Heimdall permitió que ambos guerreros pudieran comenzar con el combate. Algo le dijo al portador  cuerno del fin del mundo que, lo más sano sería alejarse de esas dos bestias, y por supuesto que lo hizo, dió un salto hasta el muro de la arena.

En el cielo, una luz de color verdosa apareció de repente, la Valkiria con la haría el Volundr era Randgríðr, la cuarta hermana mayor de las trece Valkirias. Randgríðr observó a Escanor en el suelo, cerró sus ojos y comenzó con su forja del divino tesoro, transformándose poco a poco en lo que alguna vez fué...

¡Hacha Divina Rhitta!

Hicieron Volundr en ese momento, la gran y poderosa hacha terminó en manos de Escanor, quién la sostuvo con una sola mano y la colocó en el suelo después de eso.

Listo para iniciar la pelea; mas sin embargo, lo que se suponía debía ser el inicio de un combate feroz e incomparable, solo fué que ambos luchadores bajaron sus armas, Thor bajando su martillo y Escanor colocando su hacha encima de su hombro izquierdo.

—¿Qué es lo que está pasando? ¡Ambos guerreros han bajado la guarida ¡Están desprotegidos y a Merced del otro! —dijo Heimdall, sorprendido de que ambos se encontraban relajados y sin mostrar signos de estar preocupados por el combate.

En ese momento, Escanor dió un largo bostezo enfrente del dios del trueno. Los dioses nórdicos quedaron boquiabiertos ante lo que hizo el humano, y por ende, le gritaron cosas como "quién te crees que eres" "cómo se te ocurre hacer eso frente a Lord Thor" "muerte, mereces la muerte"

Pero el León del Orgullo ignoraba todo lo que le decían. Llevó su mano a su cuello, ejerció algo de presión y después sonaron sus huesos, hacía tanto tiempo que no se transformaba de esa manera.

—Ha pasado mucho tiempo desde que usé mi poder mágico, espero no haberme oxidado tanto deseo que este combate dure un poco más de lo que tengo planeado  —mencionó Escanor, con una arrogancia tan única.

Thor sonrió muy, muy sutilmente, ese humano le pareció curioso.

—¿Oye te llamas Escanor, verdad? —preguntó Thor—, me agradas, no voy a matarte tan pronto, ¿Sabes?

—Le agrado a todo el mundo, y acabas de robarme eso último que dijiste jaja —dijo Escanor, pintando una sonrisa en su rostro.

—¡¿Quién se cree ese humano para hablarle así al señor Thor?! —dijo un sujeto de entre las entidades nórdicas.

—¡Hablar de "tú a tú" con Lord Thor es algo imperdonable! ¡Mátelo mi Lord! —dijo una figura divina del lado Nórdico.

Así, poco a poco los dioses comenzaron a alentar a Thor para que asesine a ese simple mortal. El Berserker del Trueno escuchaba todo, y bueno, debía darles algo de diversión a los demás dioses, incluso a su propio padre.

No había nada de malo en divertirse antes de que la segunda parte del plan se ponga en marcha...

—No me tienes miedo, a pesar de estar frente a un dios no veo ni la más mínima pisca de miedo en tus ojos, Escanor.

—Por supuesto que no, no veo motivo alguno para sentir miedo frente a un ser claramente inferior a mi, el miedo es solo para los débiles y eso es algo que no va conmigo.

—Tú si que eres muy arrogante a pesar de ser solo una cucaracha, me agradas en serio humano —dijo Thor, sonriendo con mucha, mucha malicia.

En las gradas, con nuestras queridas Valkirias, Göll estaba muy sorprendida al ver a Escanor, y es que aún no podía creer que de ese delgado, debilucho y lampiño hombrecito haya aparecido un guerrero de tan increíble poder.

—Es increíble que ese monstruo que está ahí de pie frente a Lord Thor, sea en realidad... ese hombrecito...

Brunhilde sonrió ante las palabras de su hermana.

—Nunca hay que juzgar un libro por su portada, querida Göll, el subestimar a la humanidad es algo que le ha costado a los dioses —dijo Brunhilde—, y Escanor, es alguien más que digno de patearles el culo a los dioses.

—¿Patearles el culo? —preguntó Göll, algo incómoda por las palabras de su hermana.

—Sí, patearles el culo —afirmó la mayor de las Valkirias.

—Hermana, a veces eres alguien bastante grosera —murmuró Göll. Volvió a ver a Escanor y todavía le seguía pareciendo increíble la apariencia de el pecado del orgullo.
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MINUTOS ATRAS...

Brunhilde después de pensarlo muy bien decidió seleccionar a cierto rubio proveniente de la misma aldea que Itachi; mas sin embargo se detuvo al escuchar a su hermana menor decir que los dioses ya habían seleccionado a su siguiente representante.

Lord Thor, el Berserker del Trueno, el guerrero más fuerte e implacable del panteón nórdico, sería el siguiente luchador en la sexta ronda del Ragnarok. Brunhilde se llevó su mano al mentón, al cuarto Hokage lo estaja guardando para alguien poderoso, sí, pero no sería el más indicado para Thor. Luego de pensarlo cuidadosamente, se decidió por mandar a ese... hombre.

Pulsó sobre su imágen, dándole aviso a los dioses de la participación de aquel individuo.

Se puso de pie, debía ir a informarle a ese hombre que ya era su turno, su hermana menor la acompañó.

—Hermana Brunhilde, ¿Quién es el humano que elegiste  para pelear con Lord Thor?, no cualquiera puede hacerle frente, recuérdalo —mencionó Göll mientras seguía caminando juntos a su hermana—, y su Mjolnir es...

—Tranquila Göll, el humano que seleccioné es capaz de hacerle frente y no solo eso, sino también ganarle —dijo Brunhilde, hablando con mucha confianza en la elección que hizo.

—¡¿Enserio?! ¡¿Ganarle a Lord Thor?!

—Sí —dijo Brunhilde.

Cuando llegaron, la puerta de la habitación tenía un adorno con la forma del sol, bañada en oro y se veía increíble, al parecer el humano que estaba ahí adentro sin duda alguna era un guerrero sin igual. Brunhilde abrió la puerta e ingresó en aquella habitación junto a su hermana...

—Ya es tú turno, Escanor... —dijo Brunhilde.

Mas sin embargo, Göll se llevó la sorpresa más grande de su vida al ver el hombre que se encontraba ahí adentro, en aquella habitación oscura y muy poco iluminada. Escanor se encontraba limpiando la cama, ya que había pedido algo de beber y la había manchado, y por eso, estaba asustado.

—¡Ah! S-Señorita, ¿Mi turno? —preguntó un delgado, lampiño y escuálido hombrecito, Escanor en su versión humilde, por decirlo así.

—¡¿ESE HOMBRECITO VA A PELEAR CONTRA LORD THOR?! —preguntó Göll. Agarró a su hermana por la cintura de su vestido y comenzó a darle fuertes tirones—, ¡Sé que estás triste por la muerte de nuestro hermano Hércules, pero no deberías deshonrar su memoria ni su sacrificio mandando a pelear a alguien como él! ¡Lord Thor va a hacer pedazos a ese sujeto!

—¡P-Pelear! ¡No por favor por lo que más quiera no quiero pelear! —dijo Escanor, asustado, las lágrimas estaban a punto de salirse—, no quiero morir y desaparecer para siempre, por favor no me mande a pelear señorita...

—Es una pena, Escanor, pero ya fuiste seleccionado para pelear en la siguiente ronda, y tendrás que hacer Volundr con una Valkiria. ¿Acaso no quieres defender a la humanidad? ¿Acaso no quiere defender a tus amigos? —preguntó Brunhilde, caminando hacia las enormes cortinas de aquella habitación y que impedía que la luz del sol ingrese.

—No quiero que mis amigos mueran, pero tampoco quiero morir... —dijo el pequeño Escanor, de rodillas en el suelo.

—Hermana por favor —dijo Göll, algo molesta con su hermana mayor ya que, en cierto sentido, estaba faltando el respeto al sacrificio de su hermano al mandar a pelear a un hombre cómo ese—, este hombrecito está muerto de miedo, cancela su participación, los dioses lo van a humillar y...

Brunhilde tiró de las cortinas de la habitación dejando que por fin la luz del sol ingrese e ilumine toda la habitación. La luz cegadora del sol entró e iluminó todo, Göll cubrió un poco su rostro al percibir la repentina luz del sol ingresar de repente.

—Es hora, Escanor...

Göll de nuevo iba a recriminarle a su hermana la decisión que tomó, pero, grande sería su sorpresa al ver que ese "hombrecito débil y delgado" empezó a crecer. Sus músculos empezaron a crecer de manera sorprendete llegando al punto de rasgar su ropa y hacerla pedazos.

Göll abrazó a su hermana y dió un grito por todo lo alto al ver en el monstruo en que se había convertido. Brunhilde solo sonrió con arrogancia, por fin el león había despertado.

—¡¿Pero qué sucedió?! ¡¿Antes era un perdedor y ahora es un monstruo?! ¡¿Siquiera es un humano?!

—Por supuesto que soy humano, no deberías utilizar esas preguntas cuando te refieras a mí —dijo Escanor, mientras sus ropas seguían desgarrándose—, quién diría que dos semidiosas vendrían hasta a mí para pedirme ayuda, sin duda alguna soy alguien fantástico.

—¿Ayuda? —preguntó Brunhilde, levantando una ceja.

—¿Q-Quíen es ese hombre?

—¿Quién soy? Soy aquel que se alza por encima de todas las razas, humanos y dioses por igual.

—¿Ah? —preguntó Göll, asombrada.

—Pertenezco a los antiguos siete pecados capitales, soy el León del Orgullo y el más fuerte de todos, pero ustedes pueden llamarme, Majestad Escanor —dijo el pecado más fuerte, terminando su transformación por completo, viéndose tan imponente e increíble.

Brunhilde suspiró y se cruzó de brazos, había olvidado lo extremadamente orgulloso que podía llegar a ser Escanor.

—¿Los antiguos... siete pecados capitales? —preguntó Göll, después observó a su hermana mayor.

—Fueron un grupo de caballeros que se les llamó de esa forma debido a los "pecados" que cometieron hace miles y miles de años atrás, guiados por el ex capitán Meliodas, un miembro de la raza demoníaca el cual, no se sabe su paradero en estos tiempos.

—¿Meliodas? —preguntó Göll, ese nombre le sonaba pero no podía recordar con exactitud.

Brunhilde caminó hasta ponerse enfrente de Escanor...

—Tú eres más que digno de pelear en el Ragnarok, por eso te convoqué, necesitamos de tú increíble poder para vencer a los dioses.

—Es lindo ver cómo una entidad divina me pide ayuda exclusivamente a mí, debo ser alguien incomparable. Nombraste algo llamado Volundr, verdad?

—Así es, unirás tú alma con una Valkiria, y ya tengo planeada quién será tú compañera.

Escanor se rió ante lo que dijo ella.

—Qué divertido. Bueno no es malo hacer ejercicio de vez en cuando, quién hubiera imaginado que ese tal Thor sería asesinado por mí.

—¿Crees que puedas ganarle a Lord Thor, Escanor? —preguntó Göll.

—Creer no, voy a ganar —sentenció el León del Orgullo, mirando a ambas Valkirias y muy seguro...

De que iba a ganar la sexta ronda del Ragnarok.