07
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Cora se encontraba acostada en la cama que le pertenecía a Derek, luchando para que entrara un poco de aire a sus pulmones. Mi hermano y yo la mirábamos atentamente, sin despegar nuestra mirada en ningún momento. Isaac daba vueltas por el lugar.
-Está muriendo ¿cierto?- preguntó el rubio, una vez se detuvo al lado de la menor.
-No lo sé.- admitió Derek.
-¿Qué vas a hacer?- hizo otra pregunta.
-No lo sé.- respondió nuevamente, evitando verse afectado.
-¿Quieres pensar en algo?- preguntó Isaac desesperado, Peter se encontraba sentado en la escalera de caracol y yo sentada en el sillón. -Porque mientras Scott y Stiles están intentado evitar que murieran más personas, tú estabas aquí revolcándote con la verdadera asesina.- decía mientras apuntaba a la chica inconsciente. -¿Entiendes cuántas personas mató? ¡Erica y Boyd murieron, Cora se está muriendo, y tú no estás haciendo nada!- terminó gritando. -¿Por qué nos hiciste esto, Derek? ¿Fue por el poder? ¿Estabas aburrido? ¿Te sentías solo?- el chico se acercó y se agachó para poder verlo de cerca.
-Tal vez.- respondió el azabache mirándolo con sus ojos cristalizados, Isaac comenzó a alejarse. -Le dije a Cora que no me iría. Ayudaré a los demás cuando sepa cómo ayudarla a ella.-
-¡Ya no queda tiempo!- gritó el Lahey desde la puerta. -La luna llena de aproxima, el sheriff y Melissa van a morir, así que intentaré ayudarlos.- abrió la puerta. -Quédate aquí sentado perfeccionando el arte de no hacer nada.- y se fue.
-Solo está estresado.- mencioné acercándome al Alfa para colocar una mano en su hombro. Quería tratar de que no se sintiera tan mal.
-Yo no me lo tomaría como algo personal.- ahora habló Peter mientras terminaba de bajar las escaleras. -La ira es solo un instrumento. Él la utiliza para excusar el cambio de lealtad de un Alfa a otro. De ti a Scott.-
-Scott no es un Alfa aún.- dijo mi hermano, tomando la mano de la pequeña.
-Pero va en camino, ¿no?- cuestionó el mayor a lo cual no recibió respuesta alguna.
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Derek pasó toda la noche quitándole el dolor a Cora. De vez en cuando le ayudaba, pero era demasiado. Ya había amanecido y continuaba haciendo lo mismo, Peter y yo lo mirábamos preocupados.
Me acerqué de nuevo para ayudar. Tomé la mano de mi hermana y poco a poco sentí como el dolor corría por mis venas. Era bastante y mi hermano estuvo quitándolo por mucho tiempo. Cora estaba sufriendo en enormes cantidades. Solté un quejido y me tambaleé un poco, pero no me detuve. No sé cuánto tiempo estuve así, pero iba a quitar lo más que pudiera.
-Alice, detente.- pidió Peter. Solo atiné a negar con la cabeza. Tenía que ayudar a Cora. -Alice, es suficiente. Detente, ahora. Hazme caso. Alice.-
-Está sufriendo demasiado.- murmuré con
dificultad.
Unos segundos después no lo soporté y me alejé. Ahora fue el turno del hombre a mi lado. Él comenzó a soltar quejidos por lo que sentía.
-Cuidado.- advirtió el mayor mientras el azabache tomaba otro poco del dolor de la chica Hale.
-Tranquilo.- musitó Derek. -Sé que ir demasiado lejos podría matarme.-
-Eso no es de lo que estaba hablando.- dijo Peter. Después de haberme recuperado, me senté a lado de la menor, quitando su sudor con una toalla.
-¿A qué te refieres?- preguntó, perdía la paciencia con nuestro tío. El tiempo pasaba y él no contestaba.
-Supe que es algo que solo un alfa puede hacer.- respondió Peter después de bastante. -Y con buenas razones.-
-¿Qué cosa?- preguntó el de ojos verde, esperanzado por poder ayudar.
-Sabes que los lobos normales nunca abandonan a un miembro herido de la manada.- comenzó a explicarle. -Lo cuidan, le llevan comida después de cazarla y la regurgitan en la boca del lobo herido, hasta le dan consuelo físico y emocional, acicalándolo, de cierto modo, hacen algo más que aliviar su dolor, pueden ser un elemento clave para curarlo.-
-Peter. No.- sé a qué quiere llegar, pero no permitiría que hiciera eso. Pero para mi pesar, es el único que puede ayudarla.
-Si intentas decirme que puedo salvarla.- dijo Derek acercándose a nuestro tío. -Solo dímelo.- ordenó.
-Te lo estoy diciendo.- respondió dándole vueltas al asunto. -Escuché que es posible.-
-¿Cómo?- preguntó Derek interesado.
-Con la chispa de poder que te convierte en un alfa.- comenzó a explicarle. -Cuando tomas su dolor, ella absorbe el poder que te proporciona los dones especiales, el poder que mejora tus sentidos y tu fuerza, el poder que transforma tu cuerpo, como alfa tienes un poco más, esa chispa que intensifica el color de los ojos de amarillo brillante a rojo intenso.- parecía que disfrutaba contar todo esto.
-Si puedo salvarla...- intentó hablar.
-Tal vez.- interrumpió el mayor. -No dije que siempre funcionaría.-
-Sabes que la amo, pero no lo harás.- dije preocupada por mi hermano. No permitiría que el muriera, pero tampoco me perdonaría si Cora no puede salvarse.
-Podría acabar contigo.- murmuró Peter.
Trataba de hacerlo entrar en razón, buscando una forma de que él no lo hiciera, en donde las posibilidades de que los dos vivieran fueran reales.
-¿Cómo lo hago?- indagó Derek, ignorándome. -¿Tomando su dolor?-
-Y algo más.- agregó el mayor mirando por el ventanal, habían pasado todo el día hablando de ese tema, pronto volvería a anochecer. -Todo tiene un costo.-
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-Entiendo que no veas el lado negativo a esto.- habló Peter mientras Derek se acercaba a Cora. -Porque no has sido precisamente el alfa del año. Pero piensa en lo que podrías perder.-
-Tú tampoco fuiste el mejor.- le recordé. -Terminaste como brocheta humana. No lo olvides.- él rodó los ojos.
-No me importa el poder.- admitió decidido mientras miraba a nuestra hermana. -Ya no.-
Su opinión sobre el poder había cambiando sin
duda alguna. Ya no era más ese Derek que se la
pasaba regodeando y diciendo por todos lados que
era el Alfa. Yo no podría estar más feliz por el cambio que tuvo. Me sentía orgullosa de él y sé que nuestra madre también lo estaría.
-¿Y qué hay de el poder de defenderte?- cuestionó Peter. -Corrígeme si me equivoco, pero el ultimátum de Kali sigue en pie, la luna llena es mañana, y si no pudiste vencerla como Alfa, ¿Cómo crees que vas a hacerlo como beta?-
Volteó a verlo. -No me interesa.- respondió de forma cortante. -Nada.-
-¿Qué pasaría, si es exactamente lo que Jennifer espera?- preguntó Peter. -Ella debe saber que la única manera de salvar a Cora es renunciando a tu poder, tal vez es lo que te iba a pedir que hicieras en el hospital.-
-¿Por qué?- curioseó Derek molesto.
-Para que no puedas enfrentarte a los alfas sin ella.- explicó su tío, molesto porque su sobrino no entendiera las intenciones de la mujer. -Ella quiere que vayas con ella, todo es parte de su seducción, y todavía continúa tratando de seducirte, ella te necesita a su lado. Quiere jugar con tu mente.-
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Sentía un malestar en mi pecho. Sentía que estaba siendo presionando y no me dejase respirar. Notaba que mediante el lazo, Chris estaba lastimado, pero no de gravedad para que mi lobo se alterara de más. Estaba inquieto, pero hasta que no sintiera que estuviera en mayor peligro, no lo podría encontrar. El lobo, además de ser la pareja de su mate, debía ser su protector. Me sentía frustrada por no cumplir con mi función, por lo que él podría estar sufriendo y sé que su hija lo está.
-Alguien viene.- avisé llamando la atención de todos.
-Yo iré.- dijo el mayor caminando hacia la puerta. En ese momento fue el primer encuentro entre Lydia y Peter, luego de que este volviera de entre los muertos.
-Tu.- murmuró Lydia.
-Yo.- respondió.
-Tu.- repitió la chica.
-¡Derek! Tenemos una visita.- notificó el Hale.
-¿Cómo está ella?- preguntó Lydia.
-Empeorando.- le contesté ya que nadie respondía.
-¿A qué viniste?- cuestionó Peter bruscamente.
-Necesito saber donde se encuentra el Nementon.- habló Lydia directamente.
-No sabemos donde está. -respondió Derek mirando a la chica para después posar su vista en la menor de los Hale.
-¿Cómo que no saben dónde es?- preguntó Lydia frustrada. -Stiles dijo que han estado allí.-
-Eso es verdad.- contestó Peter. -Pero después de un par de memorables experiencias ahí, Talia, la madre de Derek y Alice, mi hermana mayor, decidió que no quería que volviéramos ahí nunca, sabía lo peligroso que era, así que nos quitó el recuerdo de su ubicación, a los tres.- explicó.
-Talia te contaba todo, ¿no te dejó con tus recuerdos?- inquirió el azabache. Sé que estaba tratando de ayudar.
Negué con la cabeza. -No. Ella sabía que si tu me lo preguntabas te lo diría.- admití haciendo una mueca. Esto es verdad, mi hermano siempre ha sido mi débil. No podía negarle nada.
-¿Y como se supone que vamos a encontrarlo?- indagó la rubio fresa, un poco decepcionada. Minutos después ella se retiró.
En ese momento me llegó un mensaje de Deaton: "Necesito que vengas a la veterinaria. Es urgente". Tras leerlo, me levanté y tomé mi chaqueta.
-Alan me escribió. No sé qué quiere, pero al parecer tengo que ir. No quiero ver la posibilidad de que mis dos hermanos mueran.- dije. Me levanté y dejé un beso en la frente de Derek. -Avísame cualquier cosa.- pedí. Al ver que él asintió, salí del edificio rumbo a la veterinaria.
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Al llegar a dicho lugar, el dueño del establecimiento me abrió la puerta, los adolescentes estaban llenando unas tinas con hielo, una vez entré él regresó a su labor. Ayudándole estaba Lydia y Isaac. Scott, Stiles y Allison estaban ahí parados. Parecía que esperaban algo.
-Alan, ¿qué sucede?- cuestioné al verlo.
-Necesito tu ayuda para algo. Yo te digo que. Ahora solo espera aquí.- indicó.
Confundida acaté, vi a los chicos terminar de vaciar las bolsas. Las tomé de sus manos y las puse en una esquina para luego tirarlas.
-Muy bien. ¿Qué trajiste?- preguntó el moreno. ¿Qué estaba sucediendo? Necesitaba el contexto.
-La placa de mi papá.- dijo el chico Stilinski, mientras la levantaba. -Jennifer la aplastó con la mano, entonces traté de alisarla a martillazos. No quedó muy bien.-
-No tiene que verse bien, si tiene significado.- le
hizo saber el veterinario.
-¿Es una bala de plata de verdad?- cuestionó Isaac viendo el objeto que Allison había traído.
-Si, mi papá la fabricó como algo ceremonial. Cuando uno aprende todas las habilidades de cazador, fabricamos una bala de plata como testamento del código.- explicó. Mi lobo se removió nervioso por la mención del Argent.
-¿Scott?- Deaton se giró a verlo.
-Papá le regaló el reloj a mamá cuando la contrataron en el hospital.- el chico mostró el reloj que estaba en la palma de su mano. -Ella decía que era lo único que funcionaba de su matrimonio.-
-Bien. Ustedes tres entrarán.- anunció el veterinario señalando las bañeras. -Cada uno de nosotros los mantendrá abajo hasta que estén muertos. Pero no será solo alguien que los sostenga. Tiene que ser alguien que pueda sacarlos de vuelta. Alguien que tenga una fuerte conexión con ustedes, un lazo emocional.- Lydia estaba por ir con Allison, pero Deaton la detuvo. -Lydia. Ve con Stiles.-
-¿Seguro? Scott y yo tenemos que sumergirnos.-
habló Allison. Deaton no dijo nada. Y ladeó su
cabeza para verme. Negué con mi cabeza. Él solo enarcó una ceja en mi dirección.
Me llegó un mensaje de Derek: "Lo voy a hacer. Cueste lo que cueste."
-Alan. No.- dije.
En este rato que llevo observando a Allison, recordé la vez que estuvimos en el banco, cuando fuimos a buscar a los betas de mi hermano, quienes estaban secuestrados por la manada de Alfas.
Si bien recuerdo haberla visto ese día, no presté demasiada atención, lo que si recuerdo a la perfección, es que al ver la furia que tenía Derek y la manera en la que se acercó y tomó sus muñecas, mi instinto de protección hacia ella se activó. No fue hasta anoche que mi loba se puso alerta al reconocerla, debido a que ahora si me tomé el tiempo en reconocerla.
Hay una historia que se cuenta. Se dice que si el mate de un lobo tiene hijos, para el lobo en cuestión, es imposible no desarrollar un instinto materno sobre ellos. Cuentan que si su madre biológica no los quería o si no cumplía el papel que debería ocupar, el lobo se ve atado con más intensidad a los hijos, en este caso a Allison.
Podremos no tener una relación por lo poco que hemos convivido, pero eso no evitaba que el lazo sea tan fuerte, que incluso pueda superar el que tenía o tiene con Scott y el de Isaac.
-Sabes que tiene que ser así.- comentó el moreno. -No hay tiempo para discusiones.- añadió.
-¿Por qué parece que solo ustedes entienden?- soltó Stiles.
-Alice va a ir con Allison.- sentenció el veterinario.
-Eso no tiene sentido. Apenas la conozco.- comentó la cazadora con el ceño fruncido.
-Pronto las cosas se aclararán.- comentó el mayor.
Ella volteó a ver al primer hombre lobo de la habitación. Él asintió. -De acuerdo.- murmuró la chica.
Le di una sonrisa tratando de tranquilizarla, ya que noté que estaba temblando ligeramente. La adolescente imitó mi sonrisa, soltó un suspiro y asintió, así que me acerqué para ayudarle con su ropa.
Los chicos se deshicieron de sus zapatos y de alguna prenda extra. En sincronía los tres se adentraron poco a poco en su respectiva bañera. Contuvieron la respiración y la soltaron cuando sus cuerpos quedaron cubiertos y el agua llegó hasta sus cuellos.
Deaton estaba parado detrás de Scott, Lydia detrás de Stiles y yo detrás de Allison. Isaac estaba atento a todo.
-Por cierto, si no vuelto, y tú si, hay algo que deberías saber.- el chico de lunares se giró hacia McCall. -Tu papá está en la ciudad.-
Los adolescentes se voltearon a ver entre ellos para después asentir. Los tres encargados de hundirlos, colocamos nuestras manos en sus hombros. Tomaron una bocanada de aire y en sincronía los sumergimos en el agua.
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