-Que agotador...

Bajo la sombra de un cielo nublado, un joven de piel canela deja escapar un suspiro pesado, era la cuarta vez que sucedia en este año, era la cuarta vez que se cansaba tanto y que su cuerpo y moral ya no daba para más.

-Estoy cansado, necesito un largo descanso...si, uno muy largo, uno que nunca termine.

Con la cara demacrada y los ojos hundidos rodeados de ojeras, producto de noches de insomnio, eran firmes heridas causadas por el estrés abrumante, extendiendo uno de sus brazos al cielo con pereza se dejo caer de espaldas al suelo sin importarle nada más que la pequeña paz de ver y contemplar el firmamento.

-Zeus, Odin, Marduk, Shiva, Huitzilopochtli, Izanagi, Yu Huang, Belobog, y...¿Quienes eran los otros?, sin duda alguna ya no los logro recordar. Ha pasado tanto tiempo desde que pude charlar con uno de ellos, mi vida divina se torno una mierda desde el momento en que fui desterrado...

Y observando el cielo cubierto por enormes nubarrones grises, el joven guardo un largo silencio, la brisa fresca trepida contra su cuerpo y la manta, tan blanca como la nieve, que lleva puesta se mueve con suavidad al compas del correr de un debil silvido ventoso, sus cabellos color plata recaen sobre el suelo cubierto por pasto, y los enormes árboles verdes sacuden sus ramas suavemente.

-Vivir...he vivido 2000 años en este lugar, cuidando el mundo sin recibir algo a cambio, viviendo una vida aburrida, contando las estrellas que alberga el cielo...días trabajando sin descanso ayudando a los humanos, noches enteras sin dormir velando por su seguridad.- el joven cierra sus ojos con suavidad y recarga ambas manos en su pecho- Mi cuerpo mortal, mi vida imperfecta se agota, estoy cansado, quiero dormir...quiero soñar.

Y sin darse cuenta aquel joven quedo profundamente dormido, horas pasaron, incluso días...y el no desperto, su deseo parecio cumplirse, queria dormir, durmió, queria soñar, pero...pero no soño.

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Los pequeños pajarillos se paran sobre su rostro lleno de paz y con curiosidad lo observan sin hacer ruido, un suave ronquido sale de la boca del joven que hace ya...unas cuantas semanas se quedo dormido bajo un cielo gris, el aire que sale de su nariz asusta a los pajaros sobre su rostro y volando se alejan a posarse sobre las ramas de los arboles.

Sus parpados se despegan con suavidad, y sus ojos verdes como el jade son alcanzados por un rayito de sol.

-...fue un largo sueño, creo, incluso dormi de más.

Fueron las primeras palabras que sus labios carmín sintonizaron como una suave melodia armoniosa, antes de sentarse de golpe y apoyado sobre sus manos en el suelo, volteo su rostro a cada lado, extrañado y algo aturdido pudo observar que todo era diferente.

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Los enormes pinos de unos 40 metros de altura, rechinan con fuerza al ser bruscamente sacudidos por un fuerte viento que amenaza furioso el interior de un frondoso bosque a las afueras de la ciudad de Londres, rodeado por la espesa masa forestal y agazapado por los fuertes crujidos de los arboles, una multitud de personas se reune a las afueras de la ciudad, y una curiosidad impetuosa reina en sus corazones.

-¡¿Que mierda es esa cosa?!

Espeta un señor que aparenta tener unos 40 años, parece algo...sorprendido, y asustado, con sus manos temblorosas señala al suelo y la gente a sus espaldas quedan pasmadas del espanto.

-Un...un demonio

Una señora de vestido largo y blanco se queda mirando al suelo, en el, una criatura de apariencia indescriptible al ojo humano y a la comprensión de nuestra especie, yace tirado, rodeado de un liquido transparente viscoso, su cuerpo emana un putrido olor nauseabundo y de los orificios de su cuerpo carente de piel, unos enormes gusanos se arrastran buscando la luz solar.

Un niño curioso y juguetón se acerca sin previo aviso a la inerte criatura y con sus manitas toca su cuerpo, lleno de asco voltea a ver a su mamá y con una voz temblorosa dice:

-Mami, el monstruo está respirando.

Las personas a su alrededor tratan de alejar al niño, con desespero pues...lo han visto, una de sus largas extremidades se había movido.

Las autoridades de la enorme ciudad de Londres fueron notificadas de este suceso, en los periódicos locales se dio a conocer la noticia del horrendo ser que aparecio a las afueras del bosque, no seria mentira si se dijese que lo sucedido levantó chismes no solo entre los lugareños si no también en las redes de internet se hablaba de este extraño acontecimiento.

La policía al parecer no tomo con interes esta noticia y penso en dejarla pasar y mantenerla en el olvido, al final de cuentas esto quedaria como una leyenda urbana entre los ciudadanos. No paso mucho antes de que el niño que toco a la criatura presentara extraños moretones en todo su cuerpo, su madre, en una de tantas corrió a la Iglesia católica del lugar y pidio de rodillas al sacerdote que bendiciera a su hijo, el caos que este revuelo genero fue algo que afecto en medida al orden de la ciudad, ya que, a los 7 días el pequeño fallecio mientras dormia, y en la autopsia aquellos que se llevaron el horror de su vida fueron los doctores encargados de realizarla...

-Gusanos.

El estómago del niño estaba infestado de gusanos, y el asqueroso sonido que estos macabros insectos emitian era idéntico al de agua hirviendo.

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- Un cafe.

Sentado a las afuera de un puesto de bebidas, un hombre de mediana edad, pelo largo azabache y ojos color miel, lanza su pedido al aire, la mesera a su costado toma nota y rápidamente se aleja al mostrador.

- Se supone el Armagedon daria inicio en 100 años.- con una pereza inigualable se cruza de piernas y apoya sus codos sobre los brazos de su asiento, las mangas de su camisa blanca estan recogidas a la mitad y ello le obsequia un aspecto vagamente intimidante.- Zeus...maldito viejo loco, al parecer se adelanto.

Con algo de picardía, sonríe, una sonrisa de oreja a oreja, sus labios rojos, y su piel pálida acompañada de unos tatuajes en sus antebrazos, y su cuello, le dan el toque de un delincuente, algún mafioso chino de las décadas antiguas, tal vez incluso parezca un yakuza Japonés.

-Su café, señor.- la joven mesera que lo atiende deja la taza en la mesa y pronto se marcha sin medir palabra alguna con el hombre al lado suyo.

- El olor sin duda es exquisito, pero al parecer...está demasiado cargado.

Con suavidad y elegancia tomo entre sus dedos el brazo de la taza, y sorbo por sorbo bebió un poco de su bebida.

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- Parece que hoy lloverá.

Con una taza de té entre sus dedos y el pequeño vapor saliendo de ella, un hombre de mediana edad murmura con algo de burla. Eran no más de las doce, según el reloj en su brazo derecho, con una mirada aburrida observa con claro desinterés a las multitudes de personas corriendo apresuradas, de aqui para allá, pasan como enormes manchas grises que se esfuman entre más se alejan. Revuelve el Té con una cuchara y bebe pequeños sorbos mientras piensa vagamente...sumido en sus pensamientos, reflexivo y algo dudoso de si mismo.

- Con que ya empezó...- un vago suspiro pesado se desvanece en el aire- sinceramente hubiera preferido que este mundo dure más, me agrada, me agradan los humanos.

Sus ojos color miel siguen mirando a las multitudes pasar de un lado a otro, con las yemas de sus dedos toca su mejilla, pálida como una luna menguante, su piel se asemeja a la nieve, su hermosa cabellera sedosa, negra azabache; desliza sus dedos con delicadeza hasta unos mechones que caen sobre su rostro y los acomoda suavemente hasta dejar descubierta su frente.

- ¿Qué hago? Al parecer ya nadie nos toma en cuenta, la civilización humana prosperó mucho en los últimos 1000 años, que poco a poco pasamos al olvido...incluso si trató de proteger a esta perdida humanidad, mi poder no sera suficiente para retener a cientos de panteones enteros.

Su mirada sigue perdida contemplando a las personas, el lugar en el que está sentado le da buena vista a las calles de la enorme megalópolis, transitada por transeúntes y por los vehículos de motor que en la actualidad existen, diferentes vestimentas, colores y olores invaden el alocado ambiente de la ciudad. A través de una enorme ventana de vidrio contempla todo con calma, su taza de té ahora apoyada sobre la mesa frente suyo, y sus dos manos libres, juega con sus dedos y los entrelaza apoyando sus antebrazos al lado de su bebida.

Las campanillas en la puerta del local tintinean al abrirse, el olor a café es fuerte dentro del establecimiento, lleno de mesas y de parejas compartiendo momentos juntos, y de adultos sentados leyendo un periódico a solas, alejados del mundo, tomándose una taza bien de té o de café, y disfrutando del momento de paz. Un suave rechinido producido por una puerta al abrirse, y unos pasos que no producen sonido...un joven de piel canela atraviesa el umbral y voltea a mirar a todos lados, su mirada se pierde inmediatamente en dirección al hombre de mediana edad, vestido con una camisa blanca a medio abotonar, piel blanca que asemeja a la nieve y unos tatuajes en su pecho...

Gira su cuerpo y camina con lentitud y elegancia en dirección a la mesa pegada a la ventana del local, no despega su mirada, y entonces el hombre voltea a verlo también, al parecer sintió su presencia y lo miro con sus ojos color miel de pies a cabeza, luego una ligera sonrisa se dibujó en su armónico rostro, entonces ambos intercambiaron miradas.

Un ligero intercambio que duró pocos segundos, pero pareció una completa eternidad, el joven se detuvo frente a la mesa en la que estaba sentada aquel hombre y con suavidad expresó lo siguiente:

- Disfrutando de tus vacaciones...Yu huang.

Los ojos de aquel tipo, antes serenos se llenaron de emoción, una emoción palpitante que recorrió cada parte de su cuerpo.

- ¡Cuanto tiempo maldita serpiente!

Sus iris brillaron con ferocidad, y con una voz arrogante y una sonrisa completamente abierta, insulto al joven enfrente suyo.

- ¿Acaso vienes a matarme, Quetzalcoatl? No te será fácil.

- No...solo vengo a ver de que lado estás.

Una mirada inexpresiva, carente de emoción, y una voz impetuosa llena de autoridad, fueron las razones que dieron hincapié a una sonrisa maldosa de parte de Yu huang.

- Entonces, ¿Nos tomamos un café, mi querido Quetzy?

Continuara...

A la mierda todo, asi quedo este pequeño prólogo mis queridos...lectores, la verdad es que ando dandome tremendos descansos de seis perros meses, nah, no se crean, se me fue la inspiración mi gente.

Bueno, dejando ello de lado, les presento el comienzo de esta gran obra, sin duda no me parti la cabeza pensando en como iniciar (no se crean, casi lloro por no saber que hacer, se me fue el avión).

Tal vez sea algo leve, para ser un inicio no doy mucha información y siento que muchos están mega confundidos con todo lo que paso en este capitulo, sin duda sus preguntas se resolveran conforme avance la obra, no pienso soltar todo de una y ahora más que antes quiero aventurarme a lo nuevo.

Sin duda espero reciban bien este inicio, y...espero les haya gustado este capitulo, si lo disfrutaron comenten y dejen su estrellit...ok no, ustedes saben mis queridos amigos/lectores.

Los quiero a todos chicos, tomen agua y coman fruta, en capítulos posteriores iré mejorando mi gramática y forma de narrar (que por dejar de escribir por eones, ya perdi el toque), también editare algunas imágenes pa hacerme un tipo logo especial jajaja, quiero ser algo en la vida, no se quejen.