05
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Al irse todos, Derek sacó un juego de ajedrez para entender que hacía el nogitsune. Estaba sentado a mi lado en el sillón.
-Der, no va a servir de nada, es un espíritu de quien sabe cuantos años, él es más listo.- le dije. Volteó a verme mal por decirle indirectamente idiota, por lo que reprimí una carcajada, no era mi intención. ¿A quién engaño? Claro que era mi intención. Como hermana mayor mi deber es molestarlo.
Él continuó acomodando las piezas, cuando me di cuenta de que el corte que le hicieron los oni seguía ahí. -¿Por qué no estás sanando?- señalé su herida cuando dirigió su mirada hacía la mía.
-Sanará.- dijo.
-Por lo menos déjame desinfectarla y cubrirla con una gasa para evitar infecciones.- pedí, ya que no era normal que esto ocurriera, era un maldito hombre lobo con sanación acelerada.
-Sanará.- este hombre era demasiado terco.
Antes de que pudiera replicar, se oyeron pasos por la escalera de caracol. No había que ser adivino o hacer uso de mis sentidos para saber que es Peter.
-Hola Alice. ¿Qué está haciendo?- me preguntó. -Sobre todo ¿por qué no te estás curando?- se dirigió a mi hermano.
-Es de una de sus espadas, ya sanará.- este terco y su "ya sanará."
-Si mueres, solo recuerda que Laura te fastidiará en el más allá.- solté cruzándome de brazos. Derek es de muy poca paciencia, conmigo siempre era multiplicada, pero con nuestra hermana, era muchísimo menor que el promedio. Me sorprende que vivieran juntos tanto tiempo.
-¿Mientas juegas ajedrez?- los hombres ignoraron mi comentario.
-En su habitación, Stiles tenía un tablero con nuestros nombres en dos de las piezas.- dirigió su mirada hacía mi al igual que nuestro tío para corroborar la información, por lo que solo asentí. -Si para él esto es un juego, debo descubrir sus movimientos.-
-No es tan fácil hacerlo cuando juegas sin reglas.- contestó el mayor.
-¿Qué significa?- preguntó el de ojos verdes.
-Estás lidiando con un espíritu que ha vivido mucho como para respetar reglas humanas.- respondió.
-¿Ya oíste? Te lo dije.- volteó los ojos por lo que dije.
-Sueles escuchar siempre lo que dice, no deberías ignorarla ahora.- señaló el mayor del lugar. -Es un espíritu de zorro que eligió convertirse en humano, supuestamente eso es algo que solo pueden hacer después de unos cien años. Si un kitsune es una molestia terrible, un nogitsune, que es un kitsune obscuro, es un maldito desastre.- continuó con su explicación. Agarró una chaqueta y comenzó a ponérsela. -Además, el ajedrez lo juega Stiles, no es el juego del zorro japonés, hazte un favor y ponte algo sobre eso, antes de que se infecte.- dijo antes de irse.
-No quiere decirlo, pero... te lo dije, dos veces.- musité una vez volteó a verme.
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Derek había salido hace rato y no quiso decirme a dónde se dirigía, de hecho estaba un tanto raro, pero no le tomé importancia. No tenía nada que hacer así que estaba sentada en el sillón mientras leía un libro. En ese instante mi celular comenzó a sonar con una llamada entrante de Allison.
-¿Ali? ¿Qué sucede?- pregunté al descolgar.
-Anoche Isaac llegó a mi casa. Se escapó del hospital. No te pude avisar...-
-Espero y se cuidaran.- comenté divertida.
-Nosotros... nosotros no... no.- murmuró nerviosa.
-Si claro.- solté con sarcasmo. -Pero, ¿a qué se debe tu llamada? No llamaste solamente porque llegó a tu casa.-
-Hoy en la mañana Isaac se comportó un tanto raro y me dejó atada con cadenas...-
-No sabía que te iba eso de Christian Grey y tampoco es algo que quisiera escuchar.-
-No, no, no. No es eso.- me explicó el comportamiento del chico y la razón de estar encadenada. -Ahora lo estoy siguiendo. Me preocupa que le haga daño a alguien.-
-Mándame tu ubicación en tiempo real y voy a estar lo más rápido posible ahí. Si ves que algo va mal, me esperas. Me da igual si alguien pierde la cabeza. Me esperas, no te arriesgues.- pedí.
-Bien mamá.-
-No te burles. Me preocupo por ti.- comenté.
-No lo hacía.- dijo y finalizó la llamada.
Escuché mi celular sonar con la ubicación de la chica y me dispuse a bajar del loft para ir por mi carro y poder seguirla.
Arranqué y empecé a manejar lo más rápido posible. Al cabo de unos minutos me encontraba llegando detrás de la menor. Ella ya estaba estacionada en frente de la escuela.
Nos bajamos y me acerqué a ella. -Entró hace unos minutos. No sé a dónde pudo haber ido.- dijo mientras nos encaminábamos a la puerta.
-No te preocupes. Yo me encargo de encontrarlo.- las dos abrimos la puerta y nos topamos con Kira, quien nos iba a atacar con su katana, pero al vernos la bajó.
-Acabo de llegar. No sé qué camino tomó.- nos informó la kitsune.
Me concentré en mis sentidos desarrollados para poder seguir el aroma del rubio o escuchar su voz en caso de que esté hablando.
Comenzamos a correr en la dirección que me guiaba mi olfato. -Los voy a quemar por Erica, por Boyd.- escuché que dijo.
-Hay que apurarnos antes de que haga una estupidez.- indiqué.
Kira fue la primera en entrar. Luego le seguimos la Argent y yo. Allison tiró al suelo la botella con la que pensaba iniciar un incendio o una explosión.
-Isaac.- lo llamó la cazadora.
El chico rugió furioso y se volteó a vernos ya transformado. Detrás de él los gemelos se incorporaron mientras mostraban sus dientes.
Las tres nos metimos a la oficina del entrenador y colocamos el escritorio para tratar de encerrarnos. Aunque lo más seguro es que lograrían empujarla sin problema alguno. Pero no quería asustar más a las adolescentes, así que me quedé en silencio.
-¿Es una buena idea?- cuestionó Yukimura.
-Probablemente no.- respondió la otra chica.
-Definitivamente no.- respondí.
Logramos ver como los tres lobos empezaron a atracarse entre ellos. -No se van a matar entre ellos, ¿o si?- cuestionó la kitsune.
Los gemelos arrojaron al Lahey contra la puerta, rompiendo así el cristal de una pequeña "ventana" que había. -Lo van a intentar.- aseguró la cazadora.
Iniciamos a pensar en algo para poder ayudarlos, detenerlos, noquearlos o lo que fuera para evitar que fueran un peligro mayor.
Una vez ideado, nos acercamos a las puertas para llevarlo a cabo. -Recuerden, traten de no matarlos.- murmuró la Argent.
-Yo solo iba a tratar de sobrevivir.- aseguró Kira.
-Yo solo voy a cuidarlas.- comenté.
-Eso también sirve.- nos dijo y abrimos las puertas.
Yukimura iría por una y la otra chica y yo por la otra. Allison atacaba con su ballesta, la kitsune con su katana y yo saqué mis garras. La primera nombrada peleaba contra Isaac, la adolescente siguiente contra uno de los gemelos, yo atacaba al sobrante.
Le di un fuerte puñetazo en el rostro y una patada en el abdomen para hacerlo retroceder. La chica asiática le arrojó su arma a la otra adolescente al ver la ballesta lejos de ella. Así que Kira tomó esta última para apuntarle al lobo.
Antes de que pudiéramos hacer algo, los tres adolescentes aterrizaron en el suelo de un golpe sordo. Tenían lo que parecía ser sangre negra saliendo de su boca.
Le llamé a Deaton para informarle lo que acababa de suceder y esperando que nos pudiera ayudar. Me aseguró que en unos minutos estaría aquí.
Así que solo nos sentamos a esperar a que llegara. La chica Argent estaba abrazada a mi.
Minutos después vimos llegar a veterinario. Unos instantes atrás los chicos despertaron desorientados, así que les hicimos saber lo que sucedió. El doc nos contó lo que iba a hacer para ayudarlos y lo que había pasado en la casa McCall con el nogitsune y Stiles.
Empezó con uno de los gemelos. Abrió la regadera y lo atrajo hasta ahí. Los demás veíamos lo que estaba haciendo.
-Quédate quieto.- ordenó el moreno cuando fue el turno del otro gemelo. -No luches.- lo tenia bajó la llave de agua y con sus dedos dentro de su boca, provocándole el vomito. - Quédate quieto.- repitió. -Casi está.- sacó una mosca y la dejó caer para que se fuera por el drenaje. -Isaac, tú eres el siguiente.-
-Espera, ¿está bien?- pidió el chico, pero el hombre lo ignoró y lo jaló por su playera.
Repitió la misma acción que hizo anteriormente con los Steiner.
-¿Ahora están bien?- cuestionó la cazadora.
-Eso espero.- respondió Alan. -Lo preocupante es que esto fue seguramente fue una distracción por lo que le pasaba a Stiles.-
-¿Ahora hay dos? ¿Cómo es posible?- cuestionó Kira.
-Pero ¿cómo se llevó el otro a Lydia?- agregó la Argent.
-Nos dimos vuelta y ya no estaban. Tampoco su auto.- respondió el mayor.
-¿Nadie se dió cuenta de que la estaban secuestrando?- inquirió Aiden.
-Casi todos estábamos concentrados en la extraña criatura, que se estaba materializando en el suelo.- respondió Deaton.
-Esperen. ¿Cómo están tan seguros de quien es Stiles?- quiso saber la kitsune.
-Eso es lo que intentan averiguar ahora.- informó el doc.
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Al día siguiente los chicos salieron a buscar alguna pista para dar con el paradero de la banshee.
Derek había salido y tenía un mal presentimiento. No sabía exactamente si era por mi hermano, pero solo sentía que algo iba mal. Así que decidí llamarlo para saber si estaba bien. Durante la llamada me informó sobre el estado de los gemelos y que le había pedido ayuda a Chris.
Luego llamé a los chicos para saber si estaban bien. Me explicaron lo que había sucedido con la otra banshee, que por cierto se llamaba Meredith, y que sabían dónde estaba Lydia. De camino iban Isaac, Stiles, Scott, Kira y Allison. Mis alarmas se encendieron al saber todos lo que iban. Tampoco logré saber porque sentía una opresión en mi pecho, solo sabía que debía estar con ellos. Les dije que los iba a acompañaría y que los vería allá.
Salí los más rápido que pude del loft para llegar. Había algo en mi que decía que tenía que apresurarme y no dejarlos solos.
Una vez mi auto se detuvo frente a las puertas de Oak Creek, vi el Jeep que estaba llegando. Todos nos bajamos y caminamos hasta donde estaban la kitsune y la cazadora.
Formamos un círculo para poder escuchar lo que el Alfa tenía por decir.
-Ya hicimos esto antes.- comenzó su discurso. -Hace un par de semanas estábamos aquí, salvamos a Malia ¿recuerdan?- ¿quién diablos es esa chica? me recuerdo mentalmente que después preguntaré. -Era una desconocida. Ahora es Lydia.-
-Vine a salvar a mi mejor amiga.- dijo firme la Argent.
-Yo vine a salvar al mío.- añadió McCall.
-Y yo no quería ponerme a estudiar.- dijo el rubio para después caminar al interior.
El resto de nosotros nos volteamos a ver antes de seguir al chico de rizos. Una vez dentro escuchamos la voz de la señora Yukimura, se encontraba escoltada por dos oni. -Kira, da la vuelta y regresa a casa. Llévate a tus amigos contigo.-
-No puedo. Cuando miré el tablero me di cuenta contra quien estaba luchando. Eres tú.- la chica se reveló.
El dúo dinámico salió corriendo para buscar a Lydia.
Allison le apuntó con su arco. -Diles que se detengan.- por mi parte comencé a sacar mis garras por si tenía que atacar.
-Creen que basta con atraparlo. Creen que pueden salvarle la vida.- dijo Nosiko.
-¿Y si podemos?-
-Intenté algo parecido hace 70 años.- admitió la mamá de Kira. -Su amigo ya no existe.-
-¿Estás segura? ¿O es por qué si Stiles no muere, Rhys tampoco tenía que hacerlo?-
Si este no fuera un momento serio, estaría disfrutando de la pelea de madre e hija, consiguiendo unas palomitas para disfrutar. Me recordaban a las peleas de mi madre con Laura.
Los oni sacaron sus espadas y las movieron para colocarse en posición de ataque.
-Veo que yo ya no soy el zorro, Kira. Tú lo eres.- afirmó la señora Yukimura. -Pero es mi responsabilidad enterrar al nogitsune.- en ese instante los oni que la custodiaban se desvanecieron. Ella vió su mano con una expresión de pánico total en su rostro.
-Mamá.- dijo Kira.
-¿Qué es eso?- inquirió Isaac. -¿Qué significa?-
-Significa que hubo un cambio de dueño.- respondió desde nuestras espaldas el falso Stiles. -Ahora me pertenecen.- detrás de él, todos los oni están custodiándolo.
Empezamos la pelea contra ellos, Kira se defendía con su arma, Isaac con sus garras, Allison con su arco y yo tratando de ayudarlos a todos. Lastimosamente al solo poder derivarlos, éramos atacados por ellos sin detenerse.
Un oni tiró al Lahey y a la Argent, esta última con su arco detuvo la espada y lo golpeó con el mismo, alejándolo de ellos. Kira peleó con dos a la vez, por mi parte los lanzaba los más fuerte que podía, pero rápidamente se incorporaban, sin darme tiempo para pensar algo.
Trataba de alejar a los onis que atacan al rubio, pero al ser atacada por otro me distraje, mis manos no dejaban de lanzar zarpazos, pero pareciera que es el más fuerte de todos y solo logré desestabilizarlo. Tenía mi vista en los tres adolescentes de vez en cuando para ayudarlos, en caso de serme posible.
La cazadora tensó su arco y le dió en el pecho a uno de ellos, salió una luz amarilla del lugar del ataque y se esfumó.
-¡Allison!- grité al ver al oni cerca de ella.
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