La misma canción se repetía una y otra vez en mis orejas, la había puesto en repetición, simplemente me fascinaba, muy posiblemente la cantidad de veces que la escuche fue el detonador necesario para desencadenar el sueño que me llevo a mis recuerdos. Ahora me resultaba impensable haber olvidado la canción que significo tanto para los dos.

Hacia unas semanas que había terminado con Janna, estaba muy deprimido, me sentía solo, en ese entonces mi más grande consuelo fue Harold, descubrimos que teníamos bastante en común, juegos, música, películas, ejercitarnos regularmente sin exagerar, la amistad entre los dos surgió muy naturalmente. Con el pasar de las semanas nos empezamos a volver inseparables, ya sabía por Janna que Harold era abiertamente homosexual pero eso no me incomodaba, para mí se veía y comportaba como otro macho normal, era mi amigo.

Luego empezaron a surgir extraños pensamientos e ideas en mi mente, me decía a mí mismo que no era normal que disfrutara tanto su compañía, incluso otros amigos me lo decían en broma además de advertirme que decían que Harold me había vuelto gay. Yo solo desacreditaba aquellos comentarios y continuaba con mi vida más sin embargo algo de razón tenían, con el me sentía diferente.

Las semanas siguieron pasando y ese incómodo sentimiento me perturbaba, incluso deje de verlo por una semana para demostrarme a mí mismo que no era para tanto pero me equivoque, fue peor, fue una tortura no estar con él. Lo curioso de todo es que en todo ese tiempo el nunca intento nada extraño conmigo, incluso se ofreció a ayudarme con lo de mi soltería diciéndome que tenía algunas osas amigas que podrían gustarme, yo en broma me negaba diciendo que no estaba listo aun.

Investigue su vida haciéndole preguntas casuales, tuvo pareja hasta el año pasado, el bastardo lo dejo por otro por conveniencia, devastado el perro cerro su corazón y dijo que no quería saber sobre relaciones en mucho tiempo. Cuando dijo esto una parte de mí se alivió y entristeció al mismo tiempo, cuando medite un poco sobre estos dos sentimiento entendí el porqué, me alegre porque estaba soltero y me entristecí porque no tenía una oportunidad con el ¿Cómo era posible que me entristeciera por no poder estar con él? Me pregunte yo mismo golpeándome la cabeza contra una pared en ese momento mientras reafirmaba mí ya tambaleante heterosexualidad.

Más semanas pasaron, los sentimientos poco a poco me fueron carcomiendo hasta que un día no pude más y explote, fui hasta su casa en un día lluvioso a encararlo, su madre me dejo pasar apenas me vio todo mojado en la puerta. Les dije que la lluvia me había agarrado mientras hacia un mandado por la zona y solo se me ocurrió ir a su casa, el husky creyó la mentira y en unos minutos ya estábamos solos en su habitación.

Estaba con solo una toalla en mi cintura pues la madre del perro me hizo quitar la ropa para secarla, Harold parecía calmado pero note cierta distancia de su parte, mi presencia en su habitación estando casi desnudo le causaba cierta incomodidad. Formule algunas teorías del porque la razón como por ejemplo que le gustaba mi cuerpo y me veía como una tentación a evitar por ser su amigo, que se intimidara por mi físico grande y la última y que más deseaba que fuera, que yo le gustara, que estuviese enamorado de mí.

Aproveche que se distrajo en la laptop de su mesa y me acerque a él, cuando él se giró casi se estrella en mi pecho desnudo, el husky se sorprendió bastante y soltó una risa nerviosa. Lo mire fijamente con el hocico abierto tontamente, el intento desviar su mirada a otro lado a punto de dar una patética excusa para alejarse pero lleve mis manos a su rostro rápidamente y lo tome con cuidado, él se paralizo al igual que yo.

En ese instante la laptop de Harold selecciono aleatoriamente una canción de la lista de reproducción que marcaría mi vida para siempre, As we fall, mientras esta tomaba su ritmo mi corazón bombeaba sangre apresuradamente. Harold apenas abrió su hocico para pronunciar mi nombre en forma de pregunta y yo abrí el mío pronunciando el suyo en forma de respuesta, luego simplemente lo bese.

Fue nuestro primer beso, nuestro primero de muchos, quedo marcado por esa canción en su habitación en un día lluvioso, cuando nos despegamos supe que mi última teoría de que me amaba era la correcta y entonces los sentimientos extraños que sentía en mi corazón se aclararon. Lo amaba, realmente me había enamorado de otro macho y no me importaba admitirlo, le sonreí, él me sonrió y su madre que estaba en la puerta viéndonos con mi ropa seca en mano también sonrió.

El resto de la historia fue más simple, se lo cuento a Janna y esta se lo toma como broma, tuve que besarme con Harold para demostrar que decía la verdad, esta solo se sorprendió mucho pero alegro de igual forma, incluso confeso que de vez en cuando miraba pornografía gay por que le resultaba excitante, yo y Harold reímos muy nerviosamente a ese comentario.

Tiempo después hice lo tan popularmente conocido como salir del closet con mi familia, mi madre me rechazo, dolió bastante, no podíamos casi vernos o hablarnos, a mi hermana le pareció genial. Pensó que ahora podíamos hablar cosas de hembras cosa que tuve que hacerle entender que no sería así, a mi padre curiosamente no le importo, solo dijo que si era feliz lo aceptaría, yo realmente pensaba que mi padre sería más difícil.

Semanas empezaron a pasar y la convivencia con mi madre resultaba muy difícil, no me quería ver, hablar o tratar, mi padre y hermana intentaban hablar con ella pero no atendía razones, al final quien logro causar un efecto en ella fue la madre de Harold. Nunca supimos que le dijo, solo supimos que fue lo bastante influyente para que ella cambiara, un consejo de una madre a otra.

Otras semanas pasaron, me comenzó a hablar, me empezó a tratar como su hijo nuevamente, al final reconoció su error y me acepto como era, nos aceptó a los dos, fue un proceso de rechazo, tristeza, aceptación y finalmente felicidad. Ese fin de semana mi padre organizo una parrillada que quedaría preservada en una hermosa foto en una pequeña mesa en la entrada de la casa.

A mediados de dos mil diecisiete Harold y yo nos mudamos a un pequeño departamento en el centro, estábamos increíblemente felices de comenzar una vida solo nosotros dos, los recuerdos que construimos allí fueron hermosos. Pero unos meses más tarde ocurrió el accidente que me marco, perdí mi memoria y en vista de todo Harold convenció a todos de desaparecer cualquier evidencia de su relación conmigo, el creyó rotundamente que si me enteraba sin recordarlo por mi cuenta lo rechazaría y me perdería para siempre.

Nunca sabremos como hubiese actuado, solo puedo intuir que quizás si hubiese actuado muy negativamente, de lo que estaba seguro es que Harold tomo la mejor decisión por los dos al eliminar todo lo que indicara que había algo entre nosotros, El con ayuda de Janna, Julián y mi familia llevaron todas mis cosas de nuestro departamento a mi vieja habitación ocultando cualquier cosa que nos relacionara como pareja en especial las fotos, convencieron a todos los que pudieron ayudar y así nadie hablo

Solo han pasado tres días desde entonces, tres días desde que le hice el amor a Harold como si fuese nuestra primera vez., ahora yace a mi lado acostado leyendo un libro mientras que yo me limitaba a estar acostado en su pecho escuchando la misma canción una y otra vez. Sentir su pecho subir y bajar suavemente por la respiración y el latir de su corazón de alguna forma me relajaban, siempre lo ha hecho desde que convivimos juntos y espero siga así por siempre.

Tiro la vista a la puerta de nuestra habitación y veo unas cuantas cajas apiladas, me lleno de más pereza en solo pensar que todavía debo desempacar mis cosas y organizar muchas otras en nuestro departamento nuevamente. El domingo mi padre dijo que haría una parrillada para celebrar mi regreso, aunque no estoy seguro si regrese realmente, puedo sentir como una mano del husky se desvía del libro a mi cabeza para darme un poco de cariño.

Momentos perfectos como esos son los que más adoraba, reviso mi celular y salgo a la pantalla principal par luego volver al menú de aplicaciones, exploro un poco y entonces me topo una vez más con esa aplicación bóveda, la abro y un campo de contraseña aparece. Cierro mis ojos tranquilamente y recuerdo, recuerdo las miles de veces que use esa contraseña, el segundo día más importante de mi vida, el día que Harold y yo nos besamos por primera vez en su casa y nos convertimos en algo más.

Sonrió para mí mismo mientras la aplicación se termina de abrir para mí, en ella un baúl de recuerdos preciados, fotos, muchas fotos de Harold y yo compartiendo momentos felices. En algunas fotos estábamos tomados de las manos o besándonos, acostado uno sombre el otro y cosas tontas de pareja, cosas tontas y hermosas que me sacaron una amplia sonrisa.

Medito sobre toda esta experiencia que vivimos todos, no solo yo, y creo que de alguna forma hemos cambiado a algo diferente, a algo único pero mejor, no soy el mismo panda de hace tres años, no soy el mismo que hace cuatro meses antes del accidente ni mucho menos el que despertó del coma hace tres. Soy alguien diferente a todos ellos debido a lo que eh vivido en este tiempo, pero aunque olvide todas esas cosas Harold me dijo algo que es muy cierta.

Podemos cambiar muchas cosas en unos cuantos años, podemos incluso olvidar, recordar o crear experiencias y aun así seguimos siendo nosotros mismos, aunque los recuerdos nos van definiendo con los años y moldeando hay cosas en nosotros mismos que nunca cambiaran no importa lo que hagamos, siempre mantendremos nuestra esencia, algo que trasciende sin importar lo que nos pase, quizás sea nuestra alma.

Me intriga pensar que hubiera pasado si nunca hubiese recordado y Harold se hubiese marchado, me pregunto si yo siendo como soy algún día si lo volvía a ver en el futuro me hubiese enamorado de él nuevamente. Posiblemente sí, porque en esencia seguía siendo el mismo, si una vez me enamore de él podría hacerlo de nuevo, aun así me alegra no tener que averiguarlo, ahora solo me alegra estar aquí con él, recordando en mi mente toda nuestra historia y pensando como continuara.

FIN