CAPÍTULO 60

Johan, teniendo puestos ahora los guantes en sus dos manos, usando su verdadero Volundr y empuñando una pistola, le apuntó a Loki directo al cuerpo. Sus heridas dolían de la puta madre, sino fuera porque el Volundr con una Valkiria maximiza las capacidades físicas y la resistencia, ya hubiera colapsado con el primer ataque el dios loco.

Loki se burló del jóven rubio al verlo apuntarle de nuevo inútilmente con esa pistola, eso es lo que él creía.

—¡Adelante! —extendió sus brazos de un extremo a otro—. ¡Vamos! ¡Sigue intentando dispararme maldita rata! Me gustará sin duda alguna ver cómo la desesperación se apodera de tú rostro al ver que no puede vencerme ¡Y BORRA ESA ESTÚPIDA SONRISA TUYA DE TÚ ROSTRO DE UNA BUENA VEZ!

Johan comenzaba a respirar agitado, estaba perdiendo sangre y, si seguía así, sin duda alguna moriría pronto. Sin embargo, no dejaba de sonreírle al dios loco, eso era lo que más le hacía hervir la sangre. Una sonrisa es muy poderosa, le da confianza y seguridad a tus aliados y confunde a tus enemigos, les haces creer que tienes el control. Johan entendía esa frase a la perfección, es por eso que nunca dejó de sonreír.

—¿Señor Loki puedo hacerle una última pregunta?

—¡¿Otra vez con tus estúpidas preguntas?! ¡Es el combate más raro y estúpido que eh tenido en mí vida! ¿Ahora qué quieres? ¡¿Cuál es tú pregunta?! —preguntó furioso el dios loco.

Johan tardó unos segundos en responder, pero al final, lo que le preguntó al dios Nórdico fué algo que dejó confundidos a todos...

—¿Usted nunca ha sido herido, cierto? Nunca ah sufrido, nunca ah sentido dolor en lo más mínimo. Supongo que usted, como un "dios poderoso" jamás ha tenido la dicha de sentir un sentimiento tan humano y tan desagradable como lo es el dolor.

—Soy un dios, y jamás alguien ha logrado siquiera herirme, ¿Por qué? ¿Crees que tú serás capaz de lograrlo? ¿Con esa insignificante arma?

—Sí. Señor Loki, qué diría usted si le dijera... —hubo un silencio absoluto en todo el lugar, en la arena, en las gradas, entre la multitud que seguía atenta al combate—, ¿Qué diría usted si le dijera... que yo ya gané este combate?

Una pregunta como esa fué extraña, inesperada. Loki quedó sin palabras al principio, el mismo público quedó sin palabras, ¿Cómo estaba eso de que ya había ganado? No, nadie entendió en ese momento a qué se refería el monstruo sin nombre al decir que él ya había ganado ese encuentro. En la zona VIP, los dioses griegos que quedaban —con excepción de Apollo—, estaban tan o más confundidos que el resto.

—¿Qué? ¿De qué rayos está hablando ese sujeto? —preguntó Ares, sin dejar de mirar esa pantalla gigante de enfrente suyo.

—Es el tipo más raro que he visto en toda mí vida —comentó Artemisa, no entendiendo para nada a lo que se refería el monstruo sin nombre.

En las gradas, de lado de los humanos, aquellos seres que lo conocieron en vida, sintieron una sensación extraña, un pequeño pero desagradable escalofríos recorrer sus espaldas al verle sonreír y ver a su enemigo de esa forma.

—Esa sonrisa... Cielos, ese hombre es un demonio —comentó un tipo, sin poder apartarle su mirada a Johan a través de una pantalla.

—¿Qué tiene planeado ese hombre? Sea lo que sea, no es nada bueno, se los aseguro.

El doctor Tenma también quedó confundido al escuchar a Johan decir que ya había ganado ese combate. Lógicamente eso no era cierto, Johan no había herido a Loki en ningún momento, entonces era irrisorio pensar que él ya había ganado, ¿Verdad?

A veces con pequeñas cosas se pueden destruir a un individuo...

—¿Johan a qué te refieres con eso? —preguntó el doctor Tenma, con una pequeña gota de sudor cayendo lentamente por su mejilla.

—Doctor Tenma, ¿Usted cree que Johan esté diciendo la verdad? —preguntó Nina—. ¿Usted cree que mí hermano ya tiene ganado este combate?

El doctor Tenma no respondió esa pregunta. Era lógico. En la arena, adentro del edificio, Loki solo se burló de su rival, para él, lo que había dicho Johan no era nada más que una reverenda estupidez.

—¿Qué? ¡Jajajajaja! ¿Tú ya ganaste? ¿Y según tú por qué? ¿Por qué dices que ya has ganado?

—Porque en este momento, señor Loki, está apunto de caer en un abismo de locura tan lúgubre y oscuro, del cual jamás podrá salir —le respondió con una tranquilidad y confianza inigualable—. Y usted mismo será el que les demostrará a todo el mundo, que hasta los dioses, llevan en su interior un monstruo malvado, sádico, y sanguinario, que ocultan tras una falsa máscara de superioridad.

Una vena palpitante apareció en el rostro de Loki al escucharlo, ya estaba cabreado, ¡Ya no lo iba a seguir escuchando más!

—¡Pues hazlo! ¡Hazme caer en ese abismo que mencionaste miserable escoria! ¡Hazlo antes de que te arranque la cabe..! —mencionó Loki, pero sucedió algo que lo dejó perplejo.

Johan disparó su arma, y esa bala viajó tan rápido que Loki no pudo verla en esta ocasión. Fué herido, Johan logró herir a un dios que nunca antes había sido herido con una arma de fuego creada por los humanos. ¡Los humanos habían logrado herir a un dios con un arma hecha por ellos! TODO el mundo quedó boquiabierto al ver aquella escena, fué tan rápido, hace solo unos momentos Loki estaba gritándole a su oponente, y al otro, ya estaba sangrando.

—¡¿PERO QUÉ?! —gritó Ares, a todo pulmón.

Loki dió el grito más horrendo de todos al sentir un inmenso dolor en su hombro. Al ver su sangre, su propia sangre, sangre divina, sangre de un supuesto ser perfecto y superior a los humanos. Dió un paso para atrás, lo que Johan aprovechó para darle otro disparo, ahora en su pierna derecha haciéndole retroceder.

—¡Bastardo! ¡Maldita cucaracha miserable! —gritó furioso el dios Nórdico.

—Vamos señor Loki, déjelo salir... —siguió disparando y dándole en el cuerpo—. Déjelo salir, deje salir a ese monstruo ansioso de destruir y asesinar. ¡Demuestrele a todo el mundo que ni siquiera los dioses son superiores a los humanos! ¡HÁGALO SEÑOR LOKI!

Göll quedó boquiabierta al ver cómo las cosas habían cambiado drásticamente de un momento a otro...

—¡Logró herir al señor Loki, hermana! —mencionó Göll—. ¿Pero cómo? Antes no logró hacerlo, ¿Por qué ahora sí? —vió a su hermana mayor, pero esta última solo sonreía burlonamente.

—Göll, eso es muy sencillo, esa pistola como tal no era su verdadero Volundr. Son esos guantes que carga ahora, Johan ingresó en la arena sin llevarlos puestos al principio, llevaba consigo una simple pistola hecha por los humanos y les hizo creer no solo al señor Loki sino también a los demás dioses, que efectivamente ese era su Volundr. Por eso disparó su pistola sin llevar puestos esos guantes al principio.

—¿Qué? —murmuró Göll, mientras miraba a su hermana.

—Obviamente eso no podría lastimar el cuerpo de un dios, y les hizo creer a todos que su arma era esa haciendo que el señor Loki baje su guardia, pero, al haber tocado su arma con esos guantes, la transformó en un arma más potente, capaz de asesinar a un dios. ¡Es por eso que elegí a Hlokk para Johan! Sabía que él le daría un mejor uso al poder de nuestra hermana.

—Es increíble que nuestra hermana Hlokk haya aceptado voluntariamente unir su alma con la de Johan.

—Jeje bueno... respecto a eso... —murmuró Brunhilde.

Odín apretó su puño al ver la situación en la que se había metido Loki, ya había perdido a su hijo Thor, no podía permitir que alguien más de su panteón y miembro importante en su plan termine siendo asesinado. Sus cuervos sintieron una inmensa tensión emanar desde el interior del dios Nórdico supremo.

Loki miró su mano manchada de su propia sangre, no se explicaba el por qué ahora el arma de su enemigo había logrado herirlo, cuando anteriormente ni siquiera un simple rasguño le hizo. Furioso, MUY furioso, empezó a acercarse a Johan con TODAS las intenciones de asesinarlo en ese momento, en ese mismo lugar, ya no quería seguir con el combate.

Johan volvió a sonreír con sutileza. Levantó su arma, y disparó hacia el techo, más específicamente a un candelabro lleno de velas que estaba colgando del mismo. Logró derribarlo. Cayó abruptamente en el sueño delante del dios loco, haciéndole frenar en aquel instante. No obstante, ENORME fué la sorpresa al ver que el suelo, de la nada, comenzó a incendiarse cuando el fuego de todas esas decenas de velas tocaron el suelo.

—¡¿Pero qué?! —gritó Loki, al ver cómo el fuego comenzaba a propagarse muy rápidamente por todo el suelo llegando hasta las paredes, cortinas, y demás objetos. El edificio donde emergió el monstruo sin nombre comenzó a incendiarse.

—¡¿HERMANA BRUNHILDE QUÉ RAYOS ESTÁ PASANDO?! —gritó Göll al ver lo que había ocurrido, todo fué tan repentino. Tan extraño.

—¡¿Qué es lo que está pasando?! ¡El suelo del Kinderheim511 ah comenzado a incendiarse de repente! —gritó Heimdall a todo pulmón, impactado al ver semejante hecho ocurrido ahí adentro.

Artemisa se puso de pie al ver eso...

—¡¿Qué rayos pasó?! ¡Eso no es normal! —miró a su querido hermano Apollo—. ¿Apollo hermano mío qué rayos está pasando?

Apollo entrecerró sus ojos, tampoco no entendía muy bien que era lo que estaba pasando en la arena...

—¡¿Cómo es posible que el suelo esté incendiandose así de repente?! —preguntó Ares, incrédulo de lo que sus ojos estaban viendo.

Dentro del Kinderheim511, el fuego comenzaba a propagarse con demasiada rapidez.

¡Así que esto era ese olor raro que percibí al ingresar, todo el maldito suelo y las paredes estaban bañadas en algún líquido inflamable! —pensó Loki, dándose cuenta de la realidad. Ahora lo entendía muy bien, aquella petición de la modificación de la arena del Valhalla que hizo su enemigo, pero no entendió el por qué mierda habían permitido semejante estupidez como bañar el suelo con algún líquido inflamable—. ¡ESA MALDITA VALKIRIA! ¡BRUNHILDE!

¡No tenía sentido para nada! ¿Qué rayos había pasado?

¡Todo el maldito Kinderheim511 era una trampa mortal!

Loki veía ese fuego propagarse por todas partes, todo se estaba comenzando a consumir en llamas. Todo, TODO el puto edificio. Johan comenzó a acercarse a Loki mientras le preguntaba con un tono de voz muy burlesco, y caminando entre las llamas, se llevó su dedo a su frente.

—¿Qué sucede señor Loki? ¿No iba a arrancarme la cabeza? ¿No iba a destrozarme la cabeza? Adelante ¡Hágalo! ¡Es su oportunidad!

Loki lo miró con tanta rabia, pero todo el escenario era un maldito infierno. Sin siquiera darse cuenta, Johan ya estaba enfrente del dios Nórdico, a poco más de un metro. Tenerlo tan de cerca y con esa expresión tan serena, aún sabiendo que todo a su alrededor se estaba incendiando, fué tan extraño. Sus ojos, su expresión, esa pequeña sonrisa de victoria.

Johan empuñó su pistola de nuevo, y sin previo aviso, le disparó a Loki en su pierna haciéndolo arrodillar en el suelo. Un dios se estaba arrodillando ante un monstruo. Johan le apuntó a su pecho con su arma y, de nuevo, sin previo aviso, dió otro disparo mandando al suelo al dios Nórdico.

El humo estaba comenzando a inundar todo el lugar. El fuego, por igual. En el suelo, Loki, con su mano puesta en su pecho, miraba como el monstruo sin nombre caminaba de vuelta a la salida del edificio. Antes de retirarse, se volteó ligeramente para ver a su rival tirado en el suelo y decirle...

—Yo gané este combate, señor Loki.

Desapareció entre el humo del lugar. Loki gritó como un demente, como un monstruo al verlo irse así sin más. El detalle era que, Johan no lo había matado, solo lo había herido eso es todo, pero no le había arrebatado la vida.

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