- ¿Porque eres tan serió? -apenas pude entender su voz-

- Porque la vida es una cosa seria -le respondí- la vida es difícil, al menos para mi

- Sería más fácil si dejaras que te apoyen -volvió a hablar- no es tan difícil aceptar ayuda de otros

- No confió en otros -susurré- tengo miedo de que me den la espalda, tengo miedo que me dejen solo, tengo miedo que me lastimen, mi abuela es suficiente y algunos amigos contados con los dedos de las manos

- No es suficiente -otra vez volvió a hablar- lo sabes, necesitas a alguien a tu lado

- ¿Y tú quieres ser ese alguien? -reí fuertemente- ni de broma

- Al menos déjame intentarlo -susurró- te podría sorprender

- ¿No te parece curioso? -señale algo- es grande, como la que tengo en casa, y aunque la ocupo casi toda se siente vacía -murmuré- estoy cansado de dormir solo, me gustaría que alguien me abrazase en lugar de yo estar abrazando al otro las pocas veces que comparto cama

- ¿Quieres que te abrace? -apenas pude escuchar- aunque sea solo por esta noche déjame aliviar tu cansancio