Ella se vistió con pena, vergüenza y miedo, no le había mostrado a nadie su nueva figura, estrenó su nuevos leggins y su blusa azul que tanto le gustaba

Recogió su cabello en una trenza y esperó no liarla en ningún momento

Su amiga no le tomaba de la mano ni le daba consejos, solo la miraba y apartaba la vista hacía la televisión

Ella pensó que estaba bien, que no necesariamente debía apoyarla en todo

Entonces lo vio en la azotea

Tenía miedo de su familia, así que tal vez en un lugar así sería mejor

Y lo fue

Había llegado con su amigo, pues lo había adelantado hasta la dirección acordada

Ella no podía parar de reír, estaba temblando?

El alucinó al verla, quería estallar de los nervios, le transpiraba todo

Sus corazones latían a la velocidad de un jaguar

— Hola — dijo ella entre risas cargadas de nervios

— Hola — respondió el

Amaron sus voces desde que la escucharon

Ella, tenía una voz llena de dolor y risas a la vez, fina, pero no tan afinada

El, expresaba lo cohibido que estaba y lo mucho que le estaba costando relajarse, su voz no era tan grave, pero lo suficiente

El intentó besarla, ella no lo dejó

Aún era pronto

Muy pronto

Charlaron, tanto, que tres horas pasaron volando como si fuesen cinco minutos

Fue incómodo, en ciertos momentos, pero fue especial

El quiso besarla otra vez, pero tampoco sucedió

Entonces se besaron las mejillas

Y el se fue

Sus corazones seguían latiendo fuerte

Y ya vivían en sus pensamientos