CAPÍTULO 59
ARENA DEL VALHALLA...
Loki quedó sorprendido de ver el arma con el que Johan lo iba a enfrentar, y, debo decir, que la asombrosa arma de Johan no era nada más ni nada menos, que una pistola. Una pistola, pequeña, negra, incluso era más pequeña de las que usan varios grupos de fuerzas armadas en los distintos países del mundo.
—¿Eh? ¿Ese... es tú Volundr? —preguntó Loki, no podía creer que enserio, su Volundr era eso, una simple y pequeña pistola.
—¡El divino tesoro de Johan, el monstruo sin nombre, el arma con el que el humano representante está dispuesto a enfrentar a los dioses, es una simple pistola, un arma de fuego! —exclamó Heimdall, viendo ese combate desde afuera del Kinderheim511, a través del pequeño monitor exclusivo para él.
—¿Enserio? ¿Una simple y burda pistola? —preguntó Ares, no entendía muy bien que estaba tramando Johan, pero, a comparación de las demás armas que han usado los anteriores representantes, desde una Naginata gigante de más seis metros de alto que usó Barbablanca, una armadura que era capaz de evolucionar cuando la destruían, la que usó Seiya, otro divino tesoro que podía transformarse en diferentes Teigus como la usada por Akame, y tres espadas que usadas juntas y al mismo tiempo, podían aniquilar ejércitos enteros, como las usadas por Zoro.
A diferencia de todas esas armas, la de Johan no tenía nada de especial. Eso creían todos los espectadores, y esa era la verdad.
—Curioso, el divino tesoro de ese humano es bastante curioso —dijo Hermes, mirando detenidamente las pantallas que estaban enfrente de la zona VIP de los dioses.
—Vaya jaja, qué interesante, es el segundo humano que peleará con un arma de fuego, veamos si lo hace tan genial como esa muchacha Akame —comentó Afrodita, con una amplia sonrisa en su rostro.
—¿Qué tiene de interesante o curioso una simple y aburrida pistolita? Esto debe ser una broma, por favor, Loki podrá esquivar sin problemas las balas de esa arma —comentó Artemisa, bastante seria a decir verdad. Miró a su hermano Apollo—. ¿Podemos permitir el uso de armas de fuego, hermano mío?
—Las reglas son claras, luchar hasta la muerte. Eso significa que pueden usar cualquier tipo de arma, de corto o largo alcance, así como esa muchacha peleó contra Hércules en las rondas anteriores, él también puede pelear con ese tipo de arma contra Loki —dijo Apollo, totalmente tranquilo.
Odin se mantuvo en silencio, observaba el combate en total silencio. De lado de los humanos, el doctor Tenma quedó con sus ojos bien abiertos al ver el divino tesoro de Johan.
—¿Una pistola? Creo que no puede existir mejor arma para Johan, que una pistola —comentó el doctor Tenma.
—¿Usted cree que con eso bastará para eliminar a ese dios, doctor Tenma? —preguntó Nina, mirando al hombre a lado suyo, pero después volviendo a mirar las pantallas.
Los humanos también se sintieron algo extraños, no tenían mucha confianza de que un arma como esa sea efectiva ante los dioses.
En el interior del Kinderheim511, Loki quedó asombrado del arma de su contrincante, y es que se esperó cualquier otra cosa menos un arma de fuego.
—¿Así que tú Volundr es una simple pistola? —preguntó Loki. Johan estaba con las manos desnudas, no tenía nada cubriéndolas.
—¿Hermosa, verdad? —preguntó Johan, mirando su arma por todos lados—. A veces es inevitable pensar que, cosas tan pequeñas como estas, son capaces de arrebatarle la vida a las personas en un abrir y cerrar de ojos. El potencial humano para crear armas para su propia destrucción, es imparable, señor Loki.
Loki en ese momento comenzó a reírse a todo pulmón, al punto de que una pequeña lágrima se asomó por su ojo. Todos quedaron confundidos por las risas del dios Nórdico, antes estaba que la sangre le hervía de la furia que sentía hacia Johan, pero ahora, se riendo a carcajadas.
—¡Jajajajaja! ¡No sé por qué me preocupé hace unos momentos! Cuando te ví introducir la mano adentro de tu traje creí que ibas a sacar algún arma extraña y bien loca, pero ahora que veo tú divino tesoro, admito que fuí un estúpido por preocuparme jajajajaja —confesó a carcajadas el dios Nórdico.
Johan solo le observaba reírse, con una sutil sonrisa...
Loki dejó sus carcajadas y ladeó su cabeza, posterior a eso, sonrió de oreja a oreja de manera perturbadora y sádica, por decir menos.
—¿Entonces, Johan, no? ¿Enserio crees que puedes herirme con esa arma? Quiero decir, debe ser un poco absurdo pensar que un simple disparo le puede arrebatar la vida a un dios, no estás usando un rifle extraño como lo hizo Akame, tu arma no es nada en comparación.
—¿Por qué no podría herirlo? —preguntó Johan.
Sonreía el monstruo sin nombre, pero su sonrisa se esfumó al escuchar lo que Loki le propuso. Loki sacó su lengua y lamió sus labios de manera incómoda, viéndose como un verdadero desquiciado sediento de sangre.
—¿Así que te gusta divertirte, no, Johan? ¿Qué te parece si jugamos a un juego muuuuuuuy divertido? Jajaja.
—¿Y ahora qué rayos está tramando Loki? —preguntó Ares, confundido.
—Es obvio que ahora él es el que está jugando con Johan —comentó Hermes, creyendo fielmente que Loki ahora era el que jugaba con Johan, cuando no tenía ni idea de la realidad.
Johan no pronunció palabra alguna cuando Loki le preguntó eso, pero dibujó una expresión seria al ver a Loki, llevar la punta de su dedo índice a su frente, así como él lo hizo en dos ocasiones anteriores intentando ser asesinado por el dios Nórdico. Loki siguió riéndose del jóven rubio.
—Aquí. Quiero ver qué me des un tiro aquí en la frente, si te dieron un arma de fuego supongo que debes ser bueno con ella ¿Verdad? Adelante, quiero ver qué lo hagas —dijo Loki, y cada una de esas palabras sonaron tentadoras, como si en verdad estuviera incitando al monstruo sin nombre a volarle la cabeza de un tiro.
Johan guardó silencio, solo hizo eso, guardar silencio.
—¡¿Qué estás esperando?! ¡¿No puedes dispararle a un tipo desarmado?! ¡Adelante! ¡Hazlo!
En las gradas con nuestras queridas Valkirias, Göll se sentía nerviosa, no le parecía nada lindo ver a Loki tentar a Johan a qué le dispare, algo estaba tramando el dios Nórdico eso es seguro.
—Johan... —murmuró Göll.
Johan levantó su arma de fuego y le apuntó a la cabeza al dios loco. Loki solo le miraba con una sonrisa, esperando a que el monstruo sin nombre aprete el gatillo para darle el tiro de gracia. Y sucedió, Johan disparó su arma de fuego directo a la cabeza del dios Nórdico, algo imposible de ver para los humanos, era obvio, era y es imposible ver una bala siendo disparada por un arma de fuego, pero para los dioses era distinto.
Loki movió su cabeza más rápido y aquella bala pasó de largo sin siquiera hacerle un pequeño roce en su mejilla derecha. Luego de eso, volvió a mirarle a los ojos.
—¡Increíble! ¡El señor Loki esquivó un disparo directo a su cabeza! —comentó Heimdall, asombrado.
Johan sin pronunciar palabra alguna, volvió a disparar su pistola en reiteradas ocasiones pero nada, ningún tiro pudo siquiera hacerle un rasguño a Loki. El dios Nórdico esquivó todos esos disparos, tal y como lo dijo Artemisa, para un dios ver algo como una bala disparada era demasiado sencillo. Los casquillos caían al suelo, todas esas balas fueron a dar a la pared detrás de Loki, y ninguna bala lo hirió.
—¿Qué sucede, Johan? ¿No puedes matar a un sujeto desarmado? —preguntaba Loki de manera sumamente burlona mientras esquivaba esos tiros—. Qué decepción, y Heimdall mencionó que eres un monstruo, un asesino a sangre fría. Te aseguro que no podrías matar ni a una mosca aunque estuviera quieta encima de una mesa.
Johan dejó de disparar su arma. Loki, con las manos en sus bolsillos, sacó de nuevo su lengua de manera incómoda y lamió sus labios. De la palma de su mano emanó una daga filosa y con pequeñas piedras preciosas incrustadas en su empuñadura.
—¡Lamento decirte que tú oportunidad se terminó, ahora es mí turno de divertirme contigo!..
Loki se lanzó hacia Johan, y aunque el monstruo sin nombre continuó disparándole, fué en vano. Loki pudo esquivar todas esas balas aún cuando la distancia entre él y Johan se fué acortando. Cuando estuvo a poco más de un metro, le apuñaló el hombro izquierdo al jóven rubio, provocándole una herida severa en aquella zona.
—¡JOHAN! —gritó Göll, con todas sus fuerzas.
—¡No, hermano!.. —dijo Nina, también angustiada por su hermano gemelo. Al igual que el doctor Tenma, pensó que Johan estaba perdido.
—A esa velocidad, sin ningún problema pudo haber perforado su corazón, pero no lo hizo. Ese dios Nórdico va a jugar con Johan hasta matarlo —pensó el doctor Tenma, mirando esa gran pantalla enfrente de las gradas.
Johan retrocedió con una mano puesta en su hombro, su propia sangre comenzó a manchar el traje elegante con el que había salido a combatir. Loki, por su parte, se deleitó al ver sangrar al monstruo sin nombre, por primera vez en el combate. Lamió la sangre del rubio, saboreandola, presenciando como el monstruo caería poco a poco.
—¿Duele, verdad? Será mejor que vayas acostumbrandote al dolor, Johan, porque me divertiré clavando esta daga en todo tú cuerpo... —mencionó Loki, volviendo a lamer y probar la sangre del jóven rubio.
Loki volvió a atacar a Johan por todas partes, causándole cortes en todo su cuerpo, manchando de nuevo su traje con su propia sangre. Se reía como un verdadero maniático, disfrutaba de herir a su rival y este sin poder defenderse.
—¿Lo ven? Ese muchacho no es rival para Loki, no entiendo por qué mandaron a luchar a ese muchacho si ni siquiera puede defenderse —comentó Artemisa, ya perdiendo poco a poco el interés por el combate.
—No te apresures, los humanos han demostrado ser impredecibles en ocasiones —comentó Hermes.
—Apuesto a qué este combate terminará más pronto de lo que imaginamos —dijo Ares para todos sus hermanos.
Johan retrocedió de nuevo, Loki se apareció enfrente suyo y realizó un corte en todo su pecho, de un extremo a otro, retrocedió de nuevo y dobló una rodilla, claro que dolían todas esas cortadas, ¡Dolían como no tienen idea! pero debía aguantar un poco más hasta que Loki baje por completo su guardia.
—Hermana, a este ritmo... —dijo Göll, angustiada.
—Tranquila, Göll, esto no ha terminado —dijo Brunhilde, creyendo que las cosas saldrían bien para los humanos.
Loki se deleitaba viéndole sangrar, pero, se dió cuenta que Johan en vez de expresar algún rostro adolorido, solo sonreía con sutileza, lo que volvió a provocarle una gran rabia al dios loco...
—¿Por qué sonríe? ¡¿Por qué este imbécil está sonriendo?! ¡¿SE ESTÁ BURLANDO DE MÍ?!
Johan se dió cuenta que Loki había frenado sus ataques, solo se había quedado enfrente de él sin hacer ningún otro movimiento.
—¿Qué sucede, señor Loki? ¿Ya se acabó la diversión? ¿O acaso ya está cansado y solo alardeaba? —preguntó Johan, con un tono de voz sumamente burlón. Unas venas resaltaron en la frente y en el rostro del dios Nórdico al verle sonreír de esa manera burlesca.
—Bastardo... —apretó sus dientes con fuerza—, tú si que me haces hervir la sangre —dijo Loki, bastante furioso.
Johan respiraba algo cansado, esas heridas dolían más de lo que imaginó. Se volvió a poner de pie enfrente del dios Nórdico, llevando su mano a su bolsillo.
—Me imagino que estos momentos, gracias a toda esa furia, desea matarme de las peores formas posibles, ¿No es así, señor Loki? —cuando sacó la mano de su bolsillo, se podía apreciar que llevaba puesto ahora un guante negro. Llevó su otra mano al bolsillo de su traje y al sacarla, ya llevaba puesto el otro guante. Levantó su arma, misma que brilló efímeramente con una tonalidad verdosa, imperceptible por desgracia para su rival.
Brunhilde sonrió sutilmente por fuera, pero por dentro se rió como una desquiciada, porque observó muy bien que Johan estaba usando ahora su verdadero Volundr.
Oh sí, ahora sangre divina manchará el suelo del Kinderheim511.
Johan volvió a apuntarle al dios Nórdico...
—Bien, supongo que ahora es mí turno —dijo Johan.
Loki se burló de nuevo del inútil intento de Johan de querer lastimarlo.
—¿Acaso vas a dispararme de nuevo? Ya lo viste con tus propios ojos, es imposible que puedas hacerme siquiera un rasguño, pero bueno, si deseas hacerlo, adelante —Loki extendió lo más que pudo sus brazos de extremo a extremo, burlándose todavía más de su rival. Estaba jugando, lastima que eso le iba a costar caro.
Artemisa suspiró frustrada.
—Ay vamos, Loki solo está jugando con ese muchacho, no se lo está tomando con la seriedad que necesitamos.
Los dioses estaban alentando a Loki, verlo herir a ese humano se sintió increíble. Johan apuntó a la cabeza del dios loco, ahora que su pistola era una verdadera arma capaz de matar a los dioses, sería interesante saber el resultado de eso.
Johan sonrió sutilmente mientras lo miraba a los ojos...
—Voy a demostrarles a todo el mundo, que ni siquiera los dioses son mejores que los humanos.
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