Ace se despertó en un cuarto, que no era su cuarto, se paró rápido y despacio se aseguró de escapar, era bueno eso, escurridizo como... ¿anguila?, llego a los barcos y cerro los puños, enojado al ver su Striker amarrado con cadenas de piedra marina, los otros barcos no le servían eran muy lentos para él.

- ¿Ace que haces aquí ?, deberías estar durmiendo yoi .-

-Esto.... ESTO ES UN SECUESTRO. - Marco trato de callar a Ace que estaba gritando y peleando con él, no quería que Marco lo tocara, así que le lanzo todo que se encontraba a su paso.

-Oye, Ace cálmate yoi. -Marco se cubría con sus brazos para que no le cayera nada, se sorprendió más cuando tuvo que esquivar una escoba, tomo a Ace de las caderas mientras este pataleaba. - No te voy a soltar hasta que te calmes.

-Suéltame, viejo verde. -Marco lo soltó en un shock, le cayó como balde de agua fria y se quedó ahí parado mientras Ace escapaba, cuando sus hermanos llegaron corriendo.

-Marco, Ace no anda por ningún lado y nadie lo encuentra!!!!!!!!!!!!!.- Como siempre Thatch causando líos.

- ¿Marco? -Izo estaba preocupado por la expresión del primer comandante.

- ¿Yo... soy un viejo verde yoi? - Sus dos hermanos querían reír, pero no podían, ya entendían lo que había pasado.

-Marco, no es tu culpa que tu marca la comparta alguien como... muchos años menor? - Thatch no estaba ayudando.

Mientras, Ace se metió en la primera habitación que encontró para esconderse, iba retrocediendo de espaldas cuando choco con algo, miro lentamente hacia arriba y se encontró con Shirohige que lo miraba con una sonrisa, Ace estaba a nada de desmayarse, el susto fue tan grande que se volvió un Fénix, era un poco más pequeño que Marco, era rojo y sus ojitos eran muchos más grandes.

- Espera. - Shirohige trato de tomarlo, pero Ace comenzó a volar por todo el techo hasta que se subio a un armario y ahí escondido se quedó, cuando llegaron todos los comandantes sabían que Ace estaba arriba pero no lo había visto.

- Hermanito ven baja. -Vista estaba tratando de sobornarlo, pero Ace no quería bajar hasta que se rindieron, después de todo ni Marco podía llegar, él era demasiado grande para entrar en ese hueco, se quedó ahí todo el día, hasta la noche y Shirohige solo pensaba que como hablar con el chico.

- No tienes que tener miedo, eres uno más de mis hijos, todos te recibirán con los brazos abiertos. -

-Si no fuera por Thatch tus hijos ya me abrían matado, si no fuera por esa marca no me querrían, nadie me va a querer, no con la maldición que tengo. - Ace estaba sollozando.

- Pensamos que habías atacado a uno de los nuestro, mocoso, antes de ver tu marca solo necesite ver tu valentía para aferrarte a la vida para quererte como mi hijo, ahora eres uno de nosotros. -

- No soy uno de ustedes, me secuestraron, están locos. -

- Esta bien, aun no lo eres, pero ahora para ellos eres parte de nuestra familia, tu marca se unió al corazón de cada uno y no dejaran que nada te pase, puño de fuego Ace. -

Ace no podía aguantar las lágrimas y transformándose en humano se acercó a la esquina de su escondite para hablar mejor con el adulto.

- ¿Q- que dirías si Gol D. Roger tuviera un hijo? -

-Todos somos hijos del océano, no importa quien sea tu padre Ace, aunque ya lo sabía. -

- ¿¡Ya lo sabias!? - Ace saco todo su cuerpo gritando de la impresión y no se dio cuenta cuando la mano de Barba Blanca lo tomo, el hombre tenía una sonrisa porque logro sacar al chico de su escondite, mientras este trataba de secar sus lágrimas.

- Si, fue un gran rival y amigo. -

- P-pero todos decían que eran enemigos. - Ace temblaba en la mano de Barba Blanca.

- Era un gran hombre, la gente siempre inventa cosas Ace, ve a tu cuarto, descansa. - Ace asintió y cuando fue dejado en el piso salió como un petardo a su cuarto, por alguna razón ya en su cama, con una sonrisa asomando en su cara, no podía dejar de sonreír y llorar.

Los comandantes lo escucharon volver y llorar, eso estaba bien, todos habían pasado por eso.