Capítulo 29

Kacchan aún no sabía que hacer, su mente daba miles de vueltas y su pecho no dejaba de palpitar con cada latido. Los nervios lo estaban matando.

El Consejo de Todoroki aún le perseguía y el tomarlo era algo que le ponía de nervios, tal vez fue el trauma de ser rechazado la última vez que lo intento.

Pero no debía ser pesimista, eso no iba con él, pero esos últimos meses lo volvieron inseguro, tenía miedo, demasiado, por más que trataba continuar fingiendo que todo estaba bien, volvía a caer en esos recuerdos que le recordaban lo débil y frágil que podía ser.

Necesitaba a su Alfa, lo ansiaba y quería sentirlo, al llegar se lo encontró sentado en el sofá, parecía dormido, miro a su alrededor y parecía que había limpiado ese par de horas que huyó a la casa de los dos Alfas.

Estaban completamente solos, se escabullo con sigilo, de manera tímida se sentó en el regazo del pecoso, con cada pierda aún lado de sus caderas, sintió que al moverse con levedad la entre pierda de ambos rosada, y la de Izuku de igual forma se frotaba con su entrada.

Suspiro con suavidad y disfrutó de la sensación, observó al Alfa como reaccionaba con levedad gruñendo, con nervios poso sus manos en los anchos hombros de Deku y con algo de temor de manera tímida roso sus labios con los suyos.

Fue un toque suave, los labios de Izuku estaban cálidos  y humectados, se volvió a acercar y de nuevo se paseó por ellos y ya sonrojado beso de nuevo a su Alfa.

En respuesta, la lengua del pecoso se paseó a sus anchas por los labios del Omega, eran tan dulces que le fue inevitable no sonreír satisfecho al toparse con ese rostro avergonzado que parecía que quería que la tierra lo tragase.

Trató de huir, planeaba dar un salto y correr lejos a esconder su vergüenza por ser descubierto, pero Deku se dio cuenta de sus intenciones y lo tomo de las caderas haciendo que al frotarse sintiera placer y suspirase con más fuerza sobre sus labios.

—Izuku...

Apenas y podría hablar por lo placentero que se sentía, llevaba ya demasiado tiempo sin ser tocado como necesitaba,  cualquier tacto para ese punto era placentero para su sensible cuerpo.

El aroma que Izuku desprendió no le ayudaba a volver a tener cordura, lo ponía cada vez más caliente.

Más y más con cada frote, Izuku se escabullo y metió su mano por debajo de sus pantalones y comenzó a apretar la suave piel del Omega y acariciaba haciendo que este se sonrojase ronroneando en su oído.

Kacchan no entendía el porque de sus acciones, hasta cierto punto no quería hacerlo, quería seguir en esa burbuja donde su Alfa lo tocaba con recelo haciéndolo sentir deseado.

Sus prendas eran robadas de manera audaz, ese Alfa lo hipnotizaba con su aroma y besos en el cuello, lo despojada de sus prendas y este se dejaba con tal de satisfacerlo. Con cada parte de su cuerpo que quedaba expuesta, su pareja aprovechaba y acariciaba con manos y labios.

Ese Omega también deseaba ser parte de ese juego, aún estando lleno de calentura en todo su cuerpo, logró robarle la camisa a su Alfa y apreciar su ancho y fornido pecho que podía presumir era suyo para disfrutar.

Cualquier Omega deseaba tener un Alfa fuerte, fornido y atractivo, con un pecho marcado y ancho para resguardarse, Kacchan lo tenía, lo amaba.

Cuando lo giró y derribo contra el sofá, quedo boca arriba viendo como Deku se escabullo por en medio de sus piernas.

Le encantaba lo semental que se veía cuando estaba encima de él, recorrió con sus manos su pecho y se encaminó a su mejilla algo incrédulo.

¿Todo esto era real? ¿Realmente su Alfa lo estaba deseando?

—¿No me mientes?

—Quiero creer que no...

Le sonrió, quería que confiara en que todo saldría bien, quería disfrutar ese instante donde por un momento podía ignorar la voz en su cabeza que le decía que nada era real, que los recuerdos que tenía eran una farsa.

Que ese Omega no era suyo.

Su mano traviesa se paseaba con la llena de los dedos por su pierna, haciendo que un cosquilleo lujurioso le recorriese por sus muslos, llegó a su entrada.

Estaba tan húmeda que se deslizó dentro con facilidad. Eso le gustó.

Penetrarlo ya le era necesario, su entrepierna palpitaba en exigencia por adentrarse en el Omega.

Kacchan mismo movía sus caderas ansioso por sentirlo dentro suyo.

Vio como Izuku parecía a punto de apartarse, entró en pánico y lo tomo fuertemente de su mano para detenerlo, estaba en ese punto donde estaba dispuesto a rogar, suplicarle que no lo dejase.

Izuku se sintió fatal por hacer sentir a su Omega de aquella manera, no quería verlo en ese estado, se inclinó y beso su frente con suavidad.

—Calma, sólo tomare un condón...

Quería tomarlo de la mesilla junto al sofá, mientras limpiaba descubrió el pequeño escondite de ambos, solían tener la costumbre de profanar su sofá y con el tiempo decidieron dejar unos cuantos para no tener problemas.

Agradecían que Izumi no fuera tan curioso, el infante no solía indagar en cajones o armarios si no eran suyos, prefería siempre preguntar o simplemente buscar entre sus propias cosas.

Se inclinó hacia atrás y saco uno de los preservativos, el rostro nervioso de Kacchan le disgustó, podía ver como este con su aroma y mejillas rojizas, emanaba miedo y timidez.

—Relájate amor...

Susurro a su oído mientras con su aliento acariciaba su mejilla, se sintió nerviosos de igual forma el llamarlo así, esperaba y no hubiera metido la pata.

Y no lo hizo, Kacchan llevaba todo ese tiempo anhelando escuchar esa forma tan dulce en la que su esposo solía nombrarlo.

Lo abrazo pasando sus brazos por su ancha espalda, se aferró a el y paseó su rostro por su hombro.

—No lo uses.

—Pe-Pero...

—Por favor,  te necesito...

Esa súplica entre suspiros le basto, fue rápido y al penetrarlo de manera rápida, lo escucho gemir en su oído, eso sólo provocó que continuase a un ritmo rápido.

¿Cómo pudo estar sin ese placer por tanto tiempo?

Ahora entendía porque solían tenerse cada que podían, su aroma, su voz, como de manera brusca se movía y el Omega apretaba de manera agresiva sus uñas por su espalda lo estaban volviendo loco.

Y enloquecer de placer le parecía algo bueno.

Ningún recuerdo era tan vivido como eso, su piel sudorosa sabía dulce para él, paseaba su boca por su cuello y subía a sus labios.

Sintió como se venía sobre su pecho y este ya estaba pegajoso, pero el aún no acababa, le dio vuelta de manera ágil, lo volvió a penetrar, con sus nalgas alzadas, lo veía babear de placer sobre un cojín.

Kacchan apretaba con los nudillos ya blancos, su voz era una melodía que siempre provocaba a su alfa.

Y sintió esas fuertes estocadas cuando fue llenado y ese calor abrazador invadió todo su cuerpo.

El orgasmo que tuvo fue suficiente para que todo su cuerpo templase, quedo rendido respirando irregular, los gruñidos del Alfa le indicaron que de igual forma quedo rendido, este se recostó a su lado y lo envolvió en sus brazos.

Kacchan se escondió algo avergonzado, después de todo, las cosas que habían pasado las últimas semanas influyeron para hacerlo sentir avergonzado de dejar que el pecoso le diera se esa manera.

Izuku lo vio temblar con levedad y lo ayudo dándole su propia camisa, al ponérselo el Omega le parecía tierno al quedarle bastante grande en comparación.

Aún lo escuchaba respirar irregular, le sonrió y en respuesta recibió una sonrisa aún más tierna a su parecer.

—¿Cómo te sientes?

—Amado...

Eso basto para sonrojar a Deku quien al ver como de manera tranquila Kacchan se acurrucaba en su pecho, aspiro su aroma dulce.

Entonces recordó, vio al despreocupado Omega que parecía  que se estaba quedando dormido con cada suspiro.

—¿No deberías tomar algo?

Eso hizo temblar al rubio, escondió su rostro en el hombro de Deku y apretó sus manos contra el pecho del Alfa.

Deku no entendía del todo su reacción, trato de encontrar su mirada, pero este se resistía en encararlo, estaba aferrado a esconderse.

—Kacchan ¿Qué ocurre?

No le dio respuesta, sólo continuó tembloroso entra los brazos de su Alfa, porque Izuku no tenía idea de que había tocado un tema de delicadeza que compartían ambos.

De recordar, jamás habría dicho tal cosa, o incluso intentado usar preservativo, hace tiempo que se les olvidaba, las pocas veces eran por inercia.

O para simular que nada malo estaba pasando.

—No lo necesito...

—Pero Kacchan...

Deku no creía que sería lo adecuado, no en su situación actual al menos, apenas y podían lidiar con su matrimonio tal y como estaba, cualquier cambio sería catastrófico para ambos.

Kacchan de nuevo tembló, no quería encarar a Izuku, aún después de las de cuatro años, no sabía como encarar a su Alfa.

Siempre que se trataba de ese tema, el Omega era débil, se sentía como basura, después de todo, como Omega se suponía que su naturaleza tiene una función principal y Kacchan estaba defectuoso.

En una sociedad como la suya, un Omega con bajo porcentaje de fertilidad está defectuoso.

—No lo necesito, si la última vez no pasó, ni la anterior, dudo que hoy ocurra.

Deku no insistió, sólo lo abrazo como siempre solía hacerlo, siempre lo haría, porque incluso sin recuerdos el ya sabía lo mucho que amaría a su Omega sin importar nada.

Holi~

Primero que nada, perdonen por cualquier falta de ortografía, palabra incoherente o que los guiones se cambien a guión corto.

Resulta que el cargador de mi laptop murió, pero decidí escribir el cap desde mi celular por lo que puede que este bien feo a comparación.

Volviendo al tema, Si, Kacchan es esteril. No 100% pero fue difícil para ambos concebir a Izumi, de lo cual les hablaré después.

La limonada me quedo fea lo se, aún estoy mejorando espero y algún día poder escribir algo bien sabroso, de esos que te mojan de sólo leerlo.

Bueno espero les este gustando esta rara historia.

Los amo bye .3. ❤

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