igual que tus dos amigas—las tres jóvenes mostraron la poca experiencia que tenían ante la presencia de alguien como Shisui. El chico sabía sobre Tsuki ¿y cómo no iba a saberlo? Si todos sus parientes que residían en Konoha, no dejaban de hablar sobre ella, aunque no todos se expresaban de buena manera, como era el caso de Sasuke, su primo menor. En las ocasiones que ellos visitaban Konoha, la escurridiza chiquilla permanecía oculta, ya que nunca lograron verla e Itachi no permitió que ninguno de ellos se paseara por las habitaciones que ella ocupaba.
—No le hagan caso, así es él—Itachi negó con la cabeza y alejó un poco al sonriente azabache—Sera mejor que te controles, ellas son unas niñas para ti—lo dijo para que sólo su primo lograra escucharlo.
—¿Que? Pero si soy apenas dos años mayor que tú—replicó indignado.
—A eso me refiero, ellas son muy jóvenes para ambos, así que deja de coquetear. No es que te falten mujeres para divertirte ¿o me equivoco?—las tres chicas los veían argumentando sobre algo, pero no lograban escuchar.
—¡Tonterías abuela!—exclamó Shisui, molestando al otro azabache—¿Desde cuando la edad es un impedimento entre personas que se aman? Además, soy lo suficientemente seguro de mí mismo para saber como deben ser tratadas—Itachi rodó los ojos, ya que la actitud de Shisui no le había gustado. Para él, Tsuki era como alguien a quien no podría mirar con intenciones románticas, ella era como su hermana y por lo tanto, sus amigas debían considerarse de la misma manera. Ignorando al presuntuoso de su primo, miró que sus amigos ya habían salido de la oficina acompañados de Konan.
—Me dijeron que estaban aquí—Konan se acercó a ambos azabaches para saludarlos, mientras que Ino y Tenten se hundían más sobre sus asientos, pues sin proponérselo, quedaron muy cerca de apuestos varones—y estoy segura que viniste a cerciorarte por ti mismo de como trató a Tsuki-chan ¿no es cierto?—de nuevo, las miradas de todos se dirigieron a la ojiperla y a sus amigas.
—Sería un mal hermano si no lo hiciera, sobre todo, considerando tu carácter tan estricto—respondió Itachi. Konan lo ignoró y se dirigió hacia Shisui, a quien también saludó y poco después, los cinco se sentaron en una de las mesas. Una compañera de Hinata se encargó de tomar el pedido.
—Tsuki-chan ¿conoces a ese hombre?—Ino y Hinata voltearon a la mesa que ocupaban los amigos de Konan y enfocaron a quien se refería Tenten.
—Sólo de vista, pero ayer escuché que Konan-san lo llamó Yahiko y el pelirrojo a su lado se llama Nagato—la mirada de Nagato se conectó con la de Hinata, como si hubiera intuido que hablaban de él. La Hyuga se sonrojó y con torpeza continuó con su trabajo en las otras mesas.
—¿En serio Tenten?—cuestionó Ino con incredulidad, dado que a la castaña le gustaban los hombres con aspecto intimidante, tal como se veía el sujeto llamado Yahiko y aunque por consideración a Tsuki, no lo decía abiertamente, incluso se sentía atraída por Hidan.
—¿Que?—se defendió Tenten mirando discretamente en la dirección donde se hallaba Yahiko—¿Acaso no es atractivo?
—No se trata de eso y lo sabes—replicó Ino—Es evidente que ese hombre es pareja sentimental de la dama junto a él—en realidad así era, Yahiko y Konan, mantenían una relación amorosa desde años atrás y a pesar de parecer muy feroz, el varón era todo un amor con su amada. La castaña frunció la boca y se desanimó.
—Será mejor que nos marchemos, de todos modos, Tsuki-chan tiene que continuar sus labores—Ino estuvo de acuerdo y rápidamente se despidieron de la Hyuga.
Mas tardé, Itachi se despidió de la ojiluna y sin proponérselo, la mente de la joven volvió a pensar en Sasuke. Sabía que era una tonta... por supuesto que lo era, ya que ¿quien podría continuar enamorada de alguien que sólo siente despreció hacia su persona? Sólo una tonta como ella, una, que aún creía en el hilo rojo del destino, en los cuentos de hadas y en finales felices. Por mas que lo intentaba, no conseguía extirpar ese sentimiento de su corazón. Todavía con el dolor en su pecho, causado por todos y cada uno de los desprecios, ella seguía creyendo que algún día, él la vería con amor.
—¿Estás lista?—sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de la persona a quien más amaba en el mundo... su padre. Él era quien se encargaba de ir a recogerla y de ese modo se aseguraba de mantenerla a salvo.
—¡Papá¡—la joven hizo lo que siempre hacía, sin importarle las personas a su alrededor. Corrió y se lanzó en los protectores brazos de Ko. El Hyuga mayor era la única persona que lograba ese comportamiento en la tímida niña—Casi terminó, sólo le avisó a Konan-san y nos iremos—llevaba apenas algunas semanas laborando en el restaurante y ya se había ganado la empatía de la dueña, misma que se encargaba de ordenar a las cocineras, la cena de padre e hija para llevar a casa. De nada servían las negaciones de Ko, la fémina no aceptaba un no, como respuesta.
—Aquí tienen—Konan les entregó la bolsa con el logo del negocio—vayan con cuidado y nos veremos mañana—los Hyuga le hicieron una reverencia y salieron juntos. A Ko, no le había agradado la idea de dejar que Hinata trabajara, pero luego de conocer a la dueña y ver por él mismo lo bien que trataba a su hija, sus miedos disminuyeron un poco.
[...]
Neji veía con nostalgia la postura de su tío y se sintió mal por él, por no haber conseguido dar con el paradero de su prima, por no poder darle un poco de paz a su desconsolada alma. Les costó mucho volver a levantar la empresa que compraron en la ruina, sin embargo, la perseverancia de ambos Hyuga, logró lo que muchos creyeron imposible y ahora estaba regresando en ganancias, lo mucho que se invirtió en ella. Hiashi pensó que al levantar la empresa, quizás conseguiría también dar con el paradero de su princesa, pero no fue así y terminó una vez más, sumido en la depresión.
El menor no desistió en la búsqueda y había obtenido una pequeña pista. Dos de sus amigos se mudaron a Konoha y le contaron sobre la similitud que había entre la fotografía de la primera novia de Hiashii y una chica recién llegada a la ciudad. Al no tener idea del aspecto físico de su prima, concluyó que quizás se parecía a Hikari, como también a su tío y un poco a Hanabi, por lo tanto, cuando le contaron sobre una joven de inusuales orbes, sintió que el corazón latía mas rápido de lo normal, no obstante, en la imagen que le enviaron de ella, se desanimó un poco al ver el color de cabello. Se trató de animar pensando que era lógico haber cambiado su aspecto y prefirió no darle a conocer esa información a Hiashi. Primero se aseguraría, que la chica en cuestión era realmente su prima Hinata, de lo contrario, el patriarca Hyuga iba terminar mas deprimido de lo que ya estaba.
—¿Que sucede Neji?—Hiashi se percató de la presencia de su sobrino y de inmediato quiso aparentar estar en buen estado, aunque por dentro, la impotencia lo carcomía. No tener noticias de su hija quien ya debía tener dieciocho años, lo ponía muy mal y francamente, no sabía que mas hacer, estaba perdiendo las esperanzas y con ellas, también sus ganas de vivir.
—Mi tía y Hanabi me enviaron aquí para buscarlo... la cena esta lista—Neji se había reunido con los hermanos Otsutsuki, con quienes mantenían un fuerte vínculo y apenas les hizo saber sobre las pistas recaudadas, no dudaron en iniciar una meticulosa investigación sobre esa chica y con un poco de suerte, pronto tendrían a la princesa con ellos. Sonrió recordando lo bonita que era Hinata, misma que de ser ella, ahora se hacía llamar Shion, seguramente también había cambiado de nombre por motivos de seguridad. Hanabi y Kurenai quedarían encantadas con ella, sin mencionar a su tío, quien sería sin dudas el mas feliz.
—Vayámoos entonces—el mayor se puso de pie y abandonó su despacho para ir al comedor, donde las dos damas los esperaban.
[...]
—Usted no puede pasar—la mujer de la tercera edad intentó detener a la intrusa, lamentablemente, la mas joven fue mas rápida y logró escabullirse dentro de la residencia Namikaze.
—Ya lo hice, así que quítate de mi camino—las orbes azules miraron a la intrusa con enfado por irrumpir en su hogar, como por la forma en que le habló a Kede, la mujer que veía como a otra madre, dado que fue su nana desde bebé, al igual que lo fue de su madre.
—Creí haber sido claro contigo—la manera de hablar se asemejaba a un gruñido lleno de ira—¿Que demonios quieres Shion?—la chica sintió que los ojos se le aguaban conteniendo las lágrimas, ella a pesar de todo, lo seguía amando y lo comprobó al sentir que lo había perdido por culpa de sus dudas y ambiciones.
—Naruto-kun, por favor no me rechaces—la fémina dejó caer amargas lágrimas—se que aun me amas, dame otra oportunidad y te prometo que jamás volveré a fallarte—el rubio soltó una carcajada, sin embargo, estaba muy lejos de ser alegre.
—Por cuanto tiempo ¿eh? ¿Hasta que conozcas a otro de mis mejores amigos y termines cediendo ante él? ¿Porque mejor no terminas de aceptar a Sasuke y me dejas en paz? Después de todo, ustedes dos son tal para cual—Naruto apretó la mandíbula y sin poder evitarlo, los recuerdos invadieron su memoria, al igual que sucedió con la fémina frente a él.
Flashback
—Teme, te presento a Shion, la mujer de quien te hablé, mi prometida—Sasuke y la chica se saludaron amistosamente, al menos eso fue lo que creyó Naruto.
—Encantada de conocer al mejor amigo de mi futuro esposo—el rubio besó sin ninguna pena la mejilla de Shion, estaba muy enamorado de ella desde que la conoció dos años atrás y después de salir por un tiempo, formalizó su compromiso. Ambos se mudaron a vivir juntos mientras él permaneció en Francia, el mismo lugar a donde llegó Sasuke, su mejor amigo de la infancia. Los amigos se veían un par de veces al año, dado que los padres del rubio, viajaban por todo el mundo con grupos que ofrecían sus servicios médicos a quienes mas los necesitaban y al presenciar la labor de sus padres, Naruto optó por seguir sus pasos, al menos hasta terminar su residencia médica. Pero eso no alejó a ambos chicos, pues siempre mantuvieron contacto telefónico. El Namikaze, fue al igual que Itachi, quien mas insistió en que el azabache debía alejarse de las personas quienes fomentaban los malos hábitos, tales como la adición a las drogas.
—Lo mismo digo—Shion se sonrojó y se sintió intimidada por la penetrante mirada que le lanzó el Uchiha. Su cuerpo tembló y lo mismo le ocurrió a Sasuke. Esa mujer realmente había llamado su atención y eso era algo que no pensó, le podía suceder dos veces en tan poco tiempo.
Los tres disfrutaron su comida en el restaurante donde se habían reunido. Las risas de Naruto llenaron el ambiente, mientras los otros dos, intercambiaban miradas entre ellos.
—Con permiso, voy al tocador—informó Shion dejando a solas a los dos amigos.
—Bueno dobe, ya es algo tardé y debo conducir mas de dos horas para llegar—Sasuke y Naruto, no vivían en la misma cuidad, por lo tanto, el Uchiha aprovechó que ese fin de semana se encontraba cerca del rubio y lo llamó para reunirse.
—Si te vas a esta hora, llegarás muy tarde—para ese momento, Shion ya había regresado del tocador y se dirigió a donde Naruto se encontraba de pie y listo para salir acompañado del moreno—¡Ya se!—Sasuke rodó los ojos ante lo escandaloso que era el rubio—¿Porque no te quedas con nosotros y mañana después del desayuno te marchas?
—¿Estás loco? No quiero hacer mal tercio—de nuevo el rubio sonrió divertido.
—No seas ridiculo teme, nuestro apartamento tiene tres habitaciones para cuando nos visitan mis padres y mi padrino pervertido, ademas, estoy seguro que mi chica esta de acuerdo conmigo ¿no es así mi amor?—el azabache sintió náuseas ante el meloso comportamiento de su amigo, pero sobre todo, porque sin quererlo, le molestó la idea de imaginarlo poseyendo a esa hermosa mujer.
—Así es Sasuke-kun, quédate con nosotros el tiempo que desees—las oscuras orbes se encontraron con las orbes femeninas y hubo un destello de algo que el Namikaze ni siquiera logró apreciar, sin embargo, a partir de esa invitación, su vida casi "perfecta"se tornó en una pesadilla.
Las visitas de Sasuke pasaron de ser una vez por mes, hasta convertirse en semanales. Naruto se sentía feliz de tener a dos de las personas mas importantes juntó a él, incluso no objetaban cuando les preparaba su legendario ramen instantáneo, ellos dos lo comían haciéndolo feliz.
Una tarde salió del hospital y se hallaba muy feliz, ya que le informaron su futuro traslado a Tokio, mas en específico, a Konoha, lugar donde nació y donde tenían su hogar. Les informó a sus padres y ellos no dudaron en decir que lo seguirían a cualquier parte del mundo, ahora sólo debía darle la noticia a la mujer de su vida.
Llegó sosteniendo la cena que levantó en el restaurante favorito de Shion, después de todo, su prometida no se llevaba bien con la cocina y cuando no cocinaba él, ordenaban comida. En segundos ingresó la contraseña de la puerta y entró como lo hacía a diario, sin embargo, lo que encontró en la sala de su propia vivienda, no era algo que encontraba a diario.
Justo en el sofá para tres personas, en donde innumerables veces se acostó en el regazo de su amada disfrutando de una buena serie televisiva, allí mismo, se encontraba ella sobre el regazo de su amigo, hundiéndose una y otra vez sobre su hombría.
Sasuke... la persona a quien le abrió las puertas de su hogar, fue quien se encargó de destruirlo, de quitarle lo que mas amaba. De nuevo le gano, tal como lo hacía cuando eran niños.
Lo que vino después, fue aún peor. Ambos hombres se agarraron a golpes y la pelea fue tan grande, que obligó a los vecinos a llamar las autoridades. Naruto terminó preso y al día siguiente, fue Jiraya quien se encargó de pagar la fianza. Afortunadamente, el mas joven convenció a su padrino para no decirle nada a sus padres, de lo contrario, Kushina era capaz de asesinar a Shion, quien jamás le gustó para su único hijo. No es que el Namikaze quisiera proteger a esa traidora, era a su madre a quien quería librar de mancharse las manos con alguien que no valía la pena.
Semanas después del incidente que destruyó su vida, Sasuke se presentó frente a él y le ofreció una mediocre explicación de los hechos que lo llevaron a traicionar su confianza. Le dijo que estaba muy confundido, pero que la atracción que sintió por ella, segó cualquier otro sentimiento, incluyendo el de amistad. Tal como lo hizo con ella, Naruto lo echó y le pidió no volver a acercarse, ni siquiera en situaciones de vida o muerte.
Jiraya se encargó de conseguirle otro lugar para vivir, pues jamas volvería a ese apartamento y debía mantenerse en el mismo hospital hasta concluir su residencia. Así continuó, sumergido en los innumerables libros de medicina, hasta que terminó y llegó el tiempo de mudarse a Konoha.
Llevaba un tiempo viviendo tranquilamente, Konoha no había cambiado mucho durante los años en los que se mantuvo fuera. Asistía al hospital donde ya realizaba procedimientos médicos, después de todo, la residencia que realizó en Francia le dio la oportunidad de tener mas libertad y ni hablar de los innumerables servicios que ofreció en los países con desastres naturales. Por lo tanto, una vez en su ciudad natal, se ofreció voluntariamente a dar asesoría a chicos con aspiraciones similares a las suyas en el último año de colegio.
Se mantuvo alejado del Uchiha menor y por más que Itachi, insistió en saber la verdad sobre el distanciamiento entre ambos, Naruto se negó a decirlo y tal como lo supuso, el azabache no tardó mucho en averiguarlo por su propia cuenta.
El hermano mayor de Sasuke, se disculpo por el reprochable comportamiento de su hermano, sin embargo, Naruto jamás responsabilizó a ningún Uchiha, incluso sus padres le tenían gran afecto a Obito y lo trataban como parte de la familia, gracias al tiempo que el joven y sus dos compañeros se hospedaban con ellos mientras asistían a la universidad. No, él no culpaba a nadie más. Los únicos culpables eran ella, Sasuke y él mismo, por ser un idiota que creía en la lealtad de quienes no conocían el significado de esa palabra.
Sus padres insistieron en saber y con el tiempo, dejaron de hacerlo, cosa que agradeció infinitamente, ya que al vivir en la misma ciudad, pronto se verían con los Uchiha y ellos siempre fueron amigos. No era justo que se alejaran por sus dificultades con Sasuke.
Flashback off.
—Yo ya no estoy con él—afirmó desesperada por no lograr convencerlo de darle otra oportunidad. Si bien es cierto que se perdió en la lujuria con el Uchiha, fue algo que no pudo evitar, pero al único hombre que amaba era a él, a Naruto y no le importaba ir en contra de todos por conseguir que la amara de nuevo.
—¿En serio?—se burló el rubio—Porque los rumores dicen que llegaron juntos a Konoha, incluso se sabe que ya hasta pasas gran parte de tu tiempo en casa de tu enamorado y lo mas relevante, él es quien costea tus gastos—la chica se frustró ¿como le explicaba que no estaba ahí por Sasuke?
—Naruto-kun yo...—él la interrumpió antes de poder continuar.
—Namikaze-san
—¿Que?—cuestionó sorprendida.
—Abstente de volver a llamarme de forma tan personal, ya no somos nada y nunca más lo volveremos serlo—desde que terminaron y lo siguió buscando, esta era la primera vez que le pedía llamarlo así y eso la destrozo. Ella tenía plena seguridad de obtener su perdón y después, lograría que volviera a su lado, después de todo, él aún la amaba. Un amor tan grande como el que decía tenerle, no sería fácil ser erradicado y eso le daba esperanzas.
—Pero.
—Salga de mi casa ahora mismo y no vuela por aquí, o pediré que la echen a la calle—sin más, el médico que aún llevaba puesta la ropa que usaba en el hospital, se dirigió a la puerta y la abrió indicándole la salida. Shion salió con el rostro bañado en lágrimas.
Naruto cerró la puerta y se recargó contra la madera. Él todavía la amaba, pero se había jurado olvidarla y de una cosa podía estar seguro, nunca volvería con ella, prefería convertirse en monje, antes que caer en la telaraña de esa traidora.
[...]
Mikoto se había empeñado en arreglar a Hinata. La ojiperla se reprendió mentalmente por contarle a la amable dama, sobre la salida que daría con sus amigos al carnaval que llegó a las afueras de la cuidad. La idea fue de Kiba, quien lo sugirió en el momento que lograron deshacerse de Shion, ya que no quería que se auto invitaría, tal como lo hicieron Ino y Tenten.
—No quiero causar inconvenientes Mikoto-san, es sólo un paseo por el carnaval.
—Tu nunca causas inconvenientes cariño, además, no tienes idea lo mucho que me gusta peinarte, de haber tenido una hija, me hubiera gustado que fuera como tú... no cambiaria absolutamente nada—desde su llegada, Mikoto se embelesó con ella. Compraba ropa adecuada a su edad y sin olvidar los múltiples prendedores, moños y accesorios para el hermoso cabello de la niña—¿no lo crees abuela Chiyo—Hinata sabía que la azabache la quería mucho, sin embargo, eso que le dijo la conmovió de sobre manera.
—Claro, ella es perfecta tal y como es—la anciana tenía la misma opinión que tenía Mikoto y la Hyuga no pudo contener las lágrimas. El abrazo de ambas mujeres debía ser lo que se sentía el abrazo de una madre. Ko le había contado que su madre había muerto cuando ella nació y logró explicarle sobre la importancia de mantenerse ocultos. De pequeña no entendía la razón, pero con el paso del tiempo, comprendió que en el mundo también había personas con malos sentimientos y dispuestas a dañar al prójimo sin tentarse el corazón. Esa era la razón principal por la que ni siquiera tenía la opción de ir a su última morada a rendirle sus respetos a su progenitora. No podía hacer lo mas simple, dejarle un ramo de flores. Lo único que tenía de ella era el valioso dije en forma de luna, el cual usaba a diario por debajo de sus prendas. Su padre le pidió que no lo mostrara a nadie, por lo cual, le pidió que no se lo pusiera, sin embargo, tenía alrededor de un año de haber comenzado a usarlo, esa era la única manera de sentirse conectada con ella, era como tener una parte de su madre junto a su corazón.
—Pero no llores, se supone que debes estar contenta—Mikoto se conmovió al verla llorando y antes de hacerlo ella también, se dispuso a romper la melancolía—arruinarás tu maquillaje y mira que me demoré en dejarte tan bella—la joven de inmediato se recompuso y se sonrojó por ser descuidada. Las féminas mayores sonrieron sabiendo que lo había logrado.
—Y cuéntame ¿el bocón de tu amigo también estará con ustedes? Ese muchacho me cae bien, es una lástima que no pueda controlar su lenguaje—Mikoto se tapó la boca sabiendo a quien se refería Chiyo.
—No, bueno, lo que pasa es que Hidan-kun, salió de la ciudad... él se está preparando para liderar la empresa automotriz de su familia—respondió algo triste, ya que se había apegado tanto a él, que al no tenerlo todos los días a su lado, le causó una punzada en su pecho.
—Eso quiere decir, que a pesar de tener ese lenguaje tan explicito, también es un muy buen partido para ti—la anciana disfrutó ver como la chica cambiaba rápidamente en diferentes tonos de rojo.
—¡Abuela Chiyo!—a Mikoto no le hacía ninguna gracia pensar en que ellos pudieran llegar a ser novios. Sabía de primera mano que el ex amigo de Sasuke, estaba interesado en ella, incluso le gustaba saber que siempre la cuidaba, pero en su interior, ella anhelaba la posibilidad de ver a la hija de Hikari, con Sasuke. Por desgracia, esa posibilidad, cada vez se hacía mas pequeña.
—¿Que? Yo solo digo la verdad, ese muchacho está loco por Tsuki-chan—la Hyuga sentía que su rostro iba a incendiarse, mientras que las mujeres mayores continuaron debatiendo.
—¿A que se debe este alboroto?—las tres voltearon y sonrieron cuando enfocaron a Itachi.
—A tú madre no le gusta la idea de ver a Tsuki-chan, siendo la novia de Hidan-san—soltó Chiyo y fue entonces que Itachi la miró. Ella lucía muy bella y pensó en lo dicho por su nana. Hidan no era lo que esperaba para ella, no obstante, él había demostrado estar dispuesto a todo por defenderla.
—A pesar de sus defectos, Hidan es una buena persona y estoy de acuerdo con la abuela Chiyo, aunque debo decir que si no se da prisa, pronto tendrá competencia... Luces bellísima pequeña—la ojiluna se sonrojó y sonrió genuinamente, pero al vislumbrar a otra persona tras Itachi, la sonrisa de sus labios se esfumó.
Sasuke llegó a casa de sus padres para reunirse con su padre. Ellos debían tratar asuntos laborales y Shisui expondría algunas ideas. Al entrar, no encontró a nadie en el primer piso y al escuchar risas arriba, subió buscando a su madre.
La puerta estaba abierta y estuvo a punto de entrar, cuando escuchó a su progenitora hablando sobre querer una hija con las mismas cualidades que las de Tsuki. Escuchó que alguien se acercaba y se ocultó cerca de su habitación. Luego la voz de Itachi se unió a la conversación sobre esa chica y el imbecil de Hidan.
Ya habiendo tenido suficiente de esa molesta conversación sobre esos dos, decidió hacerse presente. En ese momento, sus oscuras orbes se posaron en Tsuki y se quedó sorprendido. Ella se veía diferente, incluso se sintió incómodo por haberla encontrado atractiva. Seguramente eso era lo que habían visto Sasori y Deidara, cuando aseguraban que la joven era una belleza y él por su terquedad, se negó a mirar.
—¡Cariño, que gustó verte!—Mikoto levantó el rostro luego de ver la incomodidad de la niña y de inmediato encontró el responsable. No había pasado desapercibido ante ella el enamoramiento de Tsuki hacia su hijo, como también, el rechazo que él mostró por ella desde el día en que llegó—No sabía que vendrías hoy, si me hubieras avisado, prepararía la sopa de tomate que tanto te gusta.
—Deja de consentirlo, mi tonto hermano menor se volverá mas insoportable—Sasuke beso la mejilla de su madre, al igual que lo hizo con Chiyo. Hinata tenía mucho tiempo sin verlo y aunque el corazón le latía con irregularidad, se sintió fuera de lugar. Ella no era parte de esa familia y el mismo Sasuke fue quien se encargó de dejarlo muy en claro.
—Hmph—el menor fulminó a Itachi con la mirada y él se burló aún mas, no obstante, su atención de nuevo se dirigió hacia la chica, misma que evitaba verlo. Para la suerte de la ojiluna, el timbre de la puerta sonó y pronto escucharon la voz de Shisui llamando a Tsuki.
—P-parece que ya llegaron a buscarme—evitó ver a Sasuke y se reprendió por haber tartamudeado frente a él—Buscaré a mi padre... con permiso—haciendo una respetuosa reverencia, salió a toda prisa para soltar el aire que había estado manteniendo dentro del pecho. El encuentro con Sasuke fue peor de lo que imaginó, ya que con el tiempo, él se veía mucho más apuesto y verlo vistiendo ese traje negro hecho a la medida, la dejó sin aliento. Sonrió con amargura al comprobar que su amor platónico no había disminuido nada y seguramente, lo mismo sucedía con el despreció que él sentía por ella.
—Bueno, es un lugar público y cualquier persona puede ir si así lo desea—apenas bajó las escaleras, escuchó la voz de Ino, pero lo que realmente le causó curiosidad, fue el tono tan suave en lo que decía ¿con quien estaba hablando? Se preguntó y cuando llegó a la sala, encontró al responsable del extraño comportamiento de la rubia. Tampoco es que pudiera culparla, Shisui Uchiha era un hombre muy atractivo y su forma de ser, parecía iluminar cualquier lugar.
—Eso quiere decir que si te encuentro en el carnaval ¿podrías acompañarme a subir en los juegos?—Tenten se unió a Hinata y ambas veían como las manos de Ino, jugaban con la blusa púrpura que llevaba puesta. La Yamanaka se veía muy nerviosa y eso les causó gracia—Me refiera las tres—Shisui aclaró las cosas por temor a que la preciosidad frente a él, entrara en pánico.
—Tenemos una junta Shisui... ahora deja a las niñas que se vayan a divertir—Itachi negó con la cabeza, de nada había servido la advertencia que le lanzó a su primo, ya que él parecía empeñado en conquistar a la chica Yamanaka—Cualquier cosa me llamas ¿de acuerdo?—con cariño se acercó a la ojiperla y le besó la frente.
Ella asistió y antes de lograr girarse, se encontró de nueva cuenta con los ojos de Sasuke, quien sin saberlo, apretó los puños ante el cariñoso beso que su hermano le dio a la chica. No es que nunca antes lo hubiera visto hacerlo, pero esa tardé luego de verla tan alegre, tan distinta, tan bella, sintió que ese podía ser un beso ya no de hermanos. Por alguna razón que no logró identificar, se molestó al pensar en que Itachi pudiera pretender algo con ella. Se maldijo por estar pensando de más, puesto que Itachi no hizo nada diferente a lo que hacía siempre que se despedía de ella, no obstante, esa era la primera vez que la veía con ropa diferente al recatado uniforme escolar y a las patéticas camisetas en tallas mas grandes a la suya. Esos ajustados vaqueros, en conjunto con ese suéter en cuello de tortuga, destacaban la perfecta figura que se había encargado de mantener escondida. De nuevo llegó el mismo pensamiento que tuvo cuando conoció a Shion. Ellas dos tenían similitudes. Se trataba de convencer que Shion le atrajo por si sola, pero en el fondo de su alma, sabía que la atracción por la prometida de su mejor amigo, se debió al parecido que encontró con aquella cariñosa mujer de hermoso rostro, la misma que recordaba desde su niñez y la misma a la que también Tsuki se había asemejado desde que cumplió catorce años.
Con el tiempo, la imagen de aquella dulce chica que los visitaba se fue difuminando, sin embargo, entre las cosas de su madre, encontró una fotografía familiar en la que se hallaban, Izuna y ella sosteniéndolo en brazos, al mismo tiempo que tomaba la mano de Itachi y fue entonces que memorizó su rostro. Durante años no supo que había sido de ella, pero antes de la llegada de Tsuki, acompañó a su madre al cementerio. Él estaba con las manos en los bolsillos sin mostrar interés, no obstante, al enfocar la lápida, leyó el nombre y miró la pequeña fotografía encapsulada en el mármol. Hikari Otsutsuki. Su pecho dio un vuelco y se sintió mal sabiendo que jamás volvería a verla. Todos creían que a él no le gustaba esa joven, pero en realidad, disfrutaba mucho sus atenciones y cuando ella lo acunaba en su regazo, se sentía en paz... una sensación similar a la que sentía con su madre. Ese era el motivo por el que siempre quería monopolizarla, dado que odiaba no ser tan inteligente como su hermano mayor, quien recibía sus elogios y ni hablar de las constantes declaraciones de su tío Izuna, asegurando que cuando creciera, se casaría con ella.
Aquella mañana en la que le ordenó a Tsuki bajar del auto, su corazón se contrajo al encontrar aún mas grande el parecido entre ellas, sin embargo, lo descartó de inmediato y casi no volvió a verla, después se fue de Tokio y fue entonces que conoció a Shion. La atracción que sintió hacia ella fue instantánea y aunque trató de resistirse a caer en la traición, ella tampoco se lo puso fácil y finalmente terminó olvidándose se los sentimientos de su mejor amigo. Luego de ser descubiertos, pensó que ella aceptaría estar con él, pero no fue así y en su lugar, mantenían una relación abierta, una sin ataduras. Lo cierto es que no lograba entenderla y aún con su gran ego, podía percatarse de lo mucho que Shion lo manipulaba a su antojo, por el hecho de sentirse responsable de ella. Shion le contó que no tenía a nadie en el mundo y que al perder a Naruto, se había quedado sin nada, por lo tanto, él se vio obligado moralmente a responsabilizarse de ella. Pensó que con el tiempo, terminaría aceptándolo, por ese motivo le permitía ir a la residencia Uchiha a convivir con su madre, pero ahora mirando a la chica que siempre despreció, sintió como su corazón se contraía y pensar en Hidan, o incluso en Itachi, siendo su novio, le causó gran molestia.
—Shino me envió un mensaje de texto, dice que ya están afuera—anuncio Tenten y sus amigas asintieron.
—Entonces no lo hagan esperar—las tres jóvenes hicieron una reverencia y salieron para encontrarse con sus amigos. Hinata aún incómoda por el encuentro con Sasuke, Ino, con el corazón latiendo descontrolado por la cercanía de Shisui y Tenten agradecida de no haberse encontrado con la pesada de Shion.
Continuara.
Lamento mucho la demora y de verdad espero ya poder continuar actualizando todas las historias. Se que me he atrasado, pero no las dejaré inconclusas. El capítulo aclara un poco la trama, pero aún faltan mas personajes que aparecerán en los próximos capítulos. Me disculpo por las posibles faltas de ortografía que seguramente se me quedaron sin que las notara, apenas las encuentre y las iré corrigiendo😊💕
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