Capítulo 3
Sólo estaban ellos dos
Meliodas mantenía el silencio mientras posicionaba una silla frente a ella, la chica se mantenía sentada en su cama
- Ahora me vas a explicar quien eres?- Se sentó bruscamente y su mirada le desnudo el alma
En ese momento es cuando paramos el tiempo para pensar, no podía contarle de ella, de la maldición, era mejor dejar las cosas como estaban
- Te he hecho una pregunta- Su voz volvió a romper el bien formado silencio
- Como ya te dije soy un hada negra- Suspiro derrotada- Nacida de una lágrima del Árbol Sagrado en la guerra de hace más de 3000 años, la desesperación y tristeza a su alrededor me dio la vida
- Eso es imposible- Dijo seguro- Las hadas sólo viven alrededor de 1500 años
- Los demonios tampoco viven tanto- Se maldijo por lo bajo, como odiaba tener la lengua tan grande
- ¿Como...
- Porque yo estuve en esa guerra Meliodas- Al fin admitió- Yo era una de las armas de Stigma
- Pero como estas viva?- Cuestionó
- Porque al igual que tu tengo una maldición- Se levantó y camino hasta la ventana, necesitaba que el aire fresco le chocaba en la cara, que despeinara sus cabellos- Estuve sellada durante 3000 años
- Por que?- Parecía tan lleno de preguntas, y no quería desaprovechar que la chica estaba dispuesta a contestarlas, pero se equivocó
- Lo siento- Una lágrima surco su mejilla y en ese momento el demonio estaba dispuesto a hacer lo que fuera por verla sonreír- Cometí un imperdonable pecado que todavía no estoy lista para confesar
- Por que no?- Se acercó con paso lento al hada
- Porque no quiero que sea así- Limpio bruscamente su rostro- Porque no quiero herirte mas
- Tiene que ver conmigo- Más que una pregunta era una afirmación
Ella sólo guardo silencio
- Se que no los conocemos mucho- Depósito su mano en la mejilla de aquella mujer, con un acto despacio y suave giró su rostro para que sus miradas chocaran- Pero puedes confiar en mí
- Lo sé- Cerró sus ojos y apretó la mano del rubio con las suyas- Pero es por tu bien, no quiero que sufras más
- No puedo creer lo que está pasando- Merlín observaba aquella chica reposar su cabeza sobre el pecho de Meliodas
- Podrías decirnos que es?- Interrogó al fin Ban, desde que habían llegado a la taberna, la Maga no había dicho ni muh, Elizabeth se encerró en su cuarto, Jaqueline no aparecía por ningún lado y ________ no se apartaba de Meliodas
- Si Merlín- Escanor se puso a su lado- Sabes que nunca me ha caracterizado la impaciencia pero ellos llevan así horas y tú no pareces acabar de concretar las ideas
La mencionada dio una vuelta en el lugar, llevo una mano a su barbilla, sin duda era un potente magia, más fuerte que la de ella, o King, la más fuerte que había visto. Sólo un roce de sus pieles fue más que suficiente para tranquilizar al demonio
- Ella está a su lado..- Comenzó a explicar Jaqueline desde la puerta- Porque sólo ella puede salvarlo
- Y ahora de que hablamos?- Cuestionó Diane, se veía afligida, nunca esperaría ese comportamiento de su amiga Elizabeth, eso la tenía afectada, incluso sacada del lugar
- Que esa chica es la única que puede ayudarnos a equilibrar las fuerzas y no perder a Meliodas- Miro a King- majestad usted debe hacerlo sentido- Se acercó a él- Su magia es única
- Lo único que siento es que no se quienes son ninguna de ustedes- Comenzaba a salir el lado protector de King
- Pronto lo sabrán todo- Susurró para mirar nuevamente en dirección a su amiga
Ambos caminaron hacia el exterior, Meliodas era el primero y ella le seguía el ritmo a paso lento
- Entoces esto es sólo un sueño- Afirmó rompiendo aquel silencio
- No lo caracterizaría así....Pero es algo parecido- El se detuvo de repente haciendo que la mujer chocaba con su espalda
El impulso la llevo a retroceder unos pasos, froto su frente aún conmocionada y miró curiosa en su dirección
- Entonces por que estas tu aquí y no Elizabeth?- Se giró levemente- Por que la figura que ve mi cabeza para tranquilizarse, el rostro que me muestra mi corazón para guiarme, la cara de mis sueños......Por que eres tú?
- No lo sé- Corrió la mirada y trato de calmar sus latidos, seguro que el los estaría oyendo, mejor era conservar su dignidad
- Yo tampoco- Siguió caminando- Y comienza a molestarme
Se alejó brevemente de ella, por su parte el hada se quedó meditando una respuesta. Por que era ella?
Sin duda, la magia que había puesto era para que pensara en lo que más atesaraba, lo que más amaba, entonces por qué no era la hija de la Deidad Suprema?
Agitó su cabeza, por ahora su prioridad era permanecer a su lado, protegerlo de si mismo, guiarlo. No podía alejarse de el! aún si eso la llevara a tener que responder sus preguntas
Extendió sus alas para volar. No fue difícil encontrarlo, estaba acostado sobre el pasto verde. Permanecía con los ojos cerrados, más ella sabía que el había notado si llegada
- Entonces estas dispuesta a responder mis preguntas?- Abrió su ojo izquierdo y posó su mirada en ella, la chica se encogió de hombros y se acostó a su lado
- Dispara- Susurró
- ¿Por qué estás viva?
Una pregunta y mil cuchillos, no sabía tan siquiera como responder a eso. Tan sólo posó si vista en el cielo azul, perdiéndose en lo infinito que era
- Ya te dije- Al fin salieron las palabras de su boca
- ¿Entonces por que fuiste sellada?- La chica abrió su boca- Y no me digas que fue por un pecado
Estaba atrapada y al parecer no le quedaba más remedio. Extendió su mano hasta la del rubio y justo antes de tocarla la apartó, tomo algo de fuerza al cerrarla en un puño y al fin unió sus pieles
- El cielo es genial- El alzó una ceja- Es tan grande que no tiene límites, pero a la vez está conectado
- De que hablas?- Cuestionó al fin
- Creo que el cielo es el que tiene las respuestas a todo- Sonrió para mirarlo- Porque estuvo aquí antes que nosotros y lo estará después, yo opino que este horizonte está conectado a otro y así sucesivamente. Aunque el color siempre sea el mismo, las nuves, el viento, el lugar desde el que lo observas cambia, por eso son nueva eras- Apunto al cielo con su dedo- Por eso la respuesta está en lo más alto
Curiosa, esa era la única palabra que podría usar Meliodas para describirla. Extraña jamás, porque no era ajena él, es más se sentía bastante cercana, más incluso que su padre, simplemente era curiosa, le causaba fascinación y confución a la vez
- Pues volemos a lo mas alto para encontrar las respuestas
Se levantó seguido de la chica. No hicieron falta las palabras, tan sólo una acción, un gesto, una afirmación para que ambos desplegará sus alas, sus alas negras
Ella volvió a tomar su mano de imprevisto
- Tenemos que encontrar la respuesta juntos- Le mostró sus brazos juntos- Sino no tendría sentido
- Jaqueline- Eliene entró en su habitación, la miró unos segundos
El hada estaba de espaldas a ella, sentada sobre la cama, y la rubia estaba más que segura de que se encontraba llorando
- Princesa este no es un buen momento- Dijo como pudo para limpiar sus lágrimas
- Llorar sola esta mal- Cerró la puerta en su espalda- Debes compartir tu dolor o será demasiado para tu espalda
La mencionada giro su rostro unas finas lágrimas surcaban sus mejillas, esa hada era sin duda hermosa
- Eso sonó demasiado a ________
- Me alegra saber que te gustó- Comenzó a caminar hasta ponerse a su lado- Escucha, no te conozco desde siempre, ni siquiera se por que lloras, pero desde que te vi por primera vez....- Callo unos momentos y la abrazó- Noté una inmensa tristeza en tu interior, tanto como la de tu amiga
- Supongo que es normal después de lo que hemos pasado- Suspiró tratando de bromear
- Si quieres contarmelo estoy aquí- Limpio dulcemente sus lágrimas- Puedo ser tu amiga, ustedes me salvaron
La hada lo pensó, realmente estaba dudando, necesitaba contarselo a alguien, no podía quedarse con eso por dentro, necesitaba una compañera y _______ no podía saberlo
- Escucha princesa, lo que estas a punto de oír no puede salir de aquí- Le mostró su libro viejo
- Que es?- Agarró aquella joya de la historia, sin duda tenía miles de años, sólo las hadas podían conservar las hojas durante tanto
- Es la historia de dos amantes maldecidos- Suspiró- La historia de _______ y Meliodas
- Que?- Fue tan impactante la noticia que no le dio tiempo a procesarla- Meliodas está enamorado de Elizabeth
- Eso es cierto pero......- Abrió la primera hoja- Comencemos por el principio
Sus figuras cruzaban el cielo azul
Sus rostros mostraban una sonrisa
Sus manos estaban unidas
Y sus corazones eran uno.........
No eran unos niños pero disfrutaban jugar, como si sus alas en esos momentos no fueran una maldición, como si les permitiera una oportunidad que a más nadie se le da
Pasaron las nubes, dieron vueltas en el aire, se detenían a veces pero todo era felicidad, por un pequeño y mínimo instante....Todo era felicidad
- Siento que si sigo buscando en eSte cielo saldré herido- Soltó de pronto el rubio
- Tienes razón- Aseguró la castaña
- Pero también siento que quiero saberlo- Se puso al frente de ella- Que necesito saberlo.....
- Eso es....- Apartó la mirada
- No se que deba hacer- La abrazó de repente y al fin después de tanto reprimirlas, las lágrimas salían a flote, hundiendo en un profundo y sincero llanto- Jamás me había sentido así
- Así como?- Se mantenía firme, erguida
- No lo sé, esa es la cosa- La abrazó aún más fuerte- Durante 3000 he sobreyebado la muerte de Elizabeth, he pensado que está bien así, que no debo luchar, que no debo arriesgarme. Pero entonces llegues tu y me haces sentir así de vivo....como nunca
______ dejo que sus brazos lo rodearan gentilmente, sumándose ella al llanto, no se le podía culpar
- Siento que quiero hacerlo, que no puedo rendirme, que quiero acabar con esto, que nada está bien y que tengo que arreglarlo- El sol comenzaba a ocultarse en el horizonte- Siento que te necesito
Se liberó, soltó aquello que lo mantenía afligido. Algo que necesita transmitir y sabía que las palabras no eran suficientes, pero lo que quería hacer, lo asustaba más que nada
- Si.....- Su voz se escuchó y ella separó su rostro aunque seguían abrazados- Si eso puede llegar a significar que hay una posibilidad de que todavía me ames la tomaré Meliodas
- Que?- Cuestionó y la vio acercarse a sus labios, más no le importó, eran más grandes las ganas que el miedo
- No voy a rendirme- Susurró antes de besarlo
Sus lágrimas, las de ambos, se fundieron en una al roce de sus mejillas. El fuego de la llama que ardía en su interior estaba más viva que nunca, ella gritaba
«Luchen»
Nota del autor:
Hola a todas, como están?
Espero que bien, y que no se hayan olvidado de este libro
No pude contenerme, lo siento
La verdad, estaba realizando un proyecto que me tenía muy emocionada, que quería hacer a toda costa
Príncipe Rojo
Ya disponible en mi cuenta, es una nueva historia de Meliodas dedicada a una persona demasiado especial para mí
Espero que les guste y que le den una oportunidad
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