46- Intento fallido
Tanto Law como los demás rodearon a (Tn) mirando aquel periódico que sostenía la chica entre sus manos.
Sachi- ¿Todo eso lo hiciste tú...?
(Tn)- Si, la cara de aquellos hombres era un poema.
Pinguin- Cuando dijiste que habías hecho unas modificaciones en aquella sala nunca imaginé que fuese algo así.
La chica miró a Law.
(Tn)- Recordé tus palabras cuando te conté mi historia. -dijo sonriendo.
Law sonrió mirando aquella foto que salía en la primera página del periódico.
En ella aparecía una estancia con varios bultos en el suelo tapados con una sábana blanca, en las mesas había restos de comida que no se llegaron a comer, las sillas que habían a los lados de aquellos bultos estaban tiradas en suelo y frente a toda esta escena, en aquel pequeño podio elevado por unos escalones más concretamente en la pared que había tras esta, había un péntaculo formado con ramas de árboles unidas por cuerdas y sobre esto una frase que no pasó desapercibida para nadie, en ella decía lo siguiente: "Somos las brujas que no pudisteis quemar".
Jean- ¿Saben que fuiste tú?
(Tn) negó. -Los unicos que me vieron hacerlo están muertos.
Law- Mejor así, si no vendrían a por ti.
(Tn)- Supongo que si, aunque no me arrepiento de lo que hice, esa gente hizo mucho daño y pretendía seguir haciéndolo.
Pinguin- Mataron a mucha gente durante años, no entiendo cómo el gobierno los encubrían
Sachi- Aunque, ¿qué garantiza que no vuelvan a surgir nuevas personas que los sustituyan?
Law- Antes había más miembros en esa orden, era fácil para ellos matar sin problemas y obtener su mérito por ello, aquellas mujeres no les daba tiempo a defenderse. Ahora han visto de lo que son capaces y por la frase que puso (Tn) parece que en vez de ella sola lo hicieron varias.
(Tn)- Si lo hubiese puesto en singular hubieran pensado que sería fácil eliminar a una sola pero al ponerlo en plural causa más respeto al no saber el número al que se enfrentan.
Bepo- ¡Increible (Tn)!
La chica sonrió ruborizada.
(Tn)- Me costó nueve meses llevar a cabo mi plan... Law merezco un premio, ¿no crees?. -dijo mirando a Law provocando el sonrojo del chico.
Law- ¿Q-qué quieres...?- susurró.
(Tn)- Quiero un helado de chocolate.
Bepo- ¡Y para mi otro!
Pinguin- Si el capitán se siente generoso yo también quiero.
Los demás empezaron a reír y hablar a la vez.
Sachi- ¿Y por que no hacemos un banquete esta noche para cerebrar el logro de (Tn)?
(Tn) y Bepo miraron a Sachi fascinados.
Jean- ¿Qué dice capitán?
Law suspiró cerrando los ojos y llevándose una mano a la nuca.
Law- Está bien.
Todos gritaron eufóricos.
Sachi- Necesito que algunos de vosotros vengan conmigo a hacer las compras para el banquete mientras los otros siguen con las compras normales.
Law tomó a la chica del brazo y tiró de ella hasta ponerla a su lado.
(Tn) lo miró confusa.
Law- Vamos a comprarte una katana mientras ellos hacen las compras.
La chica asintió sonriendo y comenzaron a caminar por las calles buscando el lugar ideal para comprar una katana nueva para la chica, la cual paseaba sonriente a su lado.
Tras unos minutos la chica se detuvo provocando que el chico se detuviese a nos pasos más adelante que ella.
(Tn)- Esto es una fragua, quizás aquí pueda conseguir mi katana.
El chico iba a hablar pero cuando abrió la boca la chica ya estaba dentro de aquel lugar.
Law suspiró y la siguió.
Entraron a un establecimiento caluroso, con olor a metal y con el sonido del tintineo del metal ardiente chocando contra el martillo.
(Tn)- ¿Hola?
El martilleo se detuvo y apareció un hombre de edad un poco avanzada del interior de la tienda limpiándose las manos con un trapo sucio y mirando a la chica confuso.
Herrero- ¿Puedo ayudarles en algo?
(Tn)- Buscaba una katana, ¿tendría usted alguna por aquí?
Herrero- ¿Qué tipo de katana buscas exactamente?
(Tn)- Pues una para luchar. -dijo como si eso fuese lo más obvio.
El herrero sonrió un poco negando con la cabeza.
Herrero- No me refería a eso, me refería a para qué la quieres exactamente.
La chica miró por unos segundos a Law confusa y volvió a mirar al herrero.
(Tn)- Para defenderme y proteger a los demás. -susurró sin estar segura de ellos.
El herrero sonrió un poco y se apartó del pasillo que había a sus espaldas.
Herrero- Pasa, por aquí tengo varias katanas que te van a interesar.
(Tn) asintió y pasó por el lado del hombre seguida por Law, el cual fue detenido por el hombre.
Herrero- Tu espera aquí, enseguida volvemos.
Law- ¿Por qué no puedo ir? -dijo mirándolo frunciendo el ceño.
Herrero- La elección de un arma es algo muy personal, se necesita espacio y contra menos gente haya mejor.
La chica miró a Law y le dedicó una sonrisa tranquilizadora y se adentró en aquel lugar seguida por aquel hombre. Al cabo de unos segundos llegaron a una sala llena de armas de todo tipo. El herrero tomó varias cajas alargadas y las puso con mucha delicadeza sobre la mesa abriendo la tapa de todas ellas.
La chica se acercó a aquella mesa y las miró todas con atención y admiración, todas las katanas eran sumamente hermosas, una era de color rojo oscuro y blanco, otra azul y dorado, otra negra y blanca, otra verde y dorado, otra blanca y negra y por último una con una mezcla de colores rojo, azul, negra, verde y blanca.
(Tn)- Son hermosas. -susurró fascinada.
El herrero sonrió y se colocó a un lado de la mesa con sus manos en la espalda.
Herrero- Elige una, hazle caso a tu intuición.
La chica las observó todas y solo fue cuestión de segundos que la chica tomase la katana verde y dorado. El herrero sonrió y la observó por unos instantes.
(Tn)- Esta.
Herrero- Buena elección.
La chica lo miró con la katana en sus manos. - Nunca había cogido una katana tan ligera y que su empuñadura se adapte tan bien a la forma de mi mano.
Herrero- Parece que fue hecha para ti, ¿cierto?
(Tn)- Si...
El herrero sonrió y caminó hasta su lado.
Herrero- Es tuya.
(Tn)- ¿Qué?
Herrero- Te la regalo.
(Tn)- No no, de ninguna manera, digame cuanto cuesta.
Herrero- Insisto en que te la quedes, consideralo un regalo de mi parte, nunca nadie se ha sentido tan atraído hacía una de mis katanas.
(Tn)- Pero me sabe mal, se nota que está muy bien trabajada, ha cuidado hasta el más mínimo detalle.
Herrero- En ese caso cuídala bien y respétala.
(Tn)- ¿Está seguro de esto...?
Herrero- Por supuesto y ahora regresemos con tu amigo, se debe de estar impacientando.
La chica asintió y salió de aquel lugar siguiendo al hombre hasta llegar a la entrada donde dejaron a Law, el cual parecía estar nervioso.
(Tn)- ¿Estás bien?
Law- Los marines siguen en la isla, debemos darnos prisa.
(Tn) asintió y salió de aquel lugar junto a Law no sin antes volver a agradecerle el gesto al hombre.
Se ató la katana a la espalda y andó a paso rápido al lado de Law.
Law- Los demás han llamado para decir que ya están en el submarino.
(Tn)- Que rápido terminaron de comprar.
Law- Fuiste tú la que tardó en salir, ¿qué ocurrió allí dentro?
(Tn)- Aquel hombre me enseño unas katanas preciosas, elegí esta y me la regaló sin motivo alguno, intenté que entrara en razón para poder pagársela... está hecha a mano y es una maravilla de katana, no quería aprovecharme de su generosidad.
Law no dijo nada tan solo miraba la katana que tenía en su espalda con gesto serio.
Law- Es un modelo extraño.
(Tn)- Pero bastante lindo.
Siguieron todo el camino en silencio hasta el submarino.
Al entrar comenzó la inversión y la chica se fue hasta su habitación con intención de darse una ducha.
Mientras tanto en la cocina Sachi estaba abriendo las bolsas de la compra mientras le daba las instrucciones a los demás de que debían hacer para preparar el banquete.
Por otro lado Law entró a su habitación, dejó su katana al lado de su cama contra la pared y se tumbó boca arriba pensando en todo lo que había ocurrido en aquel día, recordó lo poco que estuvo de besar a (Tn), su conversación con Smoker y lo que hizo para vengarse de aquellos hombres que le arrebataron a su familia.
Volvió a pensar en sus labios, en esos labios que si no llegase a ser por la irrupción de Smoker habría llegado a besar.
Se levantó de la cama y salió de su habitación rumbo a la de la chica, no quería que eso se quedase en el olvido, quería poder volver a retomar la conversación que estaban manteniendo antes de que todo aquello empezase.
Tocó en la puerta y oyó una voz del interior dándole permiso para entrar.
Al hacerlo vio a la chica secándose el pelo con una toalla mientras vestía un albornoz blanco. Se ruborizó y bajó la mirada a otra parte.
(Tn)- ¿Qué ocurre?
Law cerró la puerta y la miró sintiendo su corazón palpitar con fuerza.
(Tn)- ¿Law? -susurró acercándose a él confusa. - ¿Estás bien...?
Law la tomó de la cadera y la puso de espaldas a la pared acorralandola. La chica se puso nerviosa y lo miró sin saber que le ocurría.
Law- Quiero retomar la conversación que estábamos teniendo antes de salir.
(Tn)- ¿Q-Qué conversación...?- susurró nerviosa.
Law esbozó una sonrisa ladina y se acercó más a ella.
Law- Cierto...
(Tn)- Law...
Law se acercó hasta sus labios pero justo cuando la iba a besar dio un quejido y se apartó de ella mirando a sus pies. La chica bajó la mirada y se agachó para tomar al felino provocando que despegase sus colmillos del tobillo de Law.
(Tn)- ¿Por qué haces eso Nocturno? -dijo mirando al gato que se acurrucaba en sus brazos.
Law- No me gusta ese gato. -susurró mirándolo molesto.
(Tn)- Aún no se ha acostumbrado a estar aquí pero seguro que os llevareis bien. -dijo sonriéndole.
Law- Estará mejor si vive en libertad.
(Tn)- ¿Tú crees? -susurró mirando al gato con un gesto triste.
Law- Siempre ha estado en libertad, no creo que le guste estar aquí.
(Tn)- Pero no puedo abandonarlo, no tiene familia... estaba solo cuando el me encontró. -acarició la pequeña cabeza del gato provocando un ronroneo por su parte. - Y parece que le caigo bien.
Law- Un submarino pirata no es el mejor lugar para que viva un gato.
(Tn)- Si él quiere irse no me opondré pero si él quiere estar aquí se quedará.
El chico suspiró y volvió a mirar a la chica un poco preocupado. Ella se separó de él y dejó al gato en la cama.
(Tn)- Voy a arreglarme para el banquete, ¿nos vemos después?
Law- Claro.
Y sin darle tiempo a responder salió de la habitación con una presión en su pecho.
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