05
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Estaba leyendo un libro mientras me encontraba acostada en el sillón. Me sobresalte ante el ruido que se escuchaba, me reincorpore y mire a Derek quien tenia la mano sobre el botón que apagaba la alarma del sistema de seguridad.
Él dirigió su miraba a su nuestra hermana que tenia la vista en el ventanal.
-¿Qué significa?- preguntó Cora.
Al igual que el hombre, miré el trisquel que representaba a la manada de alfas, el mismo símbolo que estaba en la puerta de la casa Hale.
-Significa que ya vienen. Esta noche.- avisó el azabache.
-Nos prepararemos.- habló Cora.
Me levante del sofá y fui al baño a alistarme para salir.
-¿A dónde vas?- quiso saber el de ojos verdes.
-Tengo asuntos que resolver.- comenté. -Trataré de volver para ayudarte con los Alfas.- añadí.
-¿Por qué no te quedas? Eres la favorita de Deaucalion.- soltó Cora de manera brusca.
-Por la sencilla razón de que no vendrá él.- me encogí de hombros.
-¿Cómo lo sabes?- preguntó mi hermano.
-Son demasiadas preguntas y saben que no me gustan. Pero respondiendo tu pregunta, los tres sabemos que la que vendrá es Kali. Ella busca venganza por Ennis.- tomé mis llaves y salí del lugar sin querer hablar más.
Kali era y es muy vengativa. Lo más seguro es que use de moneda de cambio a la profesora con la que mi hermano se acuesta. Para ser sincera, ella me da totalmente igual, tal vez Derek sufra cuando se entere de la verdad, pero Jennifer no es digna de ser una Hale o de tan siquiera salir con uno. Tampoco ayuda que yo recordara quien es.
Me subí a mi auto y emprendí camino a donde se que Deucalion estará. En todo el camino fui escuchando la música que tenía en mi celular.
Una vez visualicé el edificio, estacioné mi auto y bajé de el para entrar evitando ser vista.
-Que alegría verte Alice.- dijo el Alfa. Estaba de espaldas.
-Creo que era hora de que habláramos.- dije.
-¿De qué quieres hablar?- inquirió, acto seguido dio media vuelta para poder verlo de frente. -Sabes que siempre atesoro hablar contigo.-
-Sobre Kali.- respondí. Suelen decirme que el hombre que tengo delante de mi ya no es el que solía jugar conmigo cuando era pequeña, pero me es inevitable querer conversar y tratar de volver a una época donde lo tenía todo. Mi familia completa.
-Sabes que no puedo detenerla. Podré ser el líder, pero cuando busca venganza, no se detiene. Lo sabes.- comentó.
-Eso lo sé a la perfección. Me refiero a su emisaria. Creo que aún no recuerda a Julia Baccari. Estoy segura que de hacerlo, ya le hubiera arrancado la cabeza.- caminé hasta sentarme en el piano, por si alguien escuchaba la conversación, comencé a tocar la primera canción que Deucalion me enseñó.
-Veo que recuerdas la melodía.- dijo antes de colocarse a mi lado y tocar conmigo las teclas. -Los druidas solo eran conocidos por el Alfa de su manada.-
-Mi madre tenía conocimiento de cada druida de cada manada. Por lo menos las cercanas.- señalé. -Tú siempre fuiste en el que más confiaba. Ella te contó sobre esto. Sé que lo hizo. ¿Sabes? Siempre albergué la esperanza de que los dos estuvieran en una relación. Siempre creí que harían buena pareja.- admití.
-He de confesar que ciertamente tu madre me parecía una mujer asombrosa. Cuando tuve la oportunidad de entablar una relación de pareja, estropeé las cosas. No había marcha atrás. La decepcioné, al igual que a ti.- externó.
-Tuviste la oportunidad de cambiar, pero decidiste irte por el camino del rencor y la venganza.- dije.
-Gerard me quitó muchas cosas, pero jamás voy a negar que me convertí en el monstruo que él quería que fuera. Odio a todos los Argent por todo lo que han causado. A Chris puede que no. Sé que es tu mate.- dijo, dándome un ligero empujón con su hombro.
-A ti no sé te escapa una, ¿cierto?- pregunté, divertida por la situación.
-Siempre sé lo que sucede al respecto de mi hija.- respondió. -Me gustaría conocerlo, asustarlo un poco.- avisó.
-Es un cazador, dudo que lo asustes.- la melodía había finalizado, pero continuamos con otra. La favorita de Talia Hale. -A parte no somos nada.- me encogí de hombros.
-Aún no. Durante años me han temido personas que no podrías creer, pero por mi hija soy capaz de que ese temor se vea como una simple broma.- informó.
Nos quedamos un rato en silencio, solo disfrutando de la música, como en el pasado.
-Volviendo al tema de Kali. Estás en lo cierto. No la recuerda, pero tú si. La cuestión aquí es, ¿por qué no has expuesto su verdadera naturaleza?- preguntó.
-Hay cosas que deben suceder. No puedo impedirlas.- contesté.
Ciertamente me sentía mal al no exponer el verdadero rostro de Jennifer, me sentía una horrible persona por hacerle pasar por esto a mi hermano, por dejar que esa mujer haga lo que se le plazca, pero como dije, hay cosas que tienen que suceder y otras tantas, como la muerte, se pueden impedir.
-Estoy extasiado. Sigues siendo la viva imagen de tu madre.- dijo, sacándome de mis pensamientos. Dejó un beso en mi frente al terminar la segunda canción. -Que nadie se entere de esta acción.-
-Cuídate.- me despedí. -No seas tan tú con el chico.- Dejé un beso en su mejilla y salí del salón de música.
Tomé camino al exterior del edificio y me encaminé a mi auto. Subí y lo encendí, para arrancar a cualquier lugar que no fuera el loft.
Quería ayudar a Derek con Kali, pero en este momento solo quería tomarme un tiempo para mi. Mi mente abarcaba dos cosas Julia y Christopher. Pensaba en la primera porque me hacía sentirme como Dumbledore, sabía cosas, pero no hacía nada para evitarlas. El segundo, no tienen una idea de que lo feliz que me sentía al haber encontrado a mi mate, pero no podía evitar sentirme frustrada, no sabía si en cualquier momento que yo me acercara a él, iba a terminar cometiendo algo para dañarme y yo terminara como Deucalion o peor, como Laura. No conocía de nada a Chris Argent, pero no podía arriesgarme a estar cerca. Así que lo mejor será mantenerme lo más alejada posible de él, aún si eso significa sufrir por la lejanía. La poca interacción que tuve con el cazador debe terminar.
"Willow" de Taylor Swift se reproducía por las bocinas de mi auto. Solo estaba dando vueltas por todo Beacon Hills. Estaba sumida en mis pensamientos.
Rato después me enteré de la muerte del beta de mi hermano, Boyd. Mucho menos quise volver al enterarme de esto.
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-Estuvimos ahí dos días.- estaba contándoles de la vez en donde Peter, Derek y yo nos escondimos de los cazadores. -Esperando, ocultándonos. Eso nos enseñaron si los cazadores nos hallaban. Ocultarnos y sanar.-
Para ser sinceros, ese día no presté atención al olor que Chris desprendía, estaba más ocupada por salvar mi pellejo.
Me encontraba relatando la historia, mientras estaba sentada en el sillón con la cabeza recostada en la parte de atrás.
-¿Dos días siempre? O ¿Creemos que Derek esta en un retiro prolongado?- inquirió Stiles.
-¿Por qué te importa?- cuestionó la Hale menor.
-¿Por qué me importa? No lo sé. Tal vez porque en
los ultimas semanas, mi mejor amigo intentó suicidarse, a su jefe casi lo sacrificaron en un ritual, una chica que conocía desde los tres años si fue sacrificada de hecho, Boyd fue asesinado por Alfas. ¿Quieres que continúe? Porque puedo, como por una hora.- habló el chico.
-¿Crees que Derek puede hacer algo al respecto?-
preguntó Cora.
-Bueno, dado que al parecer todos van tras él, creo que debería hacer algo al respecto.- respondió el chico.
-No lo sé, algo cambio mucho en el, no era así
cuando yo lo conocía.- admitió mi hermana.
-¿Como era entonces?- preguntó el de lunares.
Levanté mi cabeza al escuchar pisadas provenientes de las escaleras metálicas de caracol, Peter.
-Se parecía a Scott, de hecho.- es lo primero que dijo el hombre. -Como la mayoría de los adolescentes, terriblemente romántico, muy narcisista, tolerado solo por otros adolescentes.- siguió.
-¿Y que paso? ¿Qué lo cambio?- preguntó Stiles.
-Pues lo mismo que cambian a otros adolescentes.
Una chica.- explicó dándome una rápida mirada. Yo fui su más grande apoyo cuando Paige Krasikeva falleció.
-¿Dices que una chica le rompió el corazón? ¿Por
eso Derek es como es?- preguntó incrédulo Stilinski.
-¿Recuerdan que Derek, antes de ser Alfa, tenia
ojos azules? ¿Sabes porque hay lobos con ojos
azules?- Peter le preguntó al humano.
-Siempre pensé que era por algo genético.- admitió.
-Si quieres saber que cambio a Derek, debes saber
que cambió el color de sus ojos.- respondió sin más.
Peter comenzó a narrar la historia, que por cierto ya sabía, de Derek y Paige, que se conocieron en segundo año, cuando Derek la distrajo de sus clases de violonchelo. Básicamente se comportó como un idiota con ella. Como solía serlo.
-Si Derek iba en segundo año ¿cuántos años tenía?
¿Cuántos tenías tú?- preguntó Stiles a Peter-¿Cuántos tienes ahora?-
-No tan joven como podría ser, pero tampoco tan
viejo como crees.- Peter estaba sentado a mi lado, con los brazos estirados encima de los respaldos, los adolescentes frente a nosotros.
-Bien, eres frustrantemente vago.- se giró a Cora. -¿Cuántos años tienes tu?
-Diecisiete.- contestó.
-Así se contesta.- señaló Stiles. -¿Entonces cuántos años tienes?- me preguntó.
-No tantos como este vejestorio.- señalé a Peter, solo lo hice por molestar, ya que ni siquiera nos llevamos demasiados.
-Querida, tienes más que Derek.- respondió burlón.
-Si pero él no lo sabía.- señalé al chico pálido.
-Bueno diecisiete como tú lo medirías en años.- agregó Cora.
-De acuerdo, olvidemos esto.- murmuró Stiles. -¿Qué paso con Derek y la chica del chelo?-
-¿Tu qué crees que pasó?- preguntó Peter. -Eran adolescentes, en un minuto era de "te odio, no me hables", y al siguiente se acariciaban en cualquier rincón oscuro que encontraran dónde podían estar sólo unos minutos.- explicó. -Su rincón oscuro favorito era una destilería abandonada en las afueras de Beacon Hills.-
-De acuerdo, espera. ¿Cómo sabes todo esto? Dijiste que estaban solos.- interrumpió el chico Stilinski.
-Porque en ese entonces, no solo era nuestro tío, era su mejor amigo y un chismoso de primera, no me sorprendería que los siguiera.- expliqué.
-Su confidente más cercano.- completó. -Y soy chismoso hasta la fecha, querida. Aparte tu eres igual, no sé de que te quejas.- dijo con una sonrisa de lado.
Flashback
La manada de Ennis, la de Deucalion, la de Kali, la Hale, todos nos reunimos en la destilería para hablar sobre el asesinato de uno de los miembros de la primera manada.
-Allí.- señaló Ennis. -¿Lo ven? Lo arrastraron hasta aquí, con una flecha en la garganta, lo colgaron y lo cortaron a la mitad. Mataron a uno de los nuestros.-
-Uno de los tuyos.- intervinió Kali. -¿Qué me importaría uno de tu manada?-
-Los cazadores no distinguen entre manadas. Mucho menos los Argent.- aportó Laura.
-Pero sí distinguen entre motivos.- añadió Deucalion. -Ennis, ¿por qué lo mataron?-
-Porque su joven e ingenuo Beta, mató a uno de ellos.- aportó un tipo. -Mató a un cazador, ¿no?- continuó a pesar de la advertencia de su Alfa.
-Por accidente.- dijo Ennis.
Se escuchó el aullido de un lobo que conocía bastante bien. No hubo nadie que no se volteara a su dirección para verla llegar. La forma lobuna de mi madre se abrió paso al lugar, hasta volverse humana, me acerqué con un suéter largo para ayudarla a taparse.
-Tiene el derecho. No somos los únicos que nos apegamos a ritos milenarios.- comentó Talia.
-Eso no es excusa para no evolucionar.- Deucalion señaló.
-Le arrancaron las garras de los dedos.- señaló Ennis. -¿Qué tiene eso de evolución? Debatir eso es inútil. Se acabó.- se acercó a una de las paredes del lugar.
-Ennis, no. No nos hagas parte de un lugar común histórico. Con dos poderes así, nunca se acaba en ojo por ojo. La trifulca se convierte en guerra. El asesinato, en masacre. Y terminamos igualándonos a nuestros enemigos.- Deucalion comentó, pero el otro Alfa lo ignoró y trazó la vendetta. Mamá, mi "padre" y yo intercambiamos miradas.
Fin flashback
Les estaba contando lo que sucedió ese día. Peter trazó ese espiral en el ventanal empañado por la lluvia. -Nuestra señal de venganza.-
-Ustedes si que llevan eso de la venganza a un nivel diferente, ¿no es así?- preguntó Stiles.
-No es solo venganza. Alguien de tu manada no es
como alguien de tu familia, es como una parte de tu cuerpo.- expliqué.
-Ni siquiera dejaron que viera el cuerpo.- añadió mi tío.
-¿Qué es lo que tiene que ver con Derek?- indagó mi hermana.
El mayor posó su vista en nosotros. -Todo. Nunca
se trata de un solo momento, sino de una confluencia de eventos. En lo personal, vi las circunstancias de Ennis y vi una perdida profunda. Derek vio algo diferente, él vio una oportunidad.-
Enarqué una ceja y me crucé de brazos, su mirada se posó en la mía. Ambos sabíamos que eso no era cierto. Él fue quien le metió esas ideas, pero era tan buen mentiroso que todo lo que diga se lo creerían. Cuando se vaya, les diría la verdad a los chicos. Todo el día presionando, traté de evitar que lo escuchara, pero conocemos a Peter, es bastante manipulador.
-¿Oportunidad para qué?- preguntó Stiles.
-Para estar siempre con ella.- respondí.
-Lo que paso fue que tenia un miedo constante, él
se obsesionaba, pensaba en eso día y noche,
siempre estaba en su mente.- siguió Peter. -Yo le pedía que no lo hiciera y cada dia entre más lo pensaba, más se convencía. Así son los adolescentes, seguramente me culpa. Debe haberse convencido de que todo fue mi idea.-
Es una historia de amor trágico, sé que realmente la amó, con tanta intensidad que quería permanecer a su lado. Paige me agradaba bastante, era ideal para mi hermano, pero lamentablemente las personas ideales son las que menos merecemos. Derek la guarda como un increíble recuerdo, aunque amargo por su final. No podría estar más que contenta porque alguien lo hiciera feliz. Es mi hermanito, siempre querré su felicidad.
Luego comencé a contar el origen de los druidas, o
emisarios de los hombres lobos, establecidos cuando la primera manada de lobos, recurrieron a los druidas para romper la maldición establecida por Zeus, debido a que Licaón le sirvió carne de humano, siendo castigado sus hijos y él como lobos.
-Nos mantienen conectados con la humanidad.- explicó Cora. -Pero son un secreto aún dentro de la manada. A veces, solo el alfa sabe quien es el emisario. Derek y yo no teníamos idea de Deaton. Alice si.- continuó.
-Ni de su hermana, Morrel.- agregó Peter.
-¿Qué? ¿Ella también es emisaria?- preguntó Stiles.
-Si.- contesté. -De los Alfas.-
-¿Nuestra consejera vocacional?- preguntó. -¿Por qué diablos no me cuentan estas cosas? Yo le conté detalles muy íntimos a ella.- admitió el chico.
-¿Y te dio buenos consejos?- preguntó la menor de los Hale.
-De hecho, si.- respondió.
-Eso es lo que hacen.- agregó Peter. -Lo que Deaton
solía hacer para Talia.-
Flashback
-Admiro tu voluntad de extender una ofrenda de paz, pero te diré que quizás no la acepten.- dijo Alan.
-Y tampoco sé si Gerard es quien debe aceptarla.- comentó mi madre.
-Es cierto. Los Argent tienen un matriarcado.- aportó el veterinario.
-Creo que se refería a que Gerard es todo un psicópata.- informé.
-Anda cortando personas por la mitad con una espada.- aportó Talia, tras haber asentido a mi dirección.
-¿Tan poca fe tienen ustedes tres en las personas?- cuestionó Deucalion. -¿Creen que a Gerard no le preocupan las muertes en su bando?-
-¿Conoces la fábula del escorpión y la rana?- preguntó Deaton.
-Creo que estoy a punto de conocerla.- dijo el Alfa.
-El escorpión pidió a la rana que lo cargara para cruzar el río, pero ella dijo: "¿Cómo se qué no me picarás?" Él contestó: "¿Por qué voy a picarte? Nos ahogaríamos los dos." Entonces la rana aceptó. A mitad de camino, el escorpión la picó. Cuando la rana le preguntó por qué y le dijo que ambos morirían, el escorpión respondió: "Porque está en mi naturaleza."- el moreno relató. -La fe en las personas no tiene importancia si subestimas la naturaleza de Gerard.-
-Encuéntrate con él en territorio neutral.- comentó mi mamá.
-Y no vayas solo.- añadí.
-Soy un Alfa. Nunca ando solo.- señaló Deucalion.
Siempre iba a todos lados con Talia, muchos pensaban que era la segundo al mando, pero no, esa era Laura. Yo solo estaba con mi madre por lo similares que éramos, por lo que las manadas tenían más confianza en mi persona.
Fin flashback
Peter nos contó que Ennis fue el encargado de convertir a Paige.
-¿Ennis? ¿Por qué lo elegirían?- indagó Cora.
-¿Por qué no? Ennis necesitaba un nuevo miembro para su manada, Paige era joven y fuerte. Hacerle un favor a Derek implicaba para Ennis, agradarle a Alice, por lo que caería en gracia de Talia. Y en esa época, todos deseaban caerle en gracia.- informó el mayor.
-¿Él no recuerda que fue Ennis, cierto?- cuestionó Stiles.
-Si lo recuerda, no lo dice.- respondió.
-¿Qué pasó?- preguntó el humano. -¿La convirtió?-
-Por poco.- admitió. -Atacó a Ennis. Un chico de 15 años contra un gigante. No había motivo para pelear. Ya la había mordido.-
-¿Ella se convirtió?- cuestionó la Hale menor.
-Debió hacerlo.- respondió. -Casi siempre la mordida funciona. Casi siempre.- repitió.
-Cuando me la ofreciste, dijiste: "si no te mata."- Stiles se dirigió a Peter.
-Si no.- recalcó. -Él sabía la respuesta. No importaba que fuera joven y fuerte. Algunas personas no están hechas para esto. Ella peleó, luchó desesperadamente. Intentando sobrevivir.-
Flashback
Peter y yo entremos corriendo a un sótano, donde estaba la raíz de un árbol, mi pequeño estaba sosteniendo el cuerpo de Paige. Él acariciaba su cabello.
-¿Qué le está pasando?- nos preguntó.
Nuestro tío lo único que hizo fue sentarse en la escalera a ver, parecía triste, pero no sabría decirlo.
Me acerqué con cautela hasta donde los menores se encontraban y me senté frente a ellos. Derek sollozaba al ver a su novia así, sufriendo. Comenzó a quitar su dolor.
-Lo lamento.- le dijo a la chica.
-Ya lo sabía.- mencionó.
-¿A qué te refieres?- cuestionó el Hale.
-Cuando te dije mi nombre, creo que lo supe.- informó. -He visto cosas en este pueblo que nunca nadie ha podido explicar. Y además, noté la forma en que hablas. Dices cosas como: "Siento un olor raro." Y sé que oyes ruidos. Ruidos que otros no pueden oír. Lo sabía.- contó.
-¿Y te gusté de todos modos?- inquirió el azabache.
-Me enamoré de ti.- ella comenzó a quejarse, así que tomé la mano que no estaba siendo sostenida y ayudé a quitarle el dolor. No iba a vivir, pero podría ayudarla a que en sus últimos momentos no sufriera.
-Voy a morir, ¿no?- yo solo pude hacer una mueca. El lobo adolescente solo asintió.
Paige sollozó. -No puedo. No puedo soportarlo más. Derek, no puedo. Derek. Por favor. Por favor.-
-Yo lo haré.- no quería que mi pequeño hiciera esto. No con la primera chica a la que amó.
-Tengo que hacerlo yo.- dijo en mi dirección. Abrazó a la chica. -Lo siento.- murmuró sobre su oído. La apretó y sus huesos tronaron. Mi hermano solo pudo llorar. -Lo siento.-
Volteé a ver a Peter, asentí en su dirección y él la imitó. Se acercó hasta nosotros y tomó el cuerpo de la menor entre sus brazos. Luego se fue sin decir nada.
Derek se lanzó a mis brazos y sollozó sobre mi pecho. Pasé mi mano por su espalda, para que supiera que estaba aquí. Que no estaba solo y que no lo iba a dejar.
No sé cuanto tiempo estuve escuchando el llanto de mi hermano, yo solo susurraba una y otra vez que no era su culpa. Hasta que escuché unos pasos.
Mi hermano seguía pegado a mi. Mamá lo llamó. -Derek.-
-Hice algo, algo terrible.- dijo.
Talia se agachó hasta nuestra altura. -Lo sé.- admitió.
Ella me pidió que separara de mi al azabache, por lo que lo hice, ella tomó el mentón del menor e hizo que subiera la cabeza. Tenía sus ojos cerrados.
-Mis ojos.- dijo él. -Han cambiado.-
-Sí, pero siguen siendo hermosos.- comentó. -Como el resto de tu ser.- él abrió sus ojos y los hizo brillar. Azules.
Fin flashback
-Recuerdo que tomé el cuerpo de sus brazos, y lo llevé al bosque, donde yo sabía que lo iban a hallar. Una más en la larga lista de muertes causadas por animales en Beacon Hills.- contó el de ojos azules
-¿Qué hay de Derek?- indagó Cora, sus ojos estaban cristalizados.
-Arrebatar una vida de un inocente te quita algo también. Un poco de alma. La obscurece, cambia el amarillo, dorado brillante en azul frío, como el acero.- hizo brillar sus ojos. -Como los míos.-
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Lamento tanto la tardanza, pero tuve un pequeño bloqueo. Trataré de actualizar mas seguido.
Espero y les guste el capítulo.
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