CAPITULO 3
POV KYUNGSOO
Eran las 9 de la noche cuando vi al reloj en la pared. Ya todos se habían ido del restaurante pero yo quería cocinar algo rico para Nini. Chen me dijo que podía hacerlo siempre y cuando me fuera temprano a dormir. Diablos soy un hombre, tengo 30 años. No soy un niño.
Me concentré en la comida que preparaba cuando sentí dos manos deslizándose por mi cintura y el pecho firme pegado a mi espalda.
-Estaba preocupado por ti – El suave susurro en mi oído me dio escalofríos.
-Quería hacerte una cena – Nini se acomodó en el hueco de mi cuello y me besó.
- Pero ya has trabajado todo el día. Tienes que descansar. Aunque eso no quiere decir que no aprecie que me hagas la cena y que no cocines delicioso porque lo haces.
Me giró en sus brazos sin soltar mi cintura y cuando quedamos frente a frente me besó en los labios.
-¿Te he dicho que te vez caliente con este traje? – Sentí mis mejillas calentarse.
-No lo has dicho.
-Te ves precioso.- Beso mis mejillas y bajó por mi cuello. Un escalofrió me recorrió. – Pero ¿Sabes cómo te verías mejor? – Cerré mis ojos.
-¿Cómo?
-Sin este traje, justo aquí y ahora. Pegado a esa barra. – Dios, se me cortó la respiración.
-Pero estoy haciendo tu cena.- Hice un puchero. Enserio desde que salía con Kai me estaba poniendo muy raro.
-Solo un rato – besó detrás de mi oreja – Además tampoco me perdería de tú cena, sabes que amo como cocinas –Sus labios fueron de nuevo a mis labios pero esta vez no puse objeción y nos fundimos en un beso dulce.
La campana de los pedidos me sacó del trance. Revisé el pedido y me puse a prepararlo. Esta mañana había sido muy difícil. Kai parecía ya más compuesto y estaba tomando su vida normal. Todo excepto nuestra relación. Ya tenía mi nueva recamara y mis cosas conmigo. Después de quedarme tanto tiempo fuera de casa, meditando sobre lo que pasaba, decidí que era hora de volver.
Tomé la decisión de esperar. Sabía que Kai necesitaba tiempo. Pero en todo el proceso también me estaba protegiendo y evitando ilusionarme y salir lastimado.
Sería difícil y duro pero por Kai, lo haría. Aun si al final, nunca volvemos.
(-)
Esa noche cuando llegué a casa, Chen aun no llegaba y Kai estaba viendo televisión.
-¿Ya cenaste? – Pregunté tratando de sonar sin interés.
-Sí, fui a visitar a mis padres después de salir del restaurante. – Me dejé caer en el sillón.
-¿Cómo están ellos?
-Bien, creo que ya se sienten mejor, después de ver que estoy bien. Además los análisis no muestran anomalías.
-Eso es bueno, me alegro.
Ambos guardamos silencio mientras veíamos lo que sea que estaba en televisión. Sin embargo yo estaba muy consiente de Jongin a mi lado. A solo unos metros y podía sentir su mirada de vez en cuando.
-¿Terminaste tu especialidad Hyung? – Me topé con su mirada por un momento antes de asentir.
-Lo hice, hace unos meses. Antes de abrir el restaurante. - Asintió.
-Siempre he admirado eso de ti, te has esforzado por hacer lo que amas.
-¿Tú no amas lo que haces?
-Me gusta, me gusta mucho pero me hubiera gustado...
-Bailar - Completé aun viendo a la televisión.
Volví mi vista a él cuando no respondió, me observaba.
-Lo sabes - Asentí. Kai me había contado que su sueño siempre había sido bailar. Le encantaba, pero su padre estudio finanzas y no quería decepcionarlo algún día. Ni siquiera Chen estaba enterado del amor al baile que tenia Kai.
-Estabas planeando entrar a la escuela de artes el próximo año - Sus ojos se abrieron un poco más. - Me lo contaste hace poco. Estabas ilusionado.
-Soo... yo...- No, no quería escuchar que se disculpara porque no podía recordar nada. Me levanté no aguantando un segundo más ahí- Iré a descansar. Perdón si no puedo hablar más.
-Claro.
Me alejé de ahí, dejando mi corazón en sus manos como solo él lo tenía.
Mi cabeza dolía, anoche salí con Baek a bailar de nuevo. Lo habíamos estado haciendo desde hace 4 fines de semana. Y siendo tan pésimo como soy para tomar. Siempre terminaba con un dolor terrible de cabeza.
Quise cubrirme con las sabanas pero cuando intenté alcanzarlas, pude sentir algo duro a mi lado. Casi solté un gritito del susto. Y fue entonces que me di cuenta que tenía unos brazos pegados a mi cintura. Traté de moverme. Pero los brazos me apresaron más.
-No te alejes – La voz ronca cerca de mi oído me hizo estremecer. Esto no podía estar pasando. ¿Qué hacia él aquí? ¿Qué habíamos hecho? – Se siente bien tenerte así Jagi.- Pude ver que no estaba desnudo y yo tampoco. Así que respire con más normalidad.
-¿Qué haces aquí Jongin? ¿Cómo llegaste a mi cama?
-Anoche estabas tomado y le ayude a Baek a traerte aquí. Después no me soltabas y tuve que dormir aquí – De nuevo traté de alejarme pero él me jaló a su pecho.
-Esto no está bien – No podía hacer esto. No cuando desde hace unas semanas lo empezaba a ver como algo más que el amigo de mi hermano y mi socio.
-Huele delicioso- Su nariz estaba en mi cabello. Me recorrió un escalofrió.
-Kai, no deberías estar aquí. – Aunque yo lo quería aquí.
-¿Qué pasa hyung? Sabes qué mes gustas y yo sé que te gusto.
-Pero eres heterosexual.
-Bueno, quizá no lo soy. Desde que te besé ya no estoy seguro – Y yo no lo quería admitir pero tampoco quería que lo fuera.
Pero Kai, él era un fuerte candidato para herir mi corazón.
-¿Porque no estas enloqueciendo? Soy un hombre.
-Un hombre que me gusta. - Dijo con los ojos cerrados.
-Kai – él me miro a los ojos. Sentí mi rostro sonrojándose. – No podemos.
-¿Por qué no Jagi? Ambos estamos solteros, y nos gustamos.
-No me llames así y... en cualquier momento puedes cambiar de opinión.
-No lo hare Jagi. Tú me gustas mucho. Y quiero que lo intentemos.
-Pero me romperás el corazón- ¿Qué me había hecho decir eso? Oh por dios.
-No romperé tu corazón. No te haré daño. – Bajó un poco su barbilla y me plantó un beso en la punta de la nariz.
-Dame una oportunidad.
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