Capítulo 24

Damian se encontraba cargando a su hijo intentando hacerle dormir, pero todos sus intentos eran en vano y eso que intento de todo, cambiarle el pañal, mecerlo de un lado a otro, solo le faltaba cantar.

Dami? - dice el portador de traje de red robín quien ingresa a la recamara de su hijo con una sonrisa - perdona por demorar pero Alfred demoro un poco, nos envió la cena - acercándose a su esposo para que le entregue al bebe, que al tenerlo en brazos lo recostó sobre su pecho lo que hizo que el pequeño deje de llorar. 

Como haces eso?... - dice el demonio sorprendido - intente de todo y tu llegas y  deja de llorar.. tt...

Extraña a mamá... - le responde el ojiturquesa con una sonrisa - Dami, puedes preparar la leche de Thomas, es tarde y este pequeño debe de dormir 

Entonces, a parte de extrañar a mamá ¿tiene hambre? - dice el ojiverde dejando escapar un suspiro - iré  preparar la leche, pero te recuerdo pequeño que mamá es mio

Jajaja Damian, es nuestro hijo y aun es un bebé - responde el mas bajo caminando hacia la cocina siendo seguido por su esposo quien va a la cocina a preparar la leche para su pequeño.

El ojiverde no demoro mucho, de tantas veces que a preparado la leche de su bebe ya se había vuelto un experto, después de todo ayudar en la crianza de su bebé era una aventura diaria y no cambiaría eso por nada, al terminar la preparación de la leche la cual estaba a temperatura perfecta en la mamila, se dirigió a la sala en donde estaba su esposo con su pequeño y al verlos sonrió de lado, aquella imagen era sumamente tierna.

No cambiaría esto por nada... - dice Damian acercándose por detrás de su esposo aprovechando para depositar un beso en su mejilla - aqui tienes mi habibi.

Ni yo tampoco... - le responde el mas bajo mientras daba la mamila a su pequeño - y tu y yo tenemos una cena romántica por parte de Alfred una vez que nuestro pequeño Thomas duerma

Damian sonrió de medio lado al escuchar a su pareja, desde que su pequeño nació no había compartido tanto tiempo a solas con su habibi, así que las pocas horas que tenía a solas con el los aprovechaba al máximo. 

Iré a acomodar la mesa y tu ve a recostar a Thomas - el demonio da media vuelta y va hacia la cocina, acomodo todo para la cena incluso coloco velas rojas para darle el toque romántico - perfecto..

Nada mal - dice el ojiturquesa entrando a la cocina - felizmente Thomas al tocar su cama se quedo dormido - acercándose a su esposo para abrazarlo, extrañaba tanto estar entre los brazos de su demonio y sobre todo extrañaba sus momentos de intimidad pero, ser super héroes de noche, empresarios en la mañana y padres todo el día sus energías de ambos se agotaban así que dormir era la gloria.  

Damian correspondió el abrazo para luego separarse y sentarse para cenar, la cena fue romántica con sus respectivas copas de vino, la conversación era divertida, evitando todo lo que sea de trabajo o de villanos, todo era enfocado en lo vivido en sus recuerdos de jóvenes y de sus travesuras. 

No cabe duda que los dos eramos unos inmaduros - dice Damian terminando su copa de vino - bueno, es hora de ir a descansar.

Es en serio... - responde Tim con un ligero puchero mientras se pone de pie y lleva todos los platos al fregadero para lavar todo al día siguiente - pensé que tal vez ehmm tu y yo podemos tener el postre en nuestra recamara pero si quieres descansar... yo

Si no estas cansado yo si quiero el postre - dice el demonio jalando a su esposo del brazo juntando sus labios en un beso intenso el cual es correspondido de la misma intensidad.

Ambos caminaron sin dejar de besarse y de acariciarse por todo el cuerpo, había pasado tanto que se debe de aprovechar todas las ocasiones y mas cuando su retoño duerme temprano. Al llegar a la recamara la ropa que estorbar comenzaba a desaparecer, dejándolos completamente desnudos sobre la cama matrimonial en donde ambos se dieron amor y placer hasta que dar dormidos, Tim entre los brazos de Damian disfrutando del calor del otro. 

Al día siguiente, Damian, Tim y el pequeño Thomas, fueron a la casa de Bruce, era domingo por lo que decidieron tener un día familiar, y a pasar de los años, para Bruce y para Alfred nada había cambiado ya que para ellos esos cuatro petirrojos siempre serán sus pequeñas avecillas. 

Tim?... que pa... - no pudo terminar la oración ya que su tercer hijo le entrego a su nieto, el cual acunó entre sus brazos.

Puedes cuidarlo un momento - responde Tim con una ligera sonrisa - necesito ahorcar a Jason y no intentes detenerme

Bien, solo no hagan un desastre - fue la única respuesta de Bruce quienes comenzó a levantar a su nieto quien ríe por aquella acción - espero que les des dolores de cabeza a tus padres, de igual manera que ellos me los dieron a mi 

Hay cosas que nunca cambiaran, no es así amo Bruce - dice el fiel mayordomo quien solo recibe una afirmación en movimiento de cabeza del dueño de la mansión - iré a servir el almuerzo 

Iré contigo, este pequeño también necesita comer - Bruce con el bebe en brazos camina junto a su mayordomo hacia la cocina mientras sus hijos pelean tal cual niños.

Al llegar la noche Tim y Damian se quedaron en la mansión de su padre, después de todo se les hizo tarde para regresar a su departamento.  

Debimos quedarnos en mi antigua recamara - dice Tim sentándose en la cama.

Thomas esta mejor en tu recamara, como vez mi recamara tiene cosas puntiagudas y cortantes - le responde el demonio acorralando al mas bajo y robandole un beso. 

Definitivamente no cambiaría nada... - dice Damian sorprendiendo a Tim quien no entendía a que se refería - estas a mi lado y tenemos a nuestro pequeño.

Te amo, demonio 

Te amo , Drake

Al decir eso último ambos sellaron su amor con un tierno beso para luego juntar sus frentes y sonreír en complicidad. 

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Taran, al fin me decidí ponerle fin a este libro después de tiempo XD, me entretuve escribiendo aunque se que esta algo corto pero debo de decir que amo a esta pareja, es uno de mis primeros ships y siempre estará en mi corazón de pollo.

Se lo quiere y nos estamos leyendo. 

Pd: perdón si se me escapa alguna falta de ortografía pero las malvadas siempre se escapan.

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