[9]

Una marca verde que hizo que su mente viajase al pasado...

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Era una imagen borrosa, apenas podía distinguir algunos colores. Intentó adivinar dónde estaba, pero se le hizo imposible. Pestañeó y vio una luz verde brillante muy cerca, tan cerca que casi podía rezarla... La tocó, era... ¿líquido?

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—¡Luna! —La llamó alguien.

No supo quién era.

—¡Luna! —La nombraron de nuevo—. Despierta, soy yo... Vanesa.

De repente la voz le encajó y se incorporó. Estaba en el cuarto secreto de la chica, el único de toda la construcción dónde no se podía hacer magia.

—Menos mal... —Suspiró Vanesa—. ¿Por qué has llegado aquí más tarde que yo?

Luna intentó recordar aún confusa. Aquella criatura... Miró a su alrededor, y se encontró con el cuadro que habían visto en el recuerdo.

—¿Ya hemos viajado a través del recuerdo? —Preguntó Luna incapaz de creerse que podía hacer eso.

Vanesa asintió.

—¿Qué ha pasado?

—En vez de llegar aquí... Estuve en una habitación oscura —Intentó recordar Luna—. Pero no era un cuarto, era... ¿Una cueva? No lo sé —Desistió.

—Bueno, sea lo que sea que ha pasado... —Dijo Vanesa—. Lo importante es que has llegado.

Las imágenes sobre aquel lugar se agolpaban en la cabeza de Luna y con ella, la luz verde.

—Había una criatura —Dijo Luna mientras seguía a Vanesa hasta la puerta—. Tenía una marca verde en el cuello.

Vanesa se giró bruscamente.

—Capaz era una especie de collar... Podríamos buscar sobre ello en la biblioteca —Añadió Vanesa abriendo la puerta—. Me suena de algo.

—Vale —Aceptó Luna intentando olvidar ese encuentro extraño.

Recordaron que querían llegar al lugar donde trabajaban los "seleccionadores de sueños", el lugar que Vanesa creía que era el suyo.

—De acuerdo... —Dijo Luna—. Parece que entre recuerdos y puertas hemos vuelto al principio.

—Sí —Dijo Vanesa pensativa—. Al tú poder viajar por los recuerdos... Creo que no podemos utilizar las puertas fiablemente.

Luna suspiró con fuerza, no sabía cómo podrían volver allí.

Después de haber pasado el pasillo, haber salido de aquella sala, pasar otra puerta y viajar por los recuerdos...

—¿Cuánto tiempo ha pasado ya en mi mundo desde que empezamos? —Preguntó Luna preocupada.

Vanesa hizo aparecer unas pantallas ante ella y empezó a hacer cálculos.

—Unas tres horas.

—Vale —Dijo Luna pensativa, tendría que volver a su mundo, dar signos de vida.

Desde que se había ido, nadie la había visto...

—¿Y cómo vamos a volver a intentar llegar a nuestro destino? —Preguntó Luna mientras seguía a Vanesa entre pasillos.

—Sinceramente... No lo sé —Dijo Vanesa encogiéndose de hombros—. Tendremos que pensar, pero mientras tanto, vamos a la biblioteca.

La cara de Luna indicaba su sorpresa, acababan de llegar a la gran biblioteca, pero no era como se la esperaba.

—Wow... —Dijo sin palabras.

—Pasa, no te quedes parada en la puerta —La incitó la chica.

Ante ella se abría una enorme biblioteca, tenía las paredes moradas y muchas de las paredes eran redondeadas, curvas. En vez de escaleras habían unas rampas del mismo color que el suelo, azul galáctico.

—La restauraron hace poco —Sonrió Vanesa—. Estaba previsto que no fuese la típica biblioteca, querían innovar...

—Sí que es cierto que no he visto nada igual —Admitió su Kun mientras inspeccionaba con los ojos cada rincón.

Unas grandes estanterías que iban hasta el techo eran de color blanco y negro, en el centro de la sala habían unas mesas con pantallas flotantes y algunos ayudantes iban de un lado a otro. Era silenciosa, no había casi nadie, así que se sintieron libres de investigar.

—A ver... ¿Y si buscamos un libro sobre el origen de algunas piedras? —Pensó Vanesa, Luna asintió—. De acuerdo.

Se separaron, Luna subió una de las rampas azules y Vanesa empezó a rebuscar entre algunas estanterías. Luna buscó en los letreros algo que la guiase, algún cartel que dijese "biología" o algo parecido. Mientras tanto, Vanesa abandonó lo que estaba haciendo y decidió buscar en una de las pantallas.

—¡Luna! —La llamó—. Ven aquí.

La chica se giró y bajó la rampa a todo velocidad, su amiga estaba a unos metros de ella. Se acercó y miró la pantalla.

—¿Qué has encontrado?

—Aquí podemos buscar donde encontrar los libros —Dijo Vanesa—. ¿Cómo lo buscamos exactamente?

—No sé, tal vez... ¿Biología? ¿Rocas?

—Vale... —Dijo Vanesa mientras tecleaba rápidamente las palabras.

Le dió a la última tecla y una especie de esfera que había en la mesa se abrió.

—¿Qué...? —Preguntó Luna observando esa cosa.

Era una esfera de color blanco reluciente, parecía un robot que empezó a flotar.

—Síguela— Dijo Vanesa mientras la esfera salía disparada.

Luna reaccionó por fin y corrió trás su amiga. Subieron una de las rampas y pasaron a través de una puerta. Entonces la bola se paró.

—Vanes...

Vanesa no la dejó terminar, se pudo el dedo en la boca y le indicó silencio. Se acercó a ella y le dijo que estaba escaneando la sala.

—¿Escaneando? —Preguntó Luna en la oreja de su amiga.

—Sí, está buscando posibles libros sobre el tema.

El robot volvió a moverse y cogió montones de libros mientras que los dejaba encima de una mesa. En la pared de la sala habían algunos cuadros y paisajes.

—Gracias —Dijo Vanesa mientras que la esfera se marchaba de nuevo a su puesto—. Ya podemos empezar.

Frente a ellas habían montones de libros, pero dejarían de lado los que no tuvieran que ver con piedras verdes. Pasaron horas buscando, y Luna empezaba a impacientarse.

—¿Encuentras algo? —Le preguntó mientras cerraba el décimo libro que había revisado.

—Estoy en ello —Dijo Vanesa metiendo más la cabeza en el libro que estaba leyendo.

Luna suspiró cansada. Aquello les llevaría más rato de lo planeado.

Luna abrió otro libro y se encontró pasando las páginas mientras revisaba si se hablaba de cosas verdes...

Estaban buscando sobre piedras porque Vanesa le había dicho que capaz se trataba de algún colgante.

—¡Mira! —Le dijo Luna mientras le enseñaba el libro que aún no había terminado de ver.

—¿Es eso?

—Tiene el mismo brillo, y el mismo color.

—"Piedra preciosa llamada Gris" —Empezó a leer Vanesa—. "Se le dió este nombre ya que antes eran de este color, hasta que el padre del actual líder de la tribu Der consiguió darle vida a esta especie de cristal"

—¿Es de una tribu? ¿Por qué la llevaba la criatura? —Preguntó Luna.

—"Los integrantes de esta tribu son capaces de transformarse en unas criaturas grises y alargadas llamadas Ceba, pero solo si llevan la piedra puesta..."

—Así que sí era un colgante —Alucinó Luna—. ¿Y... Por qué llegué allí?

—Eso aún no lo sé... —Dijo Vanesa mientras seguía leyendo—. No aparece nada más —Cerró el libro.

Tendrían que investigar más sobre el tema, pero no había más tiempo ese día.

¡Hola!

¿Qué os está pareciendo?

Estoy haciendo los capítulos más cortos para poder meter más misterio y que la lectura no se haga tan pesada ❤️🌱🍄

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