No sabe donde se encuentra, solo hay oscuridad rodeando su ser, escucha risas y murmullos,  quiere saber de donde provienen pero parecen venir de todos lados al mismo tiempo, y es en ese momento que su mundo se aclara.

La puede ver reír, jugar junto con un dos pequeños, un niño rubio y una niña pelirrosa, es en ese momento que se convence de algo que ya sabía, estaba soñando, no, estaba teniendo una pesadilla.

Se obligó a despertar,  pero no pudo hacerlo, fue por eso que cerró los ojos de forma fuerte, deseando que el tiempo pasara de forma rápida para que todo termine.

Y así es, luego de unos minutos abre los ojos en su casa, en su vacío hogar, tan frío como el hielo, se siente un idiota.
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Sakura sabe que las cosas no van bien,  lo sabe cuando en sus sueños se ve abrazando y besando a un hombre de cabellera plateada.

Sakura: ¿Quien es?

Se pregunta, pero cuando trata de ver su rostro este se desvanece en el aire, y su figura es reemplazada por la de un rubio de hermosos ojos azules, ella sonríe y corre hacia el para abrazarlo pero al momento de tenerlo en brazos este desaparece y vuelve aquel hombre de cabellera plateada, que la mira desde lejos con dolor, y eso la aterra, camina hacia atrás con temor, lo mira fijamente para luego darse la vuelta y correr, sin querer verlo durante más tiempo, se sentía tan desprotegida, solo quería que Naruto la abrazara, así todo estaría bien.

Corre por mucho tiempo, solo se detiene cuando siente algo resbalar por sus piernas, mira asustada la sangre que asoma en su vestido de color cálido y ahí es donde el lugar que antes tenía un hermoso clima y paisajes hermosos se marchita, se ve así misma echa un ovillo en el suelo, sosteniendo de forma fuerte su cabeza sangrante, retrocede asustada y confundida con una mano en su vientre bajo aplicando ninjutsu médico para salvar su bebé.

En ese momento la mujer con gran parecido físico a ella habla.

—Solo me lastima, no lo quiero cerca, quiero que se vaya, no quiero, no quiero, todo estaba bien, todo estaba bien, quiero que se aleje, no lo quiero cerca!!!!.

Grita desesperada enterrando sus uñas en su cabeza, logrando que más sangre salga, y Sakura puede sentir un gran dolor de cabeza, lágrimas bajan por sus mejillas al mismo tiempo que el hombre peliplata se hace borroso.

—No quiero, no quiero, no quiero, no quiero recordar, no quiero, no quiero, por favor,  solo déjenme vivir este sueño durante más tiempo

Sakura mira perpleja a esa mujer, y es ahí cuando se acerca a ella para confrontarla,  es que esta se convierte en un espejo y lo único que puede ver es su reflejo, o lo que parece serlo, pues a diferencia de ella este viste ropas llenas de sangre y tierra.

—Solo déjame vivir este sueño durante más tiempo,  déjame sentirme amada y formar mi familia, solo eso deseo

Aquel reflejo toca el cristal pero antes de que ella pudiera hacerlo también unas fuertes patadas en su vientre la despiertan, mira asustada hacia todos lados, su respiración agitada solo muestra su estado lleno de frustración y temor, pero unos fuertes y cálidos brazos la rodean y la apegan contra un pecho cálido.

Naruto: Estoy aquí, tranquila, respira, inhala, exhala,  mantén la calma

El rubio le da suaves masajes en la espalda mientras le susurra de forma suave y la abraza fuerte, su respiración poco a poco vuelve a la normalidad y a los minutos el cansancio la envuelve, para finalmente quedar dormida en brazos de su antiguo compañero ruidoso de equipo, sintiendo alivio al no ser apartada de su cómodo refugio.

Naruto suspira, no mentiría, era la primera vez que Sakura despertaba de aquella forma, y lo asusto, tuvo miedo por ella y por el bebé, pero se calmó cuando ella también lo hizo, la miró dormir y solo pudo pensar una cosa, era afortunado y rogaba a los cielos por seguir siéndolo.

Un pensamiento fugaz cruzo por su cabeza y una sonrisa adorno sus rasgos.

Naruto: Encontré a una mujer perfecta para mi mamá,  ella se parece tanto a ti

Una lágrima traicionera resbala por sus mejillas, abraza con más fuerza el cuerpo femenino,  prometiendo en silencio que la protegería, que los protegería aunque costará su vida.

Me pregunto, si podrá cumplir aquello, pues el destino es tan caprichoso y tramposo que sus jugadas tan inesperadas nunca se ven venir, y nunca tenemos una forma para enfrentarlo, nos quedamos quietos procesando aquello hasta romper en llanto, nuestros ojos se vuelven rojos mientras saladas lágrimas resbalan por nuestras mejillas y nuestra garganta seca trata de gritar para liberar la frustración que el corazón siente, sin embargo no le es permitido aquello, los caminos de la vida son tan impredecibles y misteriosos, que nunca sabemos lo que nos depara la vida o el destino.