Mamá

Creerán que al llegar a mi casa me tire a dormir ¿no?. Bueno lo que hice fue, como siempre darle las gracias a Rosa, de cuidar a mi viejito cascarrabias, me despedí de ella con un gran abrazo, después comí un pedazo de pan con mermelada, fui a ver si mi hermano estaba, y si, estaba en su cuarto haciendo su tarea, *el va a noveno grado* entre a su cuarto como si fuera el mio y me tire en su cama.

- ¿Como te fue hoy? - me dijo en un tono neutro, mi hermano, de piel más clara que la mía, ojos cafés, cabello café oscuro y alto, aun sentado se ve alto -

El hacía su tarea en una mesita que nos había regalado Rosa, que era de su hija mayor, Maria.

- Pues, me desmaye dos veces, ya descubrieron en mi trabajo que no tengo permiso, el nuevo de la clase seguramente se lo dijo y tengo ganas de golpearlo de nuevo, ya de ahí pues todo bien - dije muy cansada - ¿Y a ti como te fue?

- Yo digo que bien, todo tranquilo como siempre - me dijo sin apartar la vista de su cuaderno -

- Que bueno - le respondí y nos quedamos en silencio por un buen rato, no era incomodo, era un silencio agradable hasta que por fin terminó su tarea y guardo sus cuadernos -

- A y mamá ya regresó, esta en su cuarto por si quieres verla - dijo como si fuera algo normal -

- ¡¿En serio?! ¡Y hasta ahora me dices! - le dije muy sorprendida, pues se supone que ella regresaría dentro de una semana -

- ¿Acaso no te aviso Rosa? - me dijo volviéndose a mi para mirarme a los ojos -

- Nop, ni pio dijo - le respondí -

Me fui directamente a su cuarto, toque su puerta.

- Pasa - se escucho la voz de una mujer entre sus 30 años -

Pose mi mano en la perilla y abrí la puerta, dejándose mostrar a una mujer, esbelta, de hermosa tez morena, ojos algo achinados, de color café, cabellos negros ondulado en las puntas hasta la mitad de su espalda, me recibió con un abrazo y una gran sonrisa en sus labios rojos, aún por el labial que llevaba, ya se había puesto una pijama.

- ¡Hola mi amor! No sabes cuanta falta me hicieron tú y tu hermano - me dijo mientras acariciaba mi rostro con su suave mano -

- También me hiciste mucha falta mamá - le dije sin soltarme de su cálido abrazo -

- Cuéntame ¿Como has estado? - me dijo invitándome a sentarme en su cama -

Le narre todo lo que pase en su ausencia, los exámenes, el chico nuevo, de como me ayudo y lo del permiso de trabajo.

- ¿Y porqué no me dijiste sobre la firma? - me dijo un poco indignada -

- Lo siento, pero era por que tu no pasas mucho en casa - le dije con pena y en voz más baja las últimas palabras -

- Sabes, mañana iré a tu instituto y pediré el permiso - me dijo muy decida a hacerlo -

- No tienes por que hacerlo - le dije yo algo sorprendida -

- No te preocupes mi amor, yo me encargaré ¿si? - me dijo dulcemente - Mejor ve a dormir mañana tienes que ir a estudiar - mencióno y me dio un cálido beso en mi cabeza - Buenas noches cariño

- Buenas noches madre - le dije y le di un fuerte abrazo -

Me levante, con el pelo siempre echo un desastre, con mi Tuzita ocupando la mitad de mi cama, y con la misma ropa de ayer solo que con un olor peculiar.

Me levante y fui a ver si mi madre aun estaba en casa y no había sido un sueño, y pues si estaba en casa, ya vestida, solo que el problema era de que su ropa es algo reveladora, no es de las que dejan algo de misterio, le encanta mostrar casi todo. Tenía una blusa pegada, escoltada dejando ver su gran pechonalidad, *la cual no heredé mucho yo*, era arriba de su ombligo y pues usaba unos jeans muy pegados, creo que hasta le pude ver su ropa interior remarcada.

- Buenos días Alex y buenos días Margaret - dijo Rosa recibiendo a mi y a mi madre, mientras le hacía el desayuno -

- Hola querida amiga - le dijo mi madre muy feliz a Rosa mientras la recibía con un cálido abrazo - Gracias por siempre cuidar de mi familia - agregó un poco apenada y agradecida -

- No es nada, tu nos ayudaste también en tiempos difíciles y eres una gran amiga, así que es lo menos que puedo hacer - respondió dulcemente como siempre ella -

- En verdad no te merezco como amiga - le dijo mi madre y le dio otro abrazo - bueno hoy iré al instituto de Alex para hacerle su permiso de trabajo -

Desayunamos rápido, mi madre saludo rápido a mi abuelo, el cual disfrutaba más ver el pronunciado escote de su hija, viejito pervertido, después se despidió de Axel y me acompaño al instituto, esta vez no me caí ni torpeze, parece que será un buen día.

Llegamos, era de esperarse que todos los hombres fijarán su vista en la mujer que me acompañaba, puedo decir sin duda alguna que tengo a una madre hermosa por dentro y por fuera, lo único que la arruina es su trabajo, pero aún así la amo.

Yo me fui con mis amigos y ella fue a buscar al diréctor.

- Pero miren quien apareció - comentó Carl incrédulo -

- Lo se, al principio creí que era un sueño o había comido un taco con carne vencida - le respondí -

- Que bueno que tu madre este bien - me dijo Eli mientras comía unas galletas -

- Si, aunque creo que todos los hombres de este lugar no le quitaran la mirada - dijo Carl observando a mi madre que platicaba muy animada con el diréctor -

- Si te veo viéndola con morbosidad te golpearse sin piedad - amenaze a Carl cerrado mi puño -

- Tranquila idiota, yo nunca haría eso, más sabiendo que es la madre de mi estúpida favorita - dijo frotando e el cabello y dejándolo más alborotado de lo que estaba -

En eso se acerco alguien del cual no quería ni ver.

- Hola Alexandra - me saludo muy animado Kenta, ¿que mosca le habrá picado? -

- Hola Kenta - le respondí de mala gana -

- Oye, no seas así, después de todo lo que hice por ti ayer - respondió fingiendo estar indignado -

- Si, claro, como sea - por alguna razón este tipo no me agrada -

Mis amigos solo observaban admirados la escena.

- Bueno, bueno calmate ¿si? - me dijo intentando calmarme haciendo el ademán con las manos -

- Si claro - bufé -

En eso tocaron para entrar a clases, me tocaba, hoy tenia que hacer el examen de biología, en si me salvo pues es mi materia favorita.

Paso el tiempo volando literalmente, no me di cuenta de que ya era hora de almorzar, salí con Eli y Carl a comer unas tortas que venden en la cafetería, esta vez si lleve dinero.

Todo iba muy bien hasta que escuche unas palabras que no me agradaron.

- Oigan ya vieron lo puta que se ve aquella chica - dijo un vago de mi clase -

- Si, se nota que lo es - le contesto su otro amigo -

- Seguramente es buena en la cama - añadió un tercero -

Al principio cuando dijeron "chica" creí que era alguna compañera de otra sección, pero al ver a la dirección donde estaban mirando, era ¡Mi madre!.

¡Hoy si me encabrone de verdad!.

- Muchas gracias por su comprensión director - le dijo mi madre al él muy agradecida -

- No se preocupe señora Rodríguez, estamos para servirle - le respondió muy respetuoso el diréctor -

En eso llegó uno de los alumnos, con una cámara que trai un video de interés.

- ¡Director! - le dijo muy agitado el chico -

- ¿Que pasa Lucas? - le respondió sorprendido de ver tan agitado al joven -

- Mire esto - le extendió la cámara y dio play al video -

Tanto como el director y la señora quedaron sorprendidos de ver, como unos de los alumnos que creían "ejemplares" estaban golpeando en equipo a una joven, aunque no era cualquier jovencita.

Sin decir nada los tres fueron al lugar del enfrentamiento, varios alumnos habían hecho un círculo, varios estaban grabando todo, otros sólo observaban y gritaban como locos.

Dentro del círculo que se había armado había una chica con el cabello despeinado, con golpes en su rostro y el chico nuevo dándole una paliza a uno de los atacantes.

El director llamó a unos guardias y se hicieron cargo de aquellos tres.

- ¡Alex! ¡Por el amor al cielo! ¿Qué te pasó? - preguntó muy afligida y preocupada aquella mujer a su hija que se encontraba apenas sentada en el suelo con su amiga y amigo junto a ella -

- Estoy bien mamá - le respondí con una media sonrisa -

Ella me abrazo muy fuerte, mis amigos pudieron acercarse después de que el círculo se deshizo.

- Me preocupate mucho Alex - dijo aún temblorosa Eli -

- No te preocupes por mi, estoy bien - le dije con una media sonrisa -

- Ya verán los que les haré a esos pendejos por golpearte - añadió Carl muy enojado -

- Aunque Kenta ya hizo parte del trabajo - comentó Eli -

- No podía quedarme como un estúpido ahí parado - habló por fin la Guara Roja -

- Gracias por tu ayuda, aunque no la necesitaba - le dije con todo el orgullo que me quedaba -

Me pare rápido para encarar a la Guara Roja que me había echado una mano con ese trío de idiotas.

- Si claro - dijo sarcástico - te tenían como un saco de boxeo - dijo burlon -

- Si yo estaba b... - no terminen de nuevo la frase pues vomite la torta que había almorzado encima de Kenta -

- ¡¿PERO QUE MIERDAS?! - grito Kenta muy sorprendido y asqueado -

Carl se echo a reír, Eli se tapo la nariz, mi madre me llevó a tomar agua y el director le consiguió una camisa y pantalón nuevos a Kenta.

Gracias a que eche el buitre, me mandaron a casa, y también porque tenía golpes hasta en medio de las nalgas.

Mi madre tocó la puerta de mi cuarto, yo estaba jugando en mi vieja consola de Nintendo 64, sip, tengo un Nintendo 64, original.

- Pasa - le dije sin levantarme de mi lugar -

- ¿Ya te sientes mejor? - me pregunto dulcemente como siempre -

- Si, solo adolorida - respondí sin apartar mi mirada de la pantalla de mi vieja televisión -

Ella se sentó junto a mi, en mi cama.

- ¿Y porqué te peleaste con esos chicos? - me pregunto después de un buen rato de silencio -

- Solo eran tonterias - le dije dando un gran suspiro -

- Por favor, no te vayas a meter más en problemas por esas tonterias - me dijo dándome un abrazo -

Le correspondí el gesto cariñoso y ella deposito un beso en mi mejilla.

- Bueno... - se quedo en silencio unos minutos, fue un silencio agradable, pero después ese lindo silencio se terminó - esta noche me tengo que ir ¿si? -

Con tan solo decir esa oración mi humor cambió radicalmente, aunque no lo demostré.

- Bueno, si es así, siempre ten cuidado - le respondi fingiendo de que no me importaba -

- Lo siento cariño, pero esto lo hago por ustedes - sin más que decir beso mi frente y se fue -

Me quede ahí, sola con ganas de golpear algo, pero si lo hacía iba a llamar la atención.

En eso entró mi hermano, en silencio se sento en mi cama, no dijo nada ni me miro, yo me recoste en sus piernas, y sin darme cuenta unas pequeñas lágrimas comenzaban a asomarse.

- ¿Cómo es que aún la amamos? - le pregunte a mi hermano con un nudo en mi garganta -

Él solo acaricio mi cabello, ese pequeño gesto, solo hizo que las lágrimas salieran a mares, parecía una niña pequeña, no sabía porque lloraba, tal vez por frustración o porque simplemente me sentía mal ese día y quería llorar.

Algunas veces, hay días en los que simplemente, quieres llorar sin ningún motivo.

Escena extra:

Me acerque a esos tres pendejos, y los encare muy molesta.

- Oigan, trío de estúpidos, ¿por qué hablan así de una mujer? - les dije muy encabronada -

- Y a ti que te importa - me dijo, al parecer el líder de los tres, intimidante -

- El que un hombre hable así de una mujer es porque no tiene huevos - le respondí muy segura -

Eso fue suficiente para que él diera el primer golpe, justo en la cara, me sangro el labio y termine en el suelo, aunque eso no fue suficiente para detenerme. Se lo devolví con una buena patada en los bajos.

Todos los demás comenzaron a juntarse.

Eli intentaba desesperamente intervenir, pero Carl la retuvo.

- ¡Maldita! - dijo arrodillado con sus manos en su entre pierna - ¡Agarrenla!

Los otros dos me tomaron por los brazos, yo intentaba librarme de ellos pero eran fuertes. El otro se levantó y me dio unos golpes en el estómago, sentí que iba a echar buitre en esos momentos.

Pero sin darme cuenta, el que me estaba golpeado, terminó en el suelo, pues Kenta, se le tiro encima y no paraba de golpearlo.

Los que me sostenían intentaron detener a Kenta, pero este de un solo golpe en la cara tumbo a uno, el otro le di una patada al costado de su cuello, seré algo bajita pero al menos puedo defenderme.

Yo caí sentada, Eli y Carl fueron a ver como estaba.

- ¡¡Alex!! ¡¿Estas bien?! - me pregunto Eli exaspera y preocupada, casi llorando - ¡Dejame revisar tus golpes! - agregó, aunque sus pequeñas manos temblaban como un Chihuahua -

- A ver - dijo Carl mientras me agarraba de los cachetes con una sola mano examinando mi cara - No te vas a morir, pero pasaras adolorida un buen tiempo - dijo al fin soltando mis cachetes -

- Que delicado eres - le dije fingiendo un tono indignado -

Eli, seguía examinando mis golpes, y como lo había mencionado su madre es médico, siempre anda alguna que otra pomada en su mochila, me puso un poco del ungüento en unos moretones.

También le ofreció a Kenta, pero este se negó, a pesar de que tenía la nariz sangrando, un labio también sangrando, y varios golpes.

Creo que si no hubiera intervenido Kenta, seguramente estaría peor, tal vez tenga un lado bueno esa misteriosa Guara Roja.

Escena extra:

- ¿Por qué tienes que hacerme sufrir así? - le pregunto ese chico, más joven que ella, con una gran tristeza -

- Sabes muy bien que esto lo hago por mi familia - respondió ella con mucha pena - tengo que irme un cliente esta esperando mi llegada -

- Por favor - dijo desesperado tomando las manos de la mujer - quedate conmigo, Margaret -

- Sabes muy bien que... Yo también quiero quedarme contigo, pero no puedo - dijo con una pequeña lagrima recorriendo su mejilla - yo te quiero también Rodrigo, pero - se quedo callada -

- ¿Pero? - la animo a seguir -

Ella con sus ojos cafés, que parecían cristales por las lágrimas que salían de ellos, tomo entre sus suaves manos el rostro del joven, y depósitos un beso en los labios de él. El recibió sus carnosos labios con sumo placer, mientras acariciaba el cabello de su amada.

Ese beso, era amor, tristeza, pasión y amargura al mismo tiempo.

Dos amantes, que se deseaban con toda su alma, no iban a poder estar juntos por siempre.

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