34. No me dejes.

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Canciones para este capítulto:

Beautiful - Carly Rae Jepsen ft Justin Bieber

Secrets - One Republic

Up - Justin Bieber 

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-Creo que es hora de que vayamos a casa-Leo sugirió. Brandon y Jamie estuvieron de acuerdo, aún abrazados en los brazos del otro.-Y Brandon, cuida de ella, no querrás que Abby te grite otra vez- Leo bromeó.

-Adiós, hombre- Brandon rió, golpeando su puño contra el de Leo. Le di a Jamie un último abrazo, dándole una brillante sonrisa.

Leo y yo caminamos fuera de su casa, hundiéndonos en los fríos asientos de cuero. Leonardo flojamente colgó su brazo izquierdo sobre el timón, soltando un suspiro estrangulado. Él metió la llave dentro del coche, y estaba a punto de salir del estacionamiento cuando se congeló.

-¿Estás bien?-pregunté sospechosamente. Leo parecía muy agitado últimamente, y estaba empezando a pensar que no era sólo por Brandon.

-Maravilloso-soltó. Me quedé en silencio, mi boca tirando a un lado. De repente, alcanzó la guantera frente a mí, sacando una caja y un encendedor.

Inmediatamente me di cuenta que eran cigarrillos.

-Fumas?-pregunté. Él asintió, poniendo el bastón blanco entre sus labios. Sus manos tomaron el final, hábilmente encendiéndolo. Le dio una larga calada, soltando perfectos anillos de humo en la reducida área del auto. Tosí, arrugando mi nariz ante la esencia. Mi padre solía fumar todo el tiempo, dejando maloliente nuestra casa. Afortunadamente, lo dejó antes de ser diagnosticado de algún tipo de cáncer de pulmones.

-¿Cuándo empezaste a fumar?- pregunté, de repente interesándome.

-Desde que tenía 13. Mi padre fumaba tomo el día, todos los días, y a mi madre yo no le importaba. No soy adicto, sólo fumo cuando estoy estresado- me dijo, soltando más humo, empañando los vidrios. ¿Empezó a fumar cuando tenía 13? Eso
es un locura!

-Esos pueden matarte-señalé, y se rió fuertemente.

-¿Crees que me importa?-Eso me calló, mi hombro hundiéndose contra la silla
del coche. ¿Cómo no le puede importar la muerte? Aunque meterse en una pandilla es poner su vida al límite.

-A mí me importa

Su cabeza se ladeó rápidamente. Sus aburridos ojos en los míos, tomando en las emociones que salían de mis ojos azules. Finalmente, el suspiró, tirando el
cigarrillo por la ventana.

-Sólo porque tú estás aquí- él guardó la caja de nuevo en el compartimiento.

-Si no estuvieras aquí, probablemente me hubiese fumado la caja entera

-Odio fumar-sentí la necesidad de decírselo, no quiero que su salud esté en peligro sólo porque está estresado.

-Sólo fumo porque necesito un tipo de anti-estresante. Y prefiero fumar un cigarrillo que emborracharme y tener un resaca masiva en la mañana- Puso el carro en reversa y salio del estacionamiento. El olor del humo permaneció en el aire, y definitivamente no dormiré con la camisa de Leo esta noche.

El auto sólo es llenado por la silenciosa música saliendo de la radio.

Lentamente empecé a corear What Hurts the Most de Rascal Flatts.

-Canta-demandé. Leo se sorprendió ante mi mando, pero se me unió de todos modos.

-What hurts the most is being so close. And having so much to say, and watching you walk away- No podía creer que él dijera que no cantaba. Su voz es tan frágil, aun así, alta y fuerte.
-And never knowing, what could've been. And not seeing that loving you, is what I was trying to do.- Los ojos de Leo se cierran mientras las palabras
salen de sus labios. Parecían tocarlo emocionalmente.
-It's hard to deal with the pain of losing you everywhere I go, but I'm doing it. It's hard to force that smile when I see our old friends and I'm alone, still harder. Getting up, getting dressed, living with, this regret, but I know, if I could do it over. I would trade,give away, all the words that I saved in my heart, that I left unspoken.-Dejó de cantar, extendiéndose y apagando la radio.

-¿Por qué la apagaste?-mi mano fue a encenderla de nuevo, pero su mano agarraró mi muñeca rápidamente.

-No me gusta la letra-murmuró. Si odia tanto la canción, por qué se sabe toda la letra?

Dejé el tema, y esperé pacientemente a que llegáramos a casa. Mi cuerpo se sentía físicamente exhausto, y sólo quiero gatear bajo las sábanas y dormir. Y... puede que sí o que no quiera que Leo me sostenga y me diga que me ama.


Parqueé el auto en el garaje, asegurándolo. No es como si alguien condujera por aquí, pero sería mi peor pesadilla si se roban a uno de mis bebés.

Abby incluida.

Tomé su mano de y caminamos dentro de la casa, colgando las llaves en la pared.

-Así que, ¿qué quieres hacer?- le pregunté.Ella bostezó, mierda, se veia muy tierna cuando hacía eso.

-Estoy muy cansada- admitió, ella cerro los ojos brevemente, balanceándose hacia adelante y atrás. Sonrei, inclinándome y atrapando su cintura en mis manos.

-Vamos a llevarte a la cama antes de que colapses-Lentamente, la levanté en
el aire, y sus pierna instintivamente se envolvieron en mi cintura. Mi mano descansó en la de ella, sosteniéndola cerca de mí.

Caminé por las escaleras, abriendo la puerta con mi pie. La puerta tenía un millón de abolladuras de todas las veces que la había golpeado. Cuidadosamente la tendí en la cama, pasándole las sábanas por encima. Le besé la mejilla y le dije que la amaba. Como siempre lo hacía.

Por supuesto que dolía decirle eso y nunca obtener una respuesta. Pero entendía.

Bueno, no en realidad.

No había hecho nada terrible la última semana o dos, ¿no era tiempo suficiente para enamorarse?

Suspiré, alejándome de ella. Empezaba a irme cuando una pequeña mano tomó mi
muñeca. Volteé, mirando los abiertos ojos azules que tanto me gustaban.

-Por favor, quédate- imploró. Mi corazón comenzó a latir rápido y un sentimiento cálido se extendió por todo mi cuerpo.

Asentí rápidamente, gateando hacia su lado y bajo las sábanas. La empujé cerca de mí, si eso era posible.

-¿Por qué quisiste que me quedara, gatita?- pregunté. -No es como si me estuviese quejando ,para nada, sólo quiero saber.

-Porque me gusta cuando me sostienes en tu sueño- susurró, abrazando mi estómago expuesto. Su brazo estaba cálido, lo que era una sensación increíble contra mi frío pecho.

-Te sostendré por siempre, gatita

-¿Por qué me llamas así?-ella empezó a trazar un patrón al azar en mi estómago. Su toque hacía cosquillas, pero se sentía asombroso al mismo tiempo.

-Llamarte cómo?-pregunté.

-Gatita. O sea, no es un apodo común, así que por qué me llamas así?-mi cuerpo se congeló, no creo estar listo para hablar de... ella.

-¿No te gusta?- Debería mentirle y decirle que es sólo un estúpido nombre de mascota? Debería dejar de llamarla así?

-No, es tierno y me gusta, pero sólo preguntaba por qué- me dijo. La miré, mi mente diciéndome que no le dijera, pero mi corazón dijo que merecía saber.

-Creo que estoy listo para decirte-murmuré, alcanzando y acariciando su mandíbula. Ella se inclina ante mi toque, sabiendo que seré el único que la toque. Y me encantaba.

-No tienes que hacerlo si no quieres- ella agacha su cabeza y presiona un beso en la palma de mi mano ,por qué no hace eso en mis labios?, -Sólo si estás listo':

-Mi hermana, su nombre ,su nombre era Kat-dejé salir un suspiro tembloroso, ha pasado bastante tiempo desde que hablé de ella. - Éramos muy cercanos, era mi hermana menor y la quería más de lo que me quiero yo mismo. Era muy sobreprotector con ella, ni siquiera la dejaba ir a una cita  sin antes conocer al chico-reí un poco, sintiendo una sustancia húmeda bajar por mi mejilla. Genial, ahora estaba llorando como un gatito. -Entonces.... entonces un días después de la escuela, nos dejaron solos en casa. Mi padre estaba Dios sabe dónde y mi madre estaba trabajando hasta tarde. Ella
me preguntó si podía ir a una fiesta. Yo, siendo yo, estaba de un humor de mierda y le dije que no me importaba nada-apreté mis dientes, deteniendo un sollozo salir de mi boca.
-Nunca regresó esa noche- Abby soltó un jadeo. -Le dispararon en la fiesta. Un chico llevó un arma y disparó a todos lados.Creció tan rápido que pensé que ya no me necesitaba. Pero el momento en que lo hizo, yo no estaba a la vista -ahogué un sollozo, y Abby frotó su mano en mi espalda. -Te llamo gatita porque eres mi segunda oportunidad. Ella era mi Kat, ahora, tú, Abby, eres mi hermosa gatita. Y voy a protegerte con mi vida entera-
Abby se mordió el labio, hundiéndose en sus pensamientos.

-Lo siento tanto, pero no fue tu culpa. No sabías que alguien iba a disparar

Su voz tenía tanta emoción, y de verdad me hacía sentir que le importaba.

-Debí haber estado ahí para ella

Ella sacudió su cabeza, apretando su brazo alrededor mío, reasegurando que estaba ahí para mí. Ella no tenía ni idea cuánto significaba esa pequeña acción para mí.

-No podías hacer nada. Ella probablemente está contenta de que no hayas ido con ella para que no hubieras salido lastimado

-Mi mamá dijo eso mismo-le dije.

Abby levantó su mano de mi espalda, y la movió a través de mi cabello. Yo gemí, moviendo mi cabeza para que ella tuviera fácil acceso a esta. La manera en
que sus dedos se movían contra mi cuero cabelludo.No sé, me hacía sentir... perfecto.

Ella descansó su mano en la parte superior de mi cabeza, simplemente arañando gentilmente. Me volteé para que mi espalda estuviera frente a ella y pudiera mantener las manos allí.

-Te amo- dije silenciosamente, ella besó la parte posterior de mi cuello, y dejó sus manos alrededor de mi torso. Y esa acción significó tanto como
escucharla decir que me ama. '

-Abby?- llamé una vez más. Ella zumbó para hacerme saber que estaba escuchando.

-No me dejes

 (...)

Me desperté con una fría y sola cama y el timbre de mi celular. Lo contesté, apartando las sábanas de mi rostro.

-Hola?-masculle

-Esto es una grabación. Hay una reunión de la Costa Oeste a las 5:00 esta noche. Gracias- La línea se cortó, así que colgué el teléfono. Tyler no me había llamado, así que no sabía si él ya estaba en Nueva York. Cuando llegué al otro lado de la cama por Abby, ella no estaba ahí.

- Abby - grité fuertemente. Oí un débil 'aquí abajo' así que me metí en un par de pantalones y corrí escaleras abajo. Entré a la cocina, viendo a Abbyusando una de mis camisas de pie frente a la estufa. Tenía una espátula blanca en su mano, batiendo huevos y tocineta con ella.

Caminé detrás de ella, envolviendo mis brazos alrededor de su cintura. Mis
padres me habían dicho que nadie era perfecto, pero cuando miro a Abby, la única palabra que me viene a la mente es perfección. Pero cuando me miras a mí me ves jodido. Trato de ser perfecto ,por ella, pero no puedo.

-Hola- dijo, volteándose en mis brazos.

-Hey-murmuré, presionando mi frente contra la de ella. Di un casto beso en sus labios, saboreando el sabor a vainilla/cereza. -Odio despertar solo,
gatita. Es muy solitario

Ella rió.

-No te despertabas solo antes de mí?

-No, usualmente tenía a alguien a mi lado en la cama. No significaban nada para mí, pero me mantenían cuerdo-Su rostro cae, su brillante sonrisa totalmente borrada. Mierda, arruiné el momento, no?

-Oh- susurró, volteándose para darle cara a la estufa otra vez.

-Hay una reunión esta noche. Iremos a ver a Shaun y Kiera primero y luego llegaremos allá- Ella asintió, apagando la estufa. Puso toda la comida en dos platos, poniéndolos en la mesa del comedor.

-Gracias- le sonreí, '-No sabía que podías cocinar

-Mi madre me enseñó. No era muy buena cocinera, pero me enseñó lo básico

Sonrió tristemente, sus ojos aguándose un poco.

-Mi madre es una cocinera fantástica. Ella podría enseñarte más'

-Todavía hablas con tu madre?- ella levantó la mirada, sus cejas juntas. Si no la conociera mejor, juraría que hay celos en sus ojos.

-Por supuesto, pero no tan seguido como solíamos. Nunca hablo con mi padre, a menos que sea algo relacionado con la pandilla- ella asintió, dando un bocado a sus huevos perfectamente cocinados.

-Eso es bueno-suspiró.

-Bueno, vamos a ver a Shaun y Kiera, si?-Finalmente, su hermosa sonrisa volvió a su rostro. Ella se puso de pie y puso los dos platos en el lavadero.

Saqué mi teléfono sólo para decirle a Shaun que ya íbamos.

'-Leo? Shaun jadeó a través del teléfono.1ñ

-Uh, sí, Sólo llamaba para hacerte saber que Abby y yo vamos a ir a verlos

-Por favor, vengan ya. Y trae a Delgato

-Shaun...

-Kiera se escapó y todavía no había tenido la oportunidad de inyectarle el rastreador. -Shaun gimió.

-Bueno,vale ya vamos. mierda. -Colgué el teléfono, rápidamente metiéndolo en mí bolsillo.

-Abby ! Vamos!- llamé, agarrando las llaves del carro de la mesa y metiéndome en los zapatos. Abby llegó corriendo, poniéndose sus pequeñas zapatillas Nike; sabiendo que algo pasaba.

Encendí el auto, asegurándome que Abby tuviese su cinturón de seguridad antes de salir del aparcamiento.

Qué pasa?-preguntó tímidamente.

-Kiera escapó y a Shaun se le olvidó ponerle el rastreador- le dije.

-Cómo espera que nosotros la encontremos?'

-Bueno, como tenemos a Delgato... Mierda!- parqueé el auto, negando con la cabeza. Abby soltó una risa mientras salía del auto, corriendo de vuetla a la casa a traer al perro.

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