Ok, ya que hemos comido, hablemos ahora "dijo Kenichi sosteniendo un vaso de jugo mientras miraba a Kisara quien junto con Miu se habían ocupado de los gatos nuevamente.

"¿Qué quieres decir?"  dijo Kisara sin mirar a Kenichi.

"Quiero que dejes a Takeda solo ya que el chico que perdió su camino finalmente pudo regresar, no quiero que se lastime más" dijo Kenichi

"No se puede hacer la regla de nuestro Ragnarok es que los desertores deben ser castigados", dijo Kisara.

"En serio, ¿qué es este Ragnarok? ¿Eh? ¿Quieren que este sea su futuro? Destruyendo a todos los que van en su contra y a los que los dejan" preguntó Kenichi exasperado.

A esto, Kisara no pudo dar una respuesta ya que solo estaba siguiendo la regla de Ragnarok y nunca se preocupó por eso.  Más importante aún, la razón por la que estaba en Ragnarok era para demostrar que, como niña, podía ser tan fuerte o incluso más fuerte que los niños sin armas.

"No te estoy pidiendo que hagas algo imposible, es solo que dejes a Takeda en paz" dijo Kenichi

"¿Por qué te preocupas tanto por él? Ni siquiera lo conocías antes de que lo enviara a por ti. De hecho, ni siquiera deberías estar predicando por él, ya que te habría golpeado por mis órdenes si pudiera" Kisara volvió a pensar.  .

"Sí, pero no pudo y nunca lo haría, así que no hay razón para que yo esté enojado con él, ya que él mismo se siente culpable por eso", dijo Kenichi.

"Como sea, como octavo puño del Ragnarok tengo que seguir sus reglas y las seguiré" respondió Kisara.

"* suspiro * Ok Kisara, quiero que hagas algo por mí, puedes hacerlo" preguntó Kenichi.

Kisara arqueó una ceja y preguntó "¿Qué es?"

"Nada difícil, solo quiero que rompas este plato" dijo Kenichi

"" ¿Qué? ", Exclamó Kisara junto con Miu.

"Sí, eso es todo lo que pedí, ¿de qué tienes miedo?"  Dijo Kenichi.

"Hmph" resopló Kisara y arrojó el plato al suelo.

* Choque * el plato se rompió en pedazos haciendo un ruido fuerte llamando la atención de todos en el café.

"Ahora pide perdón al plato" dijo Kenichi.

Kisara y Miu hicieron muecas raras ya que no eran capaces de entender lo que estaba pensando Kenichi pero aún así Kisara hizo lo que dijo queriendo saber qué dosis realmente quería.

"Lo siento" dijo Kisara mientras miraba hacia los pedazos rotos del plato.

"¿Qué pasó? ¿No salió bien?"  Preguntó Kenichi.

"¿Cómo podrían unirse cuando ya están divididos en pedazos?" Dijo Kisara.

Kenichi sonrió ante sus palabras y dijo "Entonces sabes que una vez que algo se rompe no se puede dar marcha atrás sin importar lo que digas o hagas".

Como si un rayo la golpeara, Kisara entendió lo que estaba tratando de transmitirle.

"No voy a pedirte que dejes Ragnarok porque sé que no lo harás, pero por favor no fuerces a alguien que está tratando de tomar el camino correcto", dijo Kenichi.

Una de las sirvientas se acercó a la mesa y preguntó: "¿Está todo bien Maestro y señoritas, nya?"

"Sí, todo está bien, pero lamentamos mucho el plato que acabamos de romper, por favor póngalo en la factura para que podamos reembolsarlo", dijo Kenichi cortésmente.

"Ok Maestro-nya, le diré a la gerente y la dejaré decidir" dijo la criada.

"Gracias" dijo Kenichi con una sonrisa.

La criada luego se puso en cuclillas en el suelo para recoger rápidamente los pedazos rotos del plato y después de recogerlos, inclinó la cabeza hacia Kenichi y luego se fue.

Kenichi luego volvió la cabeza hacia Kisara y vio que ella había salido de su estupor, así que preguntó "¿Qué has decidido?"

Kisara no respondió a la pregunta de Kenichi, tomó su bolso y simplemente salió del café sin mirar atrás.

Kenichi no la detuvo porque sabía que ella no le respondería sin importar cuánto le preguntara.

"¿Qué crees que haría Kenichi" preguntó Miu

"No lo sé Miu, pero creo que no cruzará la línea" respondió Kenichi.

Después de esperar unos minutos, la criada vino con la factura que tenía el precio de los platos rotos agregado en la factura.  Kenichi sin prestarle mucha atención pagó la cuenta con la propina adicional para la criada.

Después de una pequeña carrera con Kisara, empezaron a caminar hacia el dojo y cuando acababan de llegar a la puerta de Ryozanpaku vieron a Takeda saliendo de la clínica de Akisame.

"¡Yo! Kenichi, Miu ¿cómo estás?"  Takeda dijo mientras agitaba sus manos hacia ellos.

"Estamos bien Takeda, pero no estoy seguro de ti" respondió Kenichi.

"¿Qué quieres decir?"  Preguntó Takeda.

"Conocimos a Kisara-san y sabemos que el Ragnarok se ocupará de ti en cualquier momento", respondió Miu.

"¡Oh! Que no tengas que preocuparte por eso, yo me encargaré de eso", dijo Takeda con indiferencia para no preocuparlos por él.

"No, no puedes, dame tu teléfono" preguntó Kenichi.

"¿Que vas a hacer con eso?"  dijo Takeda mientras le entregaba su teléfono a Kenichi.

Kenichi tomó su teléfono y guardó su propio número en él y dijo "He guardado mi número en él y lo puse en el marcado rápido, así que llámame en el momento en que vengan por ti" y luego le devolvió el teléfono.

"Kenichi, no quiero causarte más problemas, hombre" dijo Takeda.

Kenichi suspiró y negó con la cabeza cuando escuchó lo que estaba diciendo y dijo "Hey Takeda ....."

Takeda miró hacia Kenichi para escuchar lo que quería decir, pero justo cuando miraba hacia él, vio un puñetazo que venía hacia él con una gran velocidad cada vez más grande.

"¿Qué?