Una lluvia inesperada cubrió la aldea, ¿quien sería lo suficientemente loco para salir con aquel clima?.
Tal vez esa noche habían dos locos caminando por las calles, ambos con sus corazones latiendo por la misma persona.

Mientras uno de ellos corría para poder volver a los brazos de aquella mujer de calida mirada otro caminaba de forma lenta, sintiendo su corazón latir en sus oídos y las lágrimas caer por sus mejillas, las cuales se mezclaban con las gotas de lluvia.

Dos corazones latiendo por el mismo ser viviente, dos corazones viviendo distintas emociones por este mismo, ¿cuál de los dos se rendiría primero?.....¿Acaso eso era posible? Yo creo que ninguno cedería, pues el probar la calidez de un hogar luego de tanto tiempo no es algo fácil de dejar.
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Un peliplata llegó a su hogar, a paso lento abrió la puerta de este mismo, y pudo jurar que hace tanto tiempo aquel lugar no se sentía tan frío como en ese momento, deseaba recibir un abrazo, quería tenerla de nuevo entre sus brazos, pero aquel deseo no era capaz de ser cumplido,  no después de lo que se entero.

Sus piernas le fallaron y cuando acordó estaba de rodillas en el suelo, la respiración le faltaba así que prácticamente arranco la máscara que cubría la mitad de su rostro, en un intento de encontrar el tan necesitado oxígeno. 

Recuerdos amargos llegaban junto con sueños que ahora no sabía si se llegarían a cumplir.

Miro sus manos con impotencia,  otra vez, otra vez no pudo proteger a un ser querido, otra vez se quedaba solo.
Golpeo con fuerza el suelo, sintiendo su sangre hervir por el corage contenido, quería protegerla, y la lastimo, maldita sea, si no fuera por Naruto la habría perdido para siempre y no solo a ella, también a su hija o hijo, era un cobarde, un bueno para nada, no pudo proteger a lo único que le quedaba y ahora pagaba las consecuencias, ella ya no estaba a su lado, y se llevó al fruto del amor de ambos.

Grito, no aguanto durante más tiempo y se desahogo,  grito hasta sentir su garganta arder al mismo tiempo que sus nudillos se estrellaban contra la madera del frío suelo hasta que la piel cedió ante los fuertes impacto y permitió que el líquido rojo se hiciera visible.

Kakashi: No pude protegerte....por favor,  por favor,  por favor,  te lo pido, ayúdame a recuperarla,  a ella no me la quites, por favor,  a ellos no, por favor,  ¡¡TE LO RUEGO!! ¡¡NO ME QUITES A MI FAMILIA DE NUEVO!!!

Solo la quería de vuelta,  sabía que se equivoco,  lo sabía, sabía que debería pagar por aquello, pero una vida sin ella, una vida viendo como ella era feliz junto a otra persona y junto al hijo de ambos, un hijo o hija que creceria sin saber que él era su padre, esa tortura ya era demasiado.
¿Era egoísta? Si, ¿Se odiaba por aquello? Si, ¿La quería de vuelta? SI.
Tal vez, no era demasiado tarde para rendirse.
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Un chico rubio llegó a su hogar agotado, la lluvia lo agarro desprevenido, miró por todos lados preocupado, dejó la comida en la entrada y subió a su habitación, su corazón se alivio al verla dormir tan tranquila, al parecer demoró demasiado.

Se acercó con cuidado de no levantarla, tomó asiento en la orilla de la cama, la cual se hundió con su peso, la observó con adoración, todo parecía un sueño.

Acaricio con gentileza el hermoso cabello rosa de la mujer que amaba, sintiendo culpa al saber que estaba recibiendo un amor que no era para él.

Naruto: ¿Me amas de verdad?¿Tanto como yo lo hago? Creo que nunca lo sabre, pero disfrutaré de cada segundo de felicidad a tu lado, seré tu apoyo y pilar, tu compañero hasta que tu decidas alejarme, y aun así, te seguiré cuidando aunque sea a la distancia

Sakura sonrió entre sueños al sentir las caricias y la calidez que emanaba el rubio.

El rubio llevó su mano contraria al vientre de su pareja acariciándolo con suavidad, pero sus ojos se abrieron con sorpresa al sentir unas pataditas.

Naruto: ¿Me estabas esperando?

Recibió varias pataditas en respuesta, y solo pudo sonreír alegre, no importaba que aquel bebé no llevara su sangre, lo amaba como si fuera suyo, no, si lo era, era su bebé. 

Naruto con cuidado se recostó a un lado de la femenina,  sin dejar de acariciar el vientre.

Naruto: Bueno, creo que lo mejor será descansar, buenas noches bebé

Solo recibió algunas pataditas en respuesta, eso le alegraba, porque sabía que su bebé estaba sano o sana, tal vez debía ir pensando en el nombre,  hablaría con Sakura de aquello, luego de unos minutos en los cuales se imagino jugando con el bebé que crecía en el vientre de la pelirrosa finalmente se quedó dormido.