Capitulo 19

Puede que el destino le haya jugado una pequeña y desafortunada situación, la carta que Jimin, aquel omega rebelde le había dejado en su departamento, lo había mantenido en una serie de pensamientos que se repetían una y otra vez en su cabeza, pero a los cuales apenas y podía decir que le ayudarían en algo a resolver sus propios dilemas.

Jimin se había ido de Seúl.

El simple hecho de saber eso, ponía a Min Yoongi a pensar en muchas cosas, se hacía a él mismo cientos de preguntas que ni siquiera era capaz de responder por sí mismo, porque definitivamente no lo entendía, por una parte en un principio, pensó que podía deshacerse del omega con sus amenazas, no fue así, y menos lo logró con sus propuestas, pero con el pasar de los días, había descubierto que tener la compañía de esa rebeldía andante con nombre de Park Jimin, no le parecía tan malo después de todo.

Ahora que Jimin se había ido de nueva cuenta a su ciudad natal, se preguntaba ¿qué es lo que había hecho mal para que el omega que es su destinado, se fuera de aquella forma tan abrupta? Dejarle una carta había sido prudente, pero ¿por qué Jimin había tomado esa decisión? Aunque el alfa sabe perfectamente que el omega de todas formas iba a querer irse de allí, porque tiene que ir con su padre, porque necesita darle la buena noticia, porque había cumplido con su parte del trato que habían hecho, quizás Yoongi estaba pensándolo demasiado.

El omega había sido claro, quería irse, de una u otra forma quería hacerlo, y por supuesto también necesitaba ir por su objetivo principal, y lo había logrado, a pesar de que Yoongi era consciente de esto, no podía evitar pensar en el omega, y el por qué lo abandono de esa forma, Yoongi le había dicho que podía retirarse cuando él lo quisiera, pero Yoongi no esperaba que fuera tan pronto, inclusive estaba a punto de ofrecerle al omega que vivieran juntos si es que él lo quería de ese modo, pero por lo visto, no.

La decepción la traía colocada como si fuera su prenda de vestir favorita, y muchos en la empresa lo notaron, y claro, todos los empleados hablaban a escondidas de la actitud pesimista y triste del jefe principal de la empresa, por supuesto, muchos no estaban enterados de absolutamente nada de lo que había pasado y la razón por la que su jefe se encontraba tan deprimido, y algunos les hubiera gustado averiguarlo, pero Min Yoongi, no era la clase de jefe que le gustaba hablar sobre su vida privada y mucho menos le gustaba que se metieran a indagar sobre él, su privacidad es importante, y por supuesto, no iba a permitir que sus empleados fueran tras él solamente para enterarse de lo que le estaba pasando.

Pero claro, había algunas personas que en verdad se preocupaban.

—Señor Min —Yoongi dejo de mirar la carta en su escritorio para pasar a mirar al frente, observando como Jung Hoseok entraba con una pequeña pila de papales sin archivar—, me han hecho llegar las nuevas propuestas para el diseño de los productos, los diseñadores se han pulido con esto y... —no tardo en mirar a su jefe, en otras circunstancias, Yoongi sería quien hablase para que guardase silencio y le mostrará de inmediato los diseños, pero ahora, el rostro sereno de su jefe, mantenía un pequeño toque de tristeza—, ¿señor Min?

—Déjalos en mi escritorio y retírate, Jung —menciono Yoongi para después dejar de prestar atención a su empleado y volver a mirar la hoja en la que estaban escritas las últimas palabras que le dedico el omega.

Hoseok dio un asentimiento para después caminar con prisa hacia el escritorio, en cuanto llego, no dudo en colocar los papeles sobre el escritorio, miro hacia su jefe, encontrándolo totalmente hipnotizado por aquella hoja de papel en sus manos, este último par de días, Yoongi se había quedado concentrado demasiado tiempo en otros asuntos, tanto así que inclusive los demás se habían percatado de que el alfa parecía no querer prestar atención a los negocios y que prefería quedarse en su oficina sin hacer nada más que leer esa hoja, nadie sabía lo que contenía, muchos hacían especulaciones, pero nadie en realidad tenía la más remota idea de lo que estaba escrito en aquella hoja.

—¿Se encuentra bien, señor? —pregunto Hoseok en cuanto dejo los papeles sobre el escritorio.

Yoongi no tardo en mirarlo de soslayo.

—Puedes retirarte —menciono Yoongi.

—Pero, señor Min —el alfa soltó un suspiro corto, ¿acaso nadie podía entender que quiere estar solo? Necesita personal que lo comprenda a la primera, volvió a mirar a Hoseok.

—No necesito nada más, agradecería que te retires —Hoseok parpadeo un par de veces, era tan extraño no recibir un gruñido o un grito de parte de su jefe, parecía que le habían cambiado a su jefe, y eso no era tan agradable como pensó que sería—, ¿no me escuchaste?

—P-perdón —dijo Hoseok apretó levemente sus labios—, pero, señor Min, en verdad me siento un poco... —soltó un suspiro—, estoy preocupado por usted...

Yoongi elevo ambas cejas al escuchar eso.

—Sé que a usted no le agrada que nos metamos en su vida privada y esas cosas, pero en verdad me tiene preocupado, al igual que a todos los demás empleados de la empresa.

—No deberían de sentirse preocupados, estoy perfectamente —dejo de mirar a su empleado—, puedes decirles, ya no es necesario que sigan preocupados por banalidades.

—Insisto, señor Min —Yoongi solamente se dedicaba a escucharlo—, han pasado casi dos semanas, y usted no ha dejado de leer ese mismo papel una y otra vez —Yoongi dejo de leer al escuchar eso, miro de nuevo a Hoseok—, muchos están atemorizados, piensan que es una posible amenaza de otra empresa, otros dicen que posiblemente usted este pensando pasar la presidencia de la empresa a otra persona, y muchas otras cosas, y no ha dicho nada de esto, pero todos tememos por lo que pueda pasar con usted o con la empresa y...

—No hay nada de lo que deban sentirse tan angustiados —le regalo una pequeña sonrisa—, sólo se trata de un pequeño dilema personal que tengo, eso es todo —se encogió de hombros, quizás si estaba siendo un poco exagerado con estar totalmente atento a esa carta, inclusive había estado tan sumido en esa hoja que sus empleados ya estaban preocupados, ¡quién lo diría! Debía de mantenerse mucho más al margen y dejar de leer esa carta antes de que pensasen que su jefe ha enloquecido y solamente se la pasa leyendo una y otra vez la misma hoja—, ¿Jung?

—¿Sí, señor Min? —pregunto Hoseok, Yoongi dejo la hoja sobre la mesa para pasar a mirar a su empleado.

—No quiero meterlo en mis problemas personales ni nada por el estilo, pero —relamió con la punta de su lengua sus labios—, ¿sabe qué hacer cuando sientes que has hecho algo incorrecto con tu pareja?

—¿T-tiene pareja?

—Sólo responde, Jung.

Hoseok parpadeo un par de veces antes de dar un asentimiento a las palabras de Yoongi.

—Bueno —soltó un resoplido—, es difícil saberlo, ¿sabe? Porque a veces no hay una buena comunicación, pero es más también dependiendo del problema.

—Sólo digamos que deje ir a alguien a quien no quería dejar ir, no me comporte muy bien en un principio, pero poco a poco logramos congeniar, pero cuando menos lo espere se fue, no sé qué hacer.

—No es tan grave —Hoseok sonrió—, tal vez esa persona no planeaba del todo irse.

—¿Eso crees?

—Sí —dio un asentimiento para reafirmar sus palabras—, si usted y esa persona lograron congeniar mejor, entonces hubo una conexión especial, si esa persona se fue estoy seguro de que lo pensó demasiado antes de irse, y seguramente le dejo algo para indicarle que no quería irse sin antes despedirse.

—¿Cómo una carta?

—Sí, señor Min —Yoongi miro la hoja.

Quizás...

—¿Crees qué será una buena idea ir tras esa persona? —pregunto Yoongi, su mirada seguía enfocada en la carta, Hoseok sonrió.

Si usted lo cree necesario, entonces debe hacerlo —Hoseok comenzó a caminar hacia la salida de la oficina—, ¿sabe? A veces se toman decisiones estúpidas, pero creo que usted no tomará una tonta decisión si es que decide ir tras esa persona.

Yoongi no dijo nada, solamente escucho como los pasos de Hoseok se alejaban, escucho como la puerta se abría y cerraba, y el silencio invadió totalmente su oficina, las palabras de Hoseok lo habían dejado con más preguntas, pero, ahora mismo parecía tener la respuesta correcta a todas esas preguntas, su animal interno movía la cola con inquietud y felicidad.

En algo estaban de acuerdo y era que debían de ir tras Park Jimin, esa sería la mejor decisión de sus vidas.

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