Capítulo 59



Ese día se encontraba cansada, no era inusual, simplemente suspiraba mientras la brisa del otoño golpeaba sus cabellos rizados, considero en cortarlos, pero parecería una versión rubia de su padre y por más que lo admiraba no tenía intenciones de dar malas ideas.

Caminaba de vuelta a casa, sus amigas la habían invitado a salir por un helado después de clases y a como pudo logró escabullirse apagando su teléfono para ir con ellas como una adolescente común.

Ahora volvía con quince llamadas perdidas y cincuenta mensajes, no era como si no estuviera acostumbrados a ellos, simplemente le parecía tonto como la sobreprotegían.

Escucho unos pasos detrás suyos, los contó y calculaba que eran cuatro personas, se giró y vio a cuatro chicos de preparatoria tras suyo, se notaba por sus uniformes y caras, ella aún iba en su último año de secundaria.

—¿Qué mierda quieren?

Los cuatro rieron y ella sólo rodo los ojos irritada por ello, los cuatro la rodearon aprovechándose que la calle estaba desolada.

—¿Qué hace una niña como tu aquí sola?

Frunció el ceño y se dio la vuelta dispuesta a irse, pero uno de ellos la tomo de manera firme del brazo jaloneándola dentro de un callejón.

—¡Oh vamos! ven a divertirte con nosotros.

Los cuatro reían y ella ya estaba demasiado irritada para lidiar con eso, se soltó del agarré de manera fácil y con su bolso escolar golpeó a uno de ellos contra la pared.

—¡Molesten a alguien más idiotas!

—¡Maldita mocosa!

Si, ya la habían hecho enojar, escucho una voz preocupada llamarla, pero ya estaba demasiado molesta para esperar.

Simplemente activo su quirk y los muchachos salieron volando contra la pared, una y otra vez hasta que los vio sangran y caer lloriqueando mientras huían de ahí.

—Odio que me digan que soy pequeña.

—Yo venía a ayudarte, pero veo que estas bien...

—¡Por supuesto que estoy bien! ¿por qué no lo estaría?

Molesta se pasó de largo al chico que había llegado en su auxilio retomando su camino de vuelta a casa.

—Papá me llamo preocupado porque no respondías sus llamadas.

—¡Oh vamos Izumi! Es más que obvio que mamá fue quien llamo.

Molesta la chica hizo un puchero cruzando los brazos mientras su hermano mayor caminaba junto a ella.

—Katsumi entiende el sólo se preocupa... Mamá es así.

—Ya no soy una niña, entraré a UA este año y mamá aún se opone a que tome la prueba de héroe.

Izumi desvió la mirada sin saber que responder realmente, solo dejaba a su pequeña hermana desahogarse.

—Parece que no importa lo que yo quiera, mamá siempre me ahoga.

—Él se preocupa, además que tengas una versión mejorada del quirk de la abuela no significa que acepten que entres a UA al curso de héroes.

La chica molesta vio a su hermano y alzó la mano para tratar de hacerlo retroceder, pero Izumi uso una explosión para evitar salir volando, la chica corrió de manera ágil y ambos ya estaban en el patio de su casa.

Izumi se escabullo de manera rápida detrás suyo y la tomo del hombro.

—Gane.

Katsumi gruño de una manera similar a su madre omega cosa que causó risa en Izumi, este continuo su camino dentro de casa.

—Por cierto ¿qué haces aquí? ¿la vida de héroe novato no paga bien?

—Extraño la comida de mamá y me topé a papá en medio de una misión, fue cuando me dijo que seguías causando problemas.

Rodo los ojos y también se adentró a la casa, Izumi ya se había graduado de UA y trabajaba como héroe novato, era un alfa fuerte y con un carácter bastante alegre.

A diferencia de Katsumi que era un poco más fría y gruñona, al menos la mayor parte del tiempo, podía sacar su lado dulce con su hermano de vez en cuando.

Se asomó a la cocina y veía a Izumi conversar alegre con su madre quien seguramente estaba preparando la comida, ella los ignoro y sólo fue a cambiarse a algo más cómodo.

—¡Katsumi ven aquí!

Escucho a su madre llamarla y se detuvo para ir con ambos, era preferible a ignorarlo y que después lidiara con él.

—¿Qué pasa?

—¿Por qué no contestaste mis llamadas?

—Salí con unas amigas.

Se giró y huyó de ahí para no escuchar un sermón, Kacchan suspiro y con algo de cansancio se sentó en la mesa haciendo a Izumi preocuparse.

En esa casa quien más estrés y trabajo tenía era su madre y por eso lo admiraba, el crío a ambos siempre atento y procurando su seguridad aún después de las horribles experiencias que con los años Izumi comprendió con más claridad, este siempre se esforzaba por ellos.

Su trabajo de héroe, apoyar a su padre alfa que ya era un icono casi tan grande como All Might, sabía que además aún lidiaba con los cambios de hormona que tenía por ser omega, Izumi a veces se molestaba porque su hermana no se percataba de todo lo que el omega hacía por ellos.

Pero no la culpaba, ella no sabía nada de lo que paso, ni un indicio y por eso ella no entendía porque el omega era tan sobreprotector.

Izumi por un momento también creyó que no le permitirían hacer el examen de UA para la clase de héroes, pero él ya estaba tan ilusionado y ambos de igual forma lo alentaron desde muy pequeño que no tenían corazón para romper sus ilusiones.

Al final pasó y ese día sus padres lloriquearon orgullosos y a la vez muertos de miedo al saber que su cachorro entraría a ese mundo tan peligroso.

Salió alfa y recuerda que su mamá estaba muy feliz, eso ayudo a que ambos se sintieran más tranquilos.

Pero con Katsumi fue distinto, ellos siempre trataron de mantenerla lo más arraigada y lejos del tema de los héroes para que ella no tuviera la misma idea.

Pero ella amaba a Ground Zero y conforme pasó el tiempo esa admiración se fue distorsionando, cuando manifestó su quirk no dijo nada al inicio. Porque sabia que estos no estaban muy contentos con la idea de que fuera un héroe.

Veía a sus padres en la tv y a escondidas veía vídeos de sus hazañas junto con otro a héroes. Ni siquiera ella sabía que esa manía provenía del alfa, pero a veces incluso se escabullía a la habitación de Izumi para ambos ver videos a escondidas de Ground Zero y Deku venciendo villanos. No es que el tema de los héroes fuera un tabú en su casa, en lo absoluto, mucho menos porque sus padres eran los más reconocidos y su hermano había quedado como los mejores de su generación, pero ellos trataban de evitar que ella fuera parte de todo eso, pero había un gran problema.

Ella quería ser uno.

Cosa que no veía mal, tenía mucho potencial, Izumi la ayudaba a entrenar de vez en cuando en el gimnasio de la agencia de sus padres a escondidas de estos.

Pero por alguna razón sus padres se negaban a la idea, sobretodo el omega quien era muy sobreprotector con ella, eso le llegaba a molestar porque llegaba a un punto donde no la dejaba respirar.

Su relación era un tanto tosca porque ambos compartían una personalidad muy similar, al punto de pelear de manera constante, los días en que sus dos padres tenían trabajo y debían atenderlo solían dejarla a cargo de sus abuelas si o si, cosa que le parecía un tanto innecesario considerando que en muy poco tiempo entraría a la secundaria.

No es que se creyera adulta, pero la mayoría de los chicos a su edad se cuidaban solos o al menos tenían muchas más libertades que las que su madre omega le daba.

Entendía cómo funcionaba los instintos de este, o eso creía, le parecía exagerado, pero en las clases de sexualidad se mencionaba que los omegas eran muy protectores con sus cachorros, pero ahí la cuestión ella no era un cachorro.

Izumi bromeaba que sí, que el omega siempre los vería de esa manera y que se resignara.

Le parecía curioso como a su hermano mayor jamás pareció molestarle la sobreprotección de sus padres, por el contrario, parecía estar de acuerdo con esta.

Recuerdo que hasta que este entró a UA lo dejaron andar sólo por su cuenta, su madre se veía más ansioso y preocupado desde que este se fue, recuerda que Izumi llamaba seguido y enviaba mensajes constantemente para que el omega se mantuviera tranquilo.

Deku solía decirle a Katsumi que así era su madre y debía aceptarlo y amarlo por cómo era, pero ¿cómo ser feliz si sus padres no la apoyaban?

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