Apenas es Martes

- ¡Arriba holgazana!¡Están bombardeando la casa! - grita como loco mi abuelo tirando a mi cara un balde con el que lavan el trapeador -

- ¡¿Pero que carajos?! - digo alterada y muy mojada -

- ¡Hay que irnos a los refugios! - sigue gritando mi abuelo -

- ¡Abuelo! ¡Solo están derribando una pared en la casa de los vecinos! - le digo casi gritando... bueno si le grite, mientras lo llevo de nuevo a su cuarto - Ya tranquilo ¿si?

- ¿Segura que es solo una pared? - me pregunta ya más calmado -

- Si, así que no te asustes -

Lleve al viejito a su cuarto, cuatro paredes de color celeste muy palido, la ventana de par en par, las cortinas marron recojidas, una librera repleta de antiguas obras literarias, ya me las lei todas al igual que el, una cama, la mas comada que hay en la casa y un escritorio, con una pluma negra y un monton de papeles con bellos dibujos de aves.

- Muy bien viejito loco, ¿porqué no mejor te lees alguna de las novelas? - le dije dandole una mirada rapida a los estantes polvosos -

- Ya las relei un monton de veces, hasta volvi a leerme las play boy que tenia - dijo el en un tono aburrido ... esperen un momento ¡¿PLAY BOY?! -

- Viejito pervertido - dije susurrando entre dientes -

- ¿Y si me prestas una de tus novelas? - me dijo con sus dos linea de ojos que tiene -

- Mmmm solo tengo alguna que otra de Shekaspeare, De la Barca y otras que no me acuerdo de sus nombres -

- ¿Tienes La vida es un sueño? - me dijo poniendose sus lentes de culo de botella -

- Mmm si, esa si la tengo - le dije ordenando el desastre que se tenia en su cama, pues aun no venia Rosa para cuidarlo -

- ¡Traelo pues! ¡Apurate niña fea! - me dijo algo aburrido -

- Ok, ok, ¡ya calmese viejito loco! - le dije y me fui rapidamente a buscar esa obra, la tenia bien guardada en el canasto de ropa sucia, sip, mi cuarto parece la jungla amazónica, solo que esta llena de ropa sucia en vez de animales -

Baje las escaleras corriendo, pues ya se me estaba haciendo tarde para ir a estudiar y no me habia quitado aun la pijama mojada, le deje la obra literaria en el escritorio a mi abuelo, y me fui corriendo de nuevo a la ducha, solo para quitarme el olorsito a perro sin bañarse por dos dias... no crean que no me he bañado por dos dias, ese es el olor de mi Tuzita y pues como dejo que se suba a mi cama quedo con su aroma. Me puse lo primero que vi, unos pantalones rasgados, una camisa estilo militar, una chaqueta sin mangas de cuero mas viejo que mi abuelo y medio me amarre mi cabello negro alborotado con un popote o pajilla como le digan ustedes, y pues si no encontre ninguna liga, pero hay que reciclar ¿no?.

Me asome al cuarto de mi abuelo rapidamente para ver si ya esta mas estable, al parecer ya se habia metido de lleno en la lectura pues no notaba mi presencia, sonrei levemente de verlo feliz leyendo esa obra, en eso llego la señora Rosa, es una mujer robusta, un poco morena, de cabello ondulado hasta los hombros, de ojos cafes.

- ¡Muy buenos dias Alex! Ya deberias de irte, tu hermano ya salio desde hace ratos - me dijo muy alegre con una gran sonrisa en su rotro mientras me sacaba a empujones de la casa -

- Si, lo se, espera - le dije deteniéndola por unos segundos - ¿Te llamo mamá? - pregunte con preocupación -

- Ella me llamo diciendo de que se quedara por unos dias en la casa de un "cliente" - dijo algo apenada remarcando "cliente" -

- Oh, bueno, creo que esos dias se haran semanas como siempre - le dije decepcionada, ella siempre hace lo mismo asi que ya no me sorprende - bueno me voy Rosa, el viejito loco esta leyendo un libro asi que se estara un buen rato entretenido ¿si?

- Esta bien Alex, que te vaya bien - me dijo depositando un beso en mi mejilla -

Me fui corriendo como siempre, le hice un agujero nuevo a mi camisa, *como siempre*, el popote que tenia amarrado se me cayo cuando choque con un poste electrico, ahora ando un poco de sangre en mi nariz, no sin antes pasar por un barrio indio, tengo varios amigos ahi, ya saben que paso siempre por ahi, siempre escucho que estan sonando la de Panjabi MC, es pegajosa aunque no se que diablos dice, algun dia lo sabre, llegue como pude, y para evitar que la señora de disciplina me viera, me salte uno de los muros en donde esta la cancha de fútbol.

~~~

Llegue con minutos de gloria al salon, cruze la puerta como si nada, con la nariz sangrando y me sente con mis amigos que estaban al fondo.

- Oye pareces una de esas pervertidas que salen en los animes - me dice reprimiendo una carcajada, el maldito de Carl -

- Ouh ten Alex - me dijo Eli dandome un trapo para limpiarme la sangre -

- Gracias Eli, tú si te PREOCUPAS por tus amigos - resalte "preocupas" por Carl mientras me limpiaba la mini hemorragia nasal que tenía -

- Ya deja de ser tan aguafiestas ¿si? yo solo lo digo bromeando pues si me preocupo por ti estupida - me dijo poniendo sus manos detras de su cabeza -

- Lo se idiota, y el profesor no ha llegado ¿verdad? -

- Nop, te salvaste esta vez -

- Al menos - solte un suspiro de alivio -

En eso entra el profesor Douglas, que da Historia, con alguien mas acompañandolo, era un chico con una chumpa negra con capucha, pero no la tenia puesta, tenia el cabello teñido de color rojo y en las puntas eran azules, *me recordo a una Guara roja*, era alto, fornido, de piel ligeramente bronceada y un poco achinado de los ojos, pero no tenia dos rayas por ojos, sus ojos tenian un lindo color miel. Y tenia algo inquietante, una cicatriz que partia su ceja izquierda y terminaba bajo en el pómulo izquierdo, dandole una apariencia intimidante.

- Yo se muy bien que a mitad época de examenes no pasan cosas nuevas pero les presento a su nuevo compañero Kenta Ito, espero se lleven bien con él, ahora Señor Ito por favor tome asiento - se dirigio al joven muy amablemente -

Él comenzó a avanzar y se acomodo al final en una linea mas adelante que yo, al menos, pues su mirada me pareció más intimidante. Comenzó la clase, dándonos las papeletas de los examenes menos al chico nuevo, a él lo dejo ahi solo sin hacer nada, que chidoris, bueno hicimos el examenes y sin darnos cuenta ya eran las 12 del medio dia, todos salimos a tomar nuestro almuerzo, yo por mi parte me escape a desmayarme pues no había desayunado, ni si quiere había tomado un vaso de agua.

Asi que le pedi a mis queridos amigos si me invitaban aunque sea a una sodita, pues habia olvidado mi dinero en la casa. Al final comi una torta mexicana con una lata de soda pagada por Eli.

El chico nuevo, tenia ya varias admiradoras, aunque intimida facilmente a culaquiera con esa mirada "te golpeare si me tocas" aunque creo que tiene algo en su bolsillo trasero, no, ¡No puede ser! ¡Tiene un llavero de la trifuerza! ¡Tengo que preguntarle donde lo consiguió!

- Oye, aun sigues en la tierra o ¿ya cruzaste como cuatro galaxias? - me dice Carl sacandome de mis pensamientos mientras agita su mano en frente de mi - apenas lo vez y ya le estas viendo el trasero - me dice burlon y pícaro Carl -

- ¡No le estaba viendo el trasero! - le grite algo avergonzada haciendo que muchos me miraran, incluyendo al nuevo -

- Ya calmate ¿si? solo bromeaba - me dijo entre carcajadas -

- Oye Alex te veo mas pálida de lo normal, ¿no has estado comiendo bien todos estos dias verdad? - me dijo Eli con preocupación, mientras observaba con atencion mi rostro, debe de ser asi pues su madre es medica -

- Mmm no es que no coma, solo que como muy poquito - le digo encogiendo los hombros -

- Cierto, estas mas palida que la señora de disciplina cuando se hecha polvo en la cara -

Ese ultimo comentario nos hizo carcajear a mi y mis amigos, pareciamos tres focas aplaudiendo como locos.

- Oigan, hoy ire a trabajar, después de todo los examenes en la tarde ya los hice todos - les dije en voz baja a Carl y Eli -

- Hay te ayudaremos como siempre a saltar el muro - me dice Carl en voz baja guiñandome el ojo -

- Yo no los podre ayudar esta vez - nos dijo Eli algo apenada -

- ¿Por que? - le preguntamos al mismo tiempo -

- Tengo que hacer unas cosas en el club de jardineria asi que no les podre ayudar - nos dijo aun mas apenada -

- No te preocupes Eli, el tonto de Carl me ayudara - le dije pasando mi brazo por sus hombros para animarla -

- Bueno si es asi, estaré más tranquila - nos dijo con una pequeña sonrisa -

Sin darnos cuenta, tocaron para que comenzaran las clases de la tarde, paso el primer bloque, ya en el segundo, era hora de que me marchara, asi que como pude, mientras que el maestro salio a hacer no se que cosa, sali corriendo del salon con Carl, al llegar a la parte trasera del salon, y comenzo a ayudarme, aunque esta vez alguien nos vio, era uno de los guardias y se dirgia a paso veloz hacia nosotros, Carl me impulso con rapidez y de un solo salto pude alcanzar la cima del muro.

- ¡Me apartas una chimichanga! - me dijo Carl antes de ser llevado por el guardia de seguridad -

- ¡Claro! - le respondi, esta vez seguramente lo van a reportar a direccion .

Ahorita voy como una loca aveztruz corriendo a su trabajo, ¿Existirá alguna avestruz que trabaje? Bueno después lo investigare.

Cuando iba a mitad camino, comencé a sentirme un poco débil, después sentí que me habían metido a esa cosa a la que llaman "Tagada" en El Salvador, *mi hermoso país natal*, esa cosa es un desvergue total, mi cabeza daba vueltas y vueltas, todo se ponía oscuro y pues seguramente ya saben como termine.

Cuando me desperté, estaba en medio de un montón de árboles con la Guara Roja, digo el chico nuevo, observando me fijamente con un cigarrillo en la boca.

No se si fue por instinto o mi cuerpo simplemente lo hizo, pero le di un puñetazo en la cara y me levante de golpe, ¡¿Que carajos estaba haciendo el conmigo aquí?!.

- ¡Oye! - bufo la Guara Roja muy molesto, sip, así se quedará con ese apodo, mientras se masajeaba con su mano el golpe que doposite en su nariz -

- Lo siento, por el golpe - le dije avergonzada, pero por alguna estúpida razón me dio risa, pero a él no -

- De nada, por haberte ayudado - dijo grotesco y sarcástico -

- En serio, te lo agradezco, es que solo reaccione y no pensé antes de... - intente levantarme -

No termine la oración pues comenzó a dolerme la cabeza, creí que iba a desplomarme de nuevo, pero la Guara Roja me sostuvo de mis hombros y me sentó, después saco de una mochila que tenía una botella de agua y me la ofreció sin decir nada.

Yo la acepte, la tome de un solo trago.

- Diablos, ya estoy harta de esta maldita semana - bufé, pues hoy no había sido el mejor día, ni los anteriores -

- Y eso que apenas es martes - me dijo la guara roja, fumando otro cigarrillo -

- Que sad - le dije después de dar un gran suspiro - Bueno, gracias por tu ayuda pero yo tengo que ir me - le dije retomando mi rumbo -

- Y ¿A donde vas Alex Alexandra? - dijo en un tono burlon, provocando que a mi me diera un tic en el ojo al escuchar mi maldito segundo nombre -

- A un lugar que no te incumbe - le respondí, como si fuera una niña de 5 años -

- Lo siento, Alexandra, solo quería ver, a donde es que sales siempre después de las 2 pm - me dijo fingiendo un tono indignado, para venir de Japón maneja bien el inglés -

- ¿Y tú como sabes que salgo a las 2 pm, eh? - le dije con un tono acusador -
- Rumores - respondió encogiendo sus hombros - y al parecer hablas español, ¿no es así señorita Alex? - *hablo español... Hablo español, que raro, ¿que no era japonés?* -

- Aja, ya deja de estar fregando tanto -

- Bueno, como tú quieras -

Yo no le dije nada, pues me dio mala espina, así que seguí mi camino ignorando su presencia, pero el comenzó a caminar a la par mía, ¡¿Que diablos querrá este tipo?!.

- Oye y ¿No deberías de estar en clases? - le pregunté ya algo molesta -

- Si, pero me aburrí - respondió con simplesa -

- ...

- Y ¿Tú? - me dijo poniendo sus manos atrás de su cuello -

- No te diré - le respondí ya aburrida de su presencia -

- Bueno, al final lo sabré - dijo muy seguro -

Y sin darme cuenta ya había llegado a mi trabajo "Las 12 primaveras" ¿Por que se llama así? Ni yo tengo la más remota idea de porque se llama así, creo que Raúl estaba borracho cuando le puso así a su restaurante mexicano.

Ahí estaba, el hombre de brazos regordete, con panza de borracho, cabello, es un caso perdido como el mio solo que con canas, barbón y alto, como un oso.

Me estaba esperando con los brazos cruzados, y se vio algo sorprendido por mi nueva compañía.

- Muy bien, explicame ¿si? - dijo sin ningún rodeo -

- En resumen, mi semana ha sido un asco, y pues él me ayudo de evitar desmayarme por segunda vez en el día y se me pego en el camino - dije señalando a la guara roja -

- Ay niña, bueno mejor ve por tu uniforme y tu jovencito - dijo acercándose a Kenta, creo que ese era su nombre, con su voz ronca y fuerte - si estas aquí, dejaras de fumar, pareces chimenea - le dijo seriamente -

La Guara Roja, digo Kenta, ni se inmutó, no se vio intimidado y terminó de fumarse su último cigarro y guardo la caja en su bolsillo. Entre al local, me puse una camisa azul oscuro, una filipina a mi medida, un delantal, me recoji el cabello con una liga que me presto Raúl, y me puse la redecilla.

Yo soy asistente de cocina, preparo y ayudo al chef principal en el pequeño establecimiento, pues de mesera no sirvo, lo intente pero quebre 5 platos, derrame café super caliente en los pantalones de un cliente y bote una orden grande de tacos al pastor, sip soy terrible, pero para cocinar no mucho, todos los días hago cena, y pues se cocinar varía cosas gracias a Rosa, también ella me consiguió este trabajo con su cuñado Raúl.

Me puse a cocinar, como si no hubiera mañana, las tripas me rugian del hambre por todos esos exquisitos olores a tacos y salsas, pero tenía que aguantar hasta las 7 pm.

Al menos el tiempo pasó volando, y se hizo hora de que me retirara, me fui a cambiar, me queme una que dos veces, pero no era nada grave, salí a ver la sala donde estaba el comedor principal, y para mi sorpresa Kenta y Raúl parecían estar hablando muy amistosamente en una de las mesas, fumando unos cigarrillo juntos,que irónico.

- Jajajaja, eres todo un pícaro Kenta - dijo entre carcajadas -

- Y usted no se queda atrás señor Flores - le respondió él -

- Llámame Raúl - le dijo dándole una palmadas en la espalda - y te doy un consejo, por todo lo que ha pasado este perro viejo - le dijo posando su gran brazo en los hombros de Kenta, ya que se habían pararon para despedirse - deberias de dejar de fumar - le dijo muy serio - no es por joderte la vida, solo es un concejo -

- Lo tendré encuenta - le respondió Kenta, después de estar en silencio por unos segundos -

- Oigan, ustedes dos - les dije interrumpiendo el momento entre hombres - Creo que ya es hora de que el gerente vuelva al restaurante y tú te vayas a casa - les dije a cada uno -

- Ok, ok calmate Alexandra - me dijo burlon Kenta, haciendo un ademán de que me calmara -

- No me llames así - le respondi algo enojada -

- Oye Alex, necesito hablar seriamente contigo ¿si? - me dijo Raúl con su tono de "esto es importante así que quedate 10 minutos más" -

La Guara roja se despidió de su nuevo amigo y de mi, y desapareció en las sombras de las calles.

- Alex, ¿por qué no me dijiste que no tenias permiso? - me dijo Raúl -

- ¡¿EH?! Si tengo permiso, ¡ACHU! - maldito estornudo, *cada vez que miento estornudo, raro ¿no?* -

- A este viejo, no le puedes mentir - me dijo sacando otro cigarrillo de su cajetilla - Es por las firmas ¿no? - agregó mientras lo encendía -

Yo solo afirme con mi cabeza, el dio un gran suspiro y se volvió para verme.

- Sabes muy bien que yo y mi familia te podemos ayudar - me dijo poniendo su mano en mi hombro -

Yo no respondí nada.

- No seas tan orgullosa y deja que yo te eche una mano -

Seguí sin responder, yo solo quería irme a mi casa y dormir, aunque lo único que hice fue agitar mi cabeza dando a entender de que iba a dejar de que me ayudarán.

- Bueno, niña rebelde, vete a casa - me dijo dándome un empujón en la espalda - a y ten - sacón un sobrecito blanco del bolsillo de su inmenso pantalón gris -

- Se supone que me pagarías la próxima semana - le dije mirando el sobre - no tienes por que conpadecerte de mi, ¿si? - le dije sin tomar el sobre -

- No me compadezco de ti, niña tonta, te lo doy antes pues eres la que mejor trabaja en mi restaurante - me dijo sosteniendo aun el sobre -

Al final tome el sobre, con mi nombre y apellido, me despedí de Raúl como siempre y me fui camino a casa.

Aún sigo preguntándome ¿Por qué esa Guara Roja, me ayudó? Bueno yo hubiera hecho lo mismo, pero él no parece ser ese tipo de persona, tal vez ¿lo estoy juzgando mal?.

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