24. Esto es tu culpa.

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Canciones para este capítulo:

Recovery - Justin Bieber

Hold On, We're Going Home - Drake

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Mi respiración se volvió más pesada, y empecé a temblar en los brazos de Leo.

Ellos estaban en la casa.

-Nena, cálmate. Podrían estar diciendo eso para asustarnos.-  susurró, moviendo su mano en mi rodilla, arriba y abajo.

No! Ellos- Ellos saben acerca de la araña, ellos, ellos están aquí , Leo

Lloré. Él suspiró, y me atrajo hacia él. Sus labios carnosos se juntaron justo debajo de mi oído, susurrándome palabras de consuelo.

-Está bien. Estamos seguros,gatita. Te lo prometo.

Salté asustada cuando oímos un ruido de la planta baja, y enterré mi cabeza en el pecho de Leo. Brandon y Leo se miraron, antes de que Brandon se levantara.

-Leo tienes que cubrir mis espaldas.- El asintió y trató de apartar mi cuerpo de su regazo.

-Estaré cubriendole las espaldas.- Dijo, alargando la 'e'.

Me limité a asentir y me acurruqué en un rincón, con las rodillas en mi pecho.

Jamie y Kiera estaban a un lado cada una de mí. Kiera estaba llorando, mientras que Jamie parecía asustada pero no lloraba. Brandon besó tiernamente Jamie para luego salir del armario. Rápidamente cerré la puerta, y oré por ellos.

De mala gana salí del armario con Brandon, no quería dejar a Abby ahí sola,sin mi. Pero no puedo arriesgarme a perderle.

Bajamos lentamente por las escaleras, mi arma estaba sujeta a mi cadera, mientras que la de Brandon estaba pegada a su pecho.

Sal de ahí!-Grité en la oscuridad. Brandon se puso de pie a mi izquierda, su arma escaneó la zona. Se escucharon pisadas contra el duro suelo de madera, antes de que el contorno de un cuerpo apareciera.

McCann! Qué placer.- La voz del hombre era áspera, casi como si no la hubiera utilizado desde hacia un tiempo.

-Dime quién eres o no dudaré en dispararte.- Advertí. El hombre se echó a reír fuertemente, dando un paso hacia la luz.

-Siempre tienes que amenazar a la gente ¿no?- Él se rió entre dientes.

-Shaun-Escupí. Shaun era el líder de la zona este.

-¿Cuándo empezamos a llevarnos tan mal ,McCann ¡Podríamos haber sido la alianza más poderosa de la historia!- Él bramó. Mi labio se levantó en un gruñido, y Brandon apuntó con la pistola a Shaun. 

-¡Eso fue antes de que tu culo codicioso quisiera llevar toda la banda!- Gruñí.

Shaun entrecerró los ojos mirándome, mostrando los dientes.

-Todos sabemos que yo he sido el mejor líder.-Dijo.-Y ahora he escuchado que te has convertido en un blando con esta perra a la que llamas... ¿Reclamo?

-Estoy bastante seguro de que amabas a tu reclamo por lo que no estaría hablando de mierdas, Shaun.-Escupí. Sus ojos se oscurecieron y todo su cuerpo empezó a temblar.

No hables de ella!-Él gruñó. Sonreí, ahí está el punto débil.

-Bueno mira esto, ¿Quién es el blandengue ahora?- Sonreí. Shaun se abalanzó, pero inmediatamente me saqué la pistola, poniendo mala cara.

-¿Quién más está en mi casa ?-Gruñí. Él tragó saliva, alejándose de mí.

-Estoy sólo

-¡No te creo!- Grité con rabia.

Es la verdad!-Gritó. Lo miré, pero no quiso echarse atrás. Suspiré, sacudiendo la cabeza.

-¿Por qué has venido aquí solo, Gordon?

-Bueno, no estoy aquí por ti, eso es seguro.-Dijo y yo rodé mis ojos. -Estamos aquí por ella.- Él sonrió.

-¿Qué es lo que eso significa?

Un grito agudo se escuchó desde el piso de arriba y mis ojos se abrieron. Estaba a punto de correr por las escaleras cuando un chico me corto el paso delante de mí apuntándome con un arma. Miré hacia atrás, y estábamos rodeados.

-Siempre siendo un idiota despistado, ¿verdad McCann?- Él se rió entre dientes.

Mis fosas nasales se dilataron, y mantuve mi arma con firmeza entre mis manos.

Rápidamente puse dos dedos en mi boca, dejando escapar un silbido.

Los ojos de Shaun se ampliaron cuando vio que mis perros venían corriendo, dejó al descubierto los dientes y gruñó. Brandon fue el primero en el moverse, pegándole al chico a su derecha. Mis perros se abalanzaron sobre cada uno,
dejándome con Shaun.

Andábamos en círculos, sosteniendo mi única arma.

-¿Por qué haces esto?- Gruñí.

-Tú sabes por qué.-Él gruñó. Rodee los ojos, bajando la pistola.

Yo no la maté! ¡¿Cuando vas a creerme?! ¡No sabes ni una mierda de lo que pasó con ella!-Le grité.

Vi su cuerpo muerto tendido a tus pies!- Lloró.

-¡Yo no la maté! ¡Ella salió llorando, corriendo de su apartamento y alguien le disparó! ¡Venía de discutir de la banda contigo y todo lo que vi fue su jodido cuerpo sin vida!  

Yo la amaba y tú sabías eso!- Gritó, arremetiendo contra mí. Tirándonos al suelo, él encima de mi.

-Y confía en mí, Abigail saldrá mucho más perjudicada que Emily.-Él gruñó, golpeando su puño contra mi nariz. La sangre brotó por esta, pero no me importaba.

-¡¿Qué mierda le están haciendo?!- Grité, lanzando su cuerpo al suelo. Corrí por las escaleras y abrí la puerta de mi dormitorio. La ira se empezó a apoderar de mí y esta vez, no podría detenerla.

El cuerpo de Abby estaba atrapado contra la pared. La mano de aquel chico se posó en contacto con su mejilla. La mitad de su rostro ya estaba sangrando, y ella estaba temblando de miedo.

Me enfurecí más con el chico. Alejé su cuerpo de ella y lo lancé contra el suelo. Gritó de miedo, y desde ese momento me di cuenta de que no era un luchador entrenado. Mis labios se curvaron en una sonrisa maliciosa, esto iba a ser más divertido de lo que pensaba.

Mi pie contacto contra su rostro antes de que me lanzara sobre él, golpeando su cabeza contra el suelo con todas mis fuerzas. Mi puño herido, rompió su mandíbula en el contacto. Él gritó, retorciéndose debajo de mí.

Las lágrimas brotaron de sus ojos, tomé la oportunidad para golpear con mis pies su estómago. Me di la vuelta rápidamente y vi como él tosió sangre, escupiéndola al suelo.

Shaun apareció en la sala, viendo lo que había sucedido.

-No vuelvas a acercarte a ella de nuevo- amenacé, pero él me interrumpió.

-Duele ver a la persona que amas sufriendo, ¿No es así?- Él susurró. Asentí con la cabeza inconscientemente, y lo miré.

-Shaun, sé lo mucho que te dolió. Es por eso que yo nunca mataría a Emily.- Le contesté. Él cerró los ojos y contuvo el aliento.

-Yo solo, yo sólo quiero encontrar a quien lo hizo y hacerlo sufrir.- Él me dijo, y yo asentí. Si alguien alguna vez hiera a Abby me aseguraría de que esa persona no viviera para ver la luz del día.

Apreté los dientes, esto era un suicidio pero tenía que decirlo.

-Podemos ayudar a encontrar a quien la mató.- Me ofrecí. Sus ojos se abrieron, mientras fruncía el ceño profundamente.

-¿Por qué?

-Ya tengo a quien amar y se lo que duele- Murmuré.

Shaun sonrió, palmeando mi hombro.

-Sabía que necesitabas a alguien. Ella llena ese vacío, ¿eh?-Shaun se rió entre dientes. Negué con la cabeza sonriendo.

-¿Estamos bien?

-Genial.

Rápidamente me volví hacia Abby y me arrodillé a su lado. Acaricié su delicado rostro en mis ásperas manos. Las lágrimas corrían por sus mejillas, mezclándose con la sangre. Sus hermosos ojos azules se llenaron de miedo y sentí mi corazón caer.

-No, no, soy yo, Leo. No voy a hacerte daño.-Me arrodillé, tratando de tirar de su brazo. Ella apartó mis manos de un manotazo, poniendo su cara entre sus piernas.

-Esto es tu culpa.- Ella sollozó. Mi corazón cayó al suelo, las lágrimas empezaron a brotar de mis ojos.

-¡Tú- tú me dejaste! ¡No me salvaste!-Ella lloró. Traté desesperadamente de ponerme en contacto con ella, pero me empujó lejos.

-Nena, por favor.Le rogué. Ella murmuró un 'Déjame en paz', así que accedí, poniéndose de pie para encontrar Brandon. Me limpie los ojos por donde mis lágrimas habían caído, mientras bajaba por las escaleras de madera dura.

-¿Brandon?- Llamé. Doblé la esquina de la cocina y vi que estaba abrazando a Jamie . No voy a mentir, me dolía como la mierda verlos. Sin embargo, Jamie no estaba herida, sólo era Abby.

Él se apartó enviándome una sonrisa y una mirada de complicidad.

-Nos iremos ahora.-Aseguró. Yo asentí con la cabeza tristemente antes de caminar escaleras arriba.

Abby todavía estaba acurrucada en un rincón, temblando.

-Nena, por favor. Soy yo. No te haré daño.- La convencí,levantando ligeramente su cabeza. Sus mejillas estaban de color rosa brillante y sus labios estaban hinchados.

-Yo- yo estoy tan adolorida.-Ella gimió.

-Conseguiré arreglarlo.- Suspiré, recogiéndola suavemente en mis brazos. Ella se retorció, pero me aferré a ella con fuerza, entrando en el cuarto de baño. La puse en el lavabo y saqué la crema anti-bacterias y algunas vendas.

-Esto puede escocer, ¿vale, gatita?

Ella ni siquiera asintió, solo se sentó allí mirando sus manos. Me tragué el horrible nudo que mantenía en mi garganta y empecé a aplicar ligeramente la crema en su cara. Ella no se inmutó, seguía mirando hacia la nada.


-Abby estoy mal también, ¿sabes? Me engañaron. Yo no sabía que iban hacia arriba.-Susurré con tristeza.

Sus hermosos ojos se posaron en los míos durante un segundo, antes de que comenzará a llorar de nuevo.

-Él- él me tocó.

Todo a mi alrededor pareció congelarse. Mi cuerpo estaba rígido, pero traté de ocultarlo por ella.

-¿Qué él hizo qué?" Gruñí. Me costaba estar en calma.

Ella sacudió la cabeza, sollozando. Estaba a punto de correr escaleras abajo y
salir de la casa para encontrarme a ese hijo de puta, pero Abby se aferraba desesperadamente a mi camisa, sin dejar de llorar.

-No me dejes otra vez.-Ella gimió.

Fruncí el ceño, ¿Por qué Shaun ordenó a su chico tocar Abby? Emily nunca fue violada, ¿Cómo mierda se atreve?

-¿Él solo te tocó o te violó?- Apreté los ojos cerrándolos, esperando su respuesta.

-Él sólo me ha tocado.-Susurró.

Las imágenes de Shaun hablando pasaron por mi mente. Me acordé de él poniendo su mano en el final de nuestra cama. Mis ojos se abrieron y corrí a la habitación, agachándome y examinando la cama.

23.57.49

Tick, tick, tick, tick.

Shaun me mintió a la cara, me puso una bomba en mi casa. Rápidamente arranqué el dispositivo, y corté de los cables.

El puto Shaun me mintió a la cara.

Gruñí, antes de entrar en el cuarto de baño y llevar a Abby de nuevo a mi cama. Besé suavemente sus mejillas y la frente antes de degustarla.

Bajé las escaleras para utilizar mi ordenador, envié un mensaje a la banda.

Habría una reunión mañana.

Me desconecté y volví a toda prisa subiendo por las escaleras, a acurrucarme en la cama con Abby. Cuando mis brazos la envolvieron se quedó sin aliento,
extendiendo los brazos para tratar de alejarme.

-Shhhh gatita soy yo.-Murmuré. La puse en mi pecho acariciando con mi nariz su pelo. Ella gimió levemente, agarrando mi camiseta.-Te quiero, nena.- Susurré en su pelo. Ella se desvaneció en un sueño pacífico, mientras que el mío estaba lleno de imágenes de la hermosa cara de Abby,cubierta de sangre.

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