12 | doce por ciento

—¿A eso llamas "solución"? —exclamó Rocket, una vez que el resto de su grupo se unió a ellos en la nave de Yondu—. Vamos a robarles a los tipos que nos dejaron inconscientes.

—¿Eso es inconsciente? ¿Y querer salvarnos haciéndonos estallar? —preguntó Peter.

—Solo íbamos a hacerlos estallar si no los entregaban —dijo Rocket.

—¿Y cómo diablos iban a entregarnos si solo contaban hasta cinco? —preguntó Astrid.

—No tuvimos tiempo de afinar los detalles del plan —espetó Rocket.

—Solo me gustaría decir que Gamora y yo estuvimos en contra del plan —dijo Apollo.

—Esto es lo que pasa cuando quieres ser altruista —se burló Rocket.

—Soy Groot.

—Son unos desagradecidos —dijo Rocket.

—Lo que importa es convencer al ejército de Devastadores de que nos ayuden a salvar a Xandar —habló Gamora.

—¿Para que le demos la Gema a Yondu y pueda vendérsela a alguien aún peor? —preguntó Rocket.

—Resolveremos eso luego —dijo Peter.

—Tenemos que detener a Ronan —insistió Gamora.

—¿Cómo? —preguntó Rocket.

—Tengo un plan —dijo Peter.

—¿Tú tienes un plan? —replicó Rocket.

—Sí —respondió Peter.

—En primer lugar, estás copiando que yo dije que tenía un plan —dijo Rocket.

—Claro que no —respondió Peter—. La gente lo dice todo el tiempo. No es una frase tan original.

—En segundo lugar, ni siquiera creo que tengas un plan —dijo Rocket, cruzándose de brazos.

—Tengo parte de un plan —dijo Peter.

—¿Qué porcentaje de plan tienes? —preguntó Drax.

—Tú no puedes preguntar nada después de la tontería que hiciste en Knowhere —espetó Gamora.

—Acabo de salvar a Quill y Astrid —respondió Drax.

—Ya establecimos que destruir la nave en la que estábamos no equivale a salvarnos —dijo Astrid.

—¿Cuándo lo establecimos? —preguntó Drax.

—¡Hace tres segundos!— respondió Astrid.

—No estaba escuchando —dijo Drax—, estaba pensando en otra cosa.

Gamora y Astrid gimieron y Rocket señaló a Drax—. Tiene razón, no tienes derecho a opinar. ¿Qué porcentaje?

—No lo sé, un doce por ciento —respondió Peter.

—¿Un doce por ciento? —repitió Rocket antes de reírse.

—Esa es una risa falsa —dijo Peter.

—¡Es de verdad!

—Es totalmente falsa.

—Esa es la risa más real, auténtica e hilarante de mi vida porque eso no es un plan —respondió Rocket.

—Es apenas un concepto —dijo Astrid.

Peter la miró con incredulidad—. ¿Te pones de su lado?

—Soy Groot.

—¿Y qué si es mejor que el once por ciento? ¿Qué demonios tiene que ver eso? —preguntó Rocket.

—Gracias, Groot —dijo Peter, sonriendo—. Gracias. ¿Ven? Groot es el único que entiende algo —cuando dijo eso, Groot comenzó a comer una planta de su propio hombro y Peter suspiró—. Chicos, vamos. Yondu estará aquí en dos segundos y espera escuchar nuestro gran plan. Necesito su ayuda. Miro alrededor mío ¿y saben qué veo? Perdedores. Es decir... gente que perdió cosas. Todos perdimos cosas. Nuestros hogares, nuestras familias, vidas normales. Y, en general, la vida quita más de lo que da. Pero no hoy. Hoy nos dio algo. Nos dio una oportunidad.

—¿De qué? —preguntó Drax.

—De que algo nos importe —respondió Peter—. Por una vez. De no escapar. Yo, por mi parte, no me quedaré mirando cómo Ronan termina con miles de millones de vidas inocentes.

—Pero Quill —habló Rocket—, detener a Ronan... es imposible. Nos pides que muramos.

—Sí, supongo que sí —dijo Peter, dándose la vuelta.

—Peter, pasé toda mi vida sintiendo que todos son mis enemigos —dijo Astrid, parándose junto a él y tomando su mano—. Estaré agradecida de morir entre amigos.

—Yo también —dijo Gamora, poniéndose de pie.

—Eres un hombre honorable, Quill —dijo Drax, poniéndose de pie—. Pelearé a tu lado. Y al final, volveré a ver a mi esposa e hija.

Groot se puso de pie—. Soy Groot.

Apollo se puso de pie, mirando a Peter—. Sé que solo nos conocimos como... hace dos días, pero realmente no he tenido muchos amigos a lo largo de mi vida, así que apestaría que las únicas personas que conocí no estuvieran aquí.

Una vez que todos menos Rocket estuvieron de pie, lo miraron expectantes, hasta que suspiró—. Al diablo, igual no tengo tanta expectativa de vida —se puso de pie sobre la caja—. Ya estoy de pie, ¿contentos? Todos estamos de pie. Somos un grupo de idiotas parados en un círculo.

Pusieron su plan en acción, y Peter, Astrid y Gamora se pararon en el centro de los Devastadores, explicándoles su plan.

—La Gema reacciona ante cualquier cosa orgánica. Cuanto más grande es el blanco, más grande es el pico de energía —dijo Gamora.

—Si Ronan hace que la Gema toque la superficie del planeta, listo —dijo Peter—. Todas las plantas, los animales, los Nova Corps...

—Todo morirá —concluyó Astrid.

—Entonces, Ronan no llegará a la superficie. Rocket y Astrid liderarán un equipo para hacer un agujero en el estribor del Dark Aster. Luego entrarán nuestra nave y la de Yondu —explicó Peter.

—¿No habrá miles de soldados sakaaranos dentro? —preguntó Kraglin.

—Para mí los sakaaranos son personas de papel —respondió Drax.

—Cuando sepan que estamos a bordo, Ronan se aislará detrás de puertas de seguridad impenetrables en la cubierta. Puedo desactivarlas desmantelando la fuente de energía —dijo Gamora.

—Llegaremos a la cubierta de despegue y usaré el Hadron Enforcer para matar a Ronan —dijo Peter.

—Cuando Ronan esté muerto, nos llevaremos la Gema. Usen estos aparatos para contenerla —dijo Astrid, entregando orbes similares al que sostenía la Gema a los Saqueadores—. Si la tocan, los matará.

—Contactaré a uno de los oficiales de Nova que nos arrestaron. Con suerte, creerán que queremos ayudar —dijo Peter.

—Hay una cosa más que necesitamos para completar el plan —dijo Rocket, señalando a uno de los hombres de Yondu que tenía un ojo de metal—. El ojo de ese tipo...

—¡No! Claro que no —dijo Astrid rápidamente—. No necesitamos el ojo de ese tipo.

—No, en serio, ¡lo necesito! Es importante para mí —dijo Rocket, riendo para sí mismo.

—Cállate, Rocket —susurró Astrid.

Su plan les pareció comprensible a los Devastadores, quienes comenzaron a prepararse. Astrid estaba de pie con Peter, su mano en la de él mientras hablaban en voz baja.

Una voz automatizada habló a través de la nave—. Detectamos la flota de Ronan, llegará en 15 minutos.

Yondu de repente le dio una palmada en el hombro a Peter—. Recuerda, muchacho. Al final de todo esto, yo tendré la Gema. Si me traicionas, los mataremos a todos.

Peter no dijo nada, pero tomó la mano de Astrid un poco más fuerte y la alejó de Yondu. Una vez en la bahía de atraque, Astrid le sonrió a Peter—. Supongo que te veré más tarde.

—Ten cuidado —dijo Peter.

—Siempre lo tengo —respondió Astrid—. Solo asegúrate de no destruir mi nave.

—Nuestra nave —corrigió Peter.

Astrid levantó una ceja—. ¿Ahora es nuestra nave?

Peter sonrió—. Bueno, sí, ya que estamos siendo formales con nuestra relación y todo eso, pensé que podría ser nuestro primer bebé.

Astrid se rió—. Eres extraño, Peter Quill.

—Oye, Peter, vamos —gritó Apollo desde la Milano—. No tenemos todo el día.

Peter miró a Astrid—. ¿Un beso para la buena suerte?

Astrid sonrió—. ¿Qué tal si vuelves de una pieza y luego vemos?

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