16- Aventuras de piratas

Tashigi- Smoker-san, debería descansar.

Dijo la chica tras pasar toda la noche en el despacho de Smoker, atendiendo llamadas y trazando trazos en numerosos mapas mientras que él no dejaba de hacer llamadas y anotar datos en las hojas que tenía amontonadas en su escritorio.

Smoker no respondió.

Tashigi- Smoker-san, lleva toda la noche sin dormir...

Smoker- Silencio, tengo que hacer otra llamada.

Tashigi- Yo las puedo hacer, usted vaya a descansar.

Smoker- No hay tiempo para descansar, mientras nosotros estamos aquí sin conseguir averiguar nada (Tn) lo está pasando mal en manos de ese indeseable.

Tashigi suspiró pesadamente.- ¿Cree que Trafalgar vino aquí con intención de llevársela?

Smoker- ¿Con qué intención entonces se presentaría ante un buque de la marina y estando tan cerca de Impel Down.? Claramente venía con un objetivo, y ese era (Tn). -dijo con rabia.

Tashigi lo miró curiosa. - Parece muy enfadado y preocupado por ella.

Smoker- Es uno de mis mejores agentes, no puedo perderla.

Tashigi- Eso sonó muy triste y sin sentimientos, ¿solo quiere recuperarla por su trabajo como marine?

Smoker paró de escribir. - No, claro que no.

Tashigi- ¿Entonces? Porque si solo la quiere aquí por su trabajo yo misma le pediré que pida un traslado a otro lugar donde realmente...

Smoker- Para, tú no lo entiendes.

Tashigi- ¿No entiendo el que?

Smoker- Vuelve al trabajo.

Tashigi- No, no, insisto, ¿el que no entiendo exáctamente?

Smoker la miró frunciendo el ceño. -Hay cosas que no se pueden hacer por mucho que uno quiera, ahora vuelve al trabajo.

Tashigi lo miró incrédula y siguió con el trabajo sin llegar a comprender las palabras de Smoker.

Mientras tanto en el fondo marino...

(Tn) despertaba sobre una cálida y blanda cama que desprendía un dulce aroma a lavanda.

Suspiró incorporándose y mirando a su alrededor, era la primera vez que despertaba en un lugar distinto que no fuese su habitación, con sus plantas, la dulce y fresca brisa entrando por la ventana junto a los rayos de sol. Ahora todo allí era distinto, no estaban sus plantas, ni la luz del sol ni la brisa, tan solo oscuridad entrando por la ventana.

Encendió las luces y se levantó de la cama y caminó hacia el baño. Era un lugar distinto a su habitación, tanto el suelo como las paredes eran de azulejos color gris, había una bañera muy amplia, un retrete y un lavamanos bastante amplio con un gran espejo encima.

Caminó hacía este último y se lavó la cara, se observó en el espejo y suspiró al ver sus ojos rojos provocados por haber llorado toda la noche hasta quedarse dormida. 

Se lavó el pelo, se lo peinó y se arregló todo lo buenamente que podía sin tener ninguno de sus cosméticos con ella.

Salió del baño y se sentó nuevamente en la cama sin saber que hacer, miró la hora en el reloj que había sobre una de sus mesitas de noche, las 6:37.

Estaba acostumbrada a despertarse tan temprano para empezar su jornada que acabó prescindiendo del despertador, era como si su propio cuerpo estuviese programado a la hora a la que debía despertar, algo que podía ser realmente beneficioso para no quedarse dormido, pues una vez que despiertas era muy difícil volver a quedarse dormido, pero si no habías descansado lo suficiente la noche anterior era realmente molesto.

(Tn) arregló las sábanas de la cama y decidió salir a explorar aquel submarino mientras rezaba a todos los dioses habidos y por haber para no encontrarse con Law. 

Abrió lentamente la puerta de su habitación y asomó la cabeza con cuidado asegurándose de que no había nadie. Salió cerrando la puerta tras de si y caminó con cuidado de no hacer ruido.

Tras varios minutos caminando y dejándose atrás varias puertas que, en cuyas puertas, había carteles plateados nombrando la función de cada estancia, había encontrado el comedor, la despensa, la cámara frigorífica, la biblioteca y demás estancias que más tarde investigaría.

Cuando llegó a una pudo leer en el cartel "Sala de operaciones" y sintiendo curiosidad abrió con cuidado la puerta, encendió el interruptor de la luz y pudo ver una gran sala con camillas y junto a las paredes diversos muebles y mesas con utensilios de medicina, tanto frascos con liquidos de colores extraños a pinzas, inyecciones, gasas, etc.

(Tn) entró curiosa mirando el lugar, nunca antes había estado en un lugar parecido,a la sala de operaciones de su buque solo tenían acceso el personal de medicina, ella solo desarrollaba la medicina antigua, algo que era preferible por la mayoría de los miembros de la marina por ser algo natural y no algo químico como los remedios de la medicina moderna.

Aunque ella comenzaba a dudar de aquellas personas, ya no sabía si era por la medicina en si o tan solo para tener una excusa para estar con ella, ya que no dejaban de consultarla por cosas tan simples como una picadura de mosquito.

Se acercó a una de las mesas y tomó un frasco con líquido blanquecino, se aseguró de que estuviese bien asegurado el cierre y lo puso verticalmente observando que aquel líquido era muy espeso, pensó que quizás se trataría de una crema y la dejó en su lugar.

Tras varios minutos investigando aquel lugar oyó voces. Se giró hacía la puerta y salió de aquella habitación rumbo a la suya. 

Las voces que escuchaba, si mal no recordaba era la de uno de los dos chicos de la tripulación, y las voces contenían el nombre de la chica, la cual pensó que habrían llamado a su habitación y, al no verla allí, comenzaron a buscarla.

A medida que fue llegando aquellas voces se hicieron más nítidas hasta que se chocó con un cuerpo duro en un cruce de pasillos tan duramente que la chica cayó al suelo.

Pinguin- ¡(Tn)! - se agachó frente a ella.-Lo siento, iba corriendo y no tuve cuidado, ¿Estás bien?

(Tn) asintió mientras lo miraba ahora más de cerca y detenidamente que la noche anterior.

Pinguin se puso nervioso ante su mirada y se arrascó la nuca.

Pinguin- No te encontré en la habitación... ¿fuiste a alguna parte?

(Tn)- Tan solo quería explorar un poco el submarino.

Pinguin- ¿Quieres que te de un pequeño tour? - sonrió amablemente mientras le tendía la mano para ayudarla a levantarse.

La chica pareció dudar por unos segundos mirando su mano pero terminó aceptando, si iba a estar allí tres semanas al menos quería poder abrir la boca para mantener una conversación con alguien.

Tomó su mano ante la sorpresa de Pinguin y la ayudó a levantarse.

Aquel recorrido duró aproximadamente quince minutos donde tan solo le enseñaba brevemente cada estancia saltándose las habitaciones privadas de sus compañeros. Cuando acabó llegaron hasta una puerta de madera, la común en los dormitorios mientras que las otras estancias tenían la puerta de metal.

Pinguin- Esta es mi habitación. -dijo abriendo la puerta y encendiendo la luz.

La chica entró observando aquel lugar, pudo ver su cama con sabanas color azul marino, dos mesitas de noche a ambos lados de esta y frente a la ventana un escritorio lleno de libros.

Se acercó hacía su escritorio y se inclinó sobre este para poder leer el reverso de los libros sin necesidad de tomarlos.

Pinguin- Me gusta leer libros sobre piratas antiguos. -dijo acercándose por detrás. - Mi vida no es tan emocionante como la de ellos pero me gusta imaginarme a mi como el protagonista de esas historias.

La chica sonrió un poco. - Tu vida seguro que también es emocionante y llena de aventuras.

Pinguin- Aventuras siempre hay aunque no siempre hay tesoros escondidos en islas que no aparecen en los mapas.

(Tn) se enderezó y se giró hacía él sin dejar de sonreír. - Seguro que tú vida es más emocionante que la mía.

Mientras tanto, justo a dos habitaciones de donde estaban los dos, se encontraba la habitación de Law, el cual fue a salir pero se detuvo al oír la voz de la chica y pegó la oreja en la puerta con intención de oir la conversación.

Pinguin- ¿Los marines no tenéis vuestras aventuras?- dijo un poco nervioso tanto por su presencia como por la sonrisa.

(Tn)- Mi vida solo consiste en entrenar cada día y estar pendiente por si veo algún barco pirata. -dijo sin ánimos sentándose en la cama. -Los marines no corremos las mismas aventuras que los piratas.

Pinguin la miró en silencio y se sentó junto a ella guardando las distancias. - ¿Y no te gustaría salir a buscarlas?

La chica lo miró confusa. -¿A qué te refieres?

Pinguin- Podrías dejar la marina y convertirte en pirata, podrías formar tu propia tripulación o unirte a una.

(Tn)- Eso es una locura... ningún marine se ha convertido en pirata, al menos no que yo sepa... y de haberlo sido habría sido una persona muy peligrosa para el gobierno.

Pinguin- ¿Por qué?

(Tn)- Un marine conoce muchos factores del gobierno que un ciudadano normal o un pirata no sabe, y si se convirtiese en pirata esos datos saldrían a la luz.

Pinguin- Sería información muy valiosa...

(Tn)- Si, y desde que... bueno, desde que llegué a la marina me empezaron a enseñar a odiar los piratas, sería muy difícil que uno se convirtiese en uno de ellos.

Pinguin sonrió. - Si tanto odias a los piratas ahora mismo estás teniendo una conversación normal con uno de ellos.

(Tn) sonrió un poco. - Puede que todos los piratas no sean iguales.

Pinguin sonrió. - Por cierto, ayer nos dimos cuenta de que no tienes ropa de recambio y pensemos en dejarte la nuestra mientras recuperamos energía para poder ir a una isla y comprarte algo de ropa de tu gusto.

(Tn) lo miró confusa. -¿Y por que no me dejáis ir en vez de comprarme ropa? Os ahorraríais el dinero.

Pinguin se acercó a su armario y sacó una camisa negra de tirantes y se la tendió.- Te quedará como un vestido pero al menos tienes algo para ponerte.

(Tn) tomó la camisa con timidez. - ¿No te importa...?

Pinguin- ¿A ti te importa usarla?

(Tn) dudó por unos segundos.- No...

Pinguin- Pues lo mismo digo. -dijo sonriendo.

La chica le devolvió la sonrisa. - Gracias, Pinguin.

Pinguin comenzó a volver a ponerse nervioso. -- D-de nada...

La chica salió de su habitación hacia la suya con intención de darse una ducha mientras Pinguin se quedaba mirando su puerta intentando procesar todo lo ocurrido.

Mientras tanto Law apretaba su mandíbula al notar la buena relación que había establecido tan rápido con Bepo y Pinguin mientras que a él no lo podía ni ver y sus razones tenía.

Por otro lado en un buque de la marina...

Smoker- ¡Maldición! ¿¡Cómo es posible que no sepáis nada del paradero de Trafalgar Law!?

Tashigi lo miró mientras mantenía la conversación por el den den mushi.

Smoker- ¡No me sirve que pongáis marines en todas las islas cercanas! ¡Una de mis agentes está secuestrada por ese mal nacido y la tiene en su maldito submarino!

Tras colgar se levantó de golpe y caminó hacia la ventana con intención de calmarse.

Tashigi- Debe estar muy asustada... no se lo que le debe de estar haciendo ese chico. -dijo con pena hacia su amiga.

Smoker- Cómo se atreva a ponerle una mano encima me encargaré yo mismo de que lo fusilen en Marine Ford.

Tashigi lo miró divertida y antes de hablar lo hizo Smoker, el cual no le hizo falta girarse para ver la cara de la chica.

Smoker- Ahórratelo.

Mientras tanto en el submarino...

La chica caminaba por el pasillo junto a un Bepo feliz rumbo hacia el comedor mientras la chica, al contrario que él, iba hecha un manojo de nervios, primero por llevar puesta la camisa de Pinguin, la cual cuyo escote le quedaba muy bajo y el corte de la camisa le llegaba por la mitad del muslo y segundo por saber que en el comedor estaría Law.

Al llegar tanto Law como Sachi y Pinguin se giraron hacia la puerta y, al ver a la chica así vestida e intentando no hacer contacto visual con ninguno bajando la mirada tímidamente provocó un derrame nasal tanto en Sachi y Pinguin bajo la desaprobación y enfado de Law, el cual se planteó dejarlos desangrarse en el suelo.


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