03

———————————————————

Estábamos en el loft, Cora hacía ejercicio sin detenerse, mientras tanto Derek y yo la veíamos.

-Detente. Aún no has sanado.- advirtió mi hermano.

-¿Sí? Ya me cansé de estar acostada.- respondió.

-Entonces siéntate.- comenté. Ella se bajó de las barras y caminó a otro lado, dispuesta a seguir haciendo ejercicio, en este caso en el suelo.

-¿Me ayudarán a encontrarlos?- cuestionó la menor.

El azabache pateó una de sus manos, a lo que mi hermana se levantó molesta, dispuesta a pelear con él, pero este solo evitaba sus golpes.

-¡Vamos, pelea!- gritó al ver sus manos ser retenidas. -¿Regresé para esto? No puedo creer que estuviera encerrada tres meses en una bóveda por ti.- soltó incrédula. -Todos esos rumores que oí. Un nuevo y poderoso Alfa, uno de los Hale, iniciando una manada. ¿Sabes cuánto esperé para oír algo así? ¿Tienes idea de cómo me sentí al enterarme de que estabas vivo? De que ambos lo estuvieran.-

-Siento decepcionarte.- le contestó Derek, la forma
en que lo dijo y la mirada que le dió, puede sentí la tristeza por desilusionar a la menor.

Iba a intervenir, pero la alarma de seguridad qué hay en el lugar sonó, dando paso a problemas.

-¿Qué es eso?- preguntó Cora.

-Problemas.- le respondimos al unísono, Ennis abrió la puerta y rugió, Cora como si estuviera desesperada comenzó a correr hacia él. -No, espera. ¡Espera!- gritó Derek.

Se encontró con mi hermana, la tomó por el cuello para luego reventarla contra el piso y nos miró sin soltarla. -¿Listo para la revancha?- le preguntó el alfa al azabache.

Derek lo iba a atacar, pero de pronto entró alguien que me desagrada bastante, Kali, sin pensar en nada el de ojos verdes salto para pelear con ella, no pretendía acercarme a ayudarlo, mi hermano suele ser bastante terco y si dice que él peleará solo contra ella, no me meteré.

Derek la tomó de la pierna y la tiró lejos, pero con la habilidad de sus reflejos, aterrizó en el suelo con mucha gracia, el azabache le rugió y ella lo imitó a modo de contestación. Kali consiguió agarrar uno de los tubos que había y con dos golpes lo dejó en el piso boca.

-Derek.- solté alarmada, a la par de su rugido, Kali lo había atravesado y yo estaba demasiado paralizada como para poder moverme, sentía que si me movía, Cora resultaría herida y aún más mi hermano.

-Ni pienses moverte pequeña Talia.- me dijo Kali
con una sonrisa cínica y retorciendo aún más el tubo.

-Ya puedes salir.- dije al aire, sabiendo que el Alfa me escuchaba.

-¿Terminaron?- preguntó Deucalion entrando a la habitación, a escasos centímetros tenía a Derek y de su boca comenzaba a salir sangre. -Porque escuchar eso fue agotador.-

Me acerqué y le tendí mi brazo para que enganchara el suyo para ayudarlo a caminar. Podrá ser un monstruo y todo lo que quieran, pero aún aguardo la esperanza de que vuelva a ser el que era.

Deucalion solía ser un increíble Alfa, solía admirarlo, además era como un padre para mi. Siempre albergué la idea en mi mente, de que podría salir con mi madre y harían una increíble pareja.

Solía jugar conmigo cuando era más pequeña, me escuchaba y siempre me apoyaba en todo, principalmente cuando me negaba aceptar que era mujer lobo, no me gustaba serlo y él lo sabía, pero me hacía ver que tenía sus ventajas serlo y que no debía sentirme mal por ello.

Así que me es difícil verlo diferente a cómo solía ser. Sé que las personas cambian, pero era difícil aceptar que ya no era ese hombre.

Se dirigió hasta mi hermano y se agachó hasta estar a su altura. -Así que... Hablemos.-

Derek tenía la cara roja y yo no podía moverme para ayudarlo, de lo contrario, Kali movía el pedazo de metal.

Tal parece que Deucalion decidió ponerse cómodo, dado que se levanto y agarró una silla, la arrastró y la colocó donde momentos atrás había estado.

-Perdón Alice, por lastimar a Derek.- comenzó a decir. -Le pedí a Kali que fuera amable, pero...-

- Esta soy yo siendo amable.- interrumpió Kali con una sonrisa en su rostro, mirándome, para luego retorcer más el tubo, recibiendo un gruñido de mi parte.

-Déjenlas ir.- pidió Derek jadeando.

-Que suelte a Cora.- dije, Deucalion hizo un movimiento con sus dedos y Ennis soltó a mi hermana.

-No.- dijo el Hale de en medio , al ver las intenciones de la menor. -Alice.- suplicó con la mirada, así que solo la tomé de un brazo para que permanecería a mi lado.

-¿Ves?- demostró Deucalion. -No somos irracionales.-

-¿Qué quieres?- preguntó el de ojos verdes, estaba
sufriendo demasiado, mantenía su mirada en el piso. -¿Quieres matarme?-

-¿Crees que soy tan aburrido?- le preguntó. -Alice me conoce, así que te pido no me compares con sociópatas como tu tío. Soy un hombre con mucha más visión que un simple asesino.- comenzó a quitarse los lentes, sus ojos eran rojos, no rojos como los demás Alfas, si no rojos completamente, como los recordaba. -Es más, estoy aquí para enseñarte cuanta visión puede tener un ciego.-

-¡Lo estás matando!- le gritamos Cora y yo al mismo
tiempo, Kali seguía moviendo ese fierro y Derek seguía derramando sangre por la boca.

-Aún no, hermanitas.- dijo Kali mirándonos, se divertida por la situación. -Pero podría.- mi hermana se pasaba las manos por la cara en señal de preocupación, yo en cambio me estaba clavando las garras en las manos para no lanzarme contra ella. -¿Quién sabe si son 5 minutos o 5 horas antes de que sea demasiado tarde para terminar? Pero solo para estar seguros, quizá quieras ir al grano.-

-Deucalion.- solté en un gruñido.

-Querida, es necesario.- soltó como si nada. -Ahora ves el problema de pertenecer a una manada Alfas.- comenzó a decir Deucalion. -Todos quieren tomar las decisiones. ¿Yo? Soy más de descubrir nuevos talentos. Como tú y si te unes, Alice estará con nosotros también, podría convertirse en Alfa.-

-No estamos interesados.- dijo Derek con la voz débil.

-Pero ni siquiera han oído mi propuesta.- dijo haciéndose el decepcionado.

-Quieres que mate a mi propia manada.- dijo mi hermano entre jadeos.

-No.- respondió. -Quiero que mates a uno de ellos. Hazlo, y no tendré que pedirte que mates a los otros. Lo harás por tu cuenta. Yo lo hice. Ennis lo hizo. Kali lo hizo. Dile cómo es, Kali, matar a uno de los tuyos.-

-Liberador.- dijo con mucho gusto.

-Escúchala, Derek.- volvió a hablar Deucalion. -¿Quieres seguir atado a un par de adolescentes inadaptados destinados a convertirse en una carga? Y créeme, se convertirán en una carga. Es más, presiento que uno de ellos se está metiendo en problemas ahora.

El Alfa mayor estaba disfrutando de todo esto, guardando silencio por un buen rato, mientras mi hermano se desangraba.

-La razón por la que siempre invierto en nuevos talentos es simple.- dijo parándose de la silla en la que estaba. -Todos sabemos que una manada es más fuerte por sus partes individuales. Cuanto más fuerte sean sea cada parte individual, más fuerte será el conjunto.- estiró su bastón. -Cuando perdí la vista, uno de mis betas supuso que ya no era apto para el puesto. Trató de quitármelo. Mi querida Alice estaba presente cuando eso sucedió, por si quieres preguntarle.- dobló su bastón de nuevo. -Matarlo me enseñó algo sobre los Alfas que no sabía que podían hacer. Su poder se sumó al mío. Me volví más fuerte, más rápido, más poderoso de lo que nunca había sido. He probado esta nueva habilidad de incrementar el poder propio matando a otro. De hecho, Derek, los maté a todos. Tomé las partes individuales y me convertí en un gran conjunto individual.- dicho este discurso, estiró su bastón y se arrodillo frente al azabache, levantando su cabeza en el proceso, tomándolo por el cabello.

Pasó su mano por todo su rostro, para después soltar su cabeza.

-Tienes razón, Kali. Se parece a su madre.- dijo Deucalion. -Llegarás a conocerme, Derek, como hizo ella, y ella.- me señaló al último, para caminar hacia la mesa que estaba ahí.

-Te conozco.- dijo mi hermano levantando ligeramente la cabeza y mirándolo. -Sé lo que eres. Eres un fanático.- escupió con rabia.

-¿Me conoces?- preguntó girándose luego de haber dejado su bastón sobre la mesa. -Nunca has visto algo como yo. Yo soy el Alfa de Alfas.- cuando
comenzó a decir eso, brillaron truenos en el cielo. -¡Soy la cúspide de los depredadores de cúspides! Soy la muerte, ¡destructor de los mundos! ¡Soy el demonio lobo!- había colocado a Cora tras de mi, ante esto.

Pude notar como se cristalizaron sus lentes y Kali por fin sacó el fierro del cuerpo de Derek. -Odio cuando pasa eso.-

Ni bien se retiraron los alfas corrí hacia el Hale, con mi hermana siguiéndome por detrás, lo tomé con cuidado para no lastimarlo aún más, y lo coloque sobre mis piernas mientras limpiaba su rostro.

-Derek.- lo llame, él abrió apenas sus ojos y me miró. -¿Puedes levantarte?- indagué, recibiendo una negativa de su parte.

Dejé que descansar unos minutos en la posición en la que estábamos, para luego levantarlo con ayuda de Cora, quité su playera y limpié su herida. Lo dejé descansar en su cama para que durmiera un rato y pudiera sanar.

———————————————————

Derek estaba parado frente al ventanal mirando hacia afuera. -Debo pedirte que te vayas.-

-¿Qué?- grite rápidamente.

-No lo entiendo.- dijo Isaac confundido. -Oye, ¿pasó algo?-

-No va a funcionar con ustedes aquí.- comentó el azabache, esto me tenía en estado de shock, estaba corriendo a este chico adorable. -Ahora tengo a Cora y Alice. Es demasiado. Necesito que te vayas esta noche.- en ningún momento ve al chico.

-Esto está mal Derek.- dije molesta apoyando mis
manos sobre la mesa.

-¿Adónde se supone que vaya?- preguntó Isaac
mirando la gran tormenta que había.

-No te metas Alice.- soltó en un gruñido. -A algún otro lado.- respondió de manera fría.

-¿Hice algo malo, Derek?- preguntó el rubio, me
molestaba que mi hermano corriera al adolescente y que no le diera la cara para hablar.

-Lo harás si no te vas ahora mismo.- respondió, dándose vuelta con una vaso en su mano.

-Vamos.- soltó el adolescente.

-Vete.- dijo molesto, señalando la puerta.

-Derek, por favor.- pedía Isaac.

-Vete.- gritó.

-Vamos.- el rizado insistió.

-¡Vete!- gritó el azabache tirándole el vaso, que se
rompió en miles de pedazos, afortunadamente Isaac se agacho a tiempo para que no lo lastimara.

-¡Derek!- solté con molestia y decepción en mi, Isaac tomó su bolso y estaba a punto de irse cuando lo detuve. -Isaac espera.- le arrojé las llaves de mi auto. -Espérame en el coche ya bajo.-

Dicho eso él se fue y yo quedé mirando molesta al Alfa. -¿De verdad dejaras que se vaya?- le pregunté, sin obtener respuesta. -¡Respóndeme. Tu más que nadie sabes por lo que ha pasado, él no tiene a nadie!- amaba a mi hermano, pero me desesperaba sus actitudes y que mantuviera su rostro inexpresivo. -¿Qué está mal contigo? Estoy consciente que te preocupa lo que le puedan hacer los alfas pero no por eso debes echarlo y arrojarle el vaso como solía hacer el ser despreciable que se hacía llamar su padre.-

-Está dicho Alice.- me responde serio -Él se tenía que ir ya se fue.-

-¿Esa es tu última palabra?- pregunté totalmente
decepcionada, él simplemente asintió, pude ver en su rostro que le dolió mi tono. -Muy bien yo no me voy a quedar de brazos cruzados.-

Dicho esto comencé a emprender camino fuera del lugar, hasta que me detuve en la puerta y volteé a verlo sobre mi hombro. -Nuestra madre estaría decepcionada de tu actuar.- murmuré sabiendo que me escuchaba.

Bajé del edificio y me subí al auto, donde Isaac me esperaba. Lo miré y tenía sus ojos cristalizados, así que estiré mis brazos para abrazarlo, él se lanzó contra mi y pude sentir sus sollozos en mi cuello, ante esto pasé mi mano por su espalda tratando de consolarlo.

Tal vez no conocía mucho al chico, pero Derek me había contado toda su situación y no iba a permitir que lo tratara como lo hizo hace unos momentos.

Una vez se tranquilizó y se separó de mi, me estiré a los asientos traseros y tomé la cobija que siempre suelo llevar, entregándosela para que no sintiera frío.

-Gracias.- dijo.

-No escuches a mi hermano, es un idiota.- comenté. -Se que no me conoces, pero si necesitas algo, lo que sea, no dudes en buscarme.-

El chico asintió y me volvió a abrazar, pasé la cobija por sus hombros y froté mis manos contra sus brazos para ayudarlo a entrar en calor. Fue muy poco el tiempo que estuvo bajo la lluvia, pero caía en grandes cantidades y no quería que pasara frío.

-¿Tienes a donde ir?- le pregunté, se quedó pensando y luego de titubear por unos segundos me indicó una dirección, encendí el auto y emprendí camino.

Una vez lo dejé en esa casa, esperé hasta que entrara, una vez lo hizo arranqué. No quería regresar en este momento con Derek, no estaba de humor para hablar con él, así que me puse a dar vueltas por todo Beacon Hills.

———————————————————

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top