¿Recuerdas cuando llegue llorando a clase?
Mis padres me llevaban en coche al colegio, y siempre discutían. No solo en el coche, si no también en casa, pero aquella discusión fue mucho para mí. Se insultaban y no paraban de decir cosas malas del otro. Me puse a llorar en el coche. Odiaba cuando mis padres discutían, y era pequeña. No podía hacer como cuando fui un poco más mayor, y pasar de todo como si nada pasará. Salí del coche intentando ocultar las lágrimas que salían de mis ojos, pero no podía. Me rompía el alma ver como las personas que me habían criado felices iban diciendo cosas malas el uno del otro. Llegue a clase, me sequé las lagrimas, y me senté a tu lado, como siempre.
"¿Que te ocurre?" Me preguntaste
Yo te respondí que nada, pero tú insististe.
"Por favor, dime. Quiero ayudarte"
Entonces me derrumbe de nuevo. Te dije lo que había ocurrido.
"Hey, tranquila. No es tu culpa. Son cosas que pasan, ¿vale? No llores, por favor, no me gusta verte así. Intenta no pensar en ello. No se odian."
Lo que me dijiste me ayudo. Deje de llorar y te di las gracias.

Siempre me animabas en mis peores momentos. Me intentabas consolar de alguna manera, y lo conseguías. Eras el único que realmente se preocupaba por mí. No por ese específico problema, si no por todos.

Eras la persona que me salvaba de caer a un abismo de penuria. Gracias