Recuerdos de una cálida navidad
Destino...
El deseo a una estrella...
El dia por el que tanto anhelaron...
En la hermosa llanura repleta de flores dos [almas] estaba finalmente juntas, el lugar era realmente hermoso, flores de todos los colores los rodeaban, el dia era prefecto y siempre era así en aquel lugar. Era sencillamente un lugar perfecto.
Y, aun así... la pareja solo le prestaba atención al otro.
—"¿Por cuánto tiempo tengo que tener los ojos cerrados?"— pregunto lefiya con algo de diversión en su tono
—"solo un poco más, no tardare mucho"— respondió bell —"mientras esperas sigamos hablando"
—"¿de qué quieres hablar ahora?"
Bell pensó en algo con que distraerla el suficiente tiempo, por suerte no tardó mucho en descubrirlo
—"¿recuerdas la primera vez que nos vimos?"— dijo bell mientras estaba ocupado creando algo con sus manos
—"cómo olvidarlo, recuerdo perfectamente como apareciste de repente y me hiciste caer al suelo"— respondió lefiya mientras hacia un pequeño pucheroel cual desapareció casi al instante —"también recuerdo como ese dia fue la primera vez que nos tomamos de las manos"
—"tu fuiste quien tomo mi mano en primer lugar"— respondió bell con una cálida sonrisa mientras ya casi terminaba de armar su creación —"desde el principio fuiste única, no importándote las tradiciones ni prejuicios de tu raza"
—"lo sé, desde el principio he sido alguien especial"— inflando su pecho con orgullo, cosa que hizo que bell sonriera —"y gracias a eso fue que pude tomar tu mano en primer lugar— mirando a su amado con la más bellas de las sonrisas —"al inicio te veía como mi rival al cual tenía que superar, con el tiempo te llegue a admirar, con solo recordar tu rostro me motivaba a seguir adelante y al final... te llegue a amar y tuve la gran fortuna que tú también sentiste lo mismo por mí.
Si, gracias a no haber tenido las costumbres de su raza tan arraigadas como la mayoría de los elfos fue que ella pudo dar el primer paso para comenzar su propia [aventura] con el hombre que amo, todavía ama y seguirá amando.
Pese a la diferencia de esperanza de vida fruto de sus razas
Ella no se arrepiente de nada.
Verdad
—"¿recuerdas también...?"
Bello recuerdos pasaron por sus mentes, durante bastante tiempo la pareja de [héroes] contemplaron en retrospectiva su vida, rememorando sus grandes momentos en vida
Como llegaron a sus respectivas [familias]
Como tuvieron que afrontar y superar diversos desafíos.
Y lo más importante... el cómo se conocieron y la historia que formaron juntos.
—"¡termine!"— anuncio bell con mucho entusiasmo
—"¿ya puedo abrir los ojos?"— pregunto lefiya intrigada
—"ya casi"— respondió bell con diversión mientras le ponía lo que habia creado encima de la cabeza de su amada —"listo, ya puedes ver"
Lentamente los ojos de lefiya se abren, aprovechando el pequeño rio que pasaba a su lado la hermosa elfa miro su reflejo.
Lo que más resaltaba, casi como si tuviera un brillo propio eran aquellos aretes de compromiso que su esposo hace tantas décadas le dio, pero ahora no era el único adorno que ella portaba.
Una hermosa corona hecha de aquellas hermosas flores se posaba sobre su cabello, la combinación de todo era simplemente perfecto.
—"son hermosas...gracias"— dijo lefiya con un tono algo tímido solo para luego posar su vista sobre su amado —"¿Qué tal se me ven?"
—"te diría que te ves hermosa, pero sería una mentira"— las orejas de lefiya se inclinaron un poco hacia abajo, por suerte bell siguió hablando —"una simple palabra como "hermosa" no te hace justicia"
El corazón le lefiya se comenzó a agitar. Después de tantos años, su amado esposo aun podía producir ese efecto en ella.
—"eres perfecta, mucho más que cualquier diosa de la belleza que está aquí en el cielo"— bell la tomo de la mano y lentamente la fue acercando a sus labios —"para mi tu siempre te veras perfecta... mi hermosa hada... mi bella esposa... mi gran amor.
En ese momento bell poso sus labios sobre la mano de lefiya y con un cálido beso le demostró todo el amor que aun sentía por ella.
En respuesta los ojos de la hermosa mujer se humedecieron nuevamente, su corazón saltaba de alegría. Sin poder evitarlo ella...
—"¡bell!"
Con un gran grito de felicidad, lefiya se lanzó hacia bell, empujándolo hacia atrás. Comenzando de esa manera a rodar por encima de las hermosas flores las cuales gracias al viento los rodeaban mientras seguían rodando.
Mientras todo eso pasaba, a la distancia, cierta diosa de la belleza los observaba con un gran puchero en su rostro, diciendo que ella también quería experimentar lo mismo, por suerte para la pareja otro par de diosas la retenían de cualquier intento de interrumpir la conmovedora reunión de sus amados [hijos]
Regresando con la pareja, ellos...
—"¡ahhh!"
—"¿¡ehhh!?"
Lefiya no habia medido su fuerza, ambos en cierto punto del recorrido comenzando a descender con mayor velocidad al comenzar a rodar por una pendiente. Los esposos gritaron, pero lejos de estar asustados, aquellos gritos rápidamente se convirtieron en risas.
Al terminar de rodar ellos...
—"esto es tan nostálgico"— dijo lefiya mientras se acomodaba mejor
—"yo también lo extrañaba"
La hermosa hada habia terminado encima del pecho de su esposo, volviendo a sentir su almohada personal, una que por muchos años siempre usaba cada noche. Repentinamente lefiya se levantó momentáneamente de su posición para estar justo encima del rostro de bell, y al intente ella.
chu~♡...
le habia robado un beso, aquel beso estaba lleno de todo el cariño que le tenía, no habia ningún rastro de lujuria en él.
al terminar el beso ambos se miraron fijamente a los ojos.
El quien quería ver el color azul en los ojos de su amada
Ella que quería ver el color rojo en los ojos de su amado.
Finalmente lo volvieron a hacer... pero sabían que les quedaba poco tiempo.
—"no has cambiado nada, bell"— lefiya se vuelve a recostar en el pecho —"me alegra"— envolvió sus brazos alrededor del torso de su amado —"sigues siendo ese hombre encantador que no se cansaba de decirme cada dia muchos cumplidos"
Como si de una niña pequeña se tratara, lefiya habia comenzado a flotar su rostro sobre el pecho de su esposo, mientras constantemente decía "te amo" y pese a que aquella palabra era amortiguada.
Bell la podía escuchar perfectamente.
—"esto es como un sueño"— comento bell mirando las nubes, para luego posar sus manos sobre los hombros de lefiya y hablar con un tono más melancólico —"que desafortunadamente está próximo a terminar"
Los movimientos de lefiya se detuvieron, ella lo sabía. El hecho de haberse encontrado en el cielo no era algo natural, fue la intervención divina la que los reunió, el ciclo de las [almas] debía continuar.
—"lo se..."— lentamente lefiya se bajó del pecho de su esposo, pero aun así se recostó a su lado, bell en respuesta inclino un poco su cabeza hasta tocar gentilmente la de su esposa —"fue breve, pero agradezco el haber podido verte nuevamente"
Una lagrima solitaria rodo por su mejilla, bell al notarla tomo la mano lefiya, entrelazando los dedos y en silencio ambos contemplaron las nubes pasar mientras la cálida brisa los envolvía
—"¿Cuánto tiempo crees que nuestras [almas] tarden en reencarnar?"— pregunto lefiya
—"no lo sé, me gustaría saberlo, pero realmente no tengo idea cuanto tiempo pase"— respondió bell con honestidad —"pero no gastemos nuestros últimos momentos pensando en eso"— con un semblante más alegre la miro
—"tienes razón"— lefiya sostuvo con un poco más de fuerza la mano de su amado
—"aun nos debe quedar suficiente tiempo para un último recuerdo. ¿tienes algo en mente?"
—"mmm no lo sé, vivimos tantas cosas"— ocurriéndole una pequeña broma —"¿Qué tal si recordamos el dia de la boda de meteria?
—"no, me niego a que ese sea el ultimo recuerdo"
—"jeje solo era una pequeña broma"
—"...malvada"
Lefiya ya le habia contado sobre su pequeño nieto y de cómo se parecía tanto a él. Por su parte bell se sintió muy orgulloso, pero al mismo tiempo muy enojado con aquel tipo que se casó con su hija.
Tenía un sentimiento muy contradictorio
Luego de una pequeñas risas por parte de ambos, finalmente a bell le llego a la mente un momento en especifico
—"ya lo tengo"— bell se inclinó un poco para ver el rostro de lefiya —"¿recuerdas la última vez que estuvimos reunidos con la mayoría de nuestros amigos?"
—"por supuesto"— lefiya amplio su sonrisa, aquel ultimo recuerdo era realmente perfecto para la ocasión —"ese sin duda es un muy agradable recuerdo"
Ambos cerraron los ojos, dejándose llevar por el mar de los recuerdos.
Diez años
Esa es el tiempo en que la gran calamidad [el dragon negro] habia sido derrotado por los grandes [héroes]. Muchas cosas habían cambiado, nuevas alianzas entre distintos reinos, la reconstrucción de otros. pero eso no importaba realmente.
Era invierno, la nieve adornaba las calles y las casas de muchos lugares, era temprano, el solo hacia muy poco que habia salido por el horizonte
En el bosque de Wishe, en cierta casa... los días de una pareja comenzaba casi siempre de la misma manera.
—"mmm..."— lentamente lefiya abre sus ojos mientras sentía como le acariciaban su cabello
—"buenos días hermosa"— hablo bell dejando de acariciarla —"¿dormiste bien?"
Con una ligera sonrisa lefiya lo miro y lentamente envolvió su brazo derecho en su cuello
—"por supuesto, Cómo no dormir bien si abrace toda la noche a mi lindo conejo"— reclamando su obligatorio beso nada más al despertar —"buenos días, cariño..."
Ambos se daban cortos, pero constantes besos al mismo tiempo que entrelazaban sus piernas.
—"¿Qué quieres hacer hoy?"— pregunto bell
—"nada, hace mucho frio"— respondió lefiya aumentando un poco la intensidad de sus besos —"quiero quedarme todo el dia en la cama junto a ti"
—"eso no estaría bien, amor"— bell refuto mientras se ponía encima de su esposa y le comenzaba a besar el cuello —"tenemos que ser buenos ejemplos para meteria y zald..."
Luego de que su segundo hijo naciera, bell le pregunto a lefiya que nombre le gustaría ponerle, ella quien luego conoció la verdadera historia de la [familia] de donde provenía bell no tuvo ninguna duda de cual nombre escoger.
Quería que su hijo sea alguien fuerte y que mejor que el nombre de un [héroe]
Bell no se quejó, le gustaba también esa elección.
—"dices que quieres ser un buen ejemplo para los niños, pero... ~ah~♡..."— tapo su boca con su mano cuando bell le mordió suavemente el cuello, mientras que con la otra sostenía su cabeza, pero en vez de alejarlo lo acercaba más a ella —"mira lo que haces nada más al despertar..."
—"no puedo evitarlo, eres demasiado hermosa"— se levantó para verla a los ojos
—"¿Quién dijo que te detuvieras?"
En respuesta lefiya lo tomo de las mejillas y lo beso con pasión, los toques entre ambos no se hicieron esperar, bell con su mano izquierda desabotono un poco la pijama de su esposa dejando al descubierto su abdomen esbelto.
Lefiya no se quedó atrás, con la misma habilidad hilo lo mismo, todo para poder ver los marcados abdominales que tenía su esposo, le encantaba ver y sentir los resultados de sus entrenamientos.
Aquellas pijamas iban a juego, la de bell era de color azul con estampados de conejos, mientras que la de lefiya era de un lindo color rosa y con estampados de muchas zanahorias, ese habia sido un regalo entre ellos. Lo divertido es que ninguno le menciono antes al otro sobre tal obsequio.
—"que atrevida te vas vuelto con los años, amor"— declaro bell terminando de desabotonar la pijama de su esposa ahora dejando al descubierto sus pechos solo tapados con su brasier
—"¿y de quien crees que es la culpa?"— logrando lo mismo, ahora viendo no solo sus abdominales sino ahora sus pectorales —"tu provocaste esto en mí, cariño"— tocándole los abdominales con mucho descaro —"sigue asumiendo la responsabilidad"
—"¿no era que tenías frio?"
—"lo tengo"— lefiya extendió sus brazos —"tu esposa se muere de frio ahora mismo... es tu deber calentarla"
Con una sonrisa pícara bell lentamente se fue acercando hacia los pechos de su amada
—"creo saber la mejor manera para eso..."
Ninguno habia cambiado mucho, la pareja seguía demostrándose la inmensa pasión que se tenían mutuamente, y el hecho que el paso de los años le hubieran favorecido tanto a bell no ayudaba a la pobre lefiya que siempre se tenía que contener.
Desafortunadamente para ella y también para bell casi nunca estaban solos, ¿la razón? Era muy sencilla...
—"¡Papá, Mamá, buenos días!"
Con la puerta de su habitación abriéndose de golpe, su pequeña hija les habia deseado unos muy buenos días con gran alegría y entusiasmo. La pequeña usaba una pijama muy idéntica a la de sus padres, salvo que la de ella tenía diversos estampados, entre los que más resaltaban eran de pequeños conejos.
Haciendo que, a ojos de sus padres, su pequeña niña fuera muy linda.
—"¿huh? ¿Por qué siguen tapados con las sábanas?"
Por suerte para la pareja, ellos se habia separado y cubiertos antes que su hija pudiera ver algo
—"c-cariño, es que tu mamá y yo tenemos frio"
—"s-sí, es eso...jeje"
Ambos rogaban con que eso fuera suficiente, por desgracia no fue el caso
—"¡ya sé cómo arreglar eso!"— la pequeña dio un gran salto hacia la cama poniéndose en medio de ambos, pero mirando a su padre —"¡salgamos a jugar en la nieve!"
—"¿n-no creo que eso ayude?"— respondió bell mientras sostenía con fuerza las sábanas para que los movimientos de su hija no los destaparan a ambos
—"¡claro que lo hará!"— adoptando una postura de confianza la pequeña argumento su idea —"sí salimos a jugar los cuatro nos moveremos mucho y así se ira quitara el frio ¿no es brillante?"
Hubo un instante de silencio
—"c-cariño, no creo que funcione de esa manera"— lefiya quiso debatir, pero los ojos llenos de determinación de su pequeña le demostraban que no serviría de nada —"¿Por qué no...?
—"hermana, ¿ya los convenciste?"
Su segundo hijo igualmente habia llegado, el pequeño niño se habia quedado en el marco de la puerta
—"ya casi lo hago ¿verdad?"
La pequeño los miro a ambos, sus ojitos como de cachorro era una trampa mortal, sobre todo para bell. Por suerte para este, lefiya se le habia ocurrido algo en ese instante.
—"adelántense niños, mientras juegan su padre hará el desayuno. ¿les parece?"
—"¿¡enserio!?"— zald habia sido convencido con la promesa de deliciosa comida y con determinación tomo la mano de su hermana —"vamos, si te quedas encima de la sabanas papá no podrá hacer el desayuno"
—"o-oye, espera..."
Haciendo uso de todas sus fuerzas jalo a su hermana fuera de la habitación,
—"¡abríguense bien!"
—"sí Mamá"
—"jueguen mucho para que les de mucha hambre"
—"claro papá"
Luego de escuchar la puerta de su casa cerrarse fue que la pareja se atrevió nuevamente a moverse, ambos estaban sentados en la cama mirando hacia la puerta abierta mientras comenzaban a oír las risas de sus hijos.
—"esa niña... siempre llega en el momento justo cuando estamos a punto de hacer "algo" desde que era una bebe siempre fue así... ¿no será que tiene alguna habilidad oculta?"— lefiya quiso encontrar una explicación
—"es solo una coincidencia jeje..."— bell descarto tal idea —"por cierto. ¿has recibido alguna carta de tu madre?
—"sí, la última vez que recibí una dijo que estaba disfrutando mucho de los paisajes.
Desde que el [dragon negro] dejo de existir y con ello el calabozo y todos sus monstruos también desparecieron excepto por los xenos. Gracias a ello los caminos se volvieron mucho más seguros de transitar y si bien aún hay peligros como los bandidos, la verdad es que ahora las personas en todo el mundo se trasladan con más tranquilidad por este.
Era el caso con la madre de lefiya la cual al igual que hizo su hija hace tantos años atrás quiso ver el mundo por ella misma.
—"tomemos un baño juntos"— sugirió bell a lo que lefiya rápidamente se volvió a tapar con las sabanas
—"no quiero, en verdad tengo mucho frio, quiero quedarme todo el dia en la cama"
En respuesta, bell se acercó a ella y con suma facilidad la levanto entre sus brazos
—"¡no me levantes como una niña!"— refuto lefiya más enojada por sacarla de la cama que por dicha acción
—"claro que no, te sostengo entre mis brazos como mi bella princesa"— lefiya se sonrojo tras ese comentario, pero para bell eso no era suficiente —"aunque supongo que princesa está mal... ya que tú eres mi reina"
Lefiya escondió su rostro en el pecho de bell, no quería que la viera completamente sonrojada, pero era inútil, después de todo bell podía ver perfectamente las puntas de sus orejas completamente rojas.
Ya en el baño, sentados en la espaciosa tina ambos suspiraron con alivio al sentir el agua caliente en todo su cuerpo.
—"qué bueno que copie el estilo de baño oriental que me enseño mikoto-san"
—"si... es muy agradable"— lefiya comenzó a susurrar —"aunque me hubiera gustado entrar en calor de otra forma"
—"¿huh? ¿dijiste algo, cariño?
—"n-no, no, nada... solo que esto se siente muy agradable y más a tu lado jeje"
La pareja pese a tener mucho espacio estaban pegados, lefiya inclino su cabeza en el hombro de bell mientras que este la abrazaba por la espalda. Y ante la mención de aquella amiga puso a lefiya algo pensativa.
—"me pregunto qué será de nuestros amigos"— su tono era algo apagado —"normalmente para esta fecha sus cartas ya deberían haber llegado"
Bell la abrazo con un poco más de fuerza
—"quizás están ocupados con asuntos de sus propias vidas y más en estas fechas de celebración"
—"...tienes razón" — lefiya cerró los ojos —"en estas fechas en cuanto más los extraño, sobre todo a quienes se fueron antes"
Como una de las razas que más tiempo de vida poseen, era normal para aquellos que tenían amigos de otras razas verlos partir de este mundo mucho más rápido. Pensó en elfy su antigua compañera de habitación cuando estaba en la [familia loki] como en la mayoría de los miembros.
La gran mayoría murió en la lucha final contra la calamidad, ya sea en medio de la batalla o tras sucumbir por heridas tan graves que ni las mejores magias curativas o pociones de alto rango podían sanar
Eso último fue lo que le paso a su compañera elfa Alicia.
Lefiya ya estaba pensando en eso, poco a poco sus amigos morirán de vejez mientras que ella permanecerá, algún dia también bell...
—"no estes triste"— bell se percató y apretando su abrazo un poco más le comenzó a hablar directamente en su oreja —"pese a que eso es inevitable, pienso que mientras recordemos a aquellas personas con cariño, ninguna de ellas dejará este mundo del todo, su legado sigue vivo y no importa cuánto tiempo pase, eso jamás desparecerá"
Sus palabras la reconfortaron, si, aun es muy pronto para preocuparse por eso.
—"tienes razón, cariño"— lefiya sostuvo un poco el brazo de bell —"como siempre sabes que decir para hacerme sentir bien"
—"es natural, soy tu esposo, te amo tanto que nunca quiero verte triste y las únicas lagrimas que permito que empañen tus hermosos ojos azules son lágrimas de alegría como cuando vimos a meteria dar sus primeros pasos o cuando zald te llamo por primera vez mamá, así que anímate"
Bell en su intento por animarla comenzó a hacerle cosquillas por los lados de su cintura
—"¡e-espera! Jajajaja ¡N-no...! Jajaja"
La pobre elfa nunca tuvo oportunidad de escape de las jarras del conejo, en un último intento de huida intento ponerse de pie, pero fue rápidamente sujetada de sus caderas y regresada al lado de su amado, cayendo justo encima suyo.
Las cosquillas siguieron un poco más sin importarles que derramaran algo de agua. Luego de un minuto que pareció mucho más fue que bell se detuvo
—"¿te sientes mejor ahora?"
—"...s-si"— sintiendo algo y con ganas de regresarle la broma —"¿cariño?"
—"dime, amor"
Con un sutil movimiento de cadera lefiya miro de reojo a su esposo
—"¿lo que siento en mi trasero es tu daga o solo estas muy feliz?"
Ahora bell era quien estaba completamente sonrojado, cosa que aprovecho lefiya para darse la vuelta y abrazarlo por el cuello
—"cielos, presionando tan fuerte mi abdomen"— dijo con un tono muy coqueto mientras lentamente subía sus caderas —"¿tantas ganas tienes de "enterrar" esa cosa en mí?"
Bell recuperando parte de su confianza la tomo firmemente de las caderas
—"parece que ya entraste en calor"
—"lo hice desde que te di ese beso de buenos días"
Su caderas lentamente desciende, sus cuerpos se preparan para lo que está por suceder, pero antes que sus labios se tocaran.
—"papá ¿sabes en donde está el trineo?"
Meteria habia tocado la puerta del baño, del susto lefiya rápidamente se sumergió en el agua
—"c-cariño..."— bell estaba nervioso —"d-debe estar en el almacén al lado de la casa"
—"¿estas bien? Te escuchas algo raro"
—"estoy bien, solo es..."— buscando una escusa —"solo es que el baño está muy caliente, pero ya casi salgo no te preocupes jeje"
—"está bien"
La pequeña se fue, bell escucho sus pequeños pasos alegarse, pero antes que pudiera avisarle a su esposa que el peligro ya habia pasado nuevamente escucho la voz de su hija al otro lado de la puerta
—"por cierto papá... ¿sabes dónde está mamá?"
Con mucho mas nervios bell tuvo que encontrar una excusa nuevamente
—"se fue... se fue por unos ingredientes que se terminaron para el desayuno"
—"¿sí? no la vi salir de la casa"
—"debiste estar distraída jugando con tu hermano y por eso no la notaste"
Una excusa poco creíble, sin olvidar el hecho que aún era muy temprano por lo que los pocos puestos que abrirán en el mercado aun debían estar cerrados y ya ni habia que mencionar la temporada del año.
Pero meteria todavía era una niña, por ese motivo no se percató de esos detalles y para mayor suerte para ambos, su salvación hablo desde la entrada de su casa
—"¡hermana!"— zald hablo en un tono elevado —"¿¡ya sabes dónde está el trineo!?"
—"¡sí, ya voy!"
Nuevamente la puerta de la casa se cerró al poco tiempo, ya una vez no habia peligro bell presiono un poco el hombro de lefiya la cual salió rápidamente del agua dando un gran sorbo de aire.
La pobre elfa jadeaba mientras recuperaba el aliento
—"enserio..."— lefiya miro fijamente los ojos de bell —"nuestra hija tiene alguna habilidad oculta"
Bell no pudo debatirle esta vez. Y fruto de aquel susto ninguno de los dos tenía nuevamente planes de continuar con lo que estaban haciendo.
Por lo que rápidamente y para evitar que los volvieran a tomar por sorpresa ambos se terminaron de darse una ducha. Mientras lefiya se ponía su ropa interior bell se le quedo mirando por unos segundos.
"abuelo, porfavor ayuda a mi suegra para que regrese lo más rápido de su viaje y así se pueda quedar una noche con los niños"
Imploro a los cielos.
Lefiya por su parte habia sentido la mirada de su esposo, no dijo nada, pero en el fondo hizo la misma plegaria, pero esta iba dirigida a loki.
"jamás pensé que llegaría a pedirle esa clase de ayuda a una diosa, peor aún, a quien fue mi diosa... ¡todo es tu culpa bell! ¡tu culpa por ser un maldito y sensual conejo que no para de seducirme!"
Algunos minutos después, los cuatro integrantes de la familia se encontraban desayunando tranquilamente en la mesa de la sala. Sintiendo el reconfortante calor emanado de la chimenea.
Arriba de esta, en una pequeña repisa se encontraban diversos objetos, retratos a mano de ellos, algunos libros de [héroes] que los padres les leían a sus hijos. Pero lo que más resaltaba era una daga.
La [daga Hestia] se encontraba justo arriba del fuego, un recordatorio de su calidez y de lo que la diosa representaba. Pese a que habia perdido todo filo, para bell era una de sus pertenencias más importantes.
—"¡esto esta delicioso!"— zald alabo como siempre la comida de su padre, haciendo que este inflara su pecho con orgullo
—"niños ¿Qué quieren hacer hoy?"— pregunto lefiya con una sonrisa maternal mientras terminaba su desayuno
—"mmm"— meteria pensó por unos segundos —"yo quiero seguir leyendo sobre la antigua magia contigo mamá"
Puede que meteria sea muy apegada a su padre, pero eso no evita que también disfrute pasar mucho tiempo con su madre, la pequeña ama los momentos en que pasan juntas hablando sobre cualquier tema mientras lefiya le cepilla su sedoso cabello tan parecido al de ella.
—"¡yo quiero seguir entrenando!"— zald hablo con entusiasmo mientras miraba a su padre —"¿puedes seguir ayudándome a entrenar?"
—"¡por supuesto!"— con la misma determinación bell le respondió —"pero primero acaba tu desayuno y cuando termine de lavar los platos ¿de acuerdo?"
—"¡sí, gracias papá eres el mejor!"
Para ambos padres pasar tiempo con sus hijos era una bendición, ninguno tenía problemas de dinero, luego de la recompensa correspondiente tras matar al [dragon negro] ambos de por si recibieron una cantidad suficiente para algunos años. Pero eso no quedo solo en allí.
Tras hablar por última vez con su abuelo, bell descubrió la herencia que alfia habia dejado en el gremio y como único pariente vivo él tenía la opción de reclamarla. Cosa que hizo y eina quien para ese momento ya era la líder del gremio una vez lo comprobó con mucho gusto se la entrego.
En resumen, ninguno de ellos tendría que trabajar por el resto de sus vidas. No obstante, no es que no hicieran nada, constantemente ayudaban a muchos habitantes del bosque, querían enseñarles a sus hijos la importancia del trabajo duro y el ayudar a quien lo necesite.
Mientras ambos padres lavaban los platos, los niños escucharon a alguien tocar la puerta, meteria como la mayor fue la encargada de ver de quien se trataba.
Eran un mensajero con varias cartas, este se disculpó diciendo que por la nieve muchas entregas estaban retrasadas. La pequeña cerró la puerta y fue a decirle a sus padres quienes aún estaban en la cocina.
—"papá, mamá, llegaron algunas cartas"— ella se acerco
—"¿huh? Gracias cariño, ahora las miramos"— dijo lefiya, pero al instante bell toma lo que ella estaba lavando
—"yo termino aquí"— bell le sonrió —"puede que algunas de esas cartas sean de tu madre
Con un pequeño gesto lefiya se secó las manos
—"aquí tienes mamá"— meteria se las entrego con alegría
—"gracias, mi copito de nieve"— meteria hizo un puchero antes el apodo que ocasionalmente usaban sus padre con ella. Ya una vez las cartas en manos de lefiya comenzó a leerlas, sorprendiéndose cada vez más —"c-cariño..."— mirando a bell —"parece que tendremos visitas..."
—"¿enserio?"— bell con intriga dejo de lavar los platos y miro de reojo a su esposa —"¿de quién?"
—"hay cartas de ais-san, tiona-san, haruhime-san..."
La lista de invitados iba aumentando, trayéndoles una sonrisa a la pareja pues sería un agradable momento volver a ver a la mayoría de sus amigos
—"¡eso es increíble!"— se le notaba la facilidad a bell —"¿Cuándo dicen que vendrán?"— mirando en la despensa —"nos faltarían algunas cosas para una gran cena, por suerte aun debemos tener algunos..."
—"dicen que vendrán mañana..."
Un profundo silencio se apoderó del lugar solo interrumpido por la voz de meteria quien dijo el motivo de tal retraso en las entregas. Bell sin perder tiempo camino hacia la entrada, tomo su abrigo y abrió la puerta
—"iré a conseguir todo lo que necesitaremos"— por un segundo miro a zald —"perdón hijo, pero tendremos que dejar en entrenamiento para otro dia"— apenas termino de decir esas palabras, el ya habia salido de su casa con dirección al mercado con la esperanza que ya estuviera abierto algunos puestos.
Pese a que al inicio zald estaba algo triste, lefiya se agacho un poco y mientras le acariciaba la cabeza le explico lo que pasaba y que los grandes amigos los visitarían, aquellos amigos que tantas veces habían hablado de ellos.
Aparte que habría una cena especial, y con eso ultimo el pequeño glotón volvió a animarse y espero con ansias el dia siguiente. Por su parte meteria tenía un pequeño rastro de alegría, pese a que aún era muy pequeña, ella podía recordar de forma borrosa una cola de zorro que siempre intento alcanzar.
—"yo también tengo que preparar algunas cosas"— dijo lefiya luego de levantarse y dejando a sus hijos solos los cuales solo se miraron entre ellos.
Una pequeña pausa en el recuerdo.
La pareja en el cielo rio al mismo tiempo
—"jamás pensé que eso pasaría, no me habia sorprendido tanto desde la vez que me dijiste que estabas embaraza de zald el dia de nuestra boda"
—"sí, jeje"— lefiya se inclinó hasta estar de lado y mirando fijamente a su esposo —"sabes, no me sorprendería que tal "coincidencia" haya sido provocada directamente por Hestia-sama"
A la distancia con aquellas tres diosas, dos de ellas miraron con severidad a una la cual solo aparto la mirada mientras silbaba
—"no me sorprendería jeje"— comento bell imitando la pose de lefiya y acomodándole aquella corona de flores que aún tenía en su cabello —"eso es muy propio de ella... una razón más para estar en deuda con mi increíble diosa la cual siempre voy a querer"
Ahora esas dos dioses tenían que tener a la mencionada la cual quería ir a abrazar al más amado de sus [hijos]
—"kami-sama fue como una madre para mi"
Con esas palabras de bell los ánimos de la diosa se hundieron y no ayudaba que las otras dos se burlaran un poco de ella.
Luego de esa pequeña pausa el recuerdo siguió.
—"ya regresé"— anuncio bell cargando muchas bolsas repletas de comida
—"déjame ayudarte"— zald se acercó y quiso tomar algunas de esas bolsas
—"¿seguro? Están muy pesadas"
—"¡por supuesto!"— golpeo ligeramente su pecho con determinación —"algún dia seré un gran guerrero, por eso esto no es nada para mi"
Con algo de duda bell lo pensó por un segundo, al final le entrego la bolsa más ligera, la cual al sostenerla en sus pequeñas manos casi se le cae
—"¿estas bien?"
—"s-si..."— usando todas sus fuerzas zald levanto su "pesada carga" y lentamente camino hacia la cocina —"esto... no es nada ¿lo ves?"
Ver dicho esfuerzo hizo que bell sonriera con orgullo
—"lo veo perfectamente..."— sosteniendo el resto de las bolsas con una sola mano, para con la libre colocarla encima de la cabeza de su hijo —"mi valiente y fuerte guerreo"
Una vez las bolsas estaban en las mesas y zald se sobaba las manos meteria llego corriendo y se lanzó a los brazos de bell el cual gustosamente alzo
—"¡papá!"— ella tenía una gran sonrisa —"mamá me mostro un lindo vestido, dice que lo puedo usar mañana"
—"¿enserio? Que bien"— dándole un pequeño beso en la frente —"todos mis amigos podrán ver lo hermosa que se ha vuelto mi copito de nieve"
—"no me gusta que me digan así"— dijo mientras hacia un pechero.
Mentira.
A elle le encantaba, solo decía eso por pensar que ya estaba muy grande para esos apodos.
—"¿no te gusta?"— bell fingió estar triste
—"¡s-si me gusta!"— rápidamente le pequeña se retractó de sus palabras —"puedes seguir diciéndome así"
—"cariño, ¿Cómo te fue?"— lefiya habia llegado, haciendo que bell dejara a meteria en el suelo para abrazarla por la cintura —"¿conseguiste todo lo que necesitabas?"
—"sí, tuve que ir a cada puesto en el bosque, pero lo conseguí todo"— dándole un cariñoso beso en los labios
—"¡oigan!"— meteria se quejó, más sus palabras fueron ignoradas
—"no hagan eso delante de nosotros"— zald también hablo, pero con otro tipo de sentimiento al de su hermana
—"¿feliz por volverlos a ver?"— le pregunto lefiya ya sabiendo la respuesta
—"por supuesto"— respondió bell al instante —"ellos siempre dijeron que querían conocer a zald y volver a ver a meteria"— pensando en alguien en específico —"estoy seguro que quien más quiere verla es haruhime-san"
—"¿ella es la hermosa renard que han mencionado antes?"— pregunto zald con algo de intriga
—"si"— lefiya lo miro con una sonrisa divertida —"¿Por qué preguntas? ¿quieres ver cómo es una renard?"
—"n-no..."— el pequeño se sonrojo ligeramente —"s-solo es curiosidad"
El joven semi-elfo salió del lugar ocultando su sonrojo, lefiya con una pequeña sonrisa solo pudo pensar en que se parecía mucho a su padre en ese sentido, ambos tenían una raza que les llamaba la atención.
Quizás en un futuro, cuando su hijo crezca le llegue a presentar a alguna renard como su pareja. Pero para eso aún falta mucho.
—"será mejor que empiece a preparar algunas cosas"— declaro bell para luego tomar los ingredientes de las bolsas y ponerse su delantal
—"yo te ayudo"— añadió lefiya poniéndose un delantal también a juego con el de su esposo
—"¡yo también quiero ayudar!"— hablo meteria con emoción
—"no, tu sigue con tus lecciones"— lefiya la interrumpió
Con un puchero su hija la obedeció y salió de la cocina rumbo a su habitación.
Luego de muchas horas de las preparaciones iniciales, tanto bell como lefiya terminaron muy exhaustos y sucios por los diversos ingredientes que utilizaron.
Luego de un buen baño en donde bell entro primero por petición de su esposa ya que el habia hecho la mayoría de las preparaciones además que tuvo que salir y recorrer casi todo el bosque en busca de lo que necesitaban.
Si fuera por ellos hubieran entrado juntos, pero con su hija en casa eso era imposible. Luego de algunos minutos y ya con la puesta de sol en el horizonte lefiya habia salido del baño y se dirigió a la sala en busca de su esposo
—"cariño, ¿has visto mi...?"
Se detuvo, una vez entro a la habitación lo primero que vio fue a su esposo dormido en el sofá y a su pequeña meteria que aprovecho la oportunidad y se habia acostado entre los brazos de su padre, quedándose ella igualmente dormida.
Lefiya se acercó y comenzó a acariciar el cabello de ambos
—"se ven tan tiernos así"— mirando con ojos tiernos el rostro dormido de su esposo —"te amo... cada dia me vuelto a enamorar de ti, bell..."— ahora mirando de forma maternal a su hija —"meteria, tu y zald son nuestro mayor orgullo, el hecho de verlos crecer cada dia no es otra cosa que un milagro"
Sus ojos se humedecieron ligeramente, habían pasado por mucho, pero si tuviera que repetir todo de nuevo, no cambiaría nada. Su vida como está ahora era perfecta.
Gentilmente lefiya tomo de los tobillos de su hija y con la misma sonrisa tranquila dijo
—"pero esto es un asunto completamente distinto..."
Con suavidad, pero al mismo tiempo con firmeza, lefiya habia halado de los tobillos a su hija, sacándola de los brazos de su padre y con una agilidad como si aun tuviera su [falna] ella misma se puso en el tan anhelado lugar.
—"¡no es justo mamá!"— meteria le reclamo a lo que lefiya solo la miro de reojo
—"no grites, cariño"— teniendo una sonrisa algo traviesa —"¿o es que quieres despertar a tu padre?"— sacándole un poco la lengua
Las mejillas de la niña parecían que estuvieran apunto de estalla por el gran puchero que estaba haciendo en estos momentos.
—"no te pongas así, cariño"— se acomodó un poco mejor entre los brazos de bell —"cuando te cases me entenderás perfectamente"
—"¿algún dia...me casare?"— intrigada
—"por supuesto..."— notando como pese a seguir dormido bell habia fruncido el ceño —"pero mejor no hablemos de esto con tu padre cerca ¿de acuerdo?"
La pequeña no estaba muy convencida, pero tras prometerle que les leerían algunas nuevas historias de [héroes] acepto.
Al dia siguiente, bell fue levantado por los suaves golpes en su puerta
—"buenos días señor cranel"
Tres pequeños elfos, de las mismas edades de sus hijos lo saludaron con alegría
—"niños ¿Qué hacen...?"
En ese momento lo recordó, cada año en este dia bell les regalaba a los pequeños niños del bosque un pequeño regalo, una de sus tantas formas de mostrarle su agradecimiento por haberlo recibido con tanta amabilidad
—"lo siento... me distraje por una noticia y yo..."
Bell podía notar como los rostros de los pequeños se comenzaban a entristecer, desesperado busco algo con que animarlos, por suerte y salvación, a un lado de una pequeña mesa cerca de la puerta estaban una bolsa con los pequeños regalos
—"t-tengo sus regalos, voy por ellos"
En dicha mesa estaba una pequeña nota, era de su esposa la cual los habia preparado mientras el habia salido por los preparativos para su visita. Bell al leerlo se habia vuelto a enamorar de su mujer. Siempre precavida y quien le cubría las espaldas como el equipo que eran.
—"aquí tienen niños"
No era la gran cosa, pero que el gran [héroe] les obsequiara algo era más que suficiente para hacerlos sonreír por una semana entera.
—"señor cranel..."— uno de los niños se le quedo mirando —"¿meteria puede salir a jugar?"
—"sí, también zald"
—"lo siento pequeños, pero hoy tendremos algunas visitas"— mirando al pequeño elfo que menciono a su hija —"aquí tienes..."
Estaba confundido, lo que bell le habia dado y ahora sostenía en sus manos era...
—"¿leña?"
Por suerte para el niño, antes que bell dijera algo habia recibido un golpe en su cabeza de parte de lefiya
—"discúlpalo, al parecer bell sigue algo dormido ¿verdad...cariño?"
El conejo trago saliva, con resignación entrego el verdadero regalo, el grupo de niños se fueron deseándoles una feliz reunión
Por primera vez desde que bell vio a ese niño tan cerca de su hija, no quería que se fuera. Después de todo ahora estaba a solas con se aparentemente enojada esposa.
—"¿algo que decir?"— con una mirada inquisitiva, lefiya pregunto
—"yo... yo..."
Estaba acorralado, en esta medida tan desesperada y como si aun tuviera su agilidad y habilidades de su antiguo [falna] bell uso la táctica que más veces utilizo
—"¡comenzare a cocinar!"
Escapo
—"¡no puedes huir de esta conversación por siempre!"— lefiya declaro —"tienes que aceptar que nuestra pequeña algún dia crecerá"
—"me niego a aceptarlo"— bell se defendía mientras ponía los ingredientes casi listos en la mesa —"no dejare que meteria tenga novio hasta mínimo los treinta años"
—"bell... ¿te recuerdo que tuvimos a meteria cuando tenías catorce y yo quince años?"
La pareja "discutió" por varios minutos. Como cualquier pareja estos tenían sus desacuerdos, pero contrario a la mayoría ellos siempre terminaban de la misma manera
—"lo siento"
—"yo también lo siento"
Ambos estaban abrazados, en un pequeño movimiento bell recogió un poco de crema para un postre y le unto un poco en la nariz a su esposa.
—"hare tu postre favorito"
—"¿enserio? ¡te amo!"
Lefiya aprovecho y también le unto algo de crema en su nariz. Con la "discusión" finalizada bell se preocupó por preparar toda la comida mientras que lefiya se dedicó a decorar el lugar y a alistar a sus hijos.
Las horas pasaron y la familia entera estaba casi lista, ya la comida se estaba terminando de hacer, la pareja de esposos estaba en su habitación terminándose de preparar cuando tocan la puerta.
Zald quien era el más cercano fue a abrirla y se topó con dos hermosas semi-elfas que con solo verlas se podía dar cuenta que eran hermanas.
—"hola ¿esta es la casa de rappi-kun?"
—"...lo siento señorita, se equivocó de casa"
Antes que zald pudiera cerras la puerta, la voz de su padre resonó detrás suyo
—"¡eina-san, niina-san!"
—"¡bell-kun!"— eina sin pena alguna se adelantó unos pasos y lo abrazo por unos cuantos segundos —"mírate, ya no eres ese niño que recordaba"
—"jeje, si, bueno..."— bell se puso algo apenado por el alago
—"¡es bueno volver a verte rappi-kun!"
La vergüenza de bell iba en aumento
—"nunca me acostumbrare a que me sigas llamando así"
—"es tu culpa por infiltrarte en el distrito escolar con otra identidad"— a pesar de los años, eina lo regaño una vez mas
—"¡fue culpa de Hermes-sama!"— se intentó defender bell, pero sus palabras cayeron en oídos sordos
—"no te preocupes"— niina retomo la palabra —"si no te sientes cómodo no volveré a llamarte de esa manera... bell-senpai"
—"¡eso todavía es peor!"
la semi-elfa habia logrado su cometido, y sonrió por lograrlo.
—"cariño ¿Por qué estas gritando?"— lefiya habia entrado a la habitación llevándose la muy grata sorpresa de ver a las primeras invitadas —"¡niina-san, eina-san!"
Con un cálido abrazo las tres se saludaron
—"lefiya-san, ¿ese niño es tu hijo, cierto?"— niina con curiosidad pregunto
—"sí, él es zald, es algo tímido al principio, pero muy amigable"
—"jeje, mucho gusto zald-kun"— la semi-elfa menor se agacho para verlo directamente a los ojos —"me llamo niina tulle y son una gran amiga de tus padres"
Mientras los dos semi-elfos se presentaban, eina llamo un momento la atención de lefiya
—"riveria-sama me pidió que les diera un mensaje"
En dicho mensaje la nueva reina de su nación se disculpó por no poder ir a verla, pero que esperaba que pasaran unas felices fiestas y como un pequeño extra los invitaba a ella y a toda su familia a ir al bosque a visitarla donde serias recibidos con todos los honores.
—"es una lástima que no poder ver a riveria-sama"— lefiya se encogió de hombros —"gracias por darme su mensaje eina-san"
—"no fue nada"— notando como bell se acercaba y una vez estuvo al lado de su esposa la abrazo desde la cintura —"su casa es muy bonita"
—"muchas gracias"
—"tu hijo se parece a ti bell-kun"
—"jeje, muchas gracias"— bell miro con una expresión alegre a su hijo el cual ya se habia hecho amigo de niina —"eina-san ¿Cómo has estado?, ya sabes, desde la disolución del gremio"
—"bueno, no negare que ser la última líder del gremio se siente algo amargo, pero no me quejo"— ella sonrió mientras miraba a su hermana
—"voy a llamar a meteria, ahora regreso"— bell se alejó del lugar, dejando a las dos mujeres solas
—"lo último que supe de ti fue que Vivian en el mismo bosque de riveria-sama"
—"sí, actualmente niina, mi madre y yo vivimos juntas, abrimos una pequeña florería y nos va bien..."— su expresión se entristece un poco —"luego de la muerte de mi padre fue que mi madre decidió regresar a su bosque natal y nosotras la seguimos"
Lefiya pudo sentir como se le habia formado un nudo en la garganta
—"lamento escuchar eso"
—"gracias, fue bastante difícil para nosotras, sobre todo para nuestra madre, ella aun le lleva flores todos los días a su tumba"
Antes que pudiera decir algo más, escucha un par de pasos
—"¡mira niina-san!"— bell habia llegado y con gran orgullo le estaba presentando a su hija
—"¿¡esa es la pequeña meteria!"— emocionada —"¡cuando ha crecido!"
Lefiya quien miraba todo eso pensó en las palabras de eina, del destino que algún dia la alcanzara, eina lo noto y rápidamente quiso reparar su error
—"lefiya-san, porfavor perdóname, no debí decir esas cosas y menos en un dia como este"
Con una ligera sacudida de cabeza para quitarse esas ideas, ella dejo tales pensamientos
—"descuida, mejor vayamos con ellos jeje"
Unos pocos minutos después nuevamente llamaron a la puerta, esta vez bell fue a abrirla y en cuando abrió la puerta no vio a nadie, hasta que agacho un poco la mirada
—"¿li...?"
—"¡bell-sama!"— la pallum lo taqueo tirándolo al suelo mientras lo abrazaba —"¡lo extrañe mucho bell-sama!"
—"y-yo también te extrañe lili"
—"buenas noches, lili-san"
—"¡lefiya-sama!"
Al igual que con bell, lili se levantó y fue a abrazarla. Ya estando más tranquila ella se separó y lo primero que notaron en ella era su largo cabello.
—"lili ¿Cómo has estado?"— pregunto bell luego de levantarse —"¿finn-san y tione-san vinieron contigo?"— pensando que se habían quedado atrás.
—"no, finn-sama y tione-sama no vendrán, pero les manda sus saludos"
Durante estos diez años, lili se habia puesto a trabajar junto a finn en su deseo de traerle el honor a su raza, por ese motivo finn le pido a lili que se dejara crecer el cabello, para que aprovecharan su parecido con la descripción de fianna.
Durante unos minutos más lili se quejaba que el ambiente laboral era muy complicado con tione siempre mirándola, aunque cuando dijo que la paga era realmente buena no parecía molestarse de a mucho.
Nuevamente tocaron la puerta.
Esta es la pareja de esposos la abrieron juntos
—"¡argonauta-kun, lefiya!"— con su actitud alegre tan característica, tiona los abrazo a ambos, por suerte esta vez no se cayeron —"¡los extrañe mucho!"
—"y nosotros a ti, tiona-san"
Para molestia de meteria, su padre abrazo a ese mujer que no contenta por eso, una vez se separaron mostraba un atuendo muy revelador, muy característico del estilo de las amazonas
—"bell... lefiya..."
Y allí, con una actitud mucho más tranquila. La pareja estaba nuevamente en frente de la princesa de cabellos dorados, la mujer cuya decisión impuso la decisión de ambos en comenzar su historia.
—"buenas noches"— hizo una pequeña reverencia mientras sonreía —"me alegra volver a verlos
—"ais-san"
—"¡señorita ais!"
Lefiya la abrazo, como las grandes amigas que aún son, ella al igual que tiona usaba un atuendo acorde a la época, con la diferencia que el suyo no era para tan revelador.
—"pasen, no nos quedemos en el frio"— bell le cedió el paso para luego comenzar a irse —"ya regreso, no tardo"
Al regresar de la cocina sorprendió a todos con una montaña de Jagamarukun, decir que a ais se le iluminaron los ojos seria poco, y más al saber que todos eran para ella. Luego de agradecerle a bell, ella comenzó a comerlos con una facilidad aterradora.
—"hay cosas que nunca cambian"— pensaron todos los adultos
—"¡argonauta-kun, argonauta-kun!"— tiona lo jalo ligeramente de su camisa —"tengo que decirte todo lo que he hecho..."
Con gran emoción, tiona relato su viaje en compañía de ais y su madre aria. La cual al volver a estar libre deseo ver el mundo. Durante sus largos viajes la gran espíritu le conto sobre muchas historias de [héroes] del pasado, algunas que incluso no estaba en ningún libro, o incluso en las historias escritos tenían detalles totalmente nuevos
—"¡eso es increíble!"— bell con la sonrisa de un niño la sostuvo de los hombros —"¡tienes que contarme esas historias!"
—"¡si!"
Mientras los amates de las historias de [héroes] se actualizaban, lefiya hablo un poco con ais entre su interminable intento por acabar todos los Jagamarukun, ella le dijo que su madre se fue a visitar a riveria mientras ellas estaban en este lugar. Que una vez se volvieran a encontrar continuarían con su viaje.
Los adultos charlaban, mientras que a un lado estaban los pequeños niños, los cuales tenían opiniones diversas de lo que veían
—"mamá y papá sí que tienen muchos amigos"— zald comento
—"no me gusta"— meteria añadió —"¿acaso papá solo tiene amigas mujeres?"
—"no seas exagerada, además él ya tiene a mamá"
—"puede ser, pero igual no me gusta"
Antes que pudrieran seguir hablando, la puerta nuevamente fue golpeada
—"yo voy"— zald tomo la iniciativa, pero antes de irse miro a su hermana —"no te preocupes, quizás el siguiente en llegar puede ser algún amigo"
Pasando unos cuantos segundos y tras ver quien habia llegado, el pequeño zald llamo la atención de su padre
—"¡mira papá!"
En sus manos portaba una espada aun en su vaina, y pese a ello, con solo ver el mango de la misma se ponía distinguir que era un arma de muy alta calidad, bell no conocía a ninguna otra persona capaz de hacer tal arma que su mejor amigo.
—"hola, welf"
—"hola amigo, ¿Cuánto tiempo?"
Con un fuerte apretón de manos los grandes amigos se saludaron luego de un largo tiempo de no verse en personas
—"¡esta espada es muy ligera!"
—"no la uses en la casa"— advirtió lefiya cosa que hizo que sus amigas rieran ligeramente luego de ver nuevamente la faceta de madre preocupada
—"no debiste molestarte"— bell hablo
—"¿bromeas? En muchas de tus cartas mencionaste que tu hijo quería ser algún dia un gran guerrero y como tal necesitara de un arma que este a su altura"
—"¡muchas gracias tío welf, es el mejor regalo de todos!"
—"vendido..."— susurro meteria.
Luego de ver como todos se divertían ella suspiro, pensando que su hermano debía tener la razón y solo era su imaginación, que si llegaban a tener más visitan serían los amigos de su padre.
Al cabo de unos minutos llamaron nuevamente a la puerta
—"cariño ¿puedes abrir?"— bell le hablo a su hija —"ya iré trayendo la comida a la mesa"
—"sí papá"
Con entusiasmo, la joven semi-elfa se dirigió a la puerta y la abrió con la esperanza que sus anteriores ideas estuvieran erróneas.
Error... ella estaba en lo cierto
Ante ella se encontraban tres hermosas mujeres, una hermosa mujer oriental, una elfa y una renard. Cada una de una belleza deslumbrante. Antes que alguna pudiera decir algo, la pequeña meteria grito
—"¡mi papá es un mujeriego!"
Lo siguiente que se escucho fue un golpe seco al lado de la mesa, se trataba de bell el cual habia caído al suelo de rodillas
—"...ningún ataque del [dragon negro] me causo tanto daño como esas palabras"
El pobre conejo parecía que estaba a punto de llorar.
Pero antes que alguien dijera algo más, meteria sintió como unos cálidos brazos la abrazaron
—"meteria-sama"
Con una voz angelical meteria sintió por primera vez el sentimiento de nostalgia. Inconvincentemente ella correspondió el abrazo y pudo ver nuevamente aquella cola de zorro dorada ondulando alegremente
Haruhime nada más al verla la abrazo con mucho cariño
—"meteria-sama, ha crecido mucho, eres una niña muy bonita"
Dichas palabras provenientes de la renard la pusieron feliz, y mas
—"g-gracias..."— no pudiendo estar más tiempo enojada —"mi mamá me escogió este vestido"
—"es muy bonito, te queda muy bien"
—"que extraño..."— hablo meteria en un tono suave —"siento como si ya hubiéramos estado así..."
—"es normal"— haruhime se separó ligeramente de su abrazo para verla a los ojos —"yo era quien te cuidaba cuando tus padres iban al calabozo"— acomodándole un poco su cabello —"cuando eres solo una bebe te encantaba jugar con mi cola jeje"
La pequeña escuchaba con mucha atención las palabras de la renard, mientras tanto las otras dos invitadas se integraron a la conversación de los adultos
—"cranel-san, muchas gracias por recibirnos"— Ryuu con un porte solemne hablo mirando a lefiya
—"jeje es cierto que cambie mi apellido por el de bell, pero no es necesario que me llames así, solo dime por mi nombre"
Ambas elfas sonrieron, ryuu hace mucho tiempo acepto la elección de bell, si él era feliz al lado de lefiya, ella como su amiga también lo seria
—"¡bell-dono déjeme ayudarlo!"
Su fiel compañera de aventuras, en sus mayorías suicidas. Se apresuro a ayudar a levantar a su amigo y a terminar de poner la comida sobre la mesa
—"m-muchas gracias por tu ayuda mikoto-san..."— aun estando afectado por las palabras de su hija.
Los amigos se integran, continuaban hablando y compartiendo bebidas, pese al paso de los años, todos seguían siendo una gran [familia]
Meteria no se separaba de haruhime la cual con mucho gusto le contaba todo lo que la pequeña hacía de bebe, desde quedarse dormida usando su cola como su almohada, hasta de como el dia de la boda de sus padres ella ayudo arrojando pétalos de rosa sobre el camino hacia el altar.
Welf le daba consejos a zald de cómo debía cuidar aquella espada, tanto bell como lefiya nunca habían visto a su hijo tan concentrado antes, se notaba que el pequeño le estaba prestando total atención.
O al menos así fue hasta que su estómago comenzó a sonar cosa que lo avergonzó un poco.
—"comamos"— bell llamo la atención de todos para que su hijo no sintiera las miradas de los invitados —"si alguien más llega le hacemos espacio y listo"
Y así, todos se sentaron en la mesa, agradecieron la comida y nada más probaron un primer bocado sintieron una gran variedad de sabores.
—"viejo, si lo quisieras podrías trabajar como el cocinero para algún rey"
—"esto esta delicioso bell-sama"
Welf y haruhime lo alabaron
—"como siempre su comida es la mejor bell-dono"
—"¡te tengo envidia lefiya, yo también quisiera poder comer todos los días lo que prepara argonauta-kun!
El orgullo de bell estaba por las nubes, este les agradecía, pero que con halagos no haría que les diera más... lo decía mientras volvía a llenar los platos de todos con una gran sonrisa llena de orgullo.
—"¿Cómo has estado haruhime-san?"— pregunto lefiya a su amiga
—"la vida ha sido muy buena conmigo lefiya-sama"— haruhime le respondió con una cálida sonrisa —"ha sido algo difícil ser la líder principal del lejano oriente, pero con ayuda de mikoto-sama y ryuu-sama lo he podido manejar bastante bien"
Tras la partida de los dioses del mundo mortal, la diosa tirana que gobernaba la tierra natal de la hermosa renard habia caído en un caos político, muchos nobles habia deseado quedarse con el control. Comenzando casi una guerra civil.
Por suerte la llegada de haruhime y mikoto habia cambiado eso, sobre todo de haruhime que pese a su pasado seguía siendo descendiente directa de una de las familias nobles más importantes.
Todo porque sus nombres se alababan por haber participado activamente en la derrota de la calamidad.
Haruhime nunca pudo volver a ver a su padre, el habia muerto por una enfermedad meses antes, aun así, ella visito su tumba y lo perdono. Ella no quería guardar ningún tipo de rencor en su corazón
Ella era muy noble, ella merecía toda la felicidad del mundo.
Una vez tuvo un sueño, en ese sueño ella y bell terminaban juntos, aunque era solo eso un sueño, no obstante, le gustaba imaginarse que, si fuera posible algo así, esa otra [yo] fuera feliz al lado de su [héroe]
Haruhime esa noche sonrió mirando a la luna, era solo un sueño... ¿verdad?
—"ryuu-san, ¿Cómo es vivir en el lejano oriente?"— pregunto lefiya con algo de curiosidad
—"es bastante agradable, sobre todo en la época del año cuando los árboles se cerezo florecen"
Ryuu al seguirlas termino trabajando como guardaespaldas y consejera de haruhime, con su [justicia] fortalecida ha sido una parte importante en la estabilidad de la región. El único problema que habia tenido fue haber tenido que explicarte la verdad a la hermana pequeña de su antigua amiga kaguya.
Luego de una acalorada discusión y una que otra pequeña pelea, con el tiempo ambas comenzaron a llevarse mejor, si bien no se podían considerar como amigas, su relación iba mejorando. Ahora incluso ella apoya el liderazgo de haruhime.
—"la última vez que visitamos a Gareth estaba bastante bien"— comento tiona con alegría solo para pasar a tener un pequeño atisbo de tristeza al recordar como en la batalla contra el dragon el habia perdido una de sus piernas —"lo último que nos dijo antes de despedirnos es que mientras pueda sostener una jarra de cerveza él estaba feliz"
Las risas de los presentes no se hicieron esperar
—"yo escuche por parte de finn-sama que ottar se fue a seguir entrenando en las montañas"— lili le dio un pequeño sorbo a su bebida antes de continuar —"ahora vive en un pequeño pueblo cerca de esas mismas montañas y se volvió como en el protector del lugar"
—"lo último que supe de anya-san es que estaba viviendo con su hermano"— Ryuu añadió.
Tras la batalla hubo muchos caídos y son aún más pocos los que sobrevivieron aun conservando todas sus extremidades, Allen por ejemplo habia perdido ambas piernas y necesitaba la ayuda de su hermana en muchas cosas.
No era lo mejor, pero gracias a eso su relación poco a poco comenzó a sanar. Ryuu le deseo lo mejor, después de todo anya habia sido junto a ella las únicas supervivientes de las integrantes de la anfitriona de la fertilidad.
Hermanos... Ryuu no pudo evitar recordar poco antes de la boda de bell y lefiya visito la tumba Shakti, encontrándose con su dios llorando constantemente su perdida, ella no dijo nada, solo rezo en silencio mientras miraba a los cielos.
Deseando que finalmente se pudiera encontrar y ser feliz con su hermana pequeña.
—"yo comencé a escuchar rumores sobre una increíble sanadora a unas cuantas ciudades de donde establecí mi forja"— welf dio un gran bocado a su comida y luego de tragarla continuo —"dicen que se trata de una mujer muy hermosa, pero que se vuelve alguien muy aterradora cuando no siguen sus indicaciones en los tratamientos médicos"
—"sin duda esa debe ser airmid-san"— pensaron todos al unisonó.
Para su sorpresa nuevamente habían tocado la puerta, con emoción bell fue a recibir a más invitados
—"raul-san, aki-san, bienvenidos"— dándole paso para que entraran
—"lamentamos la demora bell-san"— raul se disculpo
—"me encontré con raul en el camino... pero nos perdimos"— aki aclaro
—"jeje no se preocupen, pasen, siéntanse como en casa"
De la emoción por ver a más amigos, bell no noto como las camisas de ambos estaban ligeramente desordenadas.
Pero su esposa y las demás mujeres si notaron ese detalle.
—"parece que el fuego de la chimenea se comienza a apagar"— mirando a su mejor amigo —"iré por más lecha"
—"yo te ayudo"— welf quien ya habia terminado su comida se levantó de la mesa, para así poder darle más campo a los recién llegados.
Bell agradeció la ayuda de su amigo y antes de salir tomo disimuladamente la [daga Hestia]
Una vez ambos salieron de la casa, y ya sentados en la mesa el tema de conversación fue enfocada sobre los recién llegados
—"qué bueno es volver a verlos"— ais quien ha permanecido mucho tiempo en silencio comento —"¿Por qué tardaron tanto?
Los mencionados se sonrojaron ligeramente
—"n-nos perdimos durante el camino"
Lefiya no les creyó y con una sonrisa algo divertida les pregunto
—"¿finalmente ustedes comenzaron una relación?"
El pobre raul casi se atraganta con la comida, por suerte para él, aki le habia pasado su bebida, inculpándose más a ojos de las demás
—"b-bueno, la verdad es que..."— ante la expectativa todas los miraron fijamente listas para celebrar la noticia —"hace algunos meses terminamos nuestra relación?"
—"...¿Qué?"— dijeron todas al unisonó.
Con algo de vergüenza la ex pareja les conto que hace algún tiempo ellos si habían comenzado a salir, pero luego de algún tiempo ellos simplemente decidieron separarse, en sus propias palabras "nos va mejor siendo solo amigos"
—"por cierto"— tiona de forma inocente tenía una pregunta —"¿Por qué tienen sus ropas desordenadas?"
El sonrojo de ambos solo aumento
—"n-nos caímos..."
Fue la patética excusa que dijeron. A ojos de la mayoría de las mujeres ellos dos eran ex pareja que todavía se aman y desean estar junta.
Lefiya sonrió por la ironía, en cierto sentido y de forma algo similar ese mismo tipo de relación era el que tenía con bell varios años atrás.
—"oigan"— niina con una sonrisa muy inocente llamo la atención —"¿algunas de ustedes ya encontraron a ese alguien especial?"— miro a eina la cual tuvo un muy mal presentimiento —"por ejemplo, mi hermana últimamente ha estado hablando con un cliente que va todos los días a nuestra tienda"
—"¡niina!"— la regaño avergonzada
—"haruhime-dono últimamente también ha hablado mucho tiempo con un joven noble muy amable"
—"¡m-mikoto-sama!"— tapándole la boca para que no dijera nada más.
El tiempo avanza, los corazones anhelan amar y ser amados.
Aunque para algunos como mikoto y welf, ese alguien especial estaba muy lejos de su alcance, aunque con solo mirar hacia el cielo sentían que estaban a su lado.
Mientras la conversación adentro de la casa seguía, afuera otra charla se llevaba a cabo.
—"listo, con esta leña debería ser suficiente"— welf termino de cargar su parte
—"gracias po ayudarme"
—"no es nada amigo, es lo mínimo que podía hacer luego de que prepararas tal banquete"
Ambos amigos caminaron de regreso, pero antes de llegar a la puerta.
—"oye welf"— bell se detuvo, su amigo lo imito y antes que pudiera preguntar algo bell mostro la [daga Hestia] —"tú le diste un gran regalo a mi hijo, y yo... me gustaría devolver el gesto"
El herrero sostuvo la [daga Hestia] en sus manos
—"que nostalgia..."
Dijo en un tono algo melancólico, no recordaba sus días como aventureros, a quien recordaba era a quien habia forjado tal arma, su amada la cual nunca volvería a ver mientras estuviera con vida.
—"estaba pensando y yo quisiera que tú la tuvieras para..."
—"la rechazo"
—"¿eh?"
—"te agradezco el gesto amigo, pero "ella" la forjo para ti"— con una sonrisa welf le devolvió la [daga Hestia] a su legítimo dueño —"su lugar es estando a tu lado.
Con una sonrisa solemne el herrero siguió su camino, bell lo imito aceptando su decisión y una vez entraron a su casa, la pequeña meteria se abalanzo hacia su padre solo para darse la vuelta y extender sus brazos lo más amplio que podía.
—"¡no dejare que se roben a mi papá!"— mirando a las adultas con ojos cargados de determinación —"¡su lugar es estando al lado de mamá!"
—"...¿pero que paso mientras fuimos por algo de lecha?"— bell pregunto mientras welf solo sonreía mientras iba a la chimenea a poner más leña
—"¡papá no te dejes engañar!"— meteria frunció el ceño —"¡te quieren separar de nuestro lado!?
—"...¿Qué?"
El pobre bell estaba realmente confundido, por suerte para él. Su paciente esposa le explico la situación
—"estábamos hablando sobre quienes ya habían encontrado a alguien especial en sus vidas y bueno..."— mirando a la causante de todo el malentendido la cual solo agacho la cabeza —"tiona-san menciono a todas las mujeres que estaban interesadas en ti"
—"¡lo siento!"
Luego de una explicación de como esos sentimientos eran en tiempo pasado, a cuando aún eran aventureros y los dioses caminaban al lado de los mortales. Tiona no habia cambiado, seguía siendo algo torpe con las palabras, creando muchos malentendidos, pero seguía siendo igual de tierna.
—"¿es cierto?"— meteria mira a su padre —"¿nunca nos dejaras?"
—"ni por un segundo pienses eso"— bell la alzo entre sus brazos —"yo jamás abandonaría a mi familia, tu, tu hermano y tu madre son las personas que más amo en todo el mundo, y eso nunca cambiara"
La pequeña le dio un fuerte abrazo a su padre, este le dijo que se disculpara por su comportamiento delante de los invitados, con algo de pena la pequeña lo hizo solo para ser mimada por haruhime usando su cola como almohada para ella.
—"haruhime-san sí que sería también una buena madre"— pensó por un segundo bell —"¿están listos para el postre?"— queriendo animar nuevamente el lugar cosa que funciono a la perfección
Al cabo de unos pocos minutos tanto bell como lefiya llevaron a la mesa una gran cantidad de postres decorados con diversas frutas, sabiendo el gran talento para la cocina de su amigo, rápidamente todos tomaron el postre y al probarlo nuevamente les encanto.
—"¿de qué te toco, amor?"— pregunto bell
—"cereza ¿y a ti?"— respondió lefiya para hacer también una pregunta
—"fresa..."— bell noto como las orejas de lefiya se inclinaron un poco, ocurriéndole al instante una idea
—"bueno, aquí voy"
con gran emoción lefiya sostuvo la cereza de la cima, llevándola hasta su boca, pero antes que eso pasara...
—"esa se ve deliciosa"
bell tomo delicadamente su muñeca y la arrastro hasta su rostro, robando la cereza al ser el quien se la comiera
—"¡oye!"
lefiya se enojó, sus orejas se movían ligeramente sin que se diera cuenta. bell en cambio solo tomo la punta de la fresa de su postre con la punta de sus dedos
—"¡esa era mía, sabes lo mucho que me gustan y..!"— quedándose en silencio en cuanto bell le acerco su fresa hacia su boca
—"sé que te gustan las cerezas"— le sonrió demostrándole su gran cariño —"pero sé que te gustan más las fresas, por eso quiero darte la mía ¿la aceptas?"
sonrojada, lefiya tomo con sus labios tal ofrecimiento, mirando a su esposo ella se sonrojo aún más ante aquella sonrisa
—"tonto conejo"— dijo después de comer la fresa mientras hacia un tierno puchero
—"jeje"
No quedándose contento y al igual que hizo la vez anterior le unto un poco de crema directamente en la punta de su nariz
Ante ese linda escena todos pensaron lo mismo
—"esos dos nunca se cansan de coquetear"
—"¿ya te sientes mejor, meteria-sama?"— al otro lado de la habitación, haruhime estaba hablando con la pequeña semi-elfa
—"s-sí, perdón por alzarles la voz"
—"no te preocupes"— usando su cola para abrazarla mientras ambas miraban a sus padres sonreír como si fueran unos niños —"tus padres se aman mucho"— su sonrisa se amplió —"ellos siempre estarán juntos"
—"¿siempre?"
—"sí, cuando encuentras a tu alma gemela, no importa cuánto tiempo pase, no importa si renazcan en un futuro lejano, estoy segura que ellos volverían a encontrarse y se amarían de la misma manera"
—"¿y tú?"— mirando fijamente a los ojos de haruhime —"¿en verdad ya no sientes nada?"
—"bell-sama es mi [héroe] y eso nunca cambiara al igual del gran aprecio que le tengo, pero no es mi destino estar a su lado, ese puesto le pertenece exclusivamente a tu madre"
A meteria se le humedecieron ligeramente los ojos, haruhime con su cálida sonrisa le limpio la única lagrima que alcanzo a salir, ella ya habia aceptado ese hecho hace mucho tiempo y lo habia superado.
Aunque el destino puede ser en ocasiones caprichoso, puede que en otro mundo las cosas sean muy distintas.
Luego de esos lindos momentos los adultos entretuvieron a los niños contándoles sobre sus diferentes aventuras, todos los desafiaos que tuvieron que superar, de los peligros a los que valientemente derrotaron.
Ya se estaba haciendo algo tarde, los niños lentamente comenzaron a tener sueño. En ese momento y para sorpresa de absolutamente todo el mundo nuevamente y por última vez tocaron a su puerta
—"¿¡asfi-san?"— bell al igual que los demás estaban sorprendidos —"pensé que ya no ibas a venir"
—"me disculpo por la tardanza, pero quise terminar un nuevo invento antes de reunirme con ustedes, por cierto, toma..."
Mientras se acomodaba y lefiya le traía algo de comida que aún quedaba, bell junto a los demás miraron que le habia entregado, se trataba de una carta de una persona que jamás penaron que le escribiría.
—"¿una carta de bete-san?"— lefiya estaba tan confundida como la mayoría
—"los milagros de esta época del año existen jeje"— se burló un poco bell y luego comenzó a leer
"queridos compañeros, lamento mucho no poder asistir a la reunión que la mayoría acordó..."
—"¿Quién escribió esto?"— pensaron todos
"recuerdo con mucho orgullo todas las batallas que libre a su lado, esos momentos han sido un gran honor para mí..."
—"¿¡en verdad, quien escribió esto!?"— nadie creía que esas palabras fueran escritas por bete
Tras leer la carta, ¿bete? Dijo que no podía asistir por el reciente nacimiento de su cuarta hija con lena, pero que les deseaba a todos felices fiestas y espera que alguna vez poder tener la oportunidad de verlos
"les deseo a todos lo mejor... por cierto, aprovecho esta oportunidad para disculparme por todas las cosas que te dije en el pasado, espero que me puedas perdonar... tomate"
—"...si, esto lo escribió bete"
Al final todos aceptaron el origen de la carta.
—"muchas gracias por la comida, estuvo delicioso"— tras terminar su plato, asfi habia sacado de su pequeño bolso un pequeño dispositivo
—"¿ese es tu nuevo invento?"— pregunto lefiya con curiosidad
—"si"— con orgullo asfi afirmo —"con el me permite hacer retratos de personas, paisajes o cualquier cosa en solo unos cuantos segundos"— todos abrieron los ojos de la impresión —"déjenme darles una demostración"— miro a lefiya —"has una pose linda y quédate quieta por unos segundos?"
—"¿así?"— ella sin saber cómo acomodarse
—"sí, no olvides sonreír"
Tras eso, el dispositivo fue activado, una pequeña luz ilumino la habitación por un instante, algunos cuantos segundos después y ante la expectativa de todos, la imagen ya habia salido.
—"¡es increíble!"
—"¡que rápido!"
—"¡incluso la imagen está a color!"
El orgullo de la inventora estaba complacido tras tantos halagos. Asfi con una sonrisa tranquila se acercó a bell y le entrego la imagen directamente en sus manos.
—"¿Qué opinas? ¿Qué tal quedo?"
Bell se habia quedado varios segundos en silencio, asfi pensaba que quizás habia descubierto algún error, para su orgullo, ese no era el caso.
—"¡esta perfecta!"— muy emocionado mirando la imagen —"¡sus bellos ojos azules brillan como si la iluminaran las estrellas! ¡el pequeño sonrojo que tiene la hacer ver muy tierna!"— su emoción iba en aumento —"¡mi esposa es la mujer más hermosa de todas!"
Si ya de por si lefiya estaba sonrojada, ahora tenía su rostro completamente sonrojado y fue aún peor cuando bell comenzó a besar repetidamente esa imagen
—"este es tu mejor invento asfi-san"— beso —"ahora podre siempre llegar la perfecta imagen de mi esposa a todos lados"— beso, beso —"este es sin duda el mejor regalo que alguien pudiera darme"— beso, beso, beso.
—"¡deja de besar ese pedazo de papel!"— con algo de ira o mejor dicho ¿celos? En su tono de voz, lefiya habia detenido los movimientos de su esposo —"¡no malgaste tus besos en eso, y dámelos a mí!"— reclamando los labios de su amado
—"¿acaso ella... se puso celosa de sí misma?"
Con una pequeña gota de sudor todos los presentes pensaron en ello, incluso los niños
—"asfi-san"— bell se separó de la lluvia de besos de su esposa —"podrías hacer eso mismo conmigo"
—"por supuesto, ya sabes que hacer, quédate quieto unos segundos y sonríe"
El dispositivo una vez más se activó, al cabo de unos pocos segundos mostro el resultado.
—"aquí tienes"— asfi se la entregó a una nuevamente muy sonrojada lefiya
—"g-gracias..."— sin poderlo evitar, lentamente acerco la imagen a su rostro, pero antes de poder darle un beso su esposo la interrumpió
—"difícil evitarlo ¿verdad?"— con una sonrisa algo picara se burló un poco
—"¡c-claro que no!"— por un instante, parte de su personalidad tsundere salió nuevamente a flote —"¡no quería darle un beso, estaba buscando su habia algún error!"
Nadie le creyó.
Tras eso, todos los demás pidieron sus propias imágenes, luego bell le pidió una en donde salieran toda su familia, durante todo ese tiempo hasta que se acabara el papel especial, lefiya nunca soltó dicha imagen.
Llevándola siempre pegada a su pecho justo en la zona del corazón, sin que ella lo supera, seria esa misma imagen la que sostendría hasta su último aliento muchas décadas en el futuro.
Recostados cerca de la chimenea, bell tenía entre sus brazos una muy adormecida meteria mientras que lefiya hacia lo mismo con zald, los pequeños estaban casi a punto de quedarse dormidos y solo permanecían con los ojos abiertos por pura fuerza de voluntad.
—"saben amigos"— bell llamo la atención de todos los presentes —"amo mi vida, a mi hermosa familia, a mi bella esposa y no cambiaría nada de ella"— entrelazando su mano con la de lefiya —"aunque admito que a veces extraño las aventuras que teníamos todos"
—"si no nos hacían algún pase de desfile"
—"¿¡lili-dono, porque me recuerda eso!?"
Con risas tras esos recuerdos de antaño fue como todos pensaban que finalizaría la noche
No, faltaba algo más.
—"entrenar..."
—"ais-san?"
Con una sonrisa tranquila, la princesa de cabello dorado miro a bell directamente a los ojos
—"bell, ¿quieres entrenar conmigo...una última vez?"
Esas palabras lo habían motivado, no obstante, miro a su esposa por un instante la cual solo asintió alegremente mientras tomaba a meteria de los brazos de bell.
Este una vez se puso de pie volvió a tomar su [daga Hestia], estaba listo.
Unos pocos minutos después el [héroe] y la [princesa] estaba afuera mirándose fijamente, los pequeños niños ante tanto movimiento se despertaron un poco
—"¿mamá que sucede?"
—"¿porque papá parece que va a pelear con su amiga?
Sus pequeños hijos preguntaron, lefiya se agacho hasta estar a su altura y con un fuerte abrazo para que no sintieran el frio de la noche les explico
—"esto no es una pelea, es un entrenamiento"
Aquella palabra llamo la atención de zald.
—"¿listo?"— pregunto ais usando la vaina de su espada
—"cuando tú lo estes ais-san"— con determinación contesto bell desenvainando su arma.
Ninguna tenía filo alguno, no se harían daño, de repente un pequeño copo de nieve comenzó a caer en medio de ambos, habia comenzado a nevar una vez más.
En el momento en que ese pequeño copo de nieve fue la señal que ambos necesitaban
—"¡ahora!"
Gritaron al unisonó
Las armas chocaron, un gran despliegue de movimientos era ejecutados en frente de todos, mientras se enfrentaban por última vez, ninguno de los dos pudo evitar tener un sinfín recuerdos de ambos en aquella muralla.
Los movimientos de sus primeros entrenamientos se repetían, con la diferencia que bell podía perfectamente esquivarlos y contraatacar, las armas siguen chocando, tanto el [héroe] como la [princesa] se sonreían en medio de su último entrenamiento
—"i-increíble!"— meteria aduras penas pudo decir esa palabra, contrario a su hermano el cual no podía creer lo que estaba viendo
Sabían que su padre era alguien muy fuerte y sumamente hábil en combate, pero esta era la primera vez que lo veían directamente, ambos sintieron nada más que orgullo por ser los hijos del [héroe] que salvo al mundo.
Las armas chocan por última vez, ais usando un movimiento de estoque directo al pecho de bell pensó que habia ganado, pero solo era un engaño, bell habia dejado ese punto expuesto y ahora que ais habia caído en su trampa giro su cuerpo al último segundo.
Un instante después la [daga Hestia] estaba tocando por un lado el cuello de ais.
Bell habia ganado.
—"gane..."— recuperando el aliento —"yo gane, ais-san"
—"si..."— en el mismo estado que bell —"tu fuiste el ganador"— volviendo a guardar su espada en su funda —"te has hecho mucho más fuerte... pero sobre todo tu resistente"— sonriendo —"¿Qué entrenamiento haces para tener tanta resistencia?"
Ante esa pregunta, tanto bell como lefiya se sonrojaron, la mayoría de personas al notarlo supieron al instante de que se trataba
Esos dos nunca cambiaran
—"n-nada en particular"
—"porfavor dime"
Y como siempre, ais no lograba comprender a la primera el ambiente ni las expresiones de las personas
—"bueno, es hora de dormir"— lefiya declaro en ayuda a su esposo —"estos pequeños ya deberían..."
—"¡no porfavor aun no!"— cada rastro de sueño se había esfumado, ambos seguían muy motivados luego de ver tal nivel de fuerza
—"ya es bastante tarde, quédense en nuestra casa"— mientras lefiya estaba ocupada con los niños, bell le hablo a sus amigos
—"no gracias"
Fue la respuesta que les dio todos en el lugar, ellos ya habían pagado por una habitación en posadas cercanas pensando en no ser una molestia para sus amigos, y aunque agradecían la oferta no querían desperdiciar una noche ya pagada.
—"bell... ¿Qué hacemos?"— lefiya lo llamo mientras sostenía de las manos a sus hijos —"ellos dicen que quieren que haruhime-san les cuente más sobre nuestras aventuras, pero bajo su punto de vista"
—"niños, eso no está bien, haruhime-san debe estar muy cansada, ella..."
—"por mí no hay ningún problema, bell-sama"
Ambos padres se miraron con sentimientos contradictorios, aunque al final ellos...
—"¡no se queden despiertos hasta muy tarde!"
—"sí mamá""
—"lávense los sientes antes de irse a dormir"
—"está bien papá"
La puerta de su casa se cerró, por primera vez en varia semanas tenían la casa para ellos solos.
—"vaya noche, ¿no te parece?"
—"...si"
La pareja de esposos caminaba hacia su habitación en casi un absoluto silencio, sus corazones latían con fuerza, algunas zonas comenzaban a darle ciertos estímulos, durante el trayecto ambos se daban sutiles miradas.
Una vez tenían la puesta de su habitación a la vista, lefiya sostuvo por un instante a bell desde su camisa y con una actitud algo inquieta lo miro
—"¿c-crees que hoy si podamos nosotras... ya sabes...?"
chu~♡...
lefiya no habia terminado de preguntar cuando bell presa de sus instintos la beso con mucha pasión, ella no estando en una situación muy distinta profundiza aquel beso ya no solo al abrazarlo desde el cuello, llegando incluso a saltar encima suyo y envolver sus piernas alrededor de su cintura.
Mientras la pareja se seguía besando, bell lentamente entro a la habitación y la cerro de golpe, comenzando de esa manera a salir una gran cantidad de gemidos de esta.
Mientras eso pasaba, en una de las posadas, concretamente en la que se quedaba haruhime.
—"¿Qué sucede, meteria-sama?"
—"no estoy segura, solo siento que debería regresar a casa"
Las orejas y la cola de haruhime se agacharon al instante
—"hermana, la pusiste triste ¿acaso no te esta gustado sus historias?"
—"¡n-no, no es eso!"— sacudiendo su cabeza intentando quitarse ese mal presentimiento —"p-porfavor continua"
Con una aspecto más alegre haruhime continuo
—"cómo les decía..."
Muchos minutos después, en la habitación de los esposos, ambos estaban completamente desnudos mientras sudaban bastante. Lefiya como de costumbre estaba recostada sobre el pecho de su amado.
—"eso... eso estuvo increíble"
—"sí, necesitábamos esto"
—"todo fue perfecta, gracias amor"
—"¿Por qué me agradeces? Tu fuiste quien más cosas hisos, yo solo te ayude con algunas cosas en la cocina y a hacer las pequeña decoraciones"
—"no me refiera solo a esta noche"
Bell quien la miro de una manera que solo una persona total y completamente enamorada hacia su pareja puede dar le hablo
—"no creo que mi vida haya sido tan perfecta, ni no te tuviera a mi lado"
—"¡otra vez lo estás haciendo... bell~♡"
chu~♡...
Al terminar ese profundo beso lefiya le susurro directamente en el oído
—"¿Qué te parece si hoy me pongo esa cola de cato y el cascabel?"
Sobra decir que bell no necesito responder con palabras, su propio cuerpo le contestó a su esposa la cual llena de motivación continuaron con su diversión hasta la mañana siguiente.
Tras eso el recuerdo termina, sus [almas] aun tomadas de las manos se ayudaron a levantarse mutuamente
—"sin duda esa fue una grandiosa noche"— dijo bell con orgullo
—"sí, y más por lo que paso después"— lefiya sonrió mientras se sostuvo por un segundo su vientre
—"sin duda fue una verdadera sorpresa que luego de ese noche hayas queda embarazada y nueve meses después haya llegado a nuestras vidas nuestra dulce, tierna y muy amable alfia"— pensando en su tercera hija y ultima de todos los que tuvieron.
—"si..."— pequeñas lagrimas comienzan a recorrer sus mejillas —"ya es hora ¿verdad?"— lefiya sostenía con más fuerza las manos de bell, no queriéndose separar de él.
—"...si"
Su tiempo se habia terminado.
https://youtu.be/bYponIBnF-o
la pobre lefiya habia comenzado a llorar, mientras que bell al instante la abrazo mientras le acariciaba el cabello
—"¿sabes que te amo?"
—"lo sé, me lo decías todos los días"
—"¿alguna vez te cansaste que te lo dijera?"
Lefiya se separó un poco del abrazo para ver directamente a los ojos de su esposo, pese a estar llorando por su nueva eh inminente despedida, ella estaba sonriendo.
—"jamás me canse de escucharlo, yo también te amo, en esta y en nuestra próxima vida... yo siempre te amare"
Con un último beso la pareja juntó sus frentes, ya podían sentir como todo a su alrededor se desvanecía, no, no era el cielo, eran ellos sus [almas] ya habían iniciado el proceso.
—"prométeme que me buscaras"— pidió lefiya —"que no se te olvide, o me voy a enojar mucho jeje"— las ultimas lagrimas rodaban por sus mejillas
—"lo prometo"— la luz blanca los envolvió casi por completo —"cuando nos encontremos una vez más...siempre sostendré tu mano"
Tras esa nueva promesa, su mundo se tiño de un blanco puro. Los años pasaron
Demasiados como para que alguien los haya vividos todos, era la misma época del año por lo tanto...
—"vaya, está comenzando a nevar"
Un joven padre miraba por la ventana junto a su esposa y su pequeño niño de cabello blanco y ojos rojos
—"oye campeón ¿Por qué no vas e invitas a los nuevos vecinos para que cenen con nosotros esta noche?
El pequeño al que le recuerdan constantemente que se parece a un conejo se sonrojo
—"¿p-porque tengo que ir yo?"
—"porque así tendrías una excusa para ir y hablarle a ese pequeña elfa"
—"¡N-no molestes con eso!"
Pese a lucir enojado, le joven niño salió de su casa rumbo a darle dicho mensaje
—"aun no puedo creer que esa familia que conocimos en las ruinas de orario se mudaran al poco tiempo a nuestra ciudad y aún peor justo al frente de nuestra casa"
—"lo sé, ¿recuerdas el rostro de ambos niños cuando los encontramos? Parece que ambos se enamoraron a primera vista"
—"fue tan tierno ver como ninguno se quería soltar de las manos"— viendo por la ventana a su hijo hablando con los vecinos —"parece fue obra del [destino] el haberse conocido"
Tras algunos minutos ambas parejas de padres se saludan y agradecen la hospitalidad y la invitación, y mientras los adultos charlaban los niños miraban la hermosa puesta de sol mientras la luz hacía que la nieve que caía a su alrededor pacería pequeñas lucen.
ambos se miraban y rápidamente apartaban la mirada, desde que se conocieron eran así, pero en el fondo, muy en fondo de sus [almas] algo los impulsaba y cuando la pequeña elfa pareció temblar por el frio fua el momento en que el pequeño humano la tomo de la mano una vez mas
—"¿a qué se debe este repentino movimiento?"— comenzando a sonrojándose, mientras que en el fondo estaba esperando que hiciera tal movimiento
—"n-no es eso, yo..."
—"tu fuiste quien agarro mi mano ¿Por qué estas tan avergonzado?"
—"p-porque tu..."
En ese momento el sol se habia ocultado por completo haciendo que las estrellas comenzar a ser visibles
—"...hermosa"
Fue todo lo que pudo decir el niño, la niña lo escucho, pero...
—"sí, las estrellas son muy hermosas"— ella sabía perfectamente a que se refería, pero su vergüenza y timidez la hicieron desviar la conversación
Parecía que su conversación iba a terminar allí, pero como si recibieran un último impulso desde el fondo de sus [almas] fue que finalmente ellos...
—"n-no me refería a las estrellas"— mirándole fijamente esos ojos azules que lo cautivaban —"m-me refería a ti... eres muy hermosa y por eso yo...
—"g-gracias..."— aumentando su sonrojo a tal grado que hasta se le notaba en la punta de sus orejas —"t-también pienso que eres muy... l-lindo"
Ambos se quedan mirándose fijamente a los ojos, pero antes que alguno pudiera decir algo más escucharon las voces de sus padres diciéndoles que entren o se congelarían.
Y sin que se den cuenta o sencillamente no les importaba, ambos entraron a la casa mientras volvían a tomarse de las manos
Puede que el narrador calle...
Que la música sece...
Sea trágica o comedia, mientras haya aplausos...
Mientras la recuerdes en el corazón...
La historia no terminara...
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top