Treinta y nueve
Mis días de tranquilidad volvieron, luego del trabajo de literatura e incluso me atreví a invitar a Ash a la fundación.
¡Estoy tan feliz y emocionada!
Ash, mi mejor amigo y yo; juntos, ayudando a los hermosos animales.
—Oye cariño, estoy esperando por tí —habló Ash a mi oído.
—Despiértame —balbuceaba adormilada.
—Entonces, no me culpes después hermosa.
Me besó. No una, ni dos veces sino hasta que mi respiración le faltó a mi cuerpo.
—Que hermosos se ven, la foto irá al álbum familiar —recito papá luego de fotografiar el momento.
Yo estaba avergonzada. No quiero salir y mucho menos después de ese beso, y que conste que me encantó.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top