Capitulo 4- Debauchery
Chat noir había vuelto a las andadas, empezó a buscar al akuma hasta lo llego a visualizar. La cosa es que ya estaban los demás héroes allí, podía contar en total unos 6 o 7 y los podía llegaban a reconocer.
Pigella, Vesperia, Tigresse Purpusse, Viperion, Coq Courage y Caprikid.
Su cerebro en eso... hizo que recordase algo, algo que personalmente le dolió. No, no era un recuerdo... era un sentimiento.
El que lo dejase apartado, Ladybug lo había apartado de cualquier tipo de misión, estaba tan pendiente de sus demás compañeros y a él lo dejo apartado. Por dentro, esa sensación le desagradaba y le hacía sentir solo.
—<<No, debo de centrarme, no puedo quedarme aquí sin hacer nada>>— hablo en su cabeza el blondo viendo todo.
Aunque en eso se le vino otra idea, una que aunque no era meterse en la pelea, podría ayudarle de alguna forma.
Simplemente era el ver como ocurrían las cosas, quería analizar el cómo pelea Ladybug, necesitaba saber cómo él podría vencerla.
Mientras lo veía... Su cabeza empezó a pensar cosas, empezó a plantearse una idea en su cabeza que si se lo contase a alguien le llamarían loco.
Si los poderes fusionados del miraculous del gato o la mariquita daban el poder absoluto, ¿Qué ocurriría si fusionaba todos los miraculous, incluido los tan poderosos del gato y la mariquita?
Si ya de por si el poder de ambos miraculous juntos había escuchado que era el poder más poderoso, ¿Cuál sería el poder? Podía ser incluso más poderoso que los mismos miraculous de la creación y la destrucción solo juntos.
¿Y si con el poder de todos los miraculous podía crear un mundo mejor? ¿Y si volvía ese cruel mundo en un mundo mejor? Con todos los miraculous en su manos y transformándose con ellos, podría convertir su mundo en algo maravilloso, tener gracias a ese poder un mundo donde él pueda ser libre y sin ataduras.
Ese mundo... su mundo... Sí... Creía que tenía un extraño delirio divino, que estaba teniendo una revelación divina que le había caído como un ladrillo a la cabeza, pero... se estaba dando cuenta de algo
Un mundo creado a su imagen y semejanza, un mundo libertino, donde tuviese tal vez una vida bonita y alegre con una familia unida.
Sus ojos brillaron mientras veía como seguía peleando Ladybug, una pequeña lágrima cayó por la mejilla del rubio.
—Un... Un mundo libre— hablo en voz baja el chico portador del gato, se miró el anillo un momento para después ver dónde Ladybug.
La vio con los demás héroes, habían conseguido derrotar al villano, quitarle el akuma y purificar la mariposa. Vio a los 7 chocar puños mientras el chico minino se quedaba viendo.
No podía evitar sentirse furioso, no podía parar de irradiar ira.
—Ella... Ya nadie... Si consigo todo los miraculous, podre crear el mundo que deseo y que me amen por como yo soy, no por otra cosa, no por ser un niño guapo— hablo el blondo vestido de gato mientras seguía viendo.
Ladybug y los demás se fueron. Chat noir por su lado en eso cerro sus ojos y suspiro, para seguido verse las manos. Recordó en eso el día que dejo momentáneamente de ser Chat noir y uso su propia mascara para ser el portador del gato, "Cat Walker".
Odiaba recordar el cómo era siendo ese falso maldito gato. Ser "Cat Walker" fue el ser su anterior él mismo pero con muchas más cadenas, más apresado en sí mismo, volvió a ser Chat noir solo para no hacer sentir culpable a Ladybug porque pensaba en su credulidad de que esta estaría mejor con el cómo Chat noir.
Que pobre iluso era... que tonto fue.
Poco a poco después de ser "Cat Walker" empezó lentamente a desvanecerse, su mente empezó a convertirlo en un demonio hasta el día que tomo la decisión de quitarse de vida, de ese intento de suicidio.
El blondo volvió en sí, estaba cavilando demasiado en sus pensamientos y decidió volver a casa.
Ya allí, este llego a su habitación por la ventana, inspecciono de que no había nada ni nadie en ese lugar y se destransformó.
—Adrien, ¿Por qué no has actuado? — pregunto Plagg mientras veía a su portador.
—Quería conseguir algo y plantearme ciertas cosas— fue la contestación Adrien, mintiéndole a Plagg.
No quería que su kwami se asustase por la idea que tenía, el convertir ese mundo en su mundo, en una creación a su semejanza e ideales. Era la única persona, o más bien, cosa, que lo quería y no quería asustarlo, no era el momento de hacerlo.
En eso Adrien escucho unos pasos hacia su habitación, por lo que hizo un gesto para que su kwami se ocultase. Allí entro su padre. Su expresión frívola ante todo era característica de él.
—Voy a irme mañana a una convención de moda en Chicago, te cuidara Gorila mientras me encargo, seguirás con tus cosas como siempre— simplemente hablo el adulto, para seguido irse.
Cuando escucho esto, vio el cielo abierto en el sentido metafórico.
A Adrien se le ocurrió una idea, ¿Por qué mientras que su padre estaba afuera se hacía una fiesta en su casa. En esta ocasión no lo haría en su habitación, quería que fuese una fiesta digna y... tal vez con ello probar las dulces mieles del amor y del sexo y saber cómo era. Le daba igual si era con una tía o con un tío su primera vez, lo único que deseaba era conseguir sus objetivos y ya.
Libertinaje y libertad... Un concepto que no había tocado en su vida y que necesitaba, ansiaba como un dulce en sus labios probar.
Adrien en eso cogió su móvil, entro a un chat que tenía con sus amigos y en eso les escribió.
"Oye chicos, mi padre se va a ir mañana a una convención de moda ¿Qué os parece que si hago una fiesta? Invitad a todos los que queráis"
Cuando escribió esto, varios de los del grupo escribirían. Algunos preguntándole si era por el cambio de actitud que tenía el motivo de su decisión, otros que no le parecía mala idea y otros directamente aceptando la propuesta, cosa que haría todo el grupo al rato.
— ¿Una fiesta? Vaya, no te he visto decidir ese tipo de cosas desde... bueno, nunca— hablo Plagg a su usuario de blondos cabellos.
—Y si me acabo tirando a alguien, mejor— fue lo que comento Adrien a su kwami, dejando un tanto impactado al kwami negro.
—Okey... Vas en serio con eso de explorar tu sexualidad— fue la respuesta con cierta sorpresa del kwami.
Adrien solo se vio al espejo y dio una sonrisa, una sonrisa altanera y con cierta malicia dentro de ella, una sonrisa que nunca había mostrado y le reconfortaba poder mostrarla, aunque fuese a su propio espejo.
(Nota de escritora: Mis planes con Adrien en esta historia es convertirlo en un "Dorian Gray" pero chetaisimo. "¿Quien es Dorian Gray?" Me preguntareis, pues bueno, es el protagonista de la historia más conocida de Oscar Wilde, "El retrato de Dorian Gray", que es un clasico de literatura que recomiendo)
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top