Capítulo 74
Hoy era el gran día o por lo menos eso había estado oyendo desde la mañana a cada persona de la mansión que me llamaba para asegurarse que fuera a la fiesta, mi abuela en verdad se veía emocionada lo cual era extraño en ella ya que muy pocas veces se le veía sonreír tanto durante tanto tiempo y aunque la idea no me era del todo mi agrado ni me causaba mucho entusiasmo pensaba poner de mi parte y mantener feliz.
El sonido del timbre retumbo por todo el departamento me levanté de mi lugar para abrir la puerta, mire a Frederick quien tenía una sonrisa adornado su rostro mientras sostenía un enorme cuadro envuelto en papel de regalo.
-Felicidades por tu casi estreno de presentación de ballet.
-Gracias.- respondí abriendo la puerta por completo indicándole que podía entrar.
-Te hice un regalo.
-No hacia falta.
-De todos modos pensaba dártelo solo que no encontraba el momento pero, ahora tengo una excusa para dártelo.
-Ya veo, ¿me pregunto que será?. pregunte sarcástica mientras observaba el cuadro.
-Un cheque en forma de un cuadro.- respondió con gracia ante mi pregunta sarcástica.
-Vaya pero que afortunada soy.
-Solo ábrelo de una vez.- me ordeno Fredercik en un tono ansioso, me acerque a la pintura y comencé a desenvolverlo con cuidado. Cuando observe la pintura podría jurar que estaba con la boca abierta realmente Frederick no dejaba de sorprenderme, su forma de pintarme me hacía ver lo dedicado que era, el como jugaba con los colores para que mis ojos resultarán el como le daba un brillo tan original a mi cabello, el como me hacía ver tan diferente me hacía sentir tan bien.-¿Esa soy yo?.
-Bueno no creo que pueda ser otra persona .
-Gracias Fredercik. -dije sinceramente mientras la sensación por querer abrazarlo recorría por todo mi ser.- Podrías ayudarme a colgarla en la pared.
-Por supuesto.
El se enrolló las mangas de su camiseta tomo pintura con cuidado y la colgó en la pared de la sala.
-Asi todos la verán.
-Tal vez, si tan solo tuviese visitas.
-Touche, algún dia las tendrás o bueno con que la veas y te acuerdes de mi es suficiente para mi.
Le di una pequeña sonrisa a Frederick el tambien me devolvió la sonrisa con más ampliatud, fue en ese momento tan silencioso que todo se sintió tan especial, despues de unos segundos su celular sono observo quien era y se despidió de mi mientras salía del departamento.
Me quede viendo la pintura unos cuantos segundos, realmente me encantaba las pinturas de Frederick, observe el reloj ya casi era hora, deberia de ir a la casa de mi abuela para alistarme, fui a mi habitacion por mi bolso y cuando fui a tomar mis llaves observe la caja decorada con decoupage que me habian regalado mis padres, la tome y la metí en mi bolso, ya era tiempo de seguir adelante. Cuando llegue a la mansión de mi abuela todos estaban ocupados con los preparativos de la fiesta, trate de ayudar en algo pero nadie me dejaba tocar nada porque yo era la festejada eso y porque en verdad era torpe con las cosas de cristal, mi abuela me mando a mi habitacion para una sorpresa que tendria para mi, cuando subí pase por la habitacion de mis padres me quede mirando la puerta y una pequeña sonrisa de felicidad me invadió ya no era doloroso recordarlos, abri la habitacion y observe que todo estaba en su lugar, recorde muchas cosas que solia hacer aqui de niña realmente era un desorden total cuando estaba aqui, mi abuela solia molestarse bastante por algo, mi padre habia comprado aquel departamento porque queria que tuviera mi propio espacio para hacer mis travesuras, me sente en la cama y observe cada rincón de la habitacion.
-Señorita Kim, ¿que esta haciendo aqui?.-pregunto Alex mientras entraba a la habitacion con una mirada de cierta preocupación.
-Solo estaba recordando.- confese.
-Ya veo, esta recordando cada travesura que hacia en esta habitacion.- Yo asenti la cabeza con una sonrisa ante su total perspicacia.
-La verdad si o el como solia tomar toda la ropa de mamá para probármela.
-A ella de daba bastante gracia.
-Y a mi abuela solia desesperarla.
-Aun lo haces un poco.
-¿Un poco?.- pregunte en broma causando una sonrisa en ambos, mi sonrisa se borró al recordar aquel pequeño detalle, saque la caja del bolso.- Este fue el último regalo que ellos me dieron.
-¿Que es lo que hay adentro señorita?.
-No lose pero sabes pienso abrirla hoy, solo necesito esperar a alguien para poder hacerlo.
-Ya veo señorita, eso significa que ya encontró a su persona especial.- Embocé una sonrisa cuando Alex dijo esto, inmediatamente mi mente recordó a Frederick, me levante de la cama y comencé a dirigirme a la puerta para salir, mire a Alex.
-Por supuesto que si.
Antes de salir observe que detrás del tocador habia un cuadro pero no le preste tanta atención despues vendría a acomodarlo.
Entre a mi habitacion y deje la caja en mi cama, tome un baño y me comencé a arreglar para la fiesta, Alex me habia comprado un vestido blanco con dorado muy elegante, me seque el cabello y me lo arregle poniendo un broche pequeño pero resbalaba por mi cabello por lo que lo deje a un lado mientras me ponían los accesorios, alguien toco la puerta y indique que pasara, desde el espejo observe como Frederick entraba.
-¿Que tal?.
-Hola.-conteste mientras terminaba de ponerme un arete- ¿donde esta Jacqueline pense que llegaría contigo?.
-Si sobre eso, tuvo una discusión con sus padres y no salio nada bien.
-Entiendo-dije mientras trataba de ponerme el broche de nuevo pero seguia resvalandose -maldita cosa.
-Dejame ayudarte.- Fredercik se acercl a mi, tomo un mechón del cabello y comenzo a hacer una pequeña trenza, coloco el broche quien finalmente se mantuvo firme en su lugar.
-Creo que esa cosa te quiere mas a ti que a mi.
-Tal vez.
Ambos esbozamos una sonrisa y cuando trate de decirle a Frederick sobre la caja Alex toco la puerta.
-Señorita Kimberly los invitados la están esperando.
-Bueno señorita Kimberly, me haria el honor de escoltarla.
-Por supuesto.- Dije mientras me levantaba para salir de la habitacion, antes de llegar a las escaleras Fredercik me extendió su mano yo la tome y ambos bajamos juntos las escaleras del brazo, cuando llegamos al final de la escalera el solto mi brazo y tomo la muñeca de mi mano y la beso con cuidado.
-Sabes siempre quise intentar esto desde que vi el Titanic-me susurro confesando aquello con una sonrisa.
Despues de esto mi abuela comenzo a decir unas palabras de introducción creo que eran muy inspiradoras la verdad es que no preste mucha atención ya que estaba mirando y sonriendo a Frederick de reojo. Cuando termino muchas personas desconocidas para mi se acercaron y me comenzaron a hablar sobre lo talentosa que era al igual que mi madre, me estaban agobiando con tantas preguntas y halagos hipócritas, Fredercik lo noto, por lo que se acerco a mi para robar un poco de mi tiempo, me tomo de la mano y me dirigió a otro lugar.
-Te estabas agobiando.
-No te imaginas cuanto.
-Sabes todos están muy sorprendidos y hablan mucho sobre tu madre.
-Si lo note.
-¿Estas bien?.
-La verdad es que años atrás si me hubiese molestado demasiado pero sabes una gran persona me enseño que ese tipo de cosas son parte de mi, son cosas realmente valiosas, me enseño a valorarlo y apresiarlo siempre en mi corazon.
-Esa persona especial suena que realmente es genial.
-Lo es.
Ambos reímos un poco, mientras la fiesta seguia, Fredercik de pronto se quedo callado mientras miraba hacia una esquina yo mire para observar lo que estaba viendo, en aquella esquina se encontraba Tobias al igual que Fredercik sus heridas ya habian sanado, estaba conversando con mi abuela.
-¿Que hace el aqui?.
-Supongo que mi abuela lo invito, sabes en realidad la familia Baker y Carlier se llevan bien.
-Ya veo.
-Pero sabes algo que mas da que este aqui, no es como si fuese a regresar con el.
-Tienes razon.- Dijo mientras sonreía, una canción comenzo a sonar era algo romántica típico de Paris, Fredercik me extendió su mano como una invitación a bailar con el, yo acepte y ambos comenzamos a bailar, podia sentir como la mirada de varias personas se dirigían a nosotros, pero no le tomamos tanta importancia a los pocos minutos varias personas comenzaron a bailar junto con nosotros.
-Parece que sabemos armar un buen ambiente.
-Ni me lo digas.
-Sabes tengo una proposición para usted señorita Carlier-dijo mientras soltaba una sonrisa- dígame me haria el honor de escabullirse conmigo de esta fiesta.
-Oh joven Normant esto es tan atrevido de su parte-dije sonriendo- acepto.
Mientras seguíamos bailando salimos de la pista donde logramos salir al jardin, ambos observamos a las personas quienes ya no nos prestaban atención, ambos nos tomamos de las manos y salimos del jardin para llegar a fuera.
-¿Y ahora que hacemos?-pregunte curiosa.
-Que tal si tan solo improvisamos.
Las improvisaciones de Fredercik eran realmente divertidas, tomamos un pequeño autobús y nos diriguimos a una pequeña feria que habian organizado, todos nos miraban y la verdad es que si lo entendia, demasiado elegantes para una feria pero que mas daba. Fredercik compro una camara desechable, me daba algo de gracia parecia de juguete. Ambos éramos dos pequeños niños gozando de una pequeña feria de Paris.
-¿Crees que se hallan dado cuenta que nos fuimos?.
-No lo creo mi abuela me estaría buscando como loca, además tengo mi telefono... No crees que es tonto que ambos estemos en el Carrusel.
-De que hablas es divertido montar caballos.
-Son de plástico.
-No quita el hecho de que son caballos.
-Tienes razon.- Cuando el Carrusel se detuvo Fredercik me ayudo a bajar cargándome como princesa.
-Ahora bella dama a donde le gustaría ir.
-Que tal si comemos algo.
-¿Un helado tal vez?.
-Por supuesto.- Nos dirigimos a la tienda de heladera donde siempre solíamos comprar nuestros helados.
-Un helado de napolitano y para esta bella dama de galleta por favor.
-Por supuesto.
Mientras miraba por la ventana observe que era una noche estrellada, Frederick llego con los conos de helado y salimos a caminar un rato.
-Esta bien siguiente pregunta ¿preferirias raparte la cabeza por completo o teñírtelo de rosa toda la vida?.
-Creo que me quedare calva, realmente odio el rosado.
-Te verías divertida.
-Apuesto que si mmm bueno dime que prefieres, ¿quedarte ciego o nunca haberme conocido? -pregunte en broma.
-Quedarme ciego.-respondio inmediatamente- porque estoy seguro que aunque no pueda ver con la vista, si estoy contigo podre verlo todo.
-Pero ya no podrías pintar.
-Hay personas que aunque quedaron ciegas pintan bien, todo es cuestión de la imaginación no tanto de la vista, aunque bueno no digo que no sea importante.
-Ya veo.
-Y dime que prefieres tu, no volver a bailar ballet o nunca haberme conocido .
-El ballet, sabes soy buena en otras cosas sin embargo si nunca te hubiese conocido yo aun estaría hundida por todas las cosas malas que me pasaron en la vida.
-Sabes yo estaría igual si no te hubiese conocido.
-Estoy segura que estarías bien, no creo ser una gran influencia en tu vida.
-Créeme Berly, en realidad si lo eres.
Yo queria sonreír pero senti que ese ambiente iba a volver a aparecer entre nosotros por lo que solo aparte la mirada un poco y trate de cambiar el tema a otra cosa
-Sabes cuando volvamos quiero que este conmigo para abrir aquella caja que mis padres me regalaron antes de morir.
-¿Porque quieres que yo este a tu lado?.
-Porque tu eres el que hizo entender que esas cosas son valiosas.
-¿Que cosas?.
-Como el recuerdo de mis padres y todos los que me aprecian.
-Berly sabes creo que aun hace falta una cosa en la que tengo que ayudarte.
-¿Cual es?.
-Es sobre el amor.
-¿Amor?.
-Tu aun tienes miedo.-Dijo mientras se me acercaba lentamente.
-¿Miedo a que?
-No lose dimelo tu... Berly mírame a los ojos y dimelo.
-¿Que cosa?.
Frederick solto una pequeña risa tierna me miro fijamente a los ojos mientras esa hermosa curva no dejaba de ardornar aquella miraea suya.
-Supongo que tendre que darte el ejemplo.
Fredercik me miro figamente y comenzo a acariciar mi mejilla con delicadeza, toco mis labios con la punta de su pulgar y se acerco a mi para besarme. El beso fue lento y con delicadeza, podia saborear el sabor del helado de chocolate que habia comido hace pocos minutos, fue un beso pequeño pero apasionado, nisiquiera Tobias y y yo nos habiamos besado asi alguna vez... Tobías... Cuando se retiro de mi lado lentamente el terror comenzo a invadirme
-Kimberly Carlier, te quiero.
Esas palabras fueron las que hicieron que el pánico comenzara a hundirme, lo habia tratado de evitar estaba pasando, empuje a Frederick de mi lado y lo mire con el peor terror reflejado en mi rostro, sentia hasta como las lagrimas recorrían mis mejillas, estaba pasando otra vez, la desesperación porque cambiará a verde me estaba desesperado.
Como avanzar hacia algo que realmente quiero pero que me invade de miedo.
Comencé a dar pequeños pasos hacia atrás para huir lentamente hasta que me di media vuelta para salir huyendo de sali, habia olvidado que tenia tacones puestos habia olvidado lo que significaba avanzar hacia adelante habia vuelto a ser la misma de siempre...
Estaba huyendo de nuevo.....
...Y aquel semáforo nunca cambio, mas bien, se apago para siempre.
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