Miraba desde lejos la cancha de voleibol donde la omega de cabellos naranjas jugaba.

Joohyun llevaba enamorada de Seulgi hace ya unos cuantos meses, aquella omega la traía loca y no sabía la razón.

—Es tu predestinada —Jennie, su mejor amiga, apareció a su lado —. No encuentro otra razón para que te tenga tan boba, ¡las clases ya terminaron y tú aún sigues en la escuela!

—También lo he pensado —confesó metiéndose una papita a la boca.

—Deberías hablar con ella —la alfa se atragantó con su jugo cuando escuchó eso, la beta la vio rara.

—Ya lo he intentado ¿recuerdas?, lo iba a hacer la semana pasado pero la grandulona de Park se puso en mi camino.

—Cierto —suspiró y le dio unas palmadas en la espalda —. Lo siento amiga, parece que el destino no quieren que estén juntas.

Bae asintió, su amiga tenía razón.

—Oye, ¿No te tocaba ir a trabajar hoy? —le pregunto la beta.

—¡Mierda, el trabajo! —exclamó y salió corriendo de ahí.

—¿La viste? —le preguntó Sooyoung a Seulgi.

—¿A quién? —pregunto mientras se colocaba sus ganchitos en el cabello.

—A la Joohyun sunbae, ¡te estaba mirando!

—¿Joohyun me estaba mirando? —preguntó incrédula, sin poder creer que aquella solitaria alfa de sonrisa bonita la estuvo mirando.

—Que sí, estúpida, te acabo de decir que sí —le dio un zape en la nunca —. Creo que le gustas, deberías hablar con ella.

—¿Estás loca?, se va a armar un chisme si voy y le hablo, pero no creo que ella lo haga, o es muy tímida para venir a hablarme o es una orgullosa que quiere que yo de la iniciativa —hizo una mueca al pensarlo, recostándose de la máquina expendedora.

—Me inclino más por la primera —dijo mientras metía un billete en la máquina expendedora—. La otra vez la vi acercándose a la mesa en la hora de almuerzo, pero vio a Roseanne y se regresó a su mesa —sacó la botella de la máquina y la abrió, tomando un sorbo.

—¿Cuándo fue? No recuerdo haberla visto —preguntó sin recordar aquello.

—Estabas de espalda —explicó, caminando por los pasillos en dirección a la salida —. ¿Quieres ir al café que te comente ayer?

— Está bi...

No pudo terminar de hablar ya que había tropezado con alguien, cuando se iba a disculpar, hizo una mueca al ver quien era.

—Ten más cuidado, bombón.

—Te he dicho que no me digas apodos así, Roseanne.

—¿Por qué? ¿Te pongo nerviosa? —preguntó coquetamente.

—No sé, ¿Qué te parece si lo consultaste con mi puño mientras te borro esa sonrisa? —el rostro de la alfa se puso serio.

—Tranquila, ya me voy -pasó al lado de los omegas y se fue de allí.

—Admiro tu valentía al enfrentar a alfas como Roseanne.

—Sabes que odio a los tipos como Roseanne, queriendo hacerse los románticas conmigo y tratando mal a otros. Vamos —recogió su bolso—. Ya me está dando hambre.

Joohyun hablaba con su compañero de trabajo Jaebeom, hoy no habían muchos clientes, el café estaba vacío, sólo se escuchaba la melodía de jazz que su jefe ponía.

—¿Aún no hay avances con la omega que te gusta? —le preguntó el alfa.

—Nada, cada vez que me armo de valor hay alguien que llegó primero y no me voy a quedar parada ahí como tonta.

—Pues si no te quedas parada ahí como tonta te lo van a quitar y ahí si te va a doler —le dijo el pelinegro.

La campana sonó, indicando que habían entrado nuevos clientes.

—Mira, ya hay clientes, ve —la apuró mientras él entraba a la cocina.

Joohyun tomo su libreta y bolígrafo y se acercó a la mesa donde estaban las chicas.

—Buenas tardes, bienvenidas a JJ's Coffee ¿qué van a pedir? —levantó la mirada, viendo a que era nada más y nada menos que Seulgi.

—Queremos dos capuchinos y un cheesecake —pidió Sooyoung.

—En seguida se los traigo —dijo viendo a la canadiense, Seulgi queriendo gruñir porque la alfa ya no la estaba viendo.

—Me gusta esta cafetería.

—¿Te gusta la cafetería o te gusta el personal? —dijo con diversión Joy.

—Ambos, aunque me gusta más el personal —Sooyoung rodo los ojos.

Por el lado de la alfa, Joohyun pudo respirar, no esperaba que la omega que le gustara fuera a donde trabajaba.

—¿Qué pidieron?

—D-dos capuchinos y un cheesecake — respondió, sus mejillas viéndose como dos tomates.

—¿Qué te dijeron o qué? —le pregunto el alfa, viendo a Joohyun un tanto confundido.

—Después te digo.

El alfa preparó el pedido, Joohyun lo colocó en una bandeja y fue hacia las muchachas.

—Permiso, aquí está su pedido.

—Gracias —respondieron ambas omegas, Seulgi no paraba de mirar a Joohyun, algo que ponía muy nerviosa a la pelinegra.

Joohyun hizo una reverencia y fue hasta donde su amigo.

—¿Ahora si me vas a contar?

—¿Ves a la chica de cabello naranja? La de los ganchitos.

—Aja —miró a las chicas, viendo como la chica veía a Joohyun y después volteaba a ver a su amiga.

—Bueno, es la omega que me gusta.

Jaebeom hizo una "O" con su boca para luego cubrirla con su mano, ahora entendía porque Joohyun se ponía tan tímida.

—Es bonita, ya veo porque te gusta.

Joohyun asintió, Seulgi era más bonita de cerca que de lejos.

Luego de un rato, ambos jóvenes habían terminado de comer y se quedaron hablando.

—¿Les llevas la cuenta tú o lo hago yo?

—Tú, yo luego lavo los platos.

Jaebeom sonrió, su amiga de estaba comportando como una tonta, una tonta muy enamorada.

—Disculpen, aquí está la cuenta —dijo dejando la cuenta en la mesa y recogiendo el plato y las dos tazas.

—¿Tienen punto? —preguntó Sooyoung.

—Sí, pase por aquí.

Luego de pagar ambas omegas se fueron, Joohyun pudo respirar.

—Eres cruel, ella quería volver a verte.

—Le llevaré galletas mañana en como disculpa.