En esta ocasión discutiremos acerca de los niveles de complejidad que pueden alcanzar los personajes en función de sus dimensiones.

Las categorías donde podríamos encuadrarlos:

1. Personajes adimensionales: 

Son utilizados como simples herramientas. Son los personajes de fondo (Los extras. Ni siquiera nos molestamos en ponerles nombre, como una cajera de la tienda...). Cumplen la función de representar a la sociedad. Dando una sensación de normalidad.

También culpen el rol de reaccionar a las acciones de los principales personajes (La bronca del profe por gritar en clase y las miradas de sus compañeros).

Consejo: mejor no describir sus apariencias si no son relevantes o llaman mucho la atención.

2. Personajes unidimensionales: 

Solo tienen una dimensión. Se caracterizan por un solo aspecto (El personaje enojón, divertido). Estos, pueden servir para probar algo o dejar alguna enseñanza.

Su uso excesivo es un problema a lo largo de la historia. Sus posibilidades son limitadas, está ahí pero siempre se comporta igual, aburre y resultan cansino a cierto punto.

Y si son utilizados como protagonista o antagonistas, también es un problema.

3. Personajes bidimensionales. 

Tienen la suficiente complejidad como para sentirse humanos y creíbles, y son fáciles de comprender. Sientes empatía y puedes identificarte.

Ideales para historias que buscan enganchar a un amplio y variado público.

Tienen estados de animo y emociones que cambian de acuerdo con las situaciones que atraviesan, tienen un pasado que les influyen, tienen conflictos y motivaciones claras. Son capaces de mover la trama, aprenden cosas, cumplen sus objetivos y se desarrollan.

Un ejemplo: El de una chica hermosa pero que tiene inseguridades al romper su novio con ella y quiere superar la ruptura, verse mejor, y simplemente volver a sentirse bien.

4. Personajes multidimensionales. 

Los más complejos de escribir y, con frecuencia, se encuentran difíciles de entender.

Tiene esa característica humana de contradictoriedad e impredecibilidad. Y eso les hace tan fascinantes y complicados de construir bien.

El bidimensional es fácil de entender; su línea de pensamiento, sus emociones, su conducta. En cambio, el multidimensional estas cuestiones son menos claras.

En esencia, es porque tiene múltiples características, ánimos, emociones, metas, sueños, motivaciones, conflictos, defectos... Un ser humano, al fin y al cabo. Su desarrollo se da en varias direcciones que a veces se superponen.

Exigen una muy buena y exhaustiva planificación previa para considerarse buenos personajes (en lugar de darle respuestas incoherentes y caóticas).

Son más adecuados para trilogías, sagas.

A veces, es difícil empatizar con ellos y requiere cierto esfuerzo comprendedlos. Suelen ser bastante impopulares. (Mi ejemplo ideal es Loki, de Marvel)

Tienen un gran potencial para convertirse en excelentes personajes. Son todo un desafío.

NO ES un personaje multidimensional el chico malo que es así solo porque le abandono su padre y por eso trata como la mierda a todo el mundo y encima le echa la culpa a alguien, normalmente su madre. NO. BASTA YA. Tenía que aclararlo.

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Que un personaje tenga más dimensiones no le hace automáticamente mejor. La complejidad dependerá, además, del género y la trama de la historia.

Ninguno de ellos es malo, al contrario. Todas las dimensiones están bien si tienes claro el papel que tiene/ tendrá. 
Hay que tener muy en cuenta su categoría en la historia para no aburrir y escribir cosas irrelevantes que harán que tu lector se duerma. Luego, puedes decidir si quieres que tenga más relevancia o no.

La planificación previa de los personajes es muy importante para hacer una historia buena o mala, solo con este punto.

¿Qué tipo de personaje sueles usar en tus historias? ¿Qué personajes populares recuerdas que puedan acoplarse a estas categorías y a cuál?

Me encantaría leer lo que tengáis que decir: dudas, sugerencias, ideas, ejemplos, anécdotas... que tengan que ver con el tema y puedan enriquecernos a todos. Compartir.